Video: Ligamentos del pie
Estás mirando una vista previa. Suscríbete a Premium para acceder al video completo: Revisión detallada de los principales ligamentos del pie.
Unidad de estudio relacionada
Artículos relacionados
Transcripción
"Yo VIP! Let's kick it.
RHiCE, RHiCE, baby. RHiCE, RHiCE, baby.
OK, para!
Concéntrate y escucha.
Kenhub está aquí y nadie se lo pierde.
Caminas por la calle y tuerces tu pie.
Auch! Duele ...
"Yo VIP! Let's kick it.
RHiCE, RHiCE, baby. RHiCE, RHiCE, baby.
OK, para!
Concéntrate y escucha.
Kenhub está aquí y nadie se lo pierde.
Caminas por la calle y tuerces tu pie.
Auch! Duele mucho y no sabes qué hacer.
Miras tu pie y comienzas a gritar.
Tienes un esguince y tu pie se va a hinchar.
Es doloroso.
Tienes un problema. ¿Cómo lo resuelves?
Sé cómo hacerlo, debes envolverlo.
RHiCE, RHiCE, baby.
Necesitas
RHiCE, RHiCE baby."
Está bien pararé de rapear, ya que me lo piden. Solo estaba repasando mis habilidades clínicas con los ligamentos del pie.
¡Hola! Soy Ramses del equipo de Kenhub, y hoy estudiaremos los ligamentos del pie.
Los ligamentos del pie son numerosos, así que no es de extrañarse que aprender sobre ellos sea abrumador. Confía en mí, ya pasé por eso. El esguince de un ligamento del pie es menos doloroso que intentar aprenderlos todos de memoria. Si hubiera una manera más organizada de estudiarlos, sería todo más fácil.
Bien, es eso lo que hicimos para tí en este tutorial. Dividimos los ligamentos en subgrupos menores basados en su relación con las articulaciones, para hacer las cosas un poco más fáciles. Estudiaremos todos los ligamentos asociados con las articulaciones entre los huesos tarsianos, las articulaciones de los huesos del metatarso y las articulaciones interfalángicas. Y terminamos el tutorial con algunas correlaciones clínicas.
Pero antes de continuar, necesito asegurarme de que conoces los huesos del pie. Necesitas saber todo sobre ellos antes de aprender sobre los ligamentos, puedes pausar este video y escoger uno de nuestros cuestionarios que te recordarán todo lo que necesitas saber sobre este tema. Si estás listo, comencemos con los ligamentos del pie.
Comenzaremos por los ligamentos relacionados con la articulación talocalcánea. La articulación talocalcánea, también conocida como articulación subtalar, es la unión entre los huesos talus y calcáneo del pie. Tenemos cuatro ligamentos aquí, que son los ligamentos talocalcáneos lateral, medial, posterior e interóseo. Vas a notar que de manera muy conveniente la mayoría de los ligamentos del pie son nombrados de acuerdo con los huesos que conectan. Tal vez estudiarlos no sea tan difícil como parece.
El ligamento talocalcáneo lateral es una banda corta, plana y delgada que se extiende posteriormente y hacia abajo desde el proceso lateral del talus hasta la superficie lateral del calcáneo inmediatamente lateral a su superficie articular posterior.
Al lado contrario, tenemos al ligamento talocalcáneo medial que también es un ligamento corto y fuerte que conecta el tubérculo medial del talus al sustentáculo del talus del hueso calcáneo y la superficie medial adyacente del calcáneo. Este frecuentemente se fusiona con el ligamento tibiocalcáneo de la articulación talocrural. Juntos, los ligamentos talocalcáneo medial y lateral tienen como función reforzar la cápsula articular talocalcánea.
El ligamento talocalcáneo posterior es corto y plano, por supuesto, se encuentra localizado en la cara posterior del pie. Conecta el tubérculo lateral del talus a la superficie superomedial de la región posterior del calcáneo. Ocasionalmente, este ligamento está formado por dos fascículos separados con la apariencia de un tendón dividido.
Mientras que los ligamentos medial y lateral son algo superficiales, el ligamento talocalcáneo interóseo se localiza profundamente en el pie en el lugar conocido como seno del tarso, que es un espacio entre el talus y el calcáneo. Es un ligamento ancho, plano y con orientación oblicua que conecta el surco talar al surco del calcáneo. En menos de la mitad de la población también está presente el ligamento talocalcáneo cervical, inmediatamente lateral al seno del tarso.
