Video: Húmero y escápula
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Si hay algo que genera drama en una película de acción o en una serie médica de televisión es alguien con un hombro luxado. En televisión, los hombros luxados se tratan de dos posibles maneras: una, ...
Leer másSi hay algo que genera drama en una película de acción o en una serie médica de televisión es alguien con un hombro luxado. En televisión, los hombros luxados se tratan de dos posibles maneras: una, un temerario héroe de acción que obviamente es demasiado bueno, demasiado hombre de acción como para sentir dolor, simplemente se devuelve el hombro a su posición con un fuerte y característico crujido. O dos, un valiente médico que toma el brazo de su paciente y lo coloca dramáticamente en su lugar, una vez más con el característico crujido para añadir el efecto dramático.
Por suerte, en la vida real las luxaciones de hombro, aunque son dolorosas, no contienen siempre tan altas dosis de drama y tortura. En las condiciones adecuadas una luxación puede ser reparada o reducida, como se dice en términos médicos, con un mínimo esfuerzo, así.
¿Te interesa saber más? Espero que sí, porque en este tutorial aprenderemos todo sobre esto al explorar los bellos huesos húmero y escápula.
En este tutorial, estudiaremos y estudiaremos los dos huesos más importantes de la articulación del hombro, los cuales son por supuesto, el húmero -el hueso largo del brazo, y la escápula, la cual probablemente tú y yo llamamos comúnmente omóplato. En esta ilustración también puedes encontrar este hueso, llamado clavícula, pero sobre la clavícula hablaremos en otro tutorial.
Revisaremos en detalle la forma en que el húmero y la escápula se articulan para formar la articulación glenohumeral, comúnmente conocida como articulación del hombro.
La articulación del hombro es una de las más flexibles y móviles del cuerpo y es capaz de realizar un amplio rango de movimientos especializados. La alta movilidad que posee no carece de consecuencias, ya que es también una de las más inestables del cuerpo y puede luxarse con relativa facilidad, pero hablaremos más sobre esto después. Primero conozcamos los huesos que forman parte de esta articulación, comenzando con el húmero.
En esta imagen podemos observar una vista anterior del húmero. La primera estructura que puedes ver es la cabeza del húmero, la cual tiene forma del segmento de una esfera. Puedes notar que está dispuesta en un ángulo con respecto al cuerpo del húmero, lo que le permite articularse con la estructura visible aquí, que se denomina cavidad glenoidea de la escápula.
Un poco hacia lateral de la cabeza del húmero, puedes ver esta prominencia que se conoce como tubérculo mayor del húmero, y por medial, encontrarás otra saliente llamada tubérculo menor. Como puedes ver aquí cada tubérculo se continúa distalmente con una saliente bien definida conocida como cresta. La cresta que continúa al tubérculo mayor se denomina cresta del tubérculo mayor y la que continúa al tubérculo menor se llama, adivinaste, cresta del tubérculo menor.
Ahora bien, entre las dos crestas mencionadas anteriormente, encontrarás una depresión alargada conocida como surco intertubercular del húmero, también conocido como corredera bicipital. Este último nombre se debe a que es aquí donde encontrarás la parte proximal del tendón de la cabeza larga del músculo bíceps braquial en su camino hacia la porción muscular que se encuentra en el brazo.
Un último tema que mencionar respecto del extremo distal del húmero: son sus cuellos.
Sí, escuchaste bien, dije cuellos, cuando pensábamos que las cosas ya eran suficientemente complicadas. El húmero tiene no uno, sino dos cuellos que debemos examinar. El primero está aquí y es el que conocemos como cuello anatómico del húmero. El cuello anatómico del húmero está ubicado alrededor de la circunferencia de la cabeza del húmero justo proximal a ambos tubérculos. El segundo cuello del húmero es el cuello quirúrgico que puedes ver aquí resaltado en verde. Está ubicado hacia distal de los tubérculos y se llama así ya que es un área muy propensa a fracturas, las cuales, ya adivinaste, requieren cirugía para su tratamiento.
