Video: Huesos de la pelvis
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Muy bien, comencemos con algunos calentamientos de cadera. Ahora las manos a la cadera. ¡Excelente! ¡Vamos a darlo todo! ¡Ouuch! Alguien llame a una ambulancia. ¡Mi cadera! ¡Otra vez no! Oye, mientras ...
Leer másMuy bien, comencemos con algunos calentamientos de cadera. Ahora las manos a la cadera. ¡Excelente! ¡Vamos a darlo todo! ¡Ouuch! Alguien llame a una ambulancia. ¡Mi cadera! ¡Otra vez no! Oye, mientras esperamos la ambulancia, qué tal si repasamos nuestro conocimiento con un tutorial de anatomía de los huesos de la pelvis.
Pero antes, te daré una visión general de lo que veremos hoy. En este tutorial aprenderemos sobre los huesos que conforman la pelvis. Veremos los tres huesos que forman el hueso coxal y exploraremos sus reparos anatómicos asociados, articulaciones y forámenes. También examinaremos las divisiones de la pelvis ósea y sus correlaciones clínicas para ayudarte a consolidar el conocimiento. ¿Suena bien? ¡Empecemos!
Para comenzar, repasemos rápidamente las funciones principales de la pelvis. La pelvis ósea es una estructura fundamental, ya que carga todo el peso de la parte superior del cuerpo, transmitiendo este peso desde la parte superior del cuerpo a los miembros inferiores. También, junto a los músculos del suelo de la pelvis, contiene algunos órganos abdominopélvicos importantes y además, es un punto de inserción importante para los músculos del abdomen, pelvis y muslos. Finalmente, en el sexo femenino, la pelvis ósea da soporte al feto durante el embarazo y alberga el canal del parto a través del cual nace el bebé. Aprendamos un poco más sobre esta maravillosa estructura.
La pelvis ósea, que puedes ver aquí desde una perspectiva anterior, está formada posteriormente por el sacro y el cóccix, y lateral y anteriormente por un par de huesos coxales o ilíacos. Juntos forman un anillo, razón por la cual la pelvis suele conocerse como la cintura pélvica. Comencemos con los huesos coxales.
Como te mencioné, el hueso coxal es un hueso par, así que tenemos un hueso coxal izquierdo y otro derecho. Los puedes ver resaltados en verde. En realidad, cada hueso coxal está compuesto por tres huesos diferentes que se fusionan hacia el término de la pubertad. Estas partes son: el ilion, que de los tres huesos es el más grande y superior; el isquion, el cual se encuentra posteroinferiormente y el pubis, que forma la porción más anterior de cada hueso coxal. Estos tres huesos se unen para formar una estructura cóncava y esférica conocida como el acetábulo.
Para poder ver el acetábulo claramente, hemos cambiado un poco la perspectiva. Aquí estás viendo al hueso coxal izquierdo desde una perspectiva lateral. Así que este es el ilion hacia superior, el isquion hacia posteroinferior y el pubis hacia anterior.
El acetábulo es una cavidad que se forma por la fusión de estos tres huesos. Constituye parte de articulación coxofemoral, la cual puedes ver aquí desde una perspectiva lateral. La articulación coxofemoral es una articulación sinovial de tipo esferoidea entre el hueso coxal y el fémur. El acetábulo forma la cavidad esférica que recibe a la cabeza del fémur, una esfera casi perfecta.
Antes de continuar, veamos algunos reparos anatómicos del acetábulo. El primero es esta estructura con forma de medialuna, la cual se conoce convenientemente como la carilla semilunar. Esta estructura es la verdadera cara articular para la cabeza del fémur y como tal, está cubierta por cartílago articular. La fosa acetabular es la porción no articular del acetábulo y se puede encontrar en el centro. Esta fosa alberga al ligamento de la cabeza del fémur, el cual se continúa con la incisura acetabular, que veremos en un segundo.
La siguiente estructura es el borde del acetábulo. Como puedes ver aquí, este borde rodea al acetábulo y se interrumpe aquí, en la incisura acetabular. La incisura acetabular es continua con la fosa acetabular y sobre ella pasa el ligamento transverso del acetábulo, formando así el foramen acetabular.
