Video: Tejido conectivo laxo
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¡Hola! Soy Ramses de Kenhub, y el tutorial de hoy es sobre el tejido conectivo laxo. Antes de empezar, me gustaría primero hablar sobre el tejido conectivo en general. Este término se usa para ...
Leer más¡Hola! Soy Ramses de Kenhub, y el tutorial de hoy es sobre el tejido conectivo laxo. Antes de empezar, me gustaría primero hablar sobre el tejido conectivo en general. Este término se usa para identificar un conjunto de tejidos con diferentes propiedades funcionales pero con características clave en común que les permiten estar en el mismo grupo. El tejido conectivo está ubicado prácticamente en todo el cuerpo. Es importante ya que proporciona resistencia, elasticidad y soporte metabólico a todos los otros tejidos del cuerpo.
El tejido conectivo puede clasificarse según la composición, proporciones y organización de sus componentes celulares y también según la organización de su matriz. Como tal, puede clasificarse en tres grandes grupos: tejido conectivo embrionario, tejido conectivo propiamente dicho y tejido conectivo especializado.
Ahora que ya sabes lo básico sobre el tejido conectivo y su principal clasificación, te daré una visión general sobre lo que hablaremos el día de hoy.
En este tutorial hablaremos de la estructura, composición y localización del tejido conectivo laxo. Además discutiremos algunas correlaciones clínicas relacionadas. Comencemos con su definición.
El tejido conectivo laxo o areolar, como también se le conoce, es un tipo de tejido conectivo propiamente dicho. En esta micrografía podemos ver un ejemplo. Su contenido celular es relativamente alto y por lo general contiene células como fibroblastos y adipocitos, así como fibras y sustancia fundamental, la cual está constituida de algunos carbohidratos complejos.
Ahora que contamos con la definición básica de tejido conectivo laxo, demos un vistazo a sus componentes celulares. El tipo más común de célula que podemos encontrar aquí es el fibroblasto, de los que puedes ver algunos aquí destacados en verde. Los fibroblastos son responsables de la producción de fibras y carbohidratos complejos que componen la sustancia fundamental. Al estar en las cercanías de las fibras colágenas, sus citoplasmas son difíciles de distinguir, sin embargo sus núcleos son bastante visibles luego de pasar por el proceso de tinción con hematoxilina y eosina. Si no fuese por el resaltado en verde, podrías ver que los núcleos de estas células se tiñen de un color morado. Puedes ver, sin embargo, que los núcleos se ven condensados y elongados.
En forma inactiva estos fibroblastos son conocidos como fibrocitos, y aquí puedes ver algunos. Estructuralmente, los fibrocitos son más pequeños y tienen menos prolongaciones que los fibroblastos activos. El tipo más frecuente de fibras que se encuentra en el tejido conectivo son las fibras reticulares, producidas por los fibroblastos y constituidas por fibras de colágeno tipo III, cuya función es dar soporte a los tejidos. La delicada malla formada por las fibras reticulares sustenta a las células del tejido conectivo laxo y proporciona resistencia mecánica. Las fibras reticulares se pueden encontrar principalmente en áreas donde los fibroblastos están formando nueva matriz extracelular, como en heridas y zonas de formación de cicatrices.
El siguiente componente del tejido conectivo laxo que revisaremos son las células mesenquimales indiferenciadas, que son un tipo específico de célula madre adulta que puede dar origen a fibroblastos. Como todas las células madre adultas, estas pueden diferenciarse sólo en células de linajes específicos. Además de fibroblastos, estas células pueden originar vasos sanguíneos.
Como hemos aprendido, los fibroblastos son responsables de la producción de fibras en el tejido conectivo laxo, y otro ejemplo de ello son las fibras elásticas, que forman parte de su matriz extracelular y le proporcionan propiedades como elasticidad y resiliencia. Estas delgadas fibras están dispuestas en un patrón ramificado que forma una red tridimensional con la matriz extracelular. La proteína elastina constituye el componente principal de las fibras elásticas que están entrelazadas con fibras colágenas para evitar que el tejido conectivo laxo se desgarre frente a fuerzas de tracción. Las fibras elásticas son abundantes en las paredes de los vasos sanguíneos. Están presentes en gran cantidad también en los pulmones, en la piel y en estructuras que necesitan ajustar con frecuencia su forma, como la vejiga urinaria.
El otro tipo de sustancia que producen los fibroblastos del tejido conectivo laxo es la sustancia fundamental. Esta corresponde a un gel translúcido y viscoso con un alto contenido de agua. Como la sustancia fundamental se pierde durante la tinción de hematoxilina-eosina, lo que vemos en esta micrografía es un fondo vacío con células y fibras. Consta de proteoglucanos, glucosaminoglucanos y glucoproteínas estructurales. Ocupa la mayor proporción del tejido conectivo laxo y en conjunto con las fibras elásticas, es responsable de dar a este tejido su flexibilidad.