Y ahora continuamos hacia distal a lo largo de la parte central del húmero que es conocida como el cuerpo o diáfisis del hueso. Desde una vista anterior, podemos dividir la superficie del cuerpo en una cara anteromedial y una cara anterolateral si seguimos el borde anterior, el cual va desde la cresta del tubérculo mayor hasta el extremo distal del húmero.
Ahora necesito que pongas atención en la superficie lateral donde encontraremos otra prominencia de apariencia rugosa. Esta se conoce como la tuberosidad deltoidea. Como el nombre sugiere, es el punto de inserción distal de uno de tus músculos. Sí, ese músculo en tu hombro que es conocido como deltoides.
Ahora, si te diriges hacia distal, encontrarás un par de fosas o depresiones en la cara anterior del extremo distal. Una de ellas es conocida como la fosa radial, ubicada lateralmente, y la segunda es conocida como fosa coronoidea. Fieles a sus nombres, estas fosas reciben a la cabeza del radio y al proceso coronoides de la ulna, durante la flexión.
Exactamente hacia distal de estas dos fosas hay dos reparos óseos importantes. El primero es este de aquí, conocido como capítulo del húmero, el cual se articula con la cabeza del radio. Hacia medial del capítulo encontrarás otra estructura conocida como la tróclea del húmero, la que se articulará con la ulna. Un dato que puede ayudarte a conectar los puntos aquí es saber que la palabra tróclea deriva de un término en latín que significa polea. Si te fijas en la forma que tiene esta estructura, entenderás cómo obtuvo su nombre.
A lo largo del borde medial en el extremo distal, verás una prominencia que se conoce como el epicóndilo medial del húmero, el cual da inserción a numerosos músculos anteriores del antebrazo. Proximal al epicóndilo medial y continuando el borde medial que hemos identificado antes, se ubica la cresta supracondílea medial.
Al lado opuesto tenemos una expansión similar pero más pequeña conocida como epicóndilo lateral del húmero, el cual al igual que su contraparte medial da inserción a algunos de los músculos del antebrazo del grupo posterior. Y al examinar esta región, notaremos que se continúa proximalmente con la estructura denominada cresta supracondílea lateral, la cual es continua con el borde lateral del cuerpo del húmero.
Ahora vamos a girar hacia la cara posterior del húmero donde todavía podremos ver la clavícula y también la escápula. Concentrándonos específicamente en el húmero, la primera estructura que podemos ver también fue identificada en la vista anterior, y es la cabeza del húmero que aun podemos ver aquí. Y recuerda, alrededor del perímetro de la cabeza, podemos observar el cuello anatómico del húmero.
Al movernos un poco hacia lateral, podremos ver el tubérculo mayor que también fue identificado en la vista anterior. Recuerda que hacia distal se encuentra una región que conocimos como el cuello quirúrgico del húmero. A tu derecha está el borde lateral del húmero, y a la izquierda el borde medial. Obviamente, la superficie entre ambos bordes es conocida como la cara posterior del húmero.
A lo largo de la cara posterior, existe un reparo anatómico de interés que debemos mencionar. Este surco que se curva hacia lateral y distal alrededor del borde lateral, es llamado surco para el nervio radial. Puede que lo hayas oído nombrar como el canal de torsión. Por supuesto, el nombre principal nos indica además una de las estructuras que lo recorre: el nervio radial.
En nuestro trayecto hacia el extremo distal del húmero, me gustaría mostrarte de nuevo y muy rápido el epicóndilo medial y la cresta supracondílea, así como el epicóndilo y cresta supracondílea lateral. Algo importante para tener en cuenta en este epicóndilo es esta depresión llamada surco para el nervio ulnar… y estoy seguro de que puedes adivinar qué nervio pasa por aquí!
Y si continuamos hacia lateral, podemos ver nuevamente la tróclea humeral la cual como dijimos se articula con la ulna. Justo sobre la tróclea podrás ver una fosa muy marcada, conocida como la fosa olecraniana, la cual, fiel a su nombre, recibe al olécranon de la ulna durante la flexión del codo.
Y con esto hemos abordado las principales, porciones, superficies y reparos óseos del húmero. Es tiempo de continuar hacia el segundo hueso de este tutorial: la escápula.
