Video: Músculos masticadores
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Masticar es algo que hacemos todos los días sin pensarlo mucho. No requiere casi esfuerzo de nuestra parte. Tampoco necesitamos tanta coordinación para hacerlo ¿cierto? ¡Falso!
Los movimientos ...
Leer másMasticar es algo que hacemos todos los días sin pensarlo mucho. No requiere casi esfuerzo de nuestra parte. Tampoco necesitamos tanta coordinación para hacerlo ¿cierto? ¡Falso!
Los movimientos mandibulares necesitan tener la dinámica suficiente como para contribuir al habla, la suficiente fuerza como para darle un mordisco a una zanahoria, y además deben ser capaces de moverse con la resistencia necesaria para mascar el chicle durante todo tu examen de anatomía. Detrás de todas estas funciones se esconde un grupo de músculos que es capaz de reunir todos estos requisitos y más. Soy Ramses de Kenhub, y en este tutorial exploraremos los músculos masticadores.
Antes de comenzar, déjame darte una visión general de lo que aprenderemos hoy. Durante este tutorial revisaremos la anatomía de la mandíbula con especial dedicación a los reparos óseos que dan inserción a los músculos de la masticación. Luego aprenderemos sobre la articulación temporomandibular o ATM, la cual se forma entre la mandíbula y el hueso temporal del cráneo, explorando su morfología articular y rango de movimiento. Una vez que aprendamos acerca de todas estas estructuras, le hincaremos los dientes a la anatomía y función de los cuatro músculos masticadores, que son el pterigoideo medial, el pterigoideo lateral, el masetero, y el temporal. Una vez que hayamos masticado lo suficiente esta información, habrá una deliciosa correlación clínica de postre.
Pero antes de comenzar, demos una mirada a por qué existen estos músculos. La razón, por supuesto, es la masticación, que es el proceso mediante el cual el alimento se tritura en la cavidad oral para convertirlo en trozos pequeños que forman una bella masa aglutinada que deberíamos denominar con su nombre real: bolo alimenticio. Pero ¿para qué necesitamos este bolo?
Lo necesitamos por dos razones. La primera es un poco obvia. No podríamos tragar un brócoli a menos que la mastiquemos hasta formar un bolo. La segunda razón es que la masticación es la primera etapa de la digestión e incrementa el área de superficie para que las enzimas digestivas actúen con mayor eficiencia. Demos una mirada a algunos de los componentes clave en la masticación.
En caso de que te estés preguntando por qué estamos hablando de un hueso en un video acerca de músculos, la mandíbula sirve como punto de inserción para cada uno de los músculos masticadores, así que resulta útil familiarizarse con su anatomía básica. Si separamos la mandíbula del cráneo como estamos haciendo ahora, podemos ver que puede dividirse en tres partes: un cuerpo, dos ramas, y el ángulo que es la zona que une las dos partes principales.
Las ramas tienen una forma característica debido a que poseen dos procesos que se proyectan superiormente. El de adelante se denomina proceso coronoides y el de atrás es el proceso condilar. El proceso condilar posee una saliente delgada llamada cuello de la mandíbula desde la cual se origina una protuberancia llamada cabeza de la mandíbula. Está cubierta de cartílago articular y es importante ya que constituye la superficie articular inferior de la articulación temporomandibular.
Esta es la cabeza de la mandíbula y aquí puedes ver la forma en la que esta se relaciona con la superficie articular del hueso temporal. Por esto es que la articulación temporomandibular se llama así; aquí articulan el hueso temporal y la mandíbula.
Esta articulación es especial ya que no es una articulación sinovial típica, como las articulaciones de pivote o esferoideas, y esto hace que nos preguntemos qué tipo de articulación es esta en realidad. Si nos alejamos un poco en esta vista lateral del cráneo y hacemos un corte longitudinal nos daremos cuenta de que esta es lo que llamamos una articulación gínglimo o bisagra modificada. Una articulación de tipo gínglimo se mueve solo en un eje, en movimientos de flexión y extensión, como las articulaciones del codo y la rodilla. Pero ¿Qué tiene de especial una articulación gínglimo modificada?