¡Bien! finalizamos un grupo, ahora veremos los ligamentos que cruzan la articulación talocalcaneonavicular.
Como el nombre lo sugiere, la articulación talocalcaneonavicular está formada por tres huesos y presenta una articulación del talus con el hueso navicular y otra articulación del talus con el calcáneo. Aquí tenemos tres ligamentos; el talonavicular dorsal, el calcaneonavicular y el calcaneonavicular plantar.
El nombre del ligamento talonavicular explica exactamente su localización. Este ligamento conecta el talus al hueso navicular y se extiende entre la superficie dorsal del cuello del talus y la superficie dorsal del hueso navicular.
El ligamento calcaneonavicular se encuentra en la porción dorsolateral del retropié. Debido a su posición, también es llamado ligamento calcaneonavicular lateral. El ligamento se inserta en la superficie dorsal del calcáneo, específicamente, en el borde anteromedial de la depresión que forma el seno del tarso y su otra inserción es en la parte posterodorsal de la superficie lateral del hueso navicular.
El ligamento calcaneonavicular plantar es una estructura en forma de Y que se encuentra en la cara plantar y medial del pie. Conecta el margen anterior del sustentáculo del talus en el hueso calcáneo a la superficie plantar del hueso navicular. Frecuentemente se describe este ligamento como dos bandas separadas, una porción superomedial y una porción inferior. Algunas veces, la banda superomedial es descrita como un ligamento separado, mientras que la porción inferior, más pequeña, es considerada como el ligamento calcaneonavicular plantar propiamente dicho.
Lo que es interesante sobre los ligamentos calcaneonavicular y calcaneonavicular plantar es que conectan dos huesos que no se articulan directamente uno con otro. Además de anclar el navicular al calcáneo, el ligamento calcaneonavicular plantar da soporte a la cabeza del talus y es el estabilizador más fuerte e importante de los arcos longitudinales del pie. Contiene una cantidad considerable de fibras elásticas para dar elasticidad al arco y sustentación al pie, y por esta razón es llamado ligamento spring o ligamento resorte del pie.
Es hora de continuar con la próxima articulación de nuestra lista y los ligamentos relacionados a esta, la articulación calcaneocuboidea.
La articulación calcaneocuboidea es una articulación entre el calcáneo y el cuboides. Esta se encuentra reforzada por cuatro ligamentos diferentes, el calcaneocuboideo, el calcaneocuboideo dorsal, el calcaneocuboideo plantar y el plantar largo. Demos un vistazo a cada uno de ellos por separado.
Comencemos por el ligamento calcaneocuboideo, que es también llamado ligamento calcaneocuboideo medial. Este se inserta en la superficie anterior del proceso anterior del calcáneo y en la cara dorsal del hueso cuboides. ¿Recuerdas el ligamento calcaneonavicular que mencionamos hace un momento? Bueno, este y el ligamento calcaneocuboideo a menudo están acoplados y en conjunto son conocidos como el ligamento bifurcado debido a que se separan hacia distal. Para complicar un poco más las cosas, este también es conocido como ligamento de Chopart.
Ahora vamos a continuar con nuestro próximo ligamento, que es el ligamento calcaneocuboideo dorsal. Sé lo que estás pensando, ya existe un ligamento calcaneocuboideo en el dorso del pie. ¿Qué confuso, no? Bueno, el ligamento calcaneocuboideo dorsal se ubica inferolateral al ligamento calcaneocuboideo. Es también conocido como el ligamento calcaneocuboideo dorsolateral o lateral. Una forma fácil de diferenciar uno del otro, es que el ligamento calcaneocuboideo forma una letra V con el ligamento calcaneonavicular, mientras que el ligamento calcaneocuboideo dorsal es una banda única. Este ligamento une el ángulo dorsolateral del proceso anterior del calcáneo a la superficie dorsolateral del hueso cuboides.
Ahora vamos a girar la imagen hacia la superficie plantar del pie donde tenemos dos ligamentos más para ver. El primero es el ligamento plantar largo. Es el más largo de los ligamentos del tarso, por lo que está claro que es uno de los ligamentos más grandes que conectan el hueso calcáneo al cuboides. Este se inserta proximalmente en la superficie plantar del calcáneo. Sus fibras profundas luego se insertan en la cresta y tuberosidad de la superficie plantar del hueso cuboides. Las fibras superficiales, sin embargo, se extienden hasta la base del segundo al cuarto y a veces quinto hueso metatarsiano.