La escápula es este hueso triangular plano que podemos ver aquí resaltado en verde. Como mencionamos anteriormente, a veces es comúnmente conocida como omóplato y es fácilmente palpable en la superficie del torso gracias a sus agudos bordes y a su espina. Pero antes de que entremos de lleno a estudiar sus detalles, hablemos primero de los bordes y ángulos que puedes encontrar aquí.
Comenzaremos definiendo los ángulos y como este hueso es triangular, en la escápula tenemos tres. Los dos primeros están ubicados por medial, aquí tenemos el ángulo inferior y acá el ángulo superior, que también es denominado ángulo medial de la escápula. A lo largo del margen lateral del hueso, podemos ver que el tercer ángulo es menos definido en comparación con los otros dos, pero aun así le llamamos ángulo lateral de la escápula, o tal vez como es más conocido, proceso glenoideo.
Habiendo definido dónde están los ángulos, podemos hablar ahora de los bordes, y una vez más, existen tres de ellos. El borde medial, que es el más largo, puede ser visto aquí. Se extiende desde el ángulo superior hasta el ángulo inferior. El segundo borde que necesitamos conocer es el lateral, el cual se extiende desde el margen inferior de la cavidad glenoidea hasta el ángulo inferior.
Y el último borde es el superior. Es el más corto y delgado de los tres, y se extiende desde el ángulo superior hasta este adelgazamiento que precede a la cavidad glenoidea que recibe el nombre de cuello de la escápula.
Es momento ahora de conversar acerca de los reparos anatómicos de la escápula desde una vista anterior. Como puedes ver en esta ilustración, la cara anterior está casi completamente cubierta por una gran concavidad denominada fosa subescapular. La mayor parte de la fosa subescapular da origen al músculo subescapular que luego termina insertándose en el húmero. Esta cara anterior de la escápula también es conocida como cara costal, dado que se apoya en casi toda su superficie sobre las costillas adyacentes formando lo que se conoce como la articulación escapulotorácica. Esta es conocida como una sinsarcosis, o unión por medio de músculos, en contraparte con una articulación verdadera, ya que no existe contacto óseo aquí.
Nuestro último punto de interés en la cara anterior de la escápula es esta peculiar estructura que se extiende anterolateralmente desde el borde superior. Es conocida como proceso coracoides de la escápula. El término coracoides proviene del griego y significa “con forma de pico de cuervo”, y probablemente ya comprendes por qué obtuvo este nombre. Este reparo óseo es un importante sitio de inserción de músculos como la cabeza corta del bíceps braquial, pectoral menor y coracobraquial.
Ahora nos concentraremos en la cara posterior de la escápula y nuevamente podremos ver interesantes estructuras como esta que es la más obvia, y que se denomina espina de la escápula. Esta estructura divide la cara posterior de la escápula en dos fosas convexas, que son la fosa supraespinosa, lo cual significa sobre la espina; y la fosa infraespinosa, término que nos sugiere que esta se encuentra bajo la espina. Podemos ver claramente que la fosa infraespinosa es mucho más amplia que la fosa supraespinosa. Ambas superficies proporcionan inserción a dos músculos del grupo del manguito de los rotadores: el supraespinoso y el infraespinoso… pero probablemente no tendrás problema recordando eso.
Un aspecto interesante y que muchos estudiantes pasan por alto es cuán delgada es la escápula en algunas partes. Tan delgada que puede llegar a ser translúcida, es decir, es lo suficientemente fina como para dejar pasar la luz a través de ella. Para poder apreciar esto observa esta sección transversal del tórax y miembro superior. Si miras con atención, podrás ver los bordes medial y lateral de la escápula aquí, y la delgada región intermedia acá, ubicada entre los músculos subescapular e infraespinoso.
Recorriendo la espina de la escápula descubrirás que comienza por medial en una base triangular que se levanta gradualmente hacia lateral para terminar en una saliente ósea voluminosa y aplanada. Este es el famoso acromion, que podemos ver resaltado en verde. El acromion posee en su extremo una superficie que se articula con el extremo acromial de la clavícula, y esto es lo que conocemos como articulación acromioclavicular. Esta articulación pequeña en tamaño es en realidad extremadamente importante para la posición de la escápula y el hombro como un todo.
