Video: Histología de las arterias y venas
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¡Hola a todos! Soy Ramses de Kenhub, hoy echaremos un vistazo más de cerca a las tuberías de tu cuerpo. En otras palabras, hablaremos sobre la histología de las arterias y las venas.
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Leer más¡Hola a todos! Soy Ramses de Kenhub, hoy echaremos un vistazo más de cerca a las tuberías de tu cuerpo. En otras palabras, hablaremos sobre la histología de las arterias y las venas.
Probablemente ya sabes que la función general de los vasos sanguíneos es transportar nutrientes y productos de desecho a través de todo el cuerpo para ser procesados en los lugares correctos. Las arterias transportan sangre oxigenada desde el corazón hacia todas las células del cuerpo y las venas transportan sangre desoxigenada de regreso al corazón. Los capilares son los diminutos vasos que se introducen a los tejidos y transportan la sangre al alcance de todas las células que la necesitan.
El videotutorial de hoy nos familiarizará con las características histológicas de las arterias y venas. Aquí podemos ver una arteria a la izquierda y una vena a la derecha. A primera vista, podemos ver que existen diferencias entre las dos, y al final de este videotutorial, serás capaz no solo de describir y ver las características generales de los vasos sanguíneos, sino también de determinar las características específicas tanto de las arterias como de las venas.
En este videotutorial, veremos las capas de los vasos sanguíneos y los varios componentes que encontramos en estas capas. Después veremos los tipos de arterias, capilares y venas y finalizaremos con las correlaciones clínicas donde hablaremos un poco sobre la aterosclerosis. Sin más preámbulos, echemos un vistazo más de cerca a las capas de un vaso sanguíneo.
Para comenzar, veremos las diferentes capas y tipos celulares que forman un vaso sanguíneo. Las arterias y venas difieren ligeramente en sus estructuras, ya que están adaptadas a diferentes niveles de presión sanguínea, pero sus elementos principales, como veremos en un instante, son básicamente los mismos.
La imagen que mostramos aquí es de un vaso sanguíneo en un corte longitudinal. Las paredes del vaso están en la parte superior e inferior de la imagen y directamente entre estas se encuentra el lumen o luz del vaso. El lumen es el espacio por donde pasa la sangre. Comenzaremos con la capa más cercana al lumen y continuaremos hacia la parte externa de la pared.
Los vasos sanguíneos tienen tres capas que debemos conocer y a medida que las mencionamos, presentaremos primero la versión arterial y luego la compararemos con la versión venosa.
La primera capa es la túnica íntima. Aquí tenemos una imagen de la túnica íntima de una arteria resaltada en color verde. Esta es la capa más cercana al lumen y a la sangre y está formada por una sola capa de endotelio, luego el subendotelio y finalmente la membrana elástica interna. Echemos un vistazo más de cerca.
El endotelio del vaso sanguíneo se encuentra en contacto directo con el lúmen. La imagen a la izquierda muestra al endotelio de una arteria resaltado de verde y la imagen a la derecha muestra el endotelio de una vena. No hay necesidad de preocuparse por las diferencias específicas de los dos, ya que estas imágenes son solo ejemplos. El endotelio está formado por numerosas células endoteliales resaltadas individualmente aquí. Las células endoteliales tienen muchas funciones, incluyendo la absorción de nutrientes y oxígeno de la sangre y la eliminación de desechos hacia la sangre.
En algunas áreas del cuerpo, como el encéfalo, las células endoteliales están tan estrechamente unidas entre sí, que actúan como una barrera que impide el paso de cualquier sustancia entre las células y hacia el entorno. Este ejemplo específico se conoce comúnmente como la barrera hematoencefálica.
Inmediatamente debajo del endotelio, tenemos al subendotelio, resaltado aquí en verde. El subendotelio se ubica entre el endotelio y la membrana elástica interna. Esta es una capa de tejido conectivo y su función principal es dar soporte al endotelio.
La membrana elástica interna es una sola capa de tejido conectivo elástico que da soporte a las dos capas que se encuentran sobre ella. Las fibras elásticas se ven como fibras onduladas oscuras. Cuando analizas varias imágenes histológicas, esta característica particular te permite diferenciarlas fácilmente de otras fibras. La elasticidad de estas fibras permite que los vasos sanguíneos se ajusten a las fluctuaciones de presión de la sangre y su retroceso ayuda en la propulsión de la sangre a través de nuestra vasculatura. Veremos fibras elásticas en otras capas de los vasos sanguíneos y también veremos su abundancia en las arterias más que en las venas, las cuales exploraremos un poco más adelante en este videotutorial.