Otro tipo de célula que puede ser encontrada en el tejido conectivo laxo, son los adipocitos - células especializadas en acumular grasa gradualmente dentro de su citoplasma. El tejido adiposo es un tipo de tejido conectivo especializado compuesto principalmente de adipocitos.
Existen dos tipos de tejido adiposo. El tejido adiposo blanco es predominante en adultos y forma una capa dentro del tejido conectivo laxo bajo la piel que se conoce como tela subcutánea. Este tejido adiposo puede verse además alrededor de los órganos y estructuras peritoneales. En esta imagen podemos observar una red creada por el citoplasma de células adyacentes y algo de tejido conectivo. Cada espacio representa una gota de lípido de un adipocito que se ha perdido durante la preparación.
El tejido adiposo pardo está presente durante la etapa fetal y disminuye de forma significativa durante los primeros diez años de vida. Sin embargo, se mantiene en adultos en pequeñas cantidades y colabora en la regulación de la temperatura corporal mediante la producción de calor.
En la siguiente imagen histológica podemos ver una célula destacada en verde. Esta célula es un histiocito. Los histiocitos son macrófagos encontrados en el tejido conectivo. También conocidos como macrófagos residentes en el tejido, derivan de monocitos que migran hacia el tejido conectivo para madurar. En la siguiente imagen podemos ver tres células destacadas en verde aquí, aquí y aquí. Estas células reciben el nombre de macrófagos alveolares y se encuentran en el tejido alveolar de los pulmones. Los macrófagos son células que pueden consumir células muertas y otros materiales de desecho mediante un proceso llamado fagocitosis. Además presentan antígenos a los linfocitos, que son un tipo de glóbulo blanco. Podemos ver uno de ellos resaltado en verde aquí.
Demos una mirada a los macrófagos que se encuentran en el hígado. Aquí, los macrófagos se conocen como células de Kupffer y realizan la misma actividad fagocítica. En el sistema nervioso central, las células de la microglia son macrófagos especializados encargados de mediar la respuesta inflamatoria.
En la siguiente lámina podemos ver dos células destacadas en verde. Estas se conocen como mastocitos. Los mastocitos también son células residentes del tejido conectivo laxo. Se originan de células madre hematopoyéticas y migran como células inmaduras desde la circulación periférica hacia el tejido conectivo laxo donde maduran. Los mastocitos contienen gránulos con mediadores vasoactivos que son importantes agentes en la respuesta inmune y alérgica. Los mastocitos están presentes en el tejido conectivo, el encéfalo y la médula espinal.
Ahora sabemos mucho más sobre el tejido conectivo laxo, pero ¿dónde podemos encontrarlo? Tenemos tejido conectivo bajo la dermis y profundo al tejido epitelial de los órganos que tienen aberturas. La lámina propia de los órganos del tracto digestivo y respiratorio también está compuesta de tejido conectivo laxo.
Existen más sitios en el cuerpo donde podemos encontrar este tipo de tejido conectivo, como en la membrana mucosa de los órganos reproductivos y urinarios, en el estroma de las glándulas y en el peritoneo.
Hemos concluido la parte anatómica de este tutorial. Ahora pongámonos la bata blanca y revisemos una correlación clínica relacionada con el tejido conectivo laxo. La lámina propia que mencionamos anteriormente es un ejemplo clásico de tejido conectivo laxo y puede ser usada como un punto de referencia para determinar la etapa y el pronóstico de numerosos carcinomas. El carcinoma es un tipo de cáncer que se origina en el epitelio y al observar la extensión del carcinoma hacia la lámina propia, los clínicos pueden determinar si el cáncer es invasivo o no. El cáncer urogenital por ejemplo, es considerado invasivo una vez que el tumor penetra completamente la lámina propia.
Antes de terminar este tutorial, hagamos un breve resumen de lo que aprendimos hoy. Vimos ejemplos que nos permitieron comprender qué es el tejido conectivo laxo. Además vimos los componentes celulares y no celulares encontrados en este tipo de tejido, como los fibroblastos, fibras reticulares, células madre mesenquimales, fibras elásticas, sustancia fundamental y adipocitos. Hablamos también de otras células como los histiocitos, macrófagos alveolares, células de Kupffer y mastocitos. Además vimos ejemplos de los lugares del cuerpo donde podemos encontrar este tejido.
Esto nos trae al final de este tutorial sobre el tejido conectivo. Espero que hayas disfrutado. Nos vemos pronto y ¡feliz estudio!