Con esto en mente, nos moveremos ahora a esta estructura ubicada debajo del acromion que es por supuesto la cavidad o fosa glenoidea, una importante superficie ubicada en el extremo distal del proceso glenoideo. La cavidad glenoidea se articula directamente con la cabeza del húmero como puedes ver en esta imagen, para formar la articulación glenohumeral que todos conocemos comúnmente como… sí, la articulación del hombro.
La articulación glenohumeral se clasifica como una articulación esferoidea, ya que la cabeza del húmero es un segmento casi perfecto de esfera. Como puede que ya hayas notado, la cavidad glenoidea es relativamente plana y pequeña, y por lo mismo, se requieren otras estructuras para ayudar a mantener al húmero en su lugar. Este soporte es proporcionado en gran medida por un grupo muscular conocido como los músculos del manguito rotador.
Antes de terminar con el proceso glenoideo, existen dos reparos óseos que vale la pena mencionar. El primero es el que podemos ver aquí ubicado sobre la cavidad glenoidea, conocido como tubérculo supraglenoideo. Este proporciona el punto de origen o inserción proximal para la cabeza larga del músculo bíceps braquial. Bajo la cavidad glenoidea encontrarás otro tubérculo, conocido como tubérculo infraglenoideo, que da la inserción proximal a la cabeza larga del músculo tríceps braquial.
Y para completar nuestro estudio de la escápula, quisiera compartir algunos datos interesantes acerca de la posición de la escápula en la pared torácica. El primero es que la base de la espina de la escápula está al mismo nivel de la tercera o cuarta vértebra torácica. El segundo dato es que el ángulo inferior de la escápula está ubicado entre la séptima y octava costillas. El tercer tip es que cuando tu miembro superior está en posición de abducción, el borde medial de la escápula debería ser paralelo a la línea recta que forman los procesos espinosos de tu columna.
Con esto hemos cubierto todo lo que necesitas saber sobre la escápula. Pero antes que nos vayamos de lleno a los detalles de las luxaciones (estoy seguro de que quieres llegar ahí) echemos un rápido vistazo a los ligamentos de esta región. Son sencillos de aprender por suerte, ya que su nombre nos dirá dónde se encuentran.
Comencemos con este ligamento de aquí llamado ligamento coracoclavicular, el cual como su nombre sugiere, se extiende entre el proceso coracoides de la escápula y la clavícula. Está compuesto en realidad por dos ligamentos. El más medial se denomina ligamento conoideo, el cual se origina del ángulo del proceso coracoides; y el lateral es el ligamento trapezoide, el cual se origina desde el borde del proceso coracoides. La función principal de estos ligamentos es mantener en posición el extremo acromial de la clavícula para evitar la luxación de la articulación acromioclavicular.
Luego tenemos el ligamento coracoacromial, el cual como podrás haber adivinado, se extiende entre el proceso coracoides hasta el acromion. Este ligamento constituye lo que llamamos también arco coracoacromial, debajo del cual encontrarás las bursas subacromial y subdeltoidea.
El último grupo de ligamentos que quisiera mencionar hoy son los que rodean la articulación del hombro, llamados glenohumerales, antiguamente denominados colectivamente ligamento de Flood.
Existen tres ligamentos en este grupo que son los ligamentos glenohumerales superior, medio e inferior. Estos tres generalmente trabajan como un refuerzo de la cápsula de la articulación glenohumeral pero además cada uno de ellos tiene un rol específico en la estabilización de la cabeza humeral dependiendo de la posición y grado de rotación del brazo.
¡Eso es todo! Si puedes recordar lo que aprendimos hoy de seguro serás un as en la anatomía del húmero y la escápula. Para terminar por hoy, enfoquémonos en la clínica y volvamos al esperado tema de las luxaciones de hombro.
Pero, y esto es importante, si alguna vez te encuentras en esta situación, no intentes reducir tu propia luxación, no importa lo fuerte que creas ser ¿de acuerdo? Bien. Como ya aprendimos, el tratamiento de la luxación de hombro se denomina reducción. Y como es una lesión bastante común, se han desarrollado varias técnicas a lo largo de los años para llevar a cabo esta reducción.