Profundamente al ligamento plantar largo se esconde el ligamento calcaneocuboideo plantar. Este es mucho más corto, y por esto, ocasionalmente es llamado ligamento plantar corto. Estos dos ligamentos están separados por tejido conectivo areolar. El ligamento calcaneocuboideo plantar se inserta en la cara plantar del proceso anterior del calcáneo y se extiende hasta la superficie plantar del hueso cuboides, inmediatamente proximal al surco para el músculo del tendón fibular largo.
¡Estamos avanzando! En seguida, tenemos la articulación cubonavicular y los ligamentos relacionados con ella. La articulación cubonavicular, evidentemente, se refiere a la articulación entre los huesos cuboide y navicular. Existen tres ligamentos asociados a esta articulación que necesitamos discutir que; el cubonavicular dorsal, el cubonavicular plantar y el cubonavicular interóseo. Ten en cuenta que ocasionalmente los términos cuboideonavicular o naviculocuboideo pueden también ser usados como alternativa para nombrar estos ligamentos.
El ligamento cubonavicular dorsal es una estructura triangular que encontramos en el dorso del pie. Su vértice medial se inserta en la cara dorsal del hueso navicular, anteromedial a la inserción del ligamento calcaneonavicular, que como mencionamos es una parte del ligamento bifurcado. La base lateral se inserta en la mitad distal dorsal del cuboides con algunas fibras que se extienden sobre el hueso cuneiforme lateral.
La articulación cubonavicular está reforzada en la superficie plantar por el ligamento cubonavicular plantar. Esta banda rectangular se inserta en la superficie plantar del hueso cuboides a lo largo del borde medial y en la superficie plantar del hueso navicular cerca de su borde lateral.
El ligamento cubonavicular interóseo es una banda muy corta y fuerte que conecta las superficies no articulares de los huesos cuboides y navicular. Como el ligamento se ubica entre los dos huesos, se encuentra escondido por el ligamento cubonavicular plantar cuando es observado desde su cara plantar. Este se inserta en la superficie medial del hueso cuboides y en la parte anteroinferior de la superficie lateral del hueso navicular.
Ahora continuaremos con los huesos cuneiformes para observar los ligamentos de la articulación cuneonavicular.
La articulación cuneonavicular o naviculocuneiforme, como prefieras llamarla, está formada por la articulación del hueso navicular con los huesos cuneiformes del mediopié. Aquí observamos en total siete ligamentos cuneonaviculares juntos: tres dorsales, tres plantares y uno medial.
Los tres ligamentos cuneonaviculares dorsales conectan cada uno de los huesos cuneiformes al hueso navicular. Cada uno de los tres ligamentos se originan en la superficie dorsal distal del hueso navicular. La primera banda se extiende de forma recta en sentido anterior sobre la articulación y se inserta en la superficie dorsal del hueso cuneiforme medial. Este es el más fuerte de los tres ligamentos. La segunda y tercera banda dorsal son oblicuas, y se insertan en las superficies dorsales de los huesos cuneiformes intermedio y lateral.
Si giramos la imagen para el lado opuesto del pie, encontraremos los tres ligamentos cuneonaviculares plantares. La primera banda es ancha y plana. Se inserta en las superficies anterior y plantar de la tuberosidad navicular y en la tuberosidad plantar del hueso cuneiforme medial. El segundo y tercer ligamento surgen de la superficie plantar del hueso navicular. Cada uno de estos se insertan en la cara posterior de la cresta cuneiforme de los huesos cuneiformes intermedio y lateral.
El último miembro de este grupo de ligamentos es el ligamento cuneonavicular medial. Es un potente ligamento que se encuentra en la cara medial del pie. Se extiende entre la cara medial de la tuberosidad del hueso navicular y la cara medial del hueso cuneiforme medial.
Continuando hacia la cara lateral del pie, demos un rápido vistazo a algunos ligamentos relacionados con la articulación cubocuneiforme.
A diferencia de la articulación cuneonavicular donde están involucrados los tres huesos cuneiformes, esta articulación solamente involucra a los huesos cuboides y cuneiforme lateral. En la literatura, los ligamentos asociados con esta articulación no están bien descritos en comparación con otros ligamentos del pie; sin embargo, en Kenhub, no discriminamos, así que vamos a hablar sobre los tres ligamentos cubocuneiformes que son, dorsal, plantar e interóseo.
El ligamento cubocuneiforme dorsal es una banda ancha y plana que conecta la superficie dorsal del hueso cuboides a la superficie dorsal del hueso cuneiforme lateral. Está descrito que forma una disposición casi triangular con los ligamentos cubonavicular dorsal y cuneonavicular dorsal.
