Video: Histología de la médula espinal
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La médula espinal es muy parecida a una carretera: los vehículos pasan tan rápido que apenas se puede distinguir su forma o color, tal como las señales eléctricas que viajan por la médula espinal ...
Leer másLa médula espinal es muy parecida a una carretera: los vehículos pasan tan rápido que apenas se puede distinguir su forma o color, tal como las señales eléctricas que viajan por la médula espinal entre la periferia del cuerpo y el cerebro. Pero hoy no hablaremos de estas señales. Vamos a poner pausa y nos centraremos en los detalles de la carretera en sí: qué tipos de células y tejidos la componen y la mantienen unida.
Averigüémoslo ahora, en nuestra revisión de la histología de la médula espinal.
Como siempre, comencemos con una visión general de lo que aprenderemos hoy.
Partiremos hablando de las generalidades de una muestra histológica de la médula espinal.
Luego, pasaremos a conocer las meninges de la médula espinal, sus surcos y fisuras. A continuación, veremos las neuronas y su estructura, para continuar con las dos divisiones de la médula espinal: la sustancia gris y la sustancia blanca y su composición microscópica. Por supuesto, para terminar tenemos nuestra sección de correlaciones clínicas.
Ahora que sabemos lo que vamos a aprender hoy, demos un vistazo a la muestra histológica que presentaremos a lo largo de nuestro tutorial. La tinción utilizada en nuestra imagen se conoce como Azán tricrómica. Con esta tinción, los núcleos aparecen de color rojo, naranja, o un poco más oscuros en el caso de nuestra preparación. El tejido conectivo se tiñe de azul, y los glóbulos rojos se tiñen de naranja brillante. Se pueden ver algunos en la parte inferior izquierda de la diapositiva.
La cara posterior de la médula espinal está hacia la parte inferior de la imagen, mientras que la cara anterior está hacia la parte superior. El corte que estamos viendo es de la región torácica, pero no tomes mi palabra como cierta todavía. Luego vamos a ver en qué características debes fijarte para poder identificarlo por ti mismo.
Lo primero que hay que observar es la cantidad de sustancia blanca presente en nuestra preparación. A medida que nos movemos de inferior a superior a lo largo de la médula espinal, la cantidad de sustancia blanca aumenta mientras más y más fibras nerviosas sensitivas se unen a los tractos ascendentes. Por lo tanto, sabemos que nuestra preparación no está tomada de la región lumbar o sacra. Además, la cantidad relativa de sustancia gris es significativamente mayor en las regiones cervical y lumbosacra, ya que las neuronas motoras suministran a un gran número de estructuras de las extremidades que se originan aquí. En comparación, las regiones torácica y lumbar superior tienen cantidades relativamente pequeñas de sustancia gris. Hay otro pequeño dato que nos indica que se trata de la médula espinal torácica, pero te lo compartiré más adelante en este tutorial.
Ahora pasemos a nuestro protagonista del día de hoy, echemos un vistazo más de cerca a la histología de la médula espinal, empezando por sus capas protectoras conocidas como meninges.
En primer lugar, tenemos la cubierta meníngea más externa, conocida como duramadre. Su nombre viene del latín y significa exactamente eso, "madre dura" Esto tiene sentido si consideramos que es una capa dura y gruesa de tejido conectivo denso que forma una cubierta protectora para la médula espinal. En esta preparación no podemos verlo, pero la duramadre cubre las raíces de los nervios espinales y la médula espinal. Es contínua con la duramadre del encéfalo, al igual que las demás cubiertas meníngeas.
La duramadre se compone de una capa fibroelástica externa, una lámina fibrosa intermedia y hacia el interior, la capa de células del borde dural. Como esta capa no contiene colágeno extracelular, no se tiñe de azul como las capas externas de la duramadre.
La siguiente meninge es la aracnoides. Se trata de una capa de tejido conjuntivo laxo que está en estrecho contacto con la duramadre y envía pequeñas trabéculas a la capa más interna, la piamadre. La porción externa de la aracnoides está formada por una fina capa de células escamosas aracnoideas que forman una barrera. Su nombre se debe al aspecto de telaraña de sus trabéculas, que proviene del griego "arachne", que significa araña o telaraña. Esta estructura de telaraña es tan fina que normalmente se pierde en las preparaciones histológicas rutinarias. Gran parte de la red vascular que abastece a la médula espinal se encuentra en el espesor de la aracnoides antes de entrar en el tejido.