Algo que muchas de estas técnicas tienen en común, es que causan dolor. Y debido a esto, la mayoría de los pacientes que se someten a una reducción de hombro requieren ayuda en el manejo del dolor durante el procedimiento. Afortunadamente, el dolor no siempre es parte del proceso, ya que existe un método considerado poco doloroso llamado método de Cunningham, una de las técnicas más recientemente desarrolladas para la reducción de hombro.
El método de Cunningham está particularmente recomendado para luxaciones anteriores de la articulación del hombro, lo cual significa que la cabeza del húmero se ha desplazado hacia adelante de la cavidad glenoidea. El método no se basa en traccionar, retorcer o sacudir sino en el masaje del trapecio, deltoides y bíceps braquial con especial énfasis en el músculo bíceps mientras el hombro se encuentra en aducción. Cuando el bíceps braquial está completamente relajado, se le pide al paciente encoger sus hombros lo cual hace que la cabeza del húmero se deslice de vuelta a posición. Por supuesto este método no siempre funciona, ya que requiere aducción del hombro, posición que no siempre es posible en este estado y también relajación por parte de la persona afectada ¡y es comprensible no estarlo en esta situación!
Y bien, nuestro tutorial está llegando a su fin, pero antes de terminar, me gustaría que hiciéramos un breve resumen de las estructuras que mencionamos en este tutorial. Comenzamos con el extremo proximal del húmero, en el que estudiamos la cabeza y los tubérculos mayor y menor, los cuales están separados por el surco intertubercular. También aquí descubrimos no uno sino dos cuellos en el húmero: el cuello anatómico ubicado alrededor de la circunferencia de la cabeza humeral y el cuello quirúrgico, ubicado hacia distal de los tubérculos en esta parte del hueso.
En la parte lateral del cuerpo del húmero, pudimos identificar esta prominencia llamada tuberosidad deltoidea y hacia distal definimos numerosos reparos óseos entre los cuales tenemos los epicóndilos lateral y medial, así como también las crestas supracondíleas lateral y medial. Entre los epicóndilos pudimos ver dos fosas llamadas radial y coronoidea. El extremo distal del húmero articula con el radio y la ulna mediante estas dos estructuras óseas: el capítulo y la tróclea. Luego nos concentramos en la cara posterior del húmero donde identificamos algunos puntos de interés adicionales como el surco para el nervio radial y la fosa olecraneana, con lo cual finalizamos el estudio de este hueso.
Con respecto a la escápula, primero identificamos los tres ángulos y tres bordes de este hueso triangular, denominados ángulo inferior, el que se muestra aquí, el ángulo medial (o superior) y el ángulo lateral que también se denomina proceso glenoideo. En una vista anterior de la escápula pudimos ver la fosa subescapular, cubriendo casi toda esta cara del hueso. Después, examinamos esta saliente ósea llamada proceso coracoides que se ubica justo por lateral a este reparo llamado incisura escapular.
En el aspecto posterior de la escápula, nuestro principal punto de referencia es esta estructura de acá llamada espina de la escápula, la cual divide la cara posterior de este hueso en una fosa supraespinosa y una fosa infraespinosa. En el extremo de la espina escapular encontramos un reparo óseo aplanado llamado acromion que se proyecta anterolateralmente para unirse a la clavícula en la articulación acromioclavicular. Y nuestra última región de interés fue esta superficie articular llamada cavidad glenoidea que recibe a la cabeza del húmero.
Y antes de terminar nuestro estudio de estos dos huesos, revisamos brevemente algunos de los principales ligamentos ubicados aquí, dentro de los cuales están el ligamento coracoclavicular, el ligamento coracoacromial y los ligamentos glenohumerales.
Ahora que has completado este tutorial, asegúrate de completar tu experiencia de aprendizaje usando nuestra sección de cuestionarios y explorando nuestros artículos y atlas anatómico, donde encontrarás todo lo que necesitas para consolidar tus conocimientos sobre el húmero y la escápula.
Buena suerte y buen estudio, ¡nos vemos pronto!