Dando soporte a la articulación cubocuneiforme en la superficie plantar del pie, encontramos al ligamento cubocuneiforme plantar. Este es un ligamento corto que se extiende entre el aspecto medial de la cresta del hueso cuboides y la superficie plantar del hueso cuneiforme lateral.
El ligamento cubocuneiforme interóseo a su vez es una banda pequeña, pero fuerte que fija estos huesos dentro de la articulación. Se inserta adelante de la superficie articular de la cara lateral del hueso cuneiforme lateral y en la cara medial del hueso cuboides.
Ahora estudiaremos el último grupo de ligamentos que mantienen juntos a los huesos del tarso. Vamos a hablar sobre los ligamentos intercuneiformes.
Tenemos las articulaciones intercuneiformes, una entre los huesos cuneiformes medial e intermedio y otra entre los huesos cuneiformes intermedio y lateral. Entre ellas existen de cinco a seis ligamentos intercuneiformes que veremos aquí, estos son: dos dorsales, dos interóseos y uno o dos plantares.
Los ligamentos dorsales son realmente sencillos. Existen dos pequeñas bandas transversales que unen las superficies dorsales de los huesos cuneiformes adyacentes. Exactamente como los otros ligamentos interóseos del pie, los ligamentos intercuneiformes interóseos son bandas cortas y fuertes que se ubican profundamente en el pie.
Los ligamentos intercuneiformes plantares son otro grupo de estructuras sobre las cuales la literatura no consigue llegar a un consenso. La mayoría de los textos describen uniformemente un ligamento intercuneiforme plantar entre los huesos cuneiformes medial e intermedio; sin embargo, algunos libros también describen un segundo ligamento que se ubica entre los huesos cuneiformes intermedio y lateral.
Bueno, esa fue una sección bastante larga. Si te apetece dar un respiro, ¿por qué no nos tomamos una pausa para ver este lindo gatito?.
Después de haber tomado esa pequeña pausa, vamos a estudiar las articulaciones tarsometatarsianas y los ligamentos que las mantienen juntas.
Las articulaciones tarsometatarsianas se ubican entre los huesos cuboides y cuneiformes del tarso y las bases de los cinco huesos metatarsianos que se encuentran distalmente a ellos. Es común referirse a estas como las articulaciones de Lisfranc. Las articulaciones están cubiertas por cápsulas que son reforzadas por varios ligamentos. Existen los ligamentos tarsometatarsianos dorsal y plantar y ligamentos cuneometatarsianos interóseos.
Con cinco huesos metatarsianos, esperas que existan cinco ligamentos, pero en realidad, tenemos de siete a nueve ligamentos tarsometatarsianos aquí. La primera banda es espesa y fuerte. Esta ancla la base del primer hueso metatarsiano al hueso cuneiforme medial. Tenemos también tres ligamentos que se insertan en la base del segundo metatarso, uno para cada hueso cuneiforme. La base del tercer metatarsiano se conecta solamente con la cara dorsal del hueso cuneiforme lateral. El cuarto metatarsiano tiene un ligamento que se fija al hueso cuboides y a veces también unas bandas que se unen al hueso cuneiforme lateral.
Por último el quinto metatarsiano se conecta por un ligamento al hueso cuboides, y ocasionalmente al dorso del hueso cuneiforme lateral. Desafortunadamente, los ligamentos tarsometatarsianos plantares no son tan sencillos, la mayoría por variaciones anatómicas y también por varias inconsistencias en la literatura. Todos los libros hablan de un ligamento fuerte entre la cara plantar del hueso cuneiforme medial y la base del primer metatarsiano. Algunas fuentes mencionan también ligamentos que unen el hueso cuneiforme medial a la base del segundo y tercer metatarsiano.
Hay inconsistencia sobre la existencia de los ligamentos entre el hueso cuneiforme intermedio y el segundo y tercer hueso metatarsiano. Agregamos estos ligamentos a nuestra ilustración para mostrarte dónde puedes encontrarlos si estos están presentes.
Los ligamentos asociados a la cara lateral del pie están sujetos a muchas variaciones anatómicas. Existe una variedad de ligamentos entre los huesos cuneiforme lateral y cuboides y las bases del tercer al quinto metatarsianos.
Encontramos tres ligamentos interóseos entre los huesos cuneiformes y metatarsianos. El primer ligamento conecta el hueso cuneiforme medial al segundo metatarsiano y es conocido como ligamento de Lisfranc ya que es el principal ligamento de anclaje de la articulación tarsometatarsiana.