La piamadre es la más delicada de las meninges que cubren la médula espinal. Su nombre deriva del latín y significa madre tierna. Al igual que la aracnoides, está formada por una fina capa de epitelio escamoso simple de células, llamadas células piales.
Probablemente ya habrás notado que, en ocasiones, hay un pequeño espacio entre la aracnoides y la piamadre. Este se conoce como espacio subaracnoideo y en un individuo vivo está lleno de líquido cefalorraquídeo. En realidad, es la presión de este líquido la que empuja a la aracnoides hacia la duramadre. Como consecuencia de la preparación histológica, este líquido se pierde y el espacio colapsa.
La médula espinal se nutre de sangre gracias a tres arterias longitudinales principales, la arteria más anterior, incluida en la aracnoides y resaltada en verde, es la arteria espinal anterior, que surge de la unión de las ramas espinales anteriores de las arterias vertebrales y desciende paralela a la fisura media anterior de la médula espinal. Alrededor de ella se encuentran varias de sus ramas. Por supuesto, la mayoría de las arterias tienen una contraparte venosa y aquí podemos ver la vena espinal anterior, que podemos identificar fácilmente debido a su lumen aplanado y a la ausencia de una capa muscular definida como la que se ve en la arteria espinal anterior.
La arteria espinal anterior está reforzada por numerosas arterias radiculares anteriores que se pueden ver aquí junto a esta raíz anterior de un nervio espinal. Estas se originan de diferentes arterias dependiendo de la zona medular. En el caso de la médula torácica, estas arterias radiculares surgen de las arterias intercostales posteriores.
El suministro de sangre del aspecto posterior de la médula está dado por las otras dos arterias longitudinales de la médula espinal que son las arterias espinales posteriores. Estas suelen ser de menor calibre que la arteria espinal anterior y, por lo tanto, a veces son un poco más difíciles de identificar. Surgen de la arteria vertebral o de las arterias cerebelosas inferiores posteriores y recorren toda la cara posterolateral de la médula espinal. También aquí, deberías poder encontrar una o dos venas espinales posteriores en la aracnoides.
Concentrémonos ahora en la médula espinal, comenzando por esta estructura que se ve aquí y que se conoce como fisura media anterior. Está revestida por un repliegue de la piamadre. En nuestro preparado histológico podemos ver cómo la fisura penetra profundamente en la médula espinal, mientras que si se observa solo desde su superficie externa, la fisura media anterior aparecería simplemente como un surco poco profundo.
Al mismo nivel de la fisura media anterior se encuentra el surco medio posterior, que es un surco poco profundo en la cara posterior de la médula espinal. A partir de él, un tabique medio posterior se extiende hacia el conducto central. Como puedes ver, este tabique está mucho menos definido en comparación con la fisura media anterior. La fisura media anterior y el surco y tabique medio posterior dividen la médula espinal en dos mitades simétricas.
Ahora es el momento de sumergirse en la microanatomía de la médula espinal, empezando por la sustancia gris.
En nuestro corte transversal, hay dos zonas claramente identificables: la sustancia gris y la sustancia blanca. Empecemos por la más interna de ellas: la sustancia gris. Puede que ya hayas notado que no se ve de color gris. Esto se debe a que esta preparación se ha teñido para resaltar diferentes estructuras histológicas que se encuentran en ella. La sustancia gris se compone principalmente de cuerpos celulares de neuronas y células gliales que les dan soporte y protección.
La sustancia gris tiene generalmente forma de mariposa y puede dividirse en tres regiones en la región torácica. Cada una de las proyecciones redondeadas más grandes se conoce como asta o columna anterior, y alberga neuronas motoras. Posterior a cada una de ellas, encontramos al asta o columna posterior, ocupada por interneuronas que realizan conexiones dentro de la médula espinal y por neuronas de las vías sensitivas ascendentes.
Entre las astas anteriores y posteriores de la médula espinal se encuentra una región apropiadamente denominada zona intermedia, que contiene principalmente neuronas similares a las de las astas anteriores y posteriores de la médula espinal.
En la parte más lateral de la sustancia gris hay una pequeña proyección que se conoce como asta lateral. Contiene los cuerpos celulares de las neuronas simpáticas preganglionares que se comunican con el tronco simpático a través de las raíces anteriores de la médula espinal y los ramos comunicantes blancos. Esta pequeña región solo está presente en la médula espinal torácica y lumbar superior. Esta es nuestra última pista para ayudarnos a identificar este corte como propio de la médula espinal torácica.