En este caso la cápsula articular está dividida en dos compartimentos mediante un disco articular que podemos ver aquí. El compartimento superior es responsable de los movimientos de traslación, que básicamente significa de lado a lado, mientras que el compartimento inferior permite un movimiento de pivote en el que el cóndilo rota sobre su eje, como cuando abres y cierras la boca. Ambos compartimentos combinados permiten que la mandíbula posea un amplio rango de movimiento sin ser una articulación sinovial esferoidea, algo que afectaría su estabilidad.
Si quieres saber más sobre la mandíbula, no olvides revisar los otros recursos disponibles en Kenhub. Ahora sí, vamos por el plato principal: los músculos masticadores.
Como mencionamos antes, los cuatro músculos bilaterales que pertenecen al grupo de los masticadores son el pterigoideo medial, el pterigoideo lateral, el masetero y el temporal. Comenzaremos con el más superficial de todos, el masetero.
El masetero es el más fuerte de los músculos masticadores y tiene forma rectangular. Está cubierto por la fascia maseterina, una fascia delgada pero fuerte que lo mantiene dentro de su propio compartimento, separado de las estructuras adyacentes. Un ejemplo de una de estas es la glándula parótida, cuyo conducto tiene dirección anterior y lateralmente a lo largo de su superficie. Podemos ver la glándula en esta ilustración. El músculo masetero está dividido en dos porciones conocidas como superficial y profunda.
Primero demos una mirada a la porción superficial resaltada en verde aquí. Esta porción se origina del proceso maxilar del hueso cigomático y del borde inferior de los dos tercios anteriores del arco cigomático. Podemos ver cómo el músculo luego transita inferiormente hasta su inserción en la cara lateral de la rama y ángulo de la mandíbula. En esta zona existe a veces una tuberosidad llamada tuberosidad maseterina.
En esta misma vista lateral podemos resaltar la porción profunda del masetero, y podremos notar que se origina de la parte profunda del borde inferior del tercio posterior del arco cigomático. No dejes que este ángulo te engañe, la porción profunda es mucho más voluminosa y muscular que la superficial. Sus fibras se dirigen inferiormente para insertarse en la cara lateral de la rama mandibular, llegando incluso hasta el proceso coronoides. Ambas porciones tienen la misma vascularización e inervación. El masetero está inervado por el nervio maseterino que se desprende de la división anterior del nervio mandibular y recibe su sangre desde la arteria maseterina que es una rama de la arteria maxilar.
Y a propósito, la arteria maxilar y el nervio mandibular aparecerán bastante hoy porque son quienes suministran arterias y nervios a los músculos de la masticación.
Ambas porciones del masetero se contraen para elevar la mandíbula y puedas así cerrar la boca y juntar tus dientes durante la masticación. Este movimiento también contribuye con la prensión, que es la acción de sostener o dar una mordida al alimento. La contracción de las fibras superficiales únicamente asiste en la protrusión mandibular, que significa llevar tu mandíbula hacia adelante.
Continuemos ahora con el músculo temporal, que es un músculo plano en forma de abanico ubicado en la cara lateral del cráneo. Este músculo cubre una gran parte del hueso temporal, del cual deriva su nombre. Por su tamaño, es fácilmente palpable si abres y cierras la boca. ¿Puedes sentirlo?
El músculo temporal se origina de la fosa temporal, la línea temporal inferior y la fascia temporal, la cual cubre al músculo completamente. Desde aquí desciende por el espacio ubicado entre el arco cigomático y el cráneo formando un grueso tendón que se inserta en el vértice y la cara medial del proceso coronoides de la mandíbula.
El músculo temporal es inervado por los ramos temporales profundos anterior y posterior del nervio mandibular que podemos ver aquí, y está irrigado por las arterias temporales profundas anterior y posterior que se originan de la arteria maxilar.
