Video: Músculos de la expresión facial
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Leer másSe cree que solo un siete por ciento de nuestra comunicación es verbal mientras que un treinta y ocho por ciento es atribuible al tono de voz. El cincuenta y cinco por ciento restante corresponde a la comunicación no verbal. La comunicación no verbal involucra lenguaje corporal, gestos y por supuesto expresiones faciales. Las expresiones faciales constituyen una parte muy importante de la comunicación no verbal. O sea, a menos que tengas una infalible cara de poker, existe la posibilidad de que la mayor parte del tiempo tus pensamientos aparezcan en tu cara antes de que digas una sola palabra. Mientras que el lenguaje corporal y los gestos pueden variar enormemente entre diferentes culturas, las expresiones faciales de la felicidad, tristeza, enojo, miedo y otras emociones son universales.
Hoy nos tomaremos un tiempo para hablar acerca de los músculos que te permiten mostrar estas emociones. Son los músculos de la expresión facial. Antes de que comencemos, déjame darte una visión general acerca de lo que discutiremos en el tutorial de hoy. Comenzaremos con una pequeña introducción a la musculatura facial como un todo, hablando de su anatomía y función, inervación, vascularización y drenaje linfático. Luego revisaremos cada músculo en detalle según el grupo al cual pertenece. Estos grupos son: orbitario, nasal, oral, auricular, y los músculos del cuello y la piel cabelluda. Para terminar, revisaremos algunas correlaciones clínicas sobre la parálisis del nervio facial.
Bien, ya es hora de comenzar a estudiar los músculos de la expresión facial.
Aquí podemos ver a este amable personaje que parece ofrecerse como voluntario con mucha frecuencia para los tutoriales de Kenhub. Si disecamos su piel, su tejido conectivo y sus vasos sanguíneos -un poquito asqueroso, lo sé- podremos ver su musculatura facial claramente. Los músculos de la expresión facial, también conocidos como músculos de la mímica, son músculos esqueléticos planos que se ubican dentro del tejido subcutáneo o, en otras palabras, bajo la piel.
Debido a su forma y localización poco usual, suele ser difícil definir a los músculos faciales usando el clásico sistema de origen e inserción. Sin embargo, podemos decir que tienden a originarse directamente en reparos óseos de los huesos del cráneo o incluso de músculos adyacentes y luego insertarse en otros músculos faciales o en tejido conectivo bajo la piel. En cuanto a su función, estos músculos se contraen y relajan para controlar tu expresión facial, revelando si sientes felicidad, tristeza, enojo o miedo. Es por esto que los llamamos colectivamente músculos de la expresión facial.
Para que tus músculos faciales puedan hacer su trabajo, necesitan inervación. El nervio encargado de esto es el séptimo par craneal, también conocido como nervio facial. Antes de continuar te mostraré este nervio también desde una perspectiva lateral. La irrigación de estos músculos proviene principalmente de ramas de la arteria carótida externa. La arteria facial es una rama de la arteria carótida externa e irriga la mayoría de los músculos de la cara. Por su parte el drenaje venoso de los músculos faciales se realiza principalmente a través de tributarias de la vena yugular interna. La vena facial, una importante afluente de la vena yugular interna, drena la mayor parte de los músculos faciales. Como puedes ver en la imagen, la vena y la arteria facial siguen un recorrido similar.
Con respecto a los linfáticos, la mayor parte de ellos drena en tres grupos de ganglios linfáticos principales. El primer grupo son los ganglios submentonianos, y como su nombre sugiere, estos se ubican bajo la barbilla. Estos drenan linfa proveniente del labio inferior y por supuesto también del mentón. Luego tenemos a los ganglios submandibulares, los cuales se ubican bajo el cuerpo de la mandíbula. Estos ganglios reciben linfa desde la órbita, nariz, mejilla y labios superior e inferior. Finalmente podemos ver los ganglios preauriculares y parotídeos que se ubican delante de la oreja. Estos drenan la linfa proveniente de los párpados, nariz y mejilla.
Ahora que hemos conocido los músculos de la expresión facial en general, vamos a aprender acerca de cada músculo de manera individual, explorándolos en grupos. Cuando hablemos de ellos, nos concentraremos específicamente en sus funciones y comenzaremos con el grupo orbitario.
El grupo orbitario consta de dos músculos. El primero que revisaremos es el orbicular del ojo. Como puedes ver, es un músculo amplio y circular que rodea cada uno de tus ojos. El orbicular del ojo consta de tres partes: una porción orbitaria, una porción palpebral y una porción palpebral profunda. Demos una mirada a estas partes en más detalle.
La porción orbitaria del orbicular del ojo está formada por el anillo muscular externo que puedes ver acá resaltado en verde. Cuando esta parte se contrae, cierra el ojo con fuerza y genera arrugas en la piel de la región, lo que comúnmente llamamos patas de gallo. Esta es la porción del músculo que usas cuando guiñas el ojo. Y te apuesto a que guiñaste el ojo para probar. Si no lo hiciste, deberías.
A continuación vemos la porción palpebral del orbicular del ojo. Esta parte se encuentra en la región de los párpados y está encargada de cerrar el ojo suavemente, como cuando pestañeamos. Finalmente vemos la porción palpebral profunda del músculo orbicular del ojo, antiguamente llamada porción lagrimal. La porción profunda está ubicada medialmente y cuando se contrae comprime el saco lagrimal, lo cual ayuda al flujo de las lágrimas hacia la cavidad nasal.
Si quitamos el músculo orbicular del ojo, podemos ver el otro músculo del grupo orbitario que es el corrugador superciliar. Incluso sin la piel, este músculo hace que nuestro cráneo se vea un poco molesto ¿no? Esto está relacionado con su función. Este músculo está ubicado en la profundidad de las cejas y cuando se contrae lleva la piel de la ceja hacia medial e inferior. Resulta obvio pero lo diré de cualquier forma: este es uno de los músculos que está activo cuando fruncimos el ceño.
Hemos terminado con el grupo orbitario, así que vamos al grupo nasal. El grupo de los músculos nasales está compuesto solo por unos pocos músculos, y el primero del cual hablaremos es el músculo nasal, el cual consta de dos porciones: transversa y alar. Veamos estas partes en más detalle.
La porción transversa del músculo nasal es esta porción que vemos aquí destacada en verde, y como puedes observar forma la mayor parte del músculo. Cuando esta parte se contrae, es capaz de comprimir o estrechar las aberturas nasales anteriores o narinas. Por otro lado, la porción alar las dilata.
El siguiente músculo de esta región es el músculo prócer. Cuando este músculo se contrae, lleva la piel del entrecejo hacia abajo causando arrugas en la piel de tu nariz. Contraes este músculo cuando algo huele mal.
El último músculo de este grupo es el depresor del tabique nasal. Este músculo asiste a la porción alar del músculo nasal en la dilatación de las narinas.
Es hora de revisar el grupo muscular