Video: Introducción al sistema muscular
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Saluda. Mueve los dedos de tus pies. Ahora sonríe. Acaricia tu estómago mientras rascas tu cabeza. ¡Demos gracias a nuestros músculos! Estos amigos nos permiten movernos. Pero, ¿sabías que no es lo ...
Leer másSaluda. Mueve los dedos de tus pies. Ahora sonríe. Acaricia tu estómago mientras rascas tu cabeza. ¡Demos gracias a nuestros músculos! Estos amigos nos permiten movernos. Pero, ¿sabías que no es lo único que hacen? ¿O que algunos pueden controlarse mientras otros hacen su trabajo sin que lo pienses?
Imagina lo agotador y peligroso que sería si tuviéramos que recordarle a nuestro corazón que debe latir o a nuestros músculos respiratorios que tomen aire. Hay mucho que aprender en cuanto a los músculos, pero no frunzas el ceño, de hecho se necesitan más músculos para fruncir el ceño que para sonreír. Ahorra tus energías, estarás sonriendo al completar esta introducción al sistema muscular.
Antes de comenzar, veamos rápidamente lo que aprenderemos en este tutorial. Primero veremos qué es el sistema muscular y qué es un músculo. Después identificaremos los tres tipos de músculos y sus ubicaciones: el músculo cardíaco, que compone las paredes musculares del corazón; el músculo liso, que podemos encontrar en las paredes de los vasos sanguíneos y de los órganos de varios sistemas tales como el tracto gastrointestinal y el tracto urinario; y por último el músculo esquelético, que como su nombre lo indica, se inserta en el esqueleto y nos proporciona el movimiento voluntario.
Luego veremos los cuatro grupos principales de los músculos esqueléticos divididos de acuerdo a dónde se encuentran en el cuerpo. Estos son los músculos de la cabeza y el cuello, los del tronco, los de los miembros superiores y los de los miembros inferiores. Dentro de cada región corporal, los músculos se agrupan según su función y localización. Así que veremos los grupos musculares principales de cada región y también mencionaremos algunos ejemplos de los músculos más relevantes dentro de cada grupo.
Finalmente terminaremos con algunas correlaciones clínicas y discutiremos los problemas más comunes del sistema muscular, específicamente parálisis y atrofia muscular.
Comencemos con lo básico. ¿Alguna vez te has preguntado qué es exactamente el sistema muscular? Para darle una definición, es un sistema de órganos compuesto de tejido contráctil especializado llamado tejido muscular que, en promedio, compone el cuarenta por ciento de nuestro peso corporal incluyendo a todos los tipos de músculos en el cuerpo. El término músculo viene del latín musculus, que significa pequeño ratón.
Como cualquier órgano, los músculos están hechos de células. En este caso, son las células musculares, o miocitos, los que también se denominan fibras musculares ya que son largas y estrechas cuando están relajadas. Las fibras musculares se organizan en fascículos con la ayuda de tejido conectivo que también lleva los vasos sanguíneos y los nervios a las células musculares. Son células contráctiles especializadas que contienen filamentos proteicos de actina y miosina. Estos filamentos se deslizan unos sobre otros para producir las contracciones que llevan al movimiento de nuestro cuerpo e incluso de los órganos internos.
Es importante mencionar que el tejido muscular tiene cuatro características principales: excitabilidad, o la habilidad de responder a estímulos nerviosos; contractilidad, que es básicamente la habilidad del músculo de contraerse; extensibilidad, que es la habilidad del músculo de estirarse sin romperse; y elasticidad, que es la habilidad del músculo de volver a su posición inicial después de estirarse.
Ahora que tienes una descripción básica de lo que es un músculo, continuemos con los diferentes tipos de músculos y sus ubicaciones.
El sistema muscular se suele asociar a un solo tipo de músculo - el músculo esquelético - el que actúa sobre las articulaciones para producir movimiento. Sin embargo, hay otros dos tipos de músculos en el cuerpo - el músculo cardíaco y el músculo liso. Estos dos tipos de músculos son componentes muy importantes de otros sistemas.