Según la dirección de sus fibras, el músculo temporal puede dividirse en dos partes funcionales. La porción anterior posee fibras que corren verticalmente y cuya contracción resulta en la elevación de la mandíbula y por lo tanto oclusión de los dientes, y una porción posterior con fibras que son casi horizontales y asisten en la elevación mandibular, pero que principalmente traccionan la mandíbula hacia atrás, realizando retrusión. Este es el único de los músculos masticadores que puede realizar esta acción.
Para poder ver los siguientes músculos necesitamos cortar el arco cigomático por aquí y también por aquí, y si removemos este trozo de hueso y el músculo temporal, veremos los músculos pterigoideos.
Comenzaremos con el músculo pterigoideo lateral que está destacado aquí en verde y se ubica más alto que el pterigoideo medial. Este músculo está constituido por dos cabezas que se ubican casi horizontales formando un triángulo. Existe una cabeza superior pequeña y una inferior mucho más grande. Demos una mirada en detalle.
En esta imagen está solo la cabeza superior destacada en verde y vemos que se origina de la cresta infratemporal del ala mayor del hueso esfenoides y luego sus fibras viajan posteriormente para insertarse en la cápsula articular de la articulación temporomandibular.
Aquí podemos ver la cabeza inferior y vemos cómo se origina desde la cara lateral del ala lateral del proceso pterigoides del hueso esfenoides. Lamento que el término sea tan largo, pero una ventaja de esto es que si lo recuerdas sabrás exactamente desde dónde se origina esta cabeza muscular.
A diferencia de la cabeza superior, la inferior tiene fibras que se insertan directamente en la mandíbula -en la fosa pterigoidea para ser exactos, una estructura localizada en el cuello de la mandíbula. Ambas cabezas son inervadas por el nervio del músculo pterigoideo lateral que se origina del nervio mandibular, e irrigadas por la rama pterigoidea de la arteria maxilar.
No dejes que el tamaño relativamente pequeño de este músculo te engañe, el pterigoideo lateral tiene una gran cantidad de funciones. Las fibras de este músculo llevan la cabeza de la mandíbula hacia adelante y ligeramente hacia abajo. Al contraerse bilateralmente, ambos músculos pterigoideos laterales llevan la mandíbula hacia adelante y el mentón se mueve hacia adelante y abajo. Esta combinación de protrusión y descenso ayuda a iniciar la apertura mandibular. Es importante mencionar que una vez que la acción de los pterigoideos se ha completado, los principales depresores mandibulares son el digástrico y el genihioideo.
¿Recuerdas que mencionamos que la cabeza superior se inserta directamente en la cápsula articular? Bien, esto significa que cuando la cabeza superior se contrae, lleva el disco hacia adelante. Esto asegura que el disco articular no se quede atrás durante los movimientos protrusivos y que se mantenga en contacto con el cóndilo y con la fosa mandibular. La cabeza superior también ayuda a estabilizar al cóndilo en la articulación temporomandibular durante los movimientos de retrusión y elevación ejecutados por el músculo temporal, lo cual asegura la integridad de la articulación y previene su luxación.
Ya te había advertido que este músculo tiene varias funciones, y todavía no hemos terminado. El músculo pterigoideo lateral también puede ejecutar un movimiento de lateralidad sobre la mandíbula si se contrae de manera unilateral. No te preocupes si esto te confunde, utilicemos una visión posterior para comprenderlo. Cuando uno de los músculos pterigoideos laterales se contrae aisladamente, hace que el cóndilo del mismo lado se desplace hacia adelante y hacia medial provocando un movimiento de la mandíbula hacia el lado opuesto. Esto es muy importante para la trituración de los alimentos durante la masticación.
El músculo pterigoideo lateral no es el único músculo que mueve la mandíbula lateralmente. También es asistido por nuestro próximo músculo: el pterigoideo medial. Este músculo junto con el masetero forman un cinto muscular que sostiene a la mandíbula por debajo. De hecho, este músculo es comparable al masetero en términos de función y forma. Además, al igual que el masetero, posee una porción superficial y otra profunda. Hablemos primero de la porción superficial.