Ahora que hemos visto las capas que se encuentran en la túnica íntima, tomémonos un tiempo para comparar rápidamente esta capa entre una vena y una arteria. La túnica íntima de una vena es muy parecida a la de una arteria, ya que tienen las mismas capas y su espesor es relativamente igual. Podemos verlo aquí resaltado de verde. Sin embargo, si difieren en que las venas tienen válvulas, que son básicamente pliegues de la túnica íntima que sobresalen hacia el lumen del vaso. Las válvulas no se ven en esta imagen, así que al compararlas, podemos ver que son bastante similares.
La mejor forma de diferenciar una arteria de una vena, es examinando la forma del vaso, ya que las venas son menos estructuradas y más colapsadas que las arterias, que se ven más circulares. Sin embargo, la característica más importante es la capa media del vaso sanguíneo, la túnica media. La túnica media es el centro de las tres capas del vaso sanguíneo.
La porción resaltada de esta imagen es la túnica media de una arteria. Esta capa en particular consta de tejido de músculo liso, fibras elásticas y tejido conectivo en diversos grados según la arteria que estemos mirando o el tipo de vaso sanguíneo que estemos viendo bajo el microscopio. El tejido muscular liso dentro de los vasos sanguíneos se encuentra bajo control involuntario por los sistemas nerviosos simpático y parasimpático. En esta imagen, podemos ver que la túnica media parece estar compuesta casi por múltiples capas transversales apiladas unas sobre otras.
Una característica importante para notar dentro de la túnica media son las laminillas elásticas. El término laminilla se refiere a capas de algún tipo de tejido. Como mencionamos anteriormente, las fibras elásticas se ven como fibras onduladas oscuras y se encuentran resaltadas de verde en esta imagen. Aquí se encuentra una no resaltada, de esta manera podemos ver qué tan oscuras se tiñen en comparación a los tejidos circundantes. También podemos ver que las laminillas elásticas están separadas unas de otras por capas de tejido muscular liso y tejido conectivo. La espesura de esta capa y la cantidad de fibras elásticas y músculo liso sí cambia drásticamente dentro de nuestras estructuras venosas.
Cuando observamos la túnica media de una arteria y una vena lado a lado, es notorio cómo difieren en tamaño. La túnica media venosa generalmente tiene más fibras elásticas que músculo liso y la túnica media arterial tiene más músculo liso en comparación con su contraparte venosa.
Ahora, antes de estudiar la última capa de los vasos sanguíneos, cabe mencionar que existe una capa que separa la túnica media de la túnica externa, conocida como membrana elástica externa. Esta membrana es similar a su contraparte interna, está formada por tejido elástico y sirve de límite entre la túnica media y la túnica externa, que es nuestra próxima y última capa.
La túnica externa es, como su nombre lo indica, la capa externa o la más alejada del lúmen, y también se conoce como túnica adventicia. Esta imagen a la izquierda muestra a la túnica externa resaltada dentro de una arteria. Está formada principalmente de tejido conectivo que da soporte al vaso y ayuda a anclarlo a las estructuras adyacentes. Echando un vistazo a la túnica externa de la vena a la derecha, podemos ver que está formada por tejido conectivo parecido. La variación en la espesura de la túnica externa, tanto en las estructuras arteriales como venosas, depende de la ubicación y el tamaño del vaso que estamos observando. Por lo tanto no se puede diferenciar una arteria o una vena solo mirando la túnica externa.
Ahora que hemos discutido las capas generales de los vasos sanguíneos y cómo estas capas se diferencian entre arterias y venas, exploraremos los diferentes tipos de arterias y venas del cuerpo humano. Comencemos con los diferentes tipos de arterias.
El primer tipo de arteria que veremos son las arterias elásticas. En esta imagen podemos ver una capa de color rosa llena de células y diferentes tipos de tejido. Esta es la túnica media de la arteria. Las principales características de las arterias elásticas son el gran número de colágeno y fibras elásticas que encontramos dentro de la túnica media. Esta característica particular le permite a los vasos expandirse y propulsar la sangre a través de la circulación por el retroceso de las fibras elásticas. La aorta y las arterias pulmonares son ejemplos de arterias elásticas que impulsan grandes volúmenes de sangre a las circulaciones sistémica y pulmonar respectivamente.