Los músculos se clasifican según su apariencia bajo el microscopio en estriado y no estriado, siendo estriados los músculos esqueléticos y cardíacos, y no estriado el músculo liso.
Comenzando con el músculo cardíaco, este forma el miocardio o las paredes musculares del corazón. Aunque las contracciones del músculo cardíaco son menos potentes que las del músculo esquelético, este tipo de músculo es resistente a la fatiga. Es el músculo que más trabaja en nuestro cuerpo ya que mantiene a tu corazón latiendo todos los días.
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El músculo cardíaco consta de una red ramificada de células individuales vinculadas eléctrica y mecánicamente para trabajar como una unidad en la contracción cardíaca. Las fibras musculares, o cardiomiocitos, son estriadas, y están conectadas entre sí por sus extremos por medio de uniones intercelulares formadas por los discos intercalares. El músculo cardíaco no se encuentra bajo control voluntario y su actividad es modificada por el sistema nervioso autónomo.
El segundo tipo de músculo que veremos es el músculo liso. Recibe este nombre gracias a su apariencia no estriada bajo el microscopio. El músculo liso se encuentra en la capa intermedia de las paredes de la mayoría de los vasos sanguíneos, también conocida como túnica media. También podemos encontrarlo en la capa muscular de las paredes de varias estructuras asociadas con los sistemas gastrointestinal, respiratorio o urogenital.
En esta micrografía puedes ver algunas células de músculo liso resaltadas en verde. Al igual que los cardiomiocitos, las células de músculo liso tienen un solo núcleo. Son alargadas y con forma de huso, y se encuentran paralelas entre sí organizadas en fascículos. Estas células son capaces de realizar contracciones lentas y sostenidas. Cuando las membranas de las células adyacentes se encuentran muy cerca, los impulsos contráctiles pueden transmitirse de una célula a la otra por medio de las uniones de hendidura. Las capas de células de músculo liso se pueden orientar de forma longitudinal y circular tal como se ve en la capa muscular del tracto gastrointestinal.
El músculo liso tiene muchas funciones en el cuerpo. En las estructuras tubulares y órganos cavitados, el músculo liso es el responsable de mover las sustancias en su interior por medio de contracciones coordinadas y secuenciales llamadas contracciones peristálticas, o simplemente peristaltismo. En los órganos de almacenamiento, como la vejiga urinaria, las contracciones son lentas y sostenidas en el tiempo y resultan en el vaciamiento de su contenido. El músculo liso también puede tener el efecto opuesto, como en los esfínteres, en los cuales su contracción previene el vaciamiento, un ejemplo es el esfínter interno de la uretra.
En las paredes de los vasos sanguíneos, las fibras de músculo liso se organizan de forma circular y sirven para modificar el calibre de los vasos, llevando a vasoconstricción o vasodilatación, lo cual eleva o baja la presión arterial.
Dependiendo del órgano, las fibras de músculo liso pueden estimularse y contraerse por estiramiento local de la fibras, por impulsos nerviosos del sistema nervioso autónomo, o por estimulación hormonal, por lo que las contracciones del músculo liso son involuntarias.
Ahora veamos el tercer y último tipo de músculo, el músculo esquelético. El músculo esquelético, al igual que el cardíaco, es estriado. Las fibras de este tipo de músculo no son ramificadas y se organizan en fascículos paralelos de fibras musculares largas y multinucleadas envueltas en vainas de tejido conectivo. Los músculos esqueléticos son las unidades funcionales principales del sistema muscular y constituyen la mayoría del tejido muscular del cuerpo. Junto con los huesos, los músculos esqueléticos forman el sistema musculoesquelético, que proporciona el movimiento voluntario a nuestro cuerpo.