Antes de pasar a la composición celular de la sustancia gris, hay un par de estructuras que me gustaría mencionar rápidamente. La primera es el conducto central. Es un canal que se extiende a lo largo de la médula espinal y que en un individuo vivo está lleno de líquido cefalorraquídeo. El conducto central es continuo con el sistema ventricular del encéfalo y está revestido de células columnares o cuboidales conocidas como células ependimarias o ependimocitos.
Anterior al conducto central se encuentra la comisura gris anterior la cual es una banda estrecha de sustancia gris que permite la comunicación entre las dos partes anteriores de la sustancia gris de la médula espinal. Del mismo modo, tenemos la comisura gris posterior, que se encuentra detrás del conducto central.
Ahora veamos más de cerca la composición de la sustancia gris. Estamos observando el asta anterior a mayor aumento, así que las células más obvias que podemos identificar aquí son estas grandes y más oscuras que corresponden a cuerpos celulares de neuronas motoras. Son cerca de 10 veces más grandes que las células gliales circundantes, pero son solo una de cada diez células en la sustancia gris. Si observamos esta neurona de aquí, podemos apreciar mejor una neurona multipolar. Del cuerpo celular salen dendritas y un axón. A veces no es tan fácil distinguir una dendrita de un axón; sin embargo, hay algunos datos que pueden ayudarnos a averiguar cuál es cuál. Las dendritas, como es de esperar, suelen ser más finas y cortas, mientras que los axones son algo más grandes. Sin embargo, esto no siempre es muy evidente.
Algo que sí puedes notar es que a veces hay un cambio abrupto de color entre el cuerpo celular y los axones, los cuales se ven mucho más claros que el cuerpo. Esto se debe a que el citoplasma del cuerpo celular y de las dendritas contiene estructuras conocidas colectivamente como sustancia cromófila o corpúsculos de Nissl, estructuras ricas en ribosomas relacionadas con la síntesis de proteínas. Como estos están ausentes en los axones, estos se ven más claros. Por lo tanto, si una proyección celular es mucho más clara que el cuerpo celular, probablemente sea un axón.
Y con esto hemos cubierto los puntos clave sobre las neuronas de la médula espinal, pero todavía quedan muchos elementos periféricos para estudiar. Al contrario de lo que podrías pensar, las neuronas no son las células más abundantes en la médula espinal. De hecho, las células conocidas como neuroglia o células gliales, superan en una proporción de 10 a 1 a las neuronas. Aquí puedes ver algunas delineadas en azul. Las células gliales del sistema nervioso central, es decir el encéfalo y la médula espinal, se conocen como neuroglia central y desempeñan diversas funciones de soporte. Hay cuatro tipos de neuroglia: astrocitos, oligodendrocitos, microglia y células ependimarias.
Los astrocitos son las células más abundantes y diversas de la neuroglia central. Proporcionan soporte físico y metabólico a las neuronas. Tienen un gran número de proyecciones y reciben su nombre por su aspecto de estrella; sin embargo, en una preparación histológica de rutina, estas proyecciones son imposibles de distinguir y solo son visibles los cuerpos celulares. Su función es muy variable. Los astrocitos regulan las concentraciones de iones alrededor de las neuronas, contribuyen a la barrera hematoencefálica, regulan la vasodilatación en el sistema nervioso central y trasladan sustancias entre las neuronas y los capilares. Los astrocitos son unas 10 veces más pequeños que los cuerpos celulares de las neuronas y la célula completa tiene el tamaño de un núcleo neuronal. Puedes reconocer estas células por su núcleo pequeño, a menudo alargado u ovoide, de coloración oscura. También contienen muy poco citoplasma.
El segundo tipo de células gliales que veremos hoy son los oligodendrocitos. Quizá sepas que su función principal es la producción de vainas de mielina para los axones. Son equivalentes a las células de Schwann del sistema nervioso periférico. Al igual que los astrocitos, tienen proyecciones, pero en menor cantidad. Sin embargo, en la sustancia gris, los oligodendrocitos no están asociados a la vaina de mielina y se conocen aquí como oligodendrocitos perineuronales o satélites, o simplemente oligodendrocitos no mielinizantes.
Se caracterizan por sus núcleos redondos, pequeños y de tinción oscura, rodeados de un halo que da a la célula un aspecto de huevo frito. Este halo es un artefacto del procesamiento del tejido y, como he dicho, no tiene nada que ver con la vaina de mielina. En realidad, la función de los oligodendrocitos en la sustancia gris aún no está definida, pero se sospecha que pueden desempeñar un papel en la reparación de las lesiones neuronales.
