Video: Huesos de la muñeca y la mano
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Como ya sabes, usas tus manos para una gran cantidad de actividades diferentes como escribir, cocinar y por supuesto, disecar. Espero que no las uses para las dos últimas actividades al mismo tiempo. ...
Leer másComo ya sabes, usas tus manos para una gran cantidad de actividades diferentes como escribir, cocinar y por supuesto, disecar. Espero que no las uses para las dos últimas actividades al mismo tiempo. Eso sería extraño, ¡no lo hagas! Si has revisado nuestra página, puedes estar ya familiarizado con los músculos, nervios y arterias involucradas en ayudarte a realizar cada una de estas acciones. Pero para este tutorial, iremos más profundo, de hecho, tan profundo como podamos.
Acompáñame mientras nos aventuramos más allá de todos los músculos, vasos y nervios, y exploramos los huesos de la muñeca y la mano.
Nuestra primera parada en este viaje a través de los 27 huesos de la mano será este grupo de ocho pequeños huesos proximales llamados, huesos del carpo, también conocidos como los huesos de la muñeca. A continuación nos moveremos un poco más distal y exploraremos los cinco huesos del metacarpo que ayudan a formar la mayor parte de la estructura de la palma de la mano. Esto nos llevará a nuestra última parada, las 14 falanges, que forman los dedos. Para hacer el aprendizaje de estos huesos más fácil, los dividiremos en los grupos proximal, medio y distal. Luego observaremos el espacio entre estos huesos para nombrar algunas articulaciones importantes. Al final del video, usaremos lo que hemos aprendido y lo aplicaremos a las correlaciones clínicas de los huesos de la muñeca y la mano.
Comenzaremos nuestro recorrido con los huesos de la muñeca: los huesos del carpo.
Para evitar confusiones, comencemos orientándonos. Aquí tenemos una perspectiva anterior o palmar de la mano. Eso significa que este lado, el lado del meñique, es medial y el lado del pulgar es lateral. También los puedes ver descritos como los aspectos ulnar y radial de la mano respectivamente. Ten esto en cuenta mientras continuamos. Lo último que quieres en este viaje es desorientarte.
Ahora que sabemos lo que estamos viendo, podemos profundizar en los huesos en sí. Como mencioné anteriormente, los huesos del carpo conforman un grupo de ocho huesos ubicados en el aspecto proximal de la mano. Este conjunto de huesos pequeños puede ser dividido en dos filas, una proximal y otra distal. Agruparlos de esta manera va a facilitar tu estudio.
Repasemos los huesos del carpo de la fila proximal, de lateral a medial.
El hueso más lateral de la fila proximal es el escafoides. Su nombre proviene del término en latín para bote, y tiene sentido porque si cierras un poco los ojos y giras la cabeza, podrás ver que tiene la forma de un pequeño bote. El hueso escafoides tiene un reparo óseo prominente, el tubérculo del escafoides, que se encuentra en el lado palmar del hueso. Este se puede sentir a la palpación. ¿Por qué no lo intentas? ¡palpa tu mano!
El escafoides es el hueso más grande de la fila proximal y se ubica debajo de esta región, conocida como la tabaquera anatómica, rodeado por varios huesos. Desde una vista palmar, está rodeado en el lado proximal por el radio, en el lado lateral distal por el hueso trapecio y en el lado medial distal por el hueso trapezoide. Superomedialmente se articula con el hueso semilunar e inferomedialmente con el hueso grande. Lo sé, son un montón de nombres nuevos, pero no te preocupes. Revisaremos todos estos en un momento.
Como ya lo identificamos, medial al escafoides se encuentra un hueso con forma de media luna, razón por la cual lleva el nombre semilunar. El hueso semilunar tiene una gran cara articular proximal que se relaciona con el radio y también un disco articular que se ubica en este espacio vacío aquí, entre la ulna y los huesos del carpo. Se ubica medial al hueso escafoides, superior al hueso grande y lateral al hueso piramidal. En algunos casos inclusive puede entrar en contacto con el hueso ganchoso en su ángulo inferomedial.
Medial al semilunar se encuentra el hueso piramidal. Este nombre se refiere a las tres esquinas que presenta, lo que le da una apariencia de pirámide. El hueso piramidal se ubica sobre el hueso ganchoso, que se encuentra en la fila distal de los huesos del carpo y su base se dirige lateralmente y se comunica con el hueso semilunar.