Además de producir movimiento, los músculos esqueléticos tienen otras funciones importantes, tales como soportar y dar forma a nuestro cuerpo, ayudar a mantener la postura y a estabilizar las articulaciones. Muchos tendones cruzan sobre las articulaciones y de esta manera estabilizan los huesos manteniéndolos en su posición. Adicionalmente, aproximadamente el 85 por ciento del calor corporal es producido por las contracciones musculares, esto hace que los músculos sean esenciales para mantener una temperatura corporal adecuada. ¿Te has encontrado tiritando incontrolablemente cuando tienes frío? Estas contracciones musculares rápidas nos ayudan a calentar nuestro cuerpo.
Generalmente este tipo de músculo se controla voluntariamente, pero no siempre es así. En algunos casos las acciones de los músculos esqueléticos son involuntarias, por ejemplo los movimientos del diafragma durante la respiración.
Ahora que hemos aprendido sobre los tres tipos de músculo y hemos mencionado las características más importantes del músculo esquelético, es hora de describir los grupos principales de músculos esqueléticos de acuerdo a las regiones corporales.
Hay más de 600 músculos en el cuerpo humano. Existen de muchas formas y tamaños, el más pequeño es el músculo estapedio dentro del oído medio y el más grande es el glúteo mayor, en las nalgas. Para que sea más fácil de aprender, los músculos esqueléticos pueden agruparse en cuatro grupos, uno para cada región corporal. Estos grupos son: los músculos de la cabeza y el cuello, los del tronco, los de los miembros superiores y los de los miembros inferiores.
Dentro de cada región, también podemos agrupar a los músculos de acuerdo a su función o ubicación. Usando esta lógica, los músculos de la cabeza y el cuello pueden dividirse en varios grupos que veremos a continuación. Los músculos faciales, que puedes ver resaltados, también se llaman músculos de la mímica facial; son alrededor de 20 músculos esqueléticos aplanados debajo de la piel de la cara y la piel cabelluda. La localización específica e inserciones de los músculos faciales nos permiten producir movimientos como sonreír, cerrar los ojos o fruncir el ceño.
Cuando observamos los músculos faciales, dos músculos circulares nos llaman la atención: el orbicular del ojo, un músculo bilateral que rodea los ojos; y el orbicular de la boca, un músculo que rodea la boca. Estos músculos actúan como esfínteres cerrando los orificios que rodean.
Los músculos masticadores se insertan en la mandíbula y por ende producen movimientos a nivel de la articulación temporomandibular que nos permiten masticar y triturar. Uno de estos músculos, el masetero, es el músculo más fuerte del cuerpo. Los músculos extraoculares, también conocidos como músculos del ojo, principalmente controlan el movimiento ocular y la elevación del párpado.
La lengua es un órgano muscular que se encuentra en la cavidad oral, cuyas funciones incluyen la sensación del gusto, la masticación, la deglución, el habla y la higiene de la cavidad oral. La lengua tiene varios músculos intrínsecos y extrínsecos que ayudan en estas funciones.
La faringe es una columna muscular que se extiende entre la cavidad oral y el esófago. Las funciones de estos músculos son importantes en el proceso de la deglución. Ya que se ubica en el cuello, la laringe tiene muchas funciones tales como la conducción adecuada del aire, el habla, el movimiento de la epiglotis y la protección de la vía aérea. La laringe tiene múltiples músculos intrínsecos y extrínsecos que producen su movimiento y de sus cartílagos permitiendo la realización de estas funciones.
Los músculos del cuello, como su nombre lo indica, son músculos que cubren la región cervical. Estos músculos son principalmente responsables del movimiento de la cabeza y el cuello en todas las direcciones. Dentro del cuello, mencionaremos dos miembros importantes de este grupo: el platisma, un delgado músculo ubicado en el aspecto anterior del cuello, y el músculo esternocleidomastoideo.
Ahora veamos la siguiente región corporal, el tronco, que incluye la espalda en la cara posterior y el tórax, abdomen y pelvis en la cara anterior. Los músculos del dorso son un grupo de potentes músculos bilaterales localizados en el aspecto posterior del tronco. Producen movimientos de la columna vertebral, estabilizan el tronco y coordinan los movimientos entre las extremidades y el tronco.