El término microglia habla por sí mismo. Estas son las más pequeñas de las células gliales. Mientras los astrocitos tienen el tamaño de un núcleo de neurona, estos pequeños amigos tienen aproximadamente el tamaño de un nucleolo. Estas células son más o menos igual de abundantes que las neuronas del sistema nervioso central y se distribuyen uniformemente en la sustancia gris y blanca. Las células microgliales son fagocitos que consumen células dañadas y microorganismos invasores.
En una preparación rutinaria, la microglia puede identificarse por sus núcleos diminutos y alargados que contrastan con los núcleos redondos más grandes de otras células gliales. Hemos resaltado para ti una de estas células que podría ser microglia, pero en realidad, pueden ser muy difíciles de identificar.
Nuestro último tipo de células gliales son las células ependimarias, que en este caso son cuboidales, pero también pueden ser columnares. Estas células recubren los espacios llenos de líquido cefalorraquídeo en el sistema nervioso central, en este caso, el conducto central. Estas células pueden parecer un epitelio, pero no lo son. La principal diferencia es la falta de lámina basal.
Las células ependimarias están conectadas por uniones estrechas en sus extremos apicales, lo que impide que el líquido cefalorraquídeo se filtre hacia el espacio intercelular. En sus superficies apicales suelen encontrarse cilios y microvellosidades, que son adaptaciones para el transporte de fluidos.
Hemos terminado con las estructuras de la sustancia gris, así que ahora vamos a abordar la microestructura de la sustancia blanca.
La sustancia blanca recibe este nombre debido a que en la disección aparece clara por los axones mielinizados que contiene. La sustancia blanca se divide en tres zonas: la primera de ellas es el cordón anterior. Está limitada medialmente por la fisura media anterior y se extiende hasta la salida de las raíces nerviosas anteriores, en el surco anterolateral de la médula espinal. La parte lateral de la sustancia blanca está ocupada por -sorpresa, sorpresa- el cordón lateral. Está limitado por las raíces nerviosas anteriores, que emergen por el surco anterolateral, y las posteriores, que emergen por el surco posterolateral de la médula.
Por último, tenemos el cordón posterior que es, por supuesto, la división posterior de la sustancia blanca. Quizá ya has notado que está limitada por las raíces posteriores del nervio espinal y el surco medio posterior. Al igual que las otras dos divisiones, se trata de una región bilateral pareada.
Es importante señalar que la sustancia blanca también se divide en tractos de sustancia blanca; sin embargo, esto no puede identificarse fácilmente en una preparación histológica de rutina, ya que la división en tractos se basa en la función y no en la estructura. Pero bueno, hablaremos de esto en otro video ya que es un tema algo extenso.
Las dos mitades de la sustancia blanca se comunican a través de una estructura conocida como comisura blanca anterior. Se trata de una delgada banda de sustancia blanca que se encuentra en la parte anterior del conducto central, entre la fisura media anterior y la sustancia gris anterior.
Veamos ahora las estructuras microscópicas de la sustancia blanca. En primer lugar, puedes observar que, en comparación con la sustancia gris, la sustancia blanca tiene un aspecto granulado. Esto se debe a que está llena de axones mielinizados que recorren la médula espinal de arriba a abajo y que han sido cortados transversalmente. La pequeña mancha oscura del centro es el corte transversal de un axón real. Está rodeado por una zona clara que se conoce como espacio de mielina, que se crea después de que la mielina es eliminada durante el proceso de preparación de la muestra.
Alrededor de la sustancia blanca se encuentran de nuevo las células gliales. Las células gliales más abundantes aquí son los oligodendrocitos mielinizantes, lo que tiene sentido ya que producen la mielina que rodea los axones. Presentan un núcleo pequeño, redondo y de coloración oscura.
Posiblemente este de aquí sea un oligodendrocito. Por supuesto, también tenemos otras células gliales en la sustancia blanca, como los astrocitos, que tienen un núcleo relativamente grande y ovalado y de tinción menos densa en comparación con el de un oligodendrocito. La microglia también está presente, pero es muy difícil de encontrar porque puede confundirse con axones no mielinizados.
Los axones de la sustancia blanca no solo se desplazan verticalmente a lo largo de la médula espinal. También salen de ella a través de raicillas que conforman los nervios espinales. Aquí puedes ver una de ellas. Se parece bastante a la sustancia blanca pero está separada de ella por una cubierta meníngea.