El cuarto y último hueso de la fila proximal de los huesos del carpo corresponde al hueso más medial, el pisiforme. Supongo que algunos anatomistas pensaron hace mucho tiempo que este pequeño hueso redondo parecía un chícharo, ya que la palabra pisiforme significa literalmente en forma de chícharo. El pisiforme es un hueso sesamoideo, esto significa que se forma dentro del tendón de un músculo, en este caso, del músculo flexor ulnar del carpo. La cara dorsal, o la parte posterior del pisiforme, presenta una cara articular que le permite articularse con la superficie ventral del piramidal. A pesar de ser el hueso más pequeño del carpo, el pisiforme es palpable en el lado medial de la cara palmar de la muñeca.
Ahora que eres todo un profesional en la fila proximal de los huesos del carpo, estamos listos para continuar con los cuatro huesos de la fila distal.
Volviendo al aspecto lateral de los huesos del carpo, primero encontramos al hueso trapecio ubicado entre el escafoides y el pulgar. Tiene forma de cuadrilátero, o sea de cuatro lados. Para recordar este hueso y su ubicación, puedes pensar que el pulgar está balanceándose en el trapecio como un trapecista. En el aspecto palmar del trapecio, existe un tubérculo palpable y en el lado medial transita un surco que sostiene al tendón del flexor radial del carpo.
El hueso trapecio limita medialmente con el hueso trapezoide y superiormente con el hueso escafoides. Inferolateralmente, su principal articulación es con el primer hueso metacarpiano a través de una carilla articular en forma de silla de montar. Inferomedialmente, algunas veces se articula también con el segundo hueso metacarpiano.
Luego está el hueso trapezoide, el cual es el más pequeño de la fila distal del carpo. Este se llama así por su forma trapezoidal. El hueso trapezoide puede parecer muy pequeño en comparación a los otros huesos desde la cara palmar, sin embargo, es más grande en su cara dorsal. Se comunica por medio de su cara proximal con el hueso escafoides, lateralmente con el trapecio, medialmente con el hueso grande y su cara distal le permite articularse con el segundo hueso metacarpiano.
Puede ser muy fácil confundir el hueso trapecio con el trapezoide ya que sus nombres son parecidos y están ubicados uno al lado del otro.
Medial al hueso trapezoide y justo en el centro de la articulación radiocarpiana se encuentra el más voluminoso de los huesos del carpo, el hueso grande. Este se encuentra rodeado proximalmente por el hueso semilunar, distalmente por el tercer metacarpiano, lateralmente por el trapezoide y medialmente por el ganchoso.
El octavo y último hueso del carpo es el hueso ganchoso. Tiene forma de cuña y además de ser el más distal y medial de los huesos del carpo, puedes identificarlo por su característica principal, el gancho del ganchoso.
El gancho del ganchoso también es palpable bajo la piel. Esta estructura es importante porque está asociada a un músculo, el flexor corto del meñique, así como al ligamento pisiganchoso. El hueso ganchoso está rodeado desde una dirección proximal lateral por el hueso semilunar y en dirección proximal medial por el hueso piramidal. Lateralmente, se comunica con el hueso grande y distalmente se articula con el cuarto y quinto hueso metacarpiano.
No lo olvides, todos los huesos del carpo pueden ser vistos también desde una perspectiva posterior. Si recuerdas su orden desde una perspectiva anterior, entonces lo único que tienes que hacer es darle la vuelta y listo. Ve si puedes resolverlo antes de que revele las respuestas.
¿Cómo lo hiciste? Tengo certeza de que te fue bien. Recordar los ocho huesos del carpo es un poco difícil. Afortunadamente, puedes usar una simple mnemotécnica para ayudarte a recordar los nombres y su orden. La mnemotécnica es Esa (escafoides), señora (semilunar), pide (piramidal), pizza (pisiforme), traigan (trapecio), traigan (trapezoide), huele grandioso (grande y ganchoso). Tener en mente esta simple oración te ayudará a no olvidar los nombres de los ocho huesos del carpo.
Continuando distal a los huesos del carpo, llegamos al siguiente grupo de cinco huesos llamados los huesos del metacarpo. Afortunadamente, no tienes que aprender latín, ya que estos se encuentran enumerados del uno al cinco, siendo el primer metacarpiano aquel que se encuentra más lateral, o sea en el lado del pulgar. Estos huesos largos forman la mayor parte de tu mano, ya que se extienden desde la muñeca hasta los dedos. A los anatomistas les gusta referirse a esta región como la mano propiamente dicha.