Los músculos del dorso se dividen en dos grandes grupos. Los músculos superficiales o extrínsecos del dorso se encuentran superficialmente en la espalda. Estos músculos están relacionados con los miembros superiores en cuanto a su función y origen embrionario. El músculo trapecio y el dorsal ancho son dos músculos muy voluminosos que pertenecen a este grupo. En esta imagen de aquí, también se logra ver al dorsal ancho desde una vista anterior.
Los músculos intrínsecos o profundos del dorso, también llamados músculos verdaderos de la espalda, se encuentran profundos a los músculos extrínsecos. Su función principal es producir movimientos de la columna vertebral. Un gran miembro de este grupo es el músculo erector de la columna, el cual a su vez está compuesto de tres grandes columnas musculares que se ubican bilateralmente en el dorso.
Los músculos del tórax incluyen músculos que unen los miembros superiores a la pared torácica, y por ende, el esqueleto axial y los músculos que sostienen a la pared torácica en sí. Los primeros están involucrados principalmente en el movimiento de los miembros superiores y estos son el pectoral mayor y el serrato anterior. Los últimos son responsables de mover las costillas durante la respiración, y estos son los músculos intercostales.
La pared abdominal rodea la cavidad abdominal brindándole una cobertura flexible y protegiendo a los órganos internos. Esta es una estructura compleja que consta de numerosas capas, una de ellas siendo la capa muscular formada por varios músculos pares, entre ellos el músculo recto del abdomen.
Los músculos de la pelvis se encuentran más inferiormente en el tronco. Estos músculos junto con los ligamentos cercanos y fascias forman el suelo pélvico, un diafragma muscular en forma de lavamanos que ayuda a sostener los órganos de la pelvis, principalmente los órganos urinarios y reproductores.
Es hora de continuar con los miembros superiores.
Los miembros superiores incluyen diferentes regiones: los hombros, los brazos, los antebrazos y las manos. Cada una de estas regiones tiene sus propios grupos musculares. Los músculos escapulohumerales, como su nombre lo indica, conectan la escápula, ubicada en el aspecto posterior del tórax, con el húmero, el hueso del brazo. Estos músculos están involucrados principalmente en producir movimientos del brazo a nivel del hombro al igual que en estabilizar la articulación. Entre ellos se encuentra el músculo deltoides, el músculo responsable del contorno de la región del hombro.
Los músculos del brazo se ubican entre el hombro y el codo, y se dividen en dos compartimentos. El compartimento anterior, o flexor, contiene los músculos responsables por la flexión del hombro o del codo. Este grupo incluye al músculo bíceps braquial, el cual es responsable del contorno anterior del brazo.
El compartimento posterior, o extensor, del brazo contiene los músculos que permiten la extensión del antebrazo a nivel del codo. Este grupo está principalmente representado por el músculo tríceps braquial.
Al igual que el brazo, el antebrazo se divide en dos compartimentos, uno anterior y otro posterior. El compartimento anterior contiene a los músculos flexores de la muñeca y de la mano. Uno de estos músculos es el flexor superficial de los dedos, involucrado en la flexión de los dedos. El compartimento posterior contiene a los músculos extensores de las mismas regiones, algunos son el músculo braquiorradial, ubicado en el aspecto lateral del antebrazo, y el extensor de los dedos, responsable de extender los dedos.
Los músculos de la mano son muy importantes para sostener y manipular objetos. Un ejemplo de estos son los músculos interóseos dorsales. Los músculos intrínsecos de la mano son solo parcialmente responsables por su gran rango de movimiento. Los otros contribuyentes fundamentales son de hecho los músculos del antebrazo, que envían sus tendones hacia la mano a través de la muñeca.
Es hora de echar un vistazo a los músculos de los miembros inferiores. Estos músculos también se pueden clasificar de acuerdo a la región donde se encuentran o a la función que realizan en: músculos de la región glútea, del muslo, de la pierna, y del pie.
Los músculos de la región glútea son esenciales para estabilizar la pelvis sobre el fémur, algo que nos permite caminar y mantenernos de pie. Esta es la razón por la que la prominencia de la región glútea es exclusiva de los humanos. Esta prominencia está formada principalmente por este gran músculo, el glúteo mayor. El músculo tensor de la fascia lata también pertenece a los músculos de la región glútea y es el músculo más anterior del grupo.