Las arterias elásticas generalmente impulsan la sangre hacia las arterias musculares que pueden contraerse o dilatarse para controlar el flujo sanguíneo hacia áreas específicas del cuerpo. El mecanismo por el cual esto sucede es el resultado de un gran número de células de músculo liso que se encuentran dentro de la túnica media de los vasos. Aquí podemos ver las capas de células de músculo liso que cuando se contraen o se relajan pueden controlar el diámetro del vaso. Las arterias musculares entonces comenzarán a enviar sangre a vasos más pequeños denominados arteriolas.
En estas imágenes, podemos ver varias arteriolas resaltadas en verde. Estos vasos son más pequeños que las arterias musculares y elásticas y son los últimos vasos por donde pasa la sangre antes de entrar a los capilares para abastecer de nutrientes y oxígeno a los tejidos. Las arteriolas tienen endotelio y una túnica media mucho más pequeña que consiste generalmente en un par de capas de músculo liso. Las arteriolas juegan un papel enorme en el control de la resistencia vascular. Pueden contraerse provocando el desvío de grandes cantidades de sangre o pueden dilatarse y permitir que fluya más sangre en dichas áreas.
Desde las arteriolas, la sangre fluye a los vasos sanguíneos más pequeños, los capilares. Veámoslos más de cerca.
Los capilares son los vasos sanguíneos más pequeños por donde pasa la sangre y son algunos de los más importantes del cuerpo. Los eritrocitos viajan en fila a través de los capilares debido al diámetro pequeño de estos vasos. Esto permite que los nutrientes y el oxígeno salga de los eritrocitos y entre a los tejidos. También le permite a los eritrocitos y a la sangre recoger dióxido de carbono y materiales de desecho para reciclar o expulsarlos del cuerpo.
Existen tres tipos de capilares. Empecemos con los capilares continuos. Como el nombre lo sugiere, los capilares continuos no contienen espacios o agujeros en sus paredes y se continúan como un túnel para que las células sanguíneas pasen a través de ellos. Esta imagen presenta un capilar continuo resaltado en verde y fue adquirida de un corte de tejido pulmonar mostrando un capilar que se encuentra a lo largo de la pared alveolar. Si echamos un vistazo más de cerca en este vaso, podemos ver algunos eritrocitos ubicados en su interior. En esta imagen, podemos apreciar también como el diámetro del capilar es solo lo suficientemente amplio para permitir el paso de las células sanguíneas una a una a través del vaso.
Otra característica importante a notar pero que no puede ser completamente apreciada en esta imagen, es que las células endoteliales de los capilares contínuos están fuertemente unidas por uniones estrechas donde se tocan con las células vecinas. Esto contrasta completamente con nuestro próximo tipo de capilares, conocidos como capilares fenestrados. Este tipo de capilares permite un mejor intercambio de desperdicios y nutrientes entre la sangre y los tejidos circundantes. Encontramos capilares fenestrados en áreas que requieren un mayor intercambio de sustancias entre la sangre y el medio que lo rodea. Los capilares fenestrados pueden encontrarse en los riñones, glándulas endocrinas y en el intestino delgado.
Por último, casi como un caso extremo de capilares fenestrados, tenemos a los capilares discontinuos, también conocidos como capilares sinusoidales o simplemente sinusoides. Podemos encontrarlos casi exclusivamente dentro del hígado y puedes verlos resaltados de verde. Los capilares discontinuos actúan para liberar sangre en un tejido. En este caso, en el hígado, permitiendo a los hepatocitos eliminar toxinas, recibir nutrientes y remover los desperdicios fácil y eficientemente. La sangre pasa a través de los capilares hasta eventualmente alcanzar los vasos sanguíneos venosos.
Ahora, echemos un vistazo a los diferentes tipos de venas.
De forma similar a como acabamos de estudiar las arterias, de la más grande a la más pequeña, la sangre que sale de los capilares entrará a los tipos más pequeños de venas, que eventualmente drenan en venas más y más grandes hasta regresar al corazón. El primero de los dos tipos de venas que veremos hoy son las vénulas. La sangre que sale de los capilares entrará al sistema de vénulas que son esencialmente la contraparte venosa de las arteriolas. Una característica principal de las vénulas y venas en general cuando las estudiamos bajo el microscopio es que generalmente son de paredes delgadas y de forma irregular. Puedes ver en ambas imágenes que estas vénulas no adoptan una forma casi circular como lo hacen muchas arterias.