Los huesos del metacarpo en sí tienen pocos reparos óseos pero es importante mencionarlos. La primera característica es la base de los huesos del metacarpo, que se encuentra en el extremo más proximal de cada uno de ellos. Esta es la porción más variable de este grupo de huesos, lo que significa que la base de cada hueso metacarpiano es diferente de las otras. Más adelante veremos que este reparo óseo juega un papel importante en la articulación con los huesos del carpo.
Extendiéndose distalmente desde la base está el cuerpo o diáfisis de los huesos del metacarpo. Esta es la porción larga y delgada del metacarpo que da su apariencia característica de hueso largo. Su cara palmar tiende a ser cóncava longitudinalmente.
El tercer y último reparo anatómico que veremos es la cabeza de los huesos del metacarpo. Ubicada en el extremo más distal del hueso, esta es responsable de articularse con los dedos, formando una importante articulación que veremos a continuación. La forma de las cabezas de los metacarpianos producen las prominencias en la cara dorsal de la mano conocidas como nudillos.
Ahora hablemos un poco más sobre cada uno de los huesos del metacarpo.
El primer hueso metacarpiano es el más lateral, más grueso y más corto. Está ubicado en la raíz del pulgar. Su eje largo se encuentra rotado medialmente en comparación a los otros metacarpianos, lo que es mejor apreciado en esta imagen. La cabeza de este hueso es más plana que la de los otros metacarpianos y en su base presenta una cara articular en forma de silla de montar que se articula con el trapecio.
El segundo hueso metacarpiano está ubicado en la base del dedo índice. Tiene la base más grande y el cuerpo más largo. Su base muestra varias áreas para las articulaciones con los huesos adyacentes. Existe un surco en el plano coronal por medio del cual se articula con el hueso trapezoide. Medial a este surco hay una cresta para la articulación con el hueso grande mientras que lateralmente existe una cara cuadrangular para la articulación con el hueso trapecio. También hay una carilla articular alargada en su cara medial para la articulación con el tercer metacarpiano.
El tercer hueso metacarpiano está ubicado en la base del tercer dedo. Se diferencia de los otros por un proceso estiloides que se proyecta proximalmente desde el borde lateral dorsal de su base, como puedes ver aquí en la vista posterior. Este proceso participa en la articulación con el hueso grande. La cara lateral de la base se articula con el segundo metacarpiano mientras que la cara medial se articula con el cuarto metacarpiano por medio de dos caras articulares ovales.
El cuarto hueso metacarpiano está ubicado en la base del cuarto dedo o anular. Muestra algunas características específicas en su base. Tiene dos carillas ovaladas en la cara lateral por medio de las cuales se articula con la base del tercer metacarpiano. Presenta una carilla única alargada en la cara medial para la articulación con la base del quinto metacarpiano, y finalmente, la base también tiene una cara proximal la cual es de forma cuadrangular y sirve para la articulación con el hueso ganchoso.
El último hueso del carpo, el quinto hueso metacarpiano, es el más pequeño y más medial de los cinco. Está ubicado en la base del quinto dedo o meñique. En esta perspectiva posterior, podemos ver que la base difiere ligeramente de los otros metacarpianos, ya que su porción lateral no es articular y en su lugar presenta un tubérculo para la inserción del músculo extensor ulnar del carpo.
Hemos terminado con los huesos del metacarpo.
Continuemos con el último grupo de huesos encontrados en la mano, las falanges. Estos 14 huesos son los que le dan estructura a los dedos, y a pesar de su pequeño tamaño, son considerados técnicamente como huesos largos, ya que cada uno contiene una base proximal, un cuerpo y una cabeza distal, pero veremos más de eso en un momento.
Para hacer el aprendizaje de estos un poco más fácil, podemos dividirlos en tres grupos. Ubicados más proximalmente están las falanges proximales. Como puedes ver, son cinco, una para cada dedo. Estas son las más grandes y largas de todas las falanges. La falange proximal del pulgar es la excepción, ya que es más corta y robusta comparada con el resto.
Si continuamos un poco más hacia abajo, los próximos huesos que encontramos son las falanges medias. Nota como son solo cuatro de estas, ya que en el pulgar falta este hueso. Finalmente, nuestro viaje termina en la punta de los dedos con las falanges distales. Aquí, el pulgar se une nuevamente al grupo, así que los cinco dedos contienen una falange distal. Estas son las más pequeñas y cortas de las falanges.