La última estructura del acetábulo que veremos hoy es el labrum o rodete acetabular. Esta estructura puede confundirse con el borde del acetábulo, sin embargo, no son lo mismo. El labrum acetabular es un anillo fibrocartilaginoso que se une al borde del acetábulo y permite aumentar la superficie de contacto y la profundidad de la cavidad en la que se aloja la cabeza del fémur.
Continuemos con los tres huesos que contribuyen a la formación del hueso coxal, comenzando con el ilion.
El ilion se divide en dos partes principales, el ala y el cuerpo. El ala es esta porción expandida que puedes ver por aquí y el cuerpo es la porción central que contribuye a la formación del acetábulo. El ilion tiene unos cuantos reparos anatómicos importantes, veámoslos. El primero es la línea arcuata. Hemos cambiado de perspectiva nuevamente, así que orientémonos.
Aquí estamos viendo el hueso coxal izquierdo desde la perspectiva medial. Podemos ver por aquí un borde liso y redondeado en la cara interna del ilion que marca la transición entre el cuerpo y el ala. Cuando unimos ambos huesos coxales, podemos ver que también forma parte del estrecho superior de la pelvis, que veremos más adelante en el tutorial.
Otra estructura que podemos ver desde la perspectiva medial es la tuberosidad ilíaca. Es una elevación rugosa que se encuentra posterior a la fosa ilíaca y sirve como punto de inserción para el ligamento sacroilíaco posterior. Inferior a la tuberosidad ilíaca podemos ver la carilla auricular que, como sugiere su nombre, se parece a una oreja y está cubierta por fibrocartílago. Esta cara se articula con el sacro, formando la articulación sacroilíaca.
En esta imagen estás viendo la pelvis desde una perspectiva posterior, donde se pueden ver ambas articulaciones sacroilíacas. Estas articulaciones unen a los huesos coxales con el sacro hacia posterior, mientras que la sínfisis del pubis, la cual veremos más adelante, los une hacia anterior.
Conformando la mayor parte de la cara interna del ala del ilion encontramos a la fosa ilíaca. Como puedes ver, es una superficie lisa, cóncava y muy extensa, que se encuentra en el aspecto medial de los huesos coxales. La fosa ilíaca está limitada superiormente por la cresta ilíaca e inferiormente por la línea arcuata.
Si le damos la vuelta a nuestro hueso coxal para ver su cara lateral, podemos ver algunas otras estructuras óseas. Comencemos con la cara glútea. Esta cara constituye la mayor parte de la superficie externa del ala del ilion y proporciona varios puntos de inserción para los músculos glúteos. Contiene tres reparos óseos, las líneas glúteas anterior, posterior e inferior. Veamos estas líneas más de cerca desde una perspectiva posterior.
La línea glútea anterior es la más larga de todas. Inicia en la cresta ilíaca, justo posterior al tubérculo ilíaco y viaja en dirección posteroinferior para terminar en la incisura ciática mayor. La línea glútea posterior puede encontrarse posteromedialmente a la línea glútea anterior y es la más corta. Va desde la región dorsal de la cresta ilíaca también en dirección posteroinferior para terminar en la incisura ciática mayor. El espacio entre las líneas glútea anterior y posterior es el lugar donde se origina el músculo glúteo medio.
La línea glútea inferior es la menos obvia de todas e incluso puede ser difícil de encontrar. Comienza en la incisura entre las espinas ilíacas anterior superior y anterior inferior, viajando en dirección posteroinferior para alcanzar la incisura ciática mayor, como puedes ver aquí.
Justo superior al acetábulo encontramos al surco supraacetabular del ilion. Este surco está formado por el borde del acetábulo y el cuerpo del ilion, y es el sitio de inserción para la cabeza refleja del músculo recto femoral.
Ahora hablemos sobre la cresta ilíaca que, como te mencioné antes, forma el borde superior de la fosa ilíaca y el ala del ilion. En esta vista anterior podemos ver que se extiende desde la espina ilíaca anterior superior hasta la espina ilíaca posterior superior. Esta cresta sirve como punto de inserción para un gran músculo conocido como el músculo dorsal ancho.