La porción superficial del músculo pterigoideo medial se origina desde el proceso piramidal del hueso palatino y desde la tuberosidad del maxilar, la cual está ubicada justo por detrás de tus muelas del juicio o del sitio donde estas solían estar si es que te las han quitado. Desde aquí, el músculo transita caudalmente para insertarse en la cara medial de la rama y el ángulo de la mandíbula.
La porción profunda del músculo pterigoideo medial se origina de la cara medial de la lámina lateral del proceso pterigoides del hueso esfenoides. Sé que parece un trabalenguas y que todos estos “medial” y “lateral” pueden confundirte un poco. Tal vez nos podríamos tomar un minuto antes de conversar sobre la inserción para observar con más detalle el proceso pterigoides.
Y bueno, aquí está, el hueso esfenoides. Tiene una apariencia bastante peculiar, ¿verdad? En esta vista posterior hemos destacado ambos procesos pterigoides y cada proceso posee una lámina medial y otra lateral. A su vez, cada una de las láminas tiene una cara lateral y otra medial. Entonces ¿dónde se ubican nuestros músculos pterigoideos? Bien, ambos se insertan en esta lámina de aquí, la lámina lateral. Si ahora ponemos este hueso de nuevo en el cráneo y agregamos algo de musculatura, podremos ver que la cabeza inferior del músculo pterigoideo lateral se origina de la cara lateral de la lámina lateral y la cabeza profunda del pterigoideo medial se origina de la cara medial. ¡Espero que esto haya aclarado un poco las cosas! Ahora sí, hablemos de las inserciones.
Afortunadamente para nosotros, ambas porciones del pterigoideo medial se insertan en el mismo sitio: la cara medial del ángulo de la mandíbula. Su inervación está dada por el nervio para el músculo pterigoideo medial que es un ramo del nervio mandibular. Y algo fácil de recordar, la irrigación proviene de la rama pterigoidea de la arteria maxilar, tal como en el músculo pterigoideo lateral.
A pesar de que este no es tan fuerte como el masetero, la contracción bilateral del músculo pterigoideo medial asiste en la elevación de la mandíbula para que puedas juntar tus dientes y darle una mordida a tu alimento. Recuerda que esto es llamado prensión. Los músculos pterigoideos mediales también asisten a los pterigoideos laterales en la protrusión mandibular si se contraen bilateralmente, y también pueden realizar movimientos de lateralidad si la contracción es unilateral, lo cual te ayuda a triturar el alimento.
¡Bien! Esos fueron todos los músculos. Ahora hablemos de la clínica.
El concepto de trastornos de la articulación temporomandibular se refiere a varias entidades clínicas cuya sintomatología consiste en dolor y disfunción en los músculos masticadores y en la articulación temporomandibular. Se sabe que la causa de este síndrome es multifactorial, pero todavía no se sabe mucho sobre cómo estos factores interactúan o cómo estos contribuyen al síndrome. Se ha sugerido que algunos individuos podrían presentar factores predisponentes de tipos genético, hormonal y anatómico.
Esta patología podría aparecer como consecuencia de un trauma físico como una lesión por objeto contundente, latigazo, u otras. En este caso se habla de trastorno temporomandibular postraumático. Es posible también que este síndrome se desarrolle por causas desconocidas. En este caso hablamos de síndrome temporomandibular idiopático. Pero sin importar la etiología el síndrome puede clasificarse como relacionado al músculo o relacionado a la articulación.
Relacionado al músculo significa que el dolor se origina en los músculos masticadores como resultado de un funcionamiento anormal, inflamación o hiperactividad, mientras que si es relacionado a la articulación, estaremos en presencia de una articulación temporomandibular con desarreglos internos o enfermedad degenerativa.