El segundo ligamento conecta el hueso cuneiforme lateral al ángulo adyacente de la base del segundo metatarsiano. El tercero y último de los ligamentos interóseos conecta el ángulo lateral del hueso cuneiforme lateral con la base del cuarto hueso metatarsiano.
Además de estar unidos a los huesos tarsianos, los metatarsianos se unen entre sí, así que vamos a ver las articulaciones y los ligamentos intermetatarsianos.
Tenemos cuatro articulaciones intermetatarsianas entre el primero y el quinto metatarsiano. De forma similar a las articulaciones cuneometatarsianas, tenemos aquí los ligamentos metatarsianos dorsales, plantares e interóseos. No tenemos ligamentos dorsales o plantares entre el primer y segundo metatarsiano. Los ligamentos metatarsianos dorsales en realidad son muy fáciles de recordar. Son tres bandas finas y planas que unen las superficies de la base del segundo al quinto hueso metatarsiano.
Los ligamentos plantares son por suerte muy parecidos a los ligamentos dorsales, solo que son mucho más fuertes debido a su importante papel en la integridad articular. Exactamente como los anteriores, son tres ligamentos entre las bases del segundo al quinto hueso metatarsiano.
También tenemos tres ligamentos metatarsianos interóseos entre las bases del segundo al quinto hueso metatarsiano. Al igual que muchos otros ligamentos interóseos que ya vimos, estas bandas son muy cortas y fuertes. También existen algunas fibras más débiles entre el primer y segundo metatarsiano, uniendo superficies no articulares.
Quédate conmigo solo un poco más, porque tenemos dos grupos más de ligamentos para ver. Vamos a adentrarnos entonces en las articulaciones y ligamentos metatarsofalángicos.
Existen cinco articulaciones metatarsofalángicas en el pie, una entre cada hueso del metatarso y la falange proximal del dedo correspondiente. Cada articulación está cubierta por una cápsula fibrosa. Encontramos varios ligamentos relacionados con las articulaciones metatarsofalángicas que refuerzan la cápsula y fijan los huesos adyacentes entre sí. Estos son los ligamentos metatarsofalángicos plantares y colaterales así como los ligamentos metatarsianos transversos profundos.
Esta vez, vamos a comenzar con la cara plantar del pie mientras observamos los ligamentos plantares de las articulaciones metatarsofalángicas, también conocidos como placas plantares. Estos ligamentos forman placas gruesas en la superficie plantar del pie. Se mezclan con la cápsula articular y los ligamentos colaterales. Estos ligamentos están unidos delicadamente a los huesos metatarsianos y firmemente a las bases de las falanges. Poseen surcos en su superficie plantar para los tendones de los músculos flexores de los dedos, lo que les da su apariencia única.
A cada lado de los ligamentos plantares, encontramos los ligamentos colaterales de las articulaciones metatarsofalángicas. Estas fuertes cuerdas conectan los tubérculos dorsales de cada cabeza metatarsiana con la base de su falange proximal correspondiente. Así como los ligamentos plantares, los ligamentos colaterales se mezclan con la cápsula articular.
El grupo final de ligamentos asociados a las articulaciones metatarsofalángicas son los ligamentos metatarsianos transversos profundos. Estas son cuatro bandas cortas, anchas y planas que se extienden entre los ligamentos plantares de las articulaciones adyacentes.
Muy bien, llegamos a las últimas articulaciones del pie, y por lo tanto, los últimos ligamentos. Ahora veremos las articulaciones interfalángicas y sus ligamentos.
Existen nueve articulaciones interfalángicas en el pie, una en el dedo gordo y dos en cada uno de los dedos restantes. Cada una de estas articulaciones está cubierta por una cápsula articular fibrosa. Asociadas a estas, se encuentran los ligamentos interfalángicos plantares y colaterales. Los ligamentos interfalángicos plantares son muy parecidos a los metatarsofalángicos ya que forman placas gruesas en la superficie plantar de las articulaciones. Los ligamentos interfalángicos colaterales también siguen el mismo patrón. Y hay dos ligamentos en ambos lados de cada articulación.
¡Ahora, respira hondo! Vimos todos los ligamentos del pie. Realmente mereces una buena nota por continuar en este largo tutorial. Pero qué tal llegar a una nota aún más alta, viendo ahora algunas correlaciones clínicas.