Por último, veamos las espinas del ilion. El ilion tiene cuatro espinas diferentes. Primero veremos una que ya te había mencionado, la espina ilíaca anterior superior. Es una proyección ósea que marca el límite anterior de la cresta ilíaca y es donde se origina el músculo sartorio.
Aquí tenemos la espina ilíaca anterior inferior, otro proceso que se encuentra en el borde anterior del ilion, inferior a la espina ilíaca anterior superior. Esta espina sirve como punto de origen para la cabeza directa del músculo recto femoral.
Cambiemos a una vista posterior donde podemos encontrar la siguiente espina, conocida como la espina ilíaca posterior superior, la que marca el límite posterior de la cresta ilíaca. Es más corta que su contraparte anterior y sirve como punto de inserción para la porción oblicua del ligamento sacroilíaco posterior y para el músculo multífido.
También en la perspectiva posterior, podemos encontrar la última espina del ilion, conocida como la espina ilíaca posterior inferior. Esta se encuentra en el borde superior de esta importante estructura, la incisura ciática mayor.
Y hemos terminado con el ilion. Ahora continuemos con otro hueso que contribuye a formar el hueso coxal, el hueso púbico, también conocido como pubis. Este hueso se divide en tres partes principales, el cuerpo, la rama superior y la rama inferior. El cuerpo del pubis es el área amplia y aplanada que podemos ver aquí y que se une con su contraparte en la sínfisis del pubis. Vale la pena recalcar que algunos autores describen al cuerpo del pubis como el componente que se fusiona con el isquion y el ilion, resultando en la formación del acetábulo.
No hay nada como un debate con buenos fundamentos; sin embargo, a efectos de este tutorial, iremos con la mayoría y clasificaremos al cuerpo del pubis como la pequeña área cuadrangular en la porción anterior de la cintura pélvica.
Echemos un vistazo al pubis desde una perspectiva lateral para ver mejor la rama superior del pubis. Esta porción de aquí sobre el foramen obturador es la rama superior del pubis. La cresta pectínea, también conocida como pecten del pubis, es una pequeña cresta que se encuentra aquí en la rama superior del pubis. Es una continuación de la línea arcuata del ilion y contribuye a la formación del estrecho superior de la pelvis.
Usando esta perspectiva lateral del hueso coxal izquierdo, podemos identificar la rama inferior del pubis. Esta rama se encuentra aquí, entre la sínfisis del pubis y la rama del isquion. Nuevamente, el pubis posee varios reparos anatómicos, y hablaremos de aquellos que podemos ver desde la perspectiva medial, comenzando con la eminencia iliopúbica.
La eminencia iliopúbica es una prominencia aplanada que marca el punto de unión entre el ilion y la rama superior del pubis. Otra estructura que podemos ver en la cara medial del pubis es la cara sinfisaria. Esta cara se une con su contraparte a través de una articulación cartilaginosa de la línea media llamada sínfisis del pubis, la cual puedes ver resaltada en verde desde una perspectiva anterior. Como te había mencionado, esta articulación une ambos huesos púbicos formando la conexión anterior de los huesos coxales.
Justo por debajo de la sínfisis del pubis encontramos un pequeño arco conocido como el arco del pubis. Este arco está formado por las ramas inferiores del pubis y el isquion a cada lado, algo que en conjunto se conoce como las ramas isquiopubianas. El ángulo creado por el arco del pubis se conoce como el ángulo subpubiano. Este ángulo suele ser diferente entre la pelvis del sexo masculino y femenino. La pelvis masculina tiende a tener un ángulo menor de 70 grados, mientras que la pelvis femenina tiende a tenerlo mayor de 80 grados.
Continuemos con la estructura que ves resaltada, la espina púbica. Aquí vemos que se ubica en la porción anteromedial del cuerpo del pubis, justo lateral a la cara sinfisaria. La espina púbica es una continuación de la cresta pectínea y sirve como punto de inserción para el ligamento inguinal.