Parecido a lo que vimos en los huesos del metacarpo, cada falange proximal, media y distal también tiene una base en su extremo proximal. Inmediatamente distal a este vemos que la base se estrecha en el cuerpo o diáfisis, aunque notarás que el cuerpo de las falanges es más corto que el que vimos en los metacarpianos. Por último, ubicado más distalmente, al final de cada falange está la cabeza de la falange. En el caso de las falanges distales, esto también es conocido como yema de los dedos o tuberosidad de la falange distal.
Podemos identificar cada falange individualmente de acuerdo al número de cada dedo. Las falanges del pulgar son las primeras, las del dedo índice las segundas, las del dedo medio las terceras, las del dedo anular corresponden a las cuartas y finalmente las del dedo meñique las quintas. Por ejemplo, si queremos hablar sobre la falange proximal del dedo índice, decimos que es la segunda falange proximal.
¡Perfecto! Ahora que hemos identificado cada hueso de la mano y algunas de sus características óseas, identifiquemos algunas articulaciones importantes que encontramos entre estos huesos.
La primera articulación que veremos es la articulación radiocarpiana. Aunque probablemente puedas adivinar qué huesos forman esta articulación según su nombre, acerquemos un poco la imagen y observemos con más detalle. Ahora podemos ver con claridad que esta articulación está formada por el extremo distal del radio con los huesos carpianos, específicamente, el escafoides y el semilunar. Esta articulación permite la abducción y aducción de la muñeca, también conocidas como desviación radial o ulnar respectivamente. También permite la flexión y extensión de la muñeca.
Existen varias articulaciones pequeñas formadas entre los huesos del carpo, estas son llamadas en conjunto las articulaciones intercarpianas. La más importante de estas es la articulación mediocarpiana. Como el nombre sugiere, esta se encuentra exactamente en el medio de los huesos del carpo, entre la fila proximal y la distal que vimos anteriormente. También presenta los movimientos de flexión, extensión, aducción y abducción que vimos antes en la articulación radiocarpiana.
Cada una de las cinco bases de los metacarpianos se articulan con los huesos del carpo para formar cinco articulaciones carpometacarpianas individuales. Como los huesos del metacarpo, estas articulaciones son simplemente enumeradas del uno al cinco, con la primera articulación carpometacarpiana encontrada lateralmente en el lado del pulgar. Junto con las otras dos articulaciones que vimos hasta ahora, estas permiten la flexión y extensión de la muñeca.
Permíteme darte un poco más de información sobre la primera articulación carpometacarpiana, la del pulgar, que es la más especializada y flexible de este grupo de articulaciones. Es una articulación sinovial en silla de montar entre el trapecio y la base del primer hueso metacarpiano. Es multiaxial, ya que permite movimientos en tres ejes diferentes; flexión y extensión, abducción y aducción, así como rotación axial. Cuando la flexión, abducción y rotación axial se combinan, producen un movimiento complejo denominado oposición. La oposición del pulgar es un movimiento donde la punta del pulgar entra en contacto con la punta de cualquier otro dedo. Gracias a esta articulación, puedes escribir o agarrar cosas.
Continuando distalmente encontramos el siguiente grupo de articulaciones llamadas articulaciones metacarpofalángicas. Como puedes ver están formadas por las cabezas de los huesos metacarpianos y las bases de las falanges proximales. Esta articulación te permite flexionar y extender los dedos si estás diciendo adiós a tus amigos después de una larga sesión de estudio.
Las últimas articulaciones las encontramos en los dedos. Estas son las articulaciones interfalángicas, las cuales se encuentran entre las falanges proximales, medias y distales. Específicamente, entre las falanges proximales y medias encontramos las articulaciones interfalángicas proximales, mientras que entre las falanges medias y distales encontramos las articulaciones interfalángicas distales. El pulgar, por su parte, solo tiene una articulación interfalángica ya que solo tiene dos falanges. En conjunto, estas articulaciones le permiten a tus dedos flexionarse y extenderse, como si estuvieras cerrando y soltando el puño.
Está bien, con los huesos y articulaciones de la mano ya revisadas, estamos listos para continuar y ver algo de correlaciones clínicas.
A pesar de que cada hueso que aprendimos hoy puede presentar una lesión, iremos hacia el primer hueso que revisamos, el escafoides. Discutiremos específicamente las consideraciones clínicas de su fractura.