Con esto concluimos nuestra descripción histológica de la médula espinal, pero antes de terminar, vamos a nuestra sección de correlaciones clínicas.
El astrocitoma es un tipo de glioma, es decir, un cáncer de las células gliales. Como su nombre indica, el astrocitoma afecta a los astrocitos. Puede afectar tanto al encéfalo como a la médula espinal. Cuando está en la médula espinal, se manifiesta como debilidad y discapacidad en la zona inervada por la región de la médula espinal afectada por el tumor. El diagnóstico presuntivo se realiza mediante un examen neurológico que incluye evaluación del equilibrio, fuerza, reflejos y coordinación del paciente. La sospecha de un astrocitoma puede confirmarse mediante imágenes médicas. Normalmente, se trata de una resonancia magnética, aunque a veces puede utilizarse un TAC o una PET. Los tratamientos, como es de esperar, incluyen la extirpación del tumor, la quimioterapia y la radioterapia. Antes o durante la cirugía, se puede obtener una muestra de biopsia del tumor que se utiliza para determinar su agresividad. A los astrocitomas se les asigna un grado del uno al cuatro, siendo el uno el menos agresivo.
Eso es todo por hoy, pero antes de terminar, vamos a resumir lo que hemos aprendido en nuestro videotutorial.
Comenzamos con una visión general de nuestra preparación histológica, observando las características generales de un corte transversal de la médula espinal a nivel torácico. Vimos que la sustancia gris ocupa una pequeña parte de la médula en proporción a la sustancia blanca y que el corte transversal tiene forma redondeada a diferencia de la forma aplanada de otras regiones. También vimos el asta lateral, que solo existe en las regiones torácica y lumbar superior.
A continuación estudiamos las capas que recubren la médula espinal, conocidas como meninges. Vimos que la duramadre está formada por un tejido conectivo denso y tiene función protectora. La capa intermedia, la aracnoides, está formada por tejido conjuntivo laxo que forma trabéculas que le dan un aspecto de telaraña. La capa interna, conocida como piamadre, es la más fina y está formada por tejido conectivo y una sola capa de epitelio escamoso, fuertemente adherida a la médula espinal. Entre la piamadre y la aracnoides, vimos el espacio subaracnoideo que alberga el líquido cefalorraquídeo en un individuo vivo. Vimos que la piamadre penetra en la sustancia blanca de la médula espinal creando la fisura media anterior, el surco mediano posterior y el tabique medio posterior.
Después de esto, nos adentramos en la sustancia gris de la médula espinal. Aquí identificamos sus tres divisiones principales: astas anteriores, posteriores y laterales. Vimos que los dos lados de la sustancia gris se comunican a través de una región central conocida como la comisura gris, que también es la ubicación del conducto central. Aquí comenzamos a observar la composición de la sustancia gris y todas las estructuras microscópicas que la forman.
En primer lugar, vimos grandes cuerpos celulares neuronales dispersos. En algunos de ellos, pudimos identificar algunas proyecciones que nos permitieron determinar que las neuronas que estábamos viendo eran multipolares. También hicimos un rápido recorrido por la estructura de una neurona típica. Empezamos por el cuerpo o soma, que contiene un núcleo, un nucleolo y cuerpos de Nissl. Del cuerpo de la neurona salían las dendritas y los axones, encargados de recibir y enviar información respectivamente.
Alrededor de las neuronas, observamos numerosas células neurogliales de soporte. Identificamos cuatro tipos: astrocitos, oligodendrocitos, microglia y células ependimarias cuboides. Los astrocitos son los más abundantes en la sustancia gris y las células ependimarias solo están presentes en el conducto central.
Luego pasamos a observar la sustancia blanca. Aquí identificamos tres áreas: cordones anteriores, laterales y posteriores. Descubrimos que las dos mitades de la sustancia blanca están conectadas a través de la comisura blanca anterior que se encuentra delante del conducto central. En la sustancia blanca, encontramos predominantemente axones mielinizados y oligodendrocitos responsables de la mielinización. Aquí también vimos las raicillas anteriores que contribuyen a la formación de la raíz espinal anterior. Y por último, en nuestra sección de correlaciones clínicas, hablamos del astrocitoma, un cáncer que surge en los astrocitos.
Y eso es todo por hoy. Hasta pronto y ¡feliz estudio!