Más profundo en la región glútea, encontramos a los músculos internos de la cadera que se extienden desde el aspecto medial de la pelvis hasta el extremo proximal del fémur, el hueso del muslo, donde se insertan. Estos músculos producen movimientos del muslo a nivel de la articulación coxofemoral y también ayudan en la estabilización de la articulación sosteniendo la cabeza del fémur en su lugar. El muslo puede dividirse en tres compartimentos.
El compartimento anterior contiene a los músculos que principalmente extienden la pierna a nivel de la rodilla. El cuádriceps femoral es el componente más importante de este grupo. El compartimento medial del muslo consta de músculos que principalmente realizan aducción del muslo a nivel de la cadera, acercando el miembro inferior a la línea media. El músculo aductor mayor es el más voluminoso y más posterior de este compartimento. El compartimento posterior contiene a los músculos extensores del muslo a nivel de la cadera y flexores de la pierna a nivel de la rodilla. Podemos ver uno de estos músculos resaltado en verde, el bíceps femoral.
Los músculos de la pierna producen muchos movimientos diferentes del tobillo y del pie que son importantes para nuestras actividades, como caminar, correr y bailar. También tenemos tres compartimentos musculares en la pierna. El compartimento anterior consta de músculos cuya función principal es la dorsiflexión del pie a nivel del tobillo, o articulación talocrural. Este es el movimiento del pie hacia arriba hacia la tibia. El músculo tibial anterior es el principal dorsiflexor del pie. Se encuentra superficialmente en la pierna y puede palparse fácilmente en la región lateral de la tibia. Profundo al tibial anterior encontramos al músculo extensor largo de los dedos, que también realiza dorsiflexión del pie y además extiende los dedos de los pies.
El compartimento lateral consta de músculos que realizan eversión del pie, es decir el movimiento del pie lateralmente.
El compartimento posterior de la pierna contiene músculos que principalmente producen la flexión plantar del pie a nivel del tobillo, esto es el movimiento del pie hacia abajo alejándolo de la tibia. En este compartimento se encuentra el tríceps sural, que forma la mayor parte del volumen de la pantorrilla. Este es un músculo de tres cabezas que en realidad está compuesto a su vez por dos: el gastrocnemio y el sóleo. Este último es muy importante para mantener una postura estable durante la bipedestación.
Los músculos intrínsecos del pie se originan e insertan en el pie. Estos músculos principalmente modifican las acciones de los tendones largos de los músculos de la pierna, y generan movimientos finos de los dedos de los pies. En este grupo podemos encontrar a los músculos interóseos dorsales del pie, que son cuatro músculos con forma de pluma interpuestos entre los cinco huesos metatarsianos.
Y con esto hemos concluido nuestra revisión sobre los músculos esqueléticos de las diferentes regiones corporales. Es hora de las correlaciones clínicas.
La evaluación de la fuerza muscular es un componente importante del examen físico que puede informarnos acerca de posibles déficits neurológicos. Existen dos métodos comunes para evaluar la fuerza muscular. En el primer método se le pide al paciente que realice algún movimiento contra la resistencia impuesta por el examinador; y en el segundo, se le pide al paciente que resista el movimiento del examinador.
La estimulación eléctrica de los músculos, o electromiografía, es otra forma de evaluar la función muscular. La parálisis muscular es la incapacidad de mover un músculo o grupo de músculos específico. Esto puede asociarse con otras alteraciones neurológicas, incluyendo la pérdida de sensibilidad. La parálisis muscular puede deberse a lesión cerebral, de la médula espinal, o de los nervios. Las principales causas de parálisis son los accidentes cerebrovasculares, el traumatismo con lesión nerviosa, las infecciones y las enfermedades autoinmunes.