Desde las vénulas, la sangre viaja hacia las venas medianas. Lo más evidente de esta imagen en comparación con la que acabamos de ver, es que las venas medianas son más grandes que las vénulas. Aún son de pared delgada y forma irregular, pero además podemos ver que contienen una gran cantidad de células sanguíneas dentro de su luz.
Las venas medianas luego confluyen con otras venas medianas para formar las venas grandes, como las venas cavas superior e inferior. Estas venas grandes son similares en estructura a las medianas, teniendo un lumen de forma irregular pero se caracterizan por una túnica externa gruesa y muscular que contiene fibras de músculo liso dispuestas longitudinalmente.
Eso es todo sobre nuestras arterias, capilares y venas principales. Sin embargo, como todos los otros tejidos, los vasos sanguíneos más grandes y gruesos requieren algún mecanismo por el cual puedan obtener nutrientes y eliminar los desechos. Esto se logra mediante lo que se denomina vasa vasorum, que veremos rápidamente a continuación.
En esta imagen puedes ver el vasa vasorum resaltado de verde. Estos pequeños vasos en realidad se encuentran dentro de las paredes de los vasos sanguíneos más grandes y actúan como fuente de irrigación para los mismos. Debido a la espesura de estos vasos de gran tamaño, los nutrientes y el oxígeno son incapaces de difundirse por todas las capas de sus paredes. Por lo tanto, se necesita del vasa vasorum para mitigar este problema.
Eso concluye nuestra histología de los vasos sanguíneos. Ahora, toquemos una correlación clínica importante que es importante tener presente.
La aterosclerosis es una condición que afecta las arterias. En una arteria saludable, la sangre es capaz de fluir a través de esta de forma libre y sin obstrucciones, sin embargo, la aterosclerosis comienza cuando los lípidos y el colesterol dentro de la sangre logran atravesar la túnica íntima y ubicarse debajo de esta. Una vez bajo la túnica íntima, la grasa puede oxidarse y atraer leucocitos y otras células dentro de la sangre y del vaso sanguíneo. Luego, estos leucocitos liberan varios productos que resultan en la formación de una placa sólida en la pared de la arteria. A medida que la placa va creciendo, esta empuja la túnica íntima suprayacente más adentro hacia la luz del vaso, volviéndolo cada vez más estrecho.
En la imagen de la izquierda podemos ver la placa sobresaliendo hacia el lumen de la arteria. Si el lumen del vaso sanguíneo se vuelve muy estrecho, el suministro de sangre puede limitarse, lo que perjudica a la estructura que esté siendo irrigada por el vaso ocluido. Así que si esto ocurre en el corazón, el tejido cardíaco puede morir debido a la falta de irrigación, llevando a lo que se conoce como infarto de miocardio. O si esto ocurre en una arteria del cerebro, puede ocurrir lo mismo con el tejido nervioso y causar un accidente cerebrovascular isquémico.
Esto nos lleva al final de nuestro videotutorial.
Ahora que llegamos al final, recapitulemos lo que estudiamos hoy. Recuerda que puedes usar este material como una lista de verificación para tus estudios sobre la histología de las arterias y las venas.
Primero, comenzamos con los componentes de los vasos sanguíneos, mencionando algunas diferencias entre las arterias y las venas. Revisamos la primera capa de un vaso sanguíneo, la túnica íntima y sus tres componentes: el endotelio, el subendotelio y la membrana elástica interna. Debajo de la túnica íntima, encontramos la túnica media que contiene laminillas elásticas y la membrana elástica externa, que marca el inicio de la última capa de los vasos sanguíneos conocida como la túnica externa.
Después de revisar los componentes, continuamos con los tres tipos de arterias; las arterias elásticas, las arterias musculares y, por último, las arterias más pequeñas, las arteriolas. Desde las arteriolas, hicimos nuestro recorrido hacia los tres tipos de capilares; capilares continuos, capilares fenestrados, cuya imagen se encuentra aquí, y capilares discontinuos, que se encuentran principalmente en el hígado. Por último pero no menos importante, discutimos los dos tipos de venas, las más pequeñas, las vénulas y las venas medianas. También mencionamos brevemente el vasa vasorum que proporciona la irrigación para los vasos sanguíneos más grandes.
Y con eso terminamos la histología de las arterias y venas. ¡Gracias por acompañarme y feliz estudio!