El escafoides es el hueso más vulnerable durante lo que denominamos las lesiones que ocurren al caer sobre la mano extendida. Que veremos en la imagen a continuación. Al extender su mano para detener la caída, dirigirá toda la fuerza de su peso corporal directamente sobre su muñeca, específicamente, sobre su hueso escafoides. ¡Ay!
Los síntomas más comunes de la fractura del escafoides son dolor, edema y hematomas en la región de la muñeca y el pulgar. Esto la hace un poco difícil de diagnosticar inicialmente, ya que no es fácil distinguir una fractura del escafoides de un esguince grave de muñeca. Si el médico sospecha una fractura de escafoides, podrá solicitar una radiografía para confirmar el diagnóstico. ¿Puedes usar tu intelecto anatómico para identificar la fractura del hueso escafoides? Recuerda que el escafoides pertenece a la fila proximal de los huesos del carpo y se ubica lateralmente. Si consigues señalar la fractura del hueso escafoides, aquí, entonces ¡buen trabajo! Estás en camino de convertirte en un radiólogo exitoso.
El tratamiento de una fractura del hueso escafoides depende de qué tan severa sea la lesión. La mayoría de fracturas leves pueden ser tratadas inmovilizando la muñeca. Las fracturas más severas pueden necesitar una intervención quirúrgica con el uso de clavos o tornillos. Reparar la fractura de manera oportuna es fundamental. Esto es porque también puede causar daño a las pequeñas arterias que lo irrigan. Si la irrigación está comprometida, puede llevar a una necrosis avascular. Esto causa una gran cantidad de problemas que seguramente querrás evitar.
Y con esa correlación clínica ¡hemos terminado! Adelante, adelante, quiero ver unos aplausos. Has superado el tutorial de los huesos de la mano.
Antes de terminar el día, tomémonos un minuto para repasar lo que aprendimos hoy.
Comenzamos identificando los huesos del carpo. Recuerda que este grupo de huesos cortos está separado en filas: proximal y distal. Luego, miramos los cinco huesos del metacarpo, que son los huesos largos que se ubican en la palma de la mano. Recuerda que estos huesos no tienen nombres raros derivados del latín como los huesos del carpo, estos simplemente son enumerados del uno al cinco, de lateral a medial.
Al estudiar estos huesos, aprendimos que tienen una base ubicada más proximalmente, que se estrechan y alargan hacia el cuerpo y terminan distalmente con la cabeza. Luego nos movemos hacia los huesos de los dedos llamados falanges. Vimos que son 14 en total incluyendo cinco falanges proximales, e inmediatamente distal a las falanges proximales están las cuatro falanges medias correspondientes. Recuerda que el primer dedo o pulgar, no tiene falange media. Finalmente, llegamos a las puntas de los dedos, donde se encuentran las cinco falanges distales.
Después de aprender sobre los huesos propiamente dichos, estudiamos las articulaciones que pueden ser encontradas entre estos, comenzando con la articulación radiocarpiana, la cual se encuentra entre el extremo distal del radio y el hueso escafoides y semilunar. Luego, nos desplazamos un poco hacia distal hasta la articulación mediocarpiana, que se encuentra entre la fila proximal y distal de los huesos del carpo.
La articulación carpometacarpiana fue la siguiente, que es la articulación formada por la fila distal de los huesos del carpo con las bases de los cinco metacarpianos. Por otro lado, las cabezas de los metacarpianos se articulan con las falanges proximales para formar las articulaciones metacarpofalángicas.
Finalmente, entre todas las falanges individuales, estudiamos las articulaciones interfalángicas, que dividimos en: articulaciones interfalángicas proximales, entre las falanges proximal y medial; y articulaciones interfalángicas distales, que se encuentran entre las falanges medias y distales. Recuerda que como el primer dedo tiene únicamente dos falanges, solo tiene una articulación interfalángica.
Por último, revisamos las correlaciones clínicas de la fractura del escafoides. Estas incluyen el mecanismo de las lesiones que ocurren al caer sobre la mano extendida siendo los síntomas principales el dolor y edema. Identificamos cómo se ve esta lesión en una radiografía y discutimos la inmovilización y cirugía como posibles tratamientos para ayudar a sanar la fractura y prevenir la necrosis avascular.
¡Y ahí lo tienes! Esperamos que hayas disfrutado el recorrido a través de los huesos de la mano. ¡Feliz estudio y hasta la próxima!