Las parálisis también pueden ser causadas por medicamentos que afectan a los neurotransmisores en las terminaciones nerviosas, modificando su acción sobre los músculos. A largo plazo, la parálisis muscular puede producir atrofia muscular secundaria y finalmente atrofia general de la región afectada por desuso.
La atrofia muscular también puede resultar por un trastorno primario del músculo o por la inmovilización de la extremidad, como cuando está inmovilizada para recuperarse de una fractura. Cuando se trata de las extremidades, recuerda que los músculos de la otra extremidad pueden usarse como comparación.
La atrofia muscular es un gran problema en los pacientes que han estado en reposo durante mucho tiempo, por ejemplo algunos pacientes de la UCI. Estos pacientes requieren una rehabilitación extensa con ejercicios musculares para recuperar sus actividades de vida diaria.
Antes de terminar, repasemos rápidamente lo que hemos aprendido en este tutorial.
En primer lugar hablamos sobre el sistema muscular, que es un sistema de órganos compuesto de un tejido contráctil especializado llamado tejido muscular. Luego exploramos los tres tipos de tejido muscular, el músculo cardíaco, el músculo liso y el músculo esquelético. El músculo esquelético es el mayor componente de los tejidos musculares. Describimos cuatro grupos principales de músculos esqueléticos de acuerdo a las regiones corporales: los músculos de la cabeza y el cuello, los del tronco, los de los miembros superiores y los de los miembros inferiores.
Luego vimos que dentro de cada región los músculos pueden a su vez agruparse de acuerdo a su función o localización, y dimos ejemplos de los músculos más relevantes.
Primero hablamos de los músculos de la cabeza y el cuello, dentro de los cuales se encuentran los músculos faciales o de la mímica facial, que incluye al músculo orbicular del ojo y al músculo orbicular de la boca; a los músculos masticadores, entre ellos al masetero, el músculo más fuerte del cuerpo; a los músculos extraoculares o de la órbita; a los músculos de la lengua, a los faríngeos y laríngeos. También los músculos del cuello incluyendo al platisma y al esternocleidomastoideo.
Después continuamos con los músculos del tronco, una región extensa que incluye varios grupos musculares. Los músculos del dorso se dividen en superficiales, o extrínsecos; y profundos, o intrínsecos. Los músculos del tórax incluye a los músculos relacionados con los miembros superiores como el pectoral mayor, el serrato anterior, y los músculos responsables de mover las costillas durante la respiración. Los músculos abdominales anterolaterales que protegen y soportan los contenidos de la cavidad abdominal; y los músculos de la pelvis que ayudan a sostener a los órganos pélvicos.
Luego vimos a los miembros superiores. Los músculos escapulohumerales unen la escápula con el húmero. El brazo contiene un grupo muscular anterior, o flexor, y un grupo posterior, o extensor. El antebrazo también se divide en un compartimento anterior, o flexor, y uno posterior, o extensor. Y finalmente vimos los músculos de la mano.
Por último describimos los músculos de los miembros inferiores, que incluyen a los músculos de la región glútea, es decir las nalgas. El más prominente y superficial de esta región es el glúteo mayor. Más profundo en la región glútea también encontramos a los músculos internos de la cadera. El muslo puede subdividirse en tres compartimentos, los músculos del compartimento anterior extienden la rodilla, entre ellos el cuádriceps femoral. Los músculos del compartimento medial aducen el muslo a nivel de la cadera y el compartimento posterior del muslo contiene músculos que flexionan la rodilla.
Los músculos de la pierna también se dividen en tres compartimentos. El compartimento anterior consta de músculos que producen dorsiflexión del pie, el compartimento lateral consta de músculos que generan eversión del pie, y el compartimento posterior contiene músculos que realizan flexión plantar del pie. Por último vimos a los músculos intrínsecos del pie, mucho más pequeños que los anteriores.
Para concluir, en las correlaciones clínicas aprendimos sobre algunos problemas comunes que afectan al sistema muscular, específicamente, sobre la parálisis y la atrofia muscular.
¡Y eso es todo por ahora! Espero que hayas disfrutado este video. ¡Hasta la próxima y feliz estudio!