Muy bien, ahora echemos un vistazo a la cresta obturadora. La cresta obturadora del pubis se extiende desde la espina púbica, aquí, hasta el acetábulo, por acá. Esta proporciona el punto de origen para el ligamento pubofemoral. En el aspecto inferior de la rama superior del pubis, podemos encontrar el surco obturador. Es un poco más fácil de ver si miramos al hueso coxal desde una perspectiva lateral. El surco obturador se ubica justo por debajo de la cresta obturadora, como puedes ver aquí. También podemos identificar el surco obturador desde una perspectiva medial. Este surco profundo es un espacio para el paso del nervio y los vasos obturadores.
Inferior a la cresta obturadora y al surco obturador, encontramos al foramen obturador, que es esta gran abertura que puedes ver conformada por el pubis y el isquion. La mayor parte del foramen obturador está cubierta por una membrana de tejido conectivo llamada membrana obturatriz, mientras que entre la membrana y el hueso adyacente queda un espacio llamado canal obturador. El nervio y los vasos obturadores atraviesan este canal que comunica la cavidad pélvica y el compartimento medial del muslo.
Ahora que hemos mencionado todos los elementos óseos del pubis, es hora de continuar con el tercer y último componente del hueso coxal, el isquion. El isquion es la parte más posterior e inferior del hueso coxal. Se divide en dos partes principales, el cuerpo y la rama. El cuerpo del isquion es esta porción más grande de aquí, ubicada justo detrás del foramen obturador. Se proyecta superiormente y se une al ilion y a la rama superior del pubis.
La rama del isquion se encuentra aquí, por debajo del foramen obturador. Veamos con un poco más de detalle la rama del isquion. Aquí la podemos ver desde una perspectiva medial. Vemos que la rama del isquion se fusiona con la rama inferior del pubis. Este es el punto de encuentro entre el isquion y el pubis, lo que conocemos como la rama isquiopubiana.
La rama isquiopubiana forma el borde inferior del foramen obturador y sirve como punto de inserción para el músculo obturador interno y externo.
Continuando con la perspectiva posterior, podemos ver otra estructura clave del isquion, la espina ciática. La espina ciática es una prominencia ósea que se encuentra entre la incisura ciática mayor y menor. Sirve como punto de inserción para algunos músculos importantes, como el músculo coccígeo.
Hablemos un poco más de la incisura ciática mayor.
Esta incisura se encuentra entre la espina ilíaca posterior inferior, por aquí, y la espina ciática, por acá, la cual acabamos de mencionar. Cuando añadimos estos ligamentos, el sacroespinoso y el sacrotuberoso, esta incisura se convierte en lo que conocemos como el foramen ciático mayor.
Este es el foramen ciático mayor. Podemos ver al ligamento sacroespinoso aquí, anterior al ligamento sacrotuberoso. Varias estructuras relevantes pasan a través de este foramen, incluyendo al músculo piriforme y al nervio ciático.
Habíamos mencionado otra incisura antes, la incisura ciática menor. Esta incisura se encuentra entre la espina ciática, aquí, y la tuberosidad del isquion. De igual manera, cuando añadimos al ligamento sacroespinoso y sacrotuberoso, esta incisura se convierte lo que conocemos como el foramen ciático menor. Muchas estructuras importantes atraviesan este foramen, incluyendo al músculo obturador interno y su nervio, a los vasos pudendos internos y al nervio pudendo.
La última estructura de este hueso que mencionaremos es la tuberosidad del isquion. Esta proyección ósea rugosa puede encontrarse en el punto de encuentro entre el extremo inferior del cuerpo del isquion y la rama del isquion. Su función es soportar el peso del cuerpo cuando estamos sentados. ¿Puedes sentir tus tuberosidades del isquion contra la silla? Estás literalmente sentado sobre ellas.
Ahora que hemos terminado con los huesos coxales, continuemos con los huesos que forman el margen posterior y las vértebras vecinas.
El sacro es un grupo de cinco vértebras fusionadas en la base de la columna vertebral. Este forma el vínculo entre la columna y los huesos coxales y es importante en la transmisión de las fuerzas entres ambas estructuras. El sacro se articula con la quinta vértebra lumbar en la articulación lumbosacra y con los huesos coxales en las articulaciones sacroilíacas.