Los pacientes que sufren esta condición presentan tres síntomas cardinales que son: dolor y sensibilidad a la palpación o contracción de los músculos masticadores, limitación funcional del rango de movimiento de la mandíbula, y ruidos como chasquidos, clics o crepitación que son causados por desplazamientos anormales del disco durante los movimientos mandibulares. Toda esta sintomatología debe ser evaluada clínicamente para diagnosticar adecuadamente el trastorno y puede empeorar durante períodos de estrés, depresión o ansiedad.
El tratamiento es generalmente multidisciplinario y específico para la etiología identificada. Por ejemplo, se puede usar cirugía para reparar cualquier daño causado por trauma físico, y en contraste, la terapia conductual puede usarse en situaciones donde el trastorno tiene una base psicológica. En la mayoría de los pacientes se usan medicamentos para controlar el dolor y la inflamación de forma paralela a la terapia principal. Si se manejan adecuadamente los factores agravantes como el estrés, el pronóstico para los pacientes con trastornos de la articulación temporomandibular es generalmente bueno y sin daños a largo plazo o predisposición a artritis en el futuro.
Para finalizar te ayudaré a digerir toda esta información con un breve resumen de todo lo que hemos aprendido en este tutorial.
La masticación es el proceso mediante el cual el alimento es triturado en partes más pequeñas. Dentro de los componentes más importantes de este proceso tenemos la mandíbula, la articulación temporomandibular y los músculos masticadores. La mandíbula es un hueso en forma de herradura que conforma el tercio inferior de la cara y consta de un cuerpo, dos ángulos, dos ramas, dos procesos coronoides y dos procesos condilares. La cabeza del proceso condilar se articula con el hueso temporal formando la articulación temporomandibular.
Esta última es un tipo especial de articulación bisagra o gínglimo que posee una cápsula articular dividida en dos compartimentos por un disco articular. El compartimento superior permite movimientos de traslación mientras que el compartimento inferior permite movimientos de pivote. Estos movimientos requieren la acción de músculos, y el primero que estudiamos fue el masetero.
El masetero es el músculo masticador más potente y consta de dos partes: la porción superficial y la porción profunda. Está inervado por el nervio maseterino y ambas porciones elevan la mandíbula para que puedas disfrutar por ejemplo de un gran bocado de manzana. La porción superficial por sí sola puede además asistir en la protrusión.
El temporal es el músculo masticador más grande y consta de fibras anteriores posicionadas en sentido vertical y fibras posteriores horizontales. Todas están inervadas por los ramos temporales profundos del nervio mandibular. Tanto las fibras anteriores como las posteriores elevan la mandíbula mientras que las fibras posteriores por sí solas pueden ejecutar retrusión mandibular.
El músculo pterigoideo lateral posee dos cabezas, una superior y otra inferior, ambas inervadas por el nervio del músculo pterigoideo lateral. Al contraerse bilateralmente, la cabeza inferior es la principal responsable de la protrusión mandibular. Esta protrusión desbloquea la mandíbula y así esta puede descender aún más. La cabeza superior asegura y estabiliza al disco articular sobre el cóndilo de la mandíbula para evitar que se desplace durante la protrusión y también evita que el cóndilo sea traccionado hacia atrás en exceso por el temporal durante la retrusión y elevación mandibular. Al contraerse unilateralmente, el pterigoideo lateral genera movimiento mandibular hacia el lado opuesto del que se contrae. Este movimiento contribuye a la trituración del alimento.
El pterigoideo medial es una especie de mini masetero en términos de la dirección de sus fibras y su función, y también consta de una porción superficial y otra profunda, tal como el masetero. Ambas porciones están inervadas por el nervio del pterigoideo medial y su función es elevar y protruir la mandíbula. Cuando se contrae bilateralmente, este músculo asiste al pterigoideo lateral en los movimientos de lateralidad que son útiles en la trituración del alimento.
Esto nos lleva hasta el final del video de hoy. Nos vemos pronto y ¡feliz estudio!