Hoy en nuestra sección de correlaciones clínicas, hablaremos sobre las lesiones de los ligamentos del dedo gordo, específicamente del dedo de césped. Puede que no estés muy familiarizado con este término, pero si eres jugador de fútbol o practicas algún otro deporte y tienes esta lesión, de seguro no te debe gustar. Entre las lesiones del pie, definitivamente esta no es la más grave.
Simplemente es un esguince de los ligamentos asociados a la primera articulación metatarsofalángica. El término esguince se refiere al estiramiento o desgarro de los ligamentos. Y su nombre peculiar "dedo de césped" se debe al uso cada vez más frecuente de césped artificial en las canchas, lo que facilita que ocurra esta lesión. Esto porque cuando los deportistas se preparan para correr o saltar, presionan con fuerza el dedo gordo sobre esa gramilla artificial que no ejerce una amortiguación adecuada, lo que hace que se esfuerce más este, provocando una hiperextensión del mismo causando la lesión.
Esta lesión obviamente no es exclusiva de jugadores de fútbol. Otras profesiones como bailarines de ballet, gimnastas y jugadores de baloncesto también tienen un alto riesgo, así como quienes usan zapatos de taco alto. Puede ser una lesión aguda o presentarse con el paso del tiempo debido a movimientos repetitivos. Los síntomas incluyen dolor durante la extensión del dedo gordo, edema y rigidez. Algunas veces, hay una sensación de estallido en el pie en el momento que se produce la lesión. Un médico puede diagnosticarlo mediante el examen físico y puede sugerir una radiografía para descartar una fractura.
Estas lesiones están clasificadas de acuerdo a su gravedad. Grado uno es cuando los ligamentos sufren un leve estiramiento. El tratamiento consiste en reposo, colocar hielo, compresión de la articulación, y mantener el pie elevado. Grado dos incluye desgarro parcial de los ligamentos. Este tipo de lesión puede requerir el uso de una bota especial que le permita a los ligamentos recuperarse. Grado tres es un desgarro completo de los ligamentos del complejo ligamentario plantar alrededor de la primera articulación metatarsofalángica. Este necesita ser inmovilizado por algunos meses y puede requerir cirugía.
Y con esto concluimos el tutorial de hoy. Pero antes de finalizar, demos un vistazo sobre todo lo que aprendimos hoy.
Comenzamos por la parte posterior del pie en la articulación subtalar. Aquí vimos los ligamentos talocalcaneos lateral, medial, interóseo y cervical, contribuyendo a la fuerza de la articulación. En la articulación talocalcaneonavicular, tenemos tres ligamentos asociados, el ligamento talonavicular, el calcaneonavicular y el calcaneonavicular plantar. En la articulación calcaneocuboidea, encontramos los ligamentos calcaneocuboideo, calcaneocuboideos dorsal y plantar y el ligamento plantar largo. La articulación cubonavicular está reforzada por los ligamentos dorsal, plantar e interóseo.
Vimos siete ligamentos asociados a la articulación cuneonavicular; tres ligamentos dorsales, tres plantares y uno medial. En la articulación cubocuneiforme, tenemos tres ligamentos nuevamente que son los ligamentos cubocuneiformes dorsal, plantar e interóseo y también vimos las articulaciones intercuneiformes con cinco a seis ligamentos entre sí. Observamos dos ligamentos intercuneiformes dorsales, dos interóseos, y uno o dos plantares.
Después continuamos con las articulaciones tarsometatarsianas y sus ligamentos, que incluyen los ligamentos tarsometatarsianos dorsales, interóseos y plantares. Los huesos metatarsianos también se articulan entre sí y estas articulaciones intermetatarsianas se mantienen juntas por tres ligamentos interóseos dorsales, tres plantares y tres interóseos entre el segundo al quinto metatarsiano.
Después dimos un vistazo en las articulaciones metatarsofalángicas, y vimos los ligamentos plantares más engrosados que forman placas en la cara plantar de cada una de las articulaciones metatarsofalángicas. Observamos cuatro ligamentos transversos profundos que se extienden entre los ligamentos plantares y dos ligamentos colaterales a los lados de cada una de las articulaciones. Los ligamentos interfalángicos seguían un patrón similar con ligamentos plantares engrosados y dos ligamentos colaterales a cada lado de las articulaciones.
Terminamos hablando sobre una condición llamada dedo de césped, que se refiere a un estiramiento de los ligamentos de la primera articulación metatarsofalángica.
Y eso es todo por hoy! Espero que hayas disfrutado este tutorial ¡Te veo después!