Veamos primero las articulaciones lumbosacras con esta perspectiva posterior, donde podemos ver los procesos articulares superiores y el cuerpo del sacro articulándose con los procesos articulares inferiores y el cuerpo de la quinta vértebra lumbar.
Esta articulación permite la flexión, extensión y ligera flexión lateral de la columna vertebral inferior. El cóccix está formado por cuatro vértebras fusionadas y puede encontrarse distal al sacro. Es la parte terminal de la columna vertebral. El vértice del sacro y la base del cóccix se articulan formando la articulación sacrococcígea. Esta articulación es una sínfisis, con sus caras articulares revestidas por cartílago hialino. Es ligeramente móvil y solo permite de forma limitada la flexión o extensión. El movimiento a nivel de esta articulación es vitalmente importante para aumentar el diámetro anteroposterior de la pelvis durante el parto.
Y con esto hemos terminado con los componentes óseos de la pelvis, ahora unamos todas las piezas y veamos la pelvis ósea en general.
La pelvis puede dividirse en dos segmentos: la pelvis mayor, o falsa; y la pelvis menor, o verdadera. La pelvis mayor se encuentra superior al estrecho superior de la pelvis, el cual veremos en un segundo, y está marcada por las alas del ilion lateralmente, por la cuarta y quinta vértebras lumbares y la base del sacro hacia posterior, y hacia anterior por la porción inferior de la pared abdominal anterior.
La pelvis mayor contiene los órganos abdominales inferiores y se comunica con la cavidad abdominal hacia superior. A veces se le conoce como pelvis falsa, ya que se encuentra sobre el estrecho superior de la pelvis y en realidad forma parte de la cavidad abdominopélvica. La pelvis menor se encuentra justo inferior a la pelvis mayor y está limitada anteriormente por la sínfisis del pubis, el cuerpo del pubis y la rama superior del pubis; lateralmente por partes del ilion e isquion; y posteriormente por el complejo sacrococcígeo.
La pelvis menor suele conocerse también como pelvis verdadera, ya que esta encierra la cavidad pélvica. La cavidad de la pelvis menor, que es la cavidad pélvica propiamente dicha, contiene partes de los órganos reproductores, la vejiga y el recto. Como te había mencionado, separando la pelvis mayor de la pelvis menor encontramos un plano oblicuo conocido como el estrecho superior de la pelvis. Este estrecho es una abertura superior de la pelvis y define el límite entre la cavidad abdominal y la pélvica. El estrecho superior de la pelvis se define posteriormente por el promontorio, las alas del sacro, y las líneas terminales en el coxal.
Cada línea terminal se compone de la línea arcuata, cresta pectínea y cresta del pubis. El estrecho inferior de la pelvis es la abertura inferior de la pelvis y marca el límite inferior de la cavidad pélvica. Está limitado posteriormente por el vértice del cóccix; lateralmente por el borde inferior del ligamento sacrotuberoso y la tuberosidad del isquion, y anteriormente por el arco pubiano.
¿Escuchas eso? Creo que es la ambulancia, debe estar cerca, pero antes de que llegue, te tengo un dato curioso sobre la pelvis. ¿Sabías que la pelvis masculina y femenina tienen varias diferencias estructurales? Las diferencias fundamentales en la pelvis de ambos sexos se basan en el tamaño, forma y grosor de la pelvis en general y en las proporciones de algunas porciones y reparos.
La pelvis femenina tiende a tener una pelvis mayor relativamente poco profunda, con un estrecho más amplio y circular. La pelvis menor es más amplia que la pelvis masculina típica debido a la mayor longitud de las ramas superiores del pubis. El ángulo subpubiano suele ser mayor y las espinas ciáticas son más cortas y redondeadas.
Las incisuras ciáticas suelen ser más amplias en las pelvis femeninas. El sacro y el cóccix femenino tienden a ser más cortos, anchos y curvos hacia posterior, con un promontorio menos pronunciado. Todas estas características proveen una mejor acomodación del feto en su paso por la cavidad pélvica durante el parto.
Por otro lado, la pelvis masculina es significativamente más pesada y gruesa que la femenina, y se caracteriza por tener un estrecho superior en forma de corazón, con un ángulo subpubiano más estrecho y espinas ciáticas proyectadas hacia medial. El sacro y el cóccix de la pelvis masculina tienden a ser largos y estrechos, con un promontorio más prominente en comparación con la cintura pélvica femenina.
Ten en cuenta que estas son solo características generales. Existen muchos tipos y clasificaciones para la pelvis, como la de Caldwell y Moloy, pero no profundizaremos en esto hoy. Sin embargo, es muy importante que sepas que durante el trabajo de parto los diámetros pélvicos se modifican significativamente, por lo cual el tipo o clasificación pélvica ya no se considera un factor concluyente para indicar cesárea.
¿Qué piensas? ¿Te sientes capaz de distinguir una pelvis masculina y femenina? ¡Creo que por fin ha llegado la ambulancia! Hablemos sobre las fracturas pélvicas en nuestra sección de correlaciones clínicas.
Las fracturas pélvicas pueden ocurrir tanto por lesiones de alto impacto como de bajo impacto y suelen ser poco comunes en los adultos. Sin embargo, en las personas mayores, pueden ocurrir fracturas pélvicas con caídas desde su misma altura, lo que aumenta su incidencia. Las fracturas pélvicas pueden presentarse con dolor e hinchazón y dependiendo de su ubicación y severidad de esta, también deformidad visible.
El diagnóstico de una fractura de cintura pélvica se realiza a menudo mediante rayos X, y en algunos casos, con tomografía computarizada o TAC. Las fracturas pélvicas pueden clasificarse como estables o inestables. En las fracturas estables, hay una sola fractura y típicamente se encuentra en el ala del ilion, sacro o ramas del pubis. Las fracturas inestables constan de dos o más fracturas en la cintura pélvica y a menudo presentan desplazamiento. Estas fracturas pueden provocar hemorragia interna y eventualmente un shock.
Dependiendo del grado de severidad, el tratamiento de las fracturas pélvicas puede incluir estabilización y fijación quirúrgica. El tratamiento no quirúrgico incluye reposo, ayudas técnicas para reducir el estrés sobre la cintura pélvica durante la marcha y medicamentos para manejar el dolor e inflamación.
Hemos llegado al final de nuestro tutorial sobre la anatomía de la pelvis. Repasemos rápidamente lo que aprendimos hoy.
Comenzamos con los huesos coxales y sus reparos óseos. Vimos que cada hueso coxal se compone de tres partes, que se fusionan hacia el final de la pubertad: el ilion, el isquion y el pubis. Examinamos cada hueso de forma individual comenzando con el ilion. Aprendimos que el ilion conforma la porción superior del acetábulo y que se ubica superior a la articulación coxofemoral. Exploramos los reparos óseos del ilion y su importancia para la cintura pélvica.
Después hablamos sobre el pubis. Este hueso forma el tercio anteroinferior del acetábulo y se articula con su contraparte en la sínfisis del pubis. También exploramos los reparos óseos y articulaciones de este hueso de la cintura pélvica.
Finalmente, examinamos el isquion, el último componente del hueso coxal. Este hueso puede encontrarse en el aspecto posteroinferior de la articulación coxofemoral, conformando el tercio posteroinferior del acetábulo. Revisamos sus reparos óseos asociados y sus funciones antes de continuar con el aspecto posterior de la pelvis.
Hablamos luego sobre los huesos de la columna vertebral que forman parte de la pelvis, el sacro y el cóccix, antes de continuar viendo a la pelvis esquelética como un todo. Aprendimos que el estrecho superior de la pelvis la separa en una pelvis mayor y una pelvis menor. La pelvis menor, o pelvis verdadera, contiene la cavidad pélvica, un espacio delimitado por los estrechos superior e inferior de la pelvis.
Continuamos viendo las diferencias entre la pelvis masculina y femenina e identificamos cómo pueden diferenciarse de acuerdo a su tamaño, forma y grosor, así como algunas diferencias proporcionales entre ciertas partes y reparos. Finalmente, hablamos un poco sobre la causa, diagnóstico y manejo de las fracturas pélvicas.
Y con esto terminamos el tutorial de hoy. Espero que hayas disfrutado aprender sobre la pelvis. ¡Hasta la próxima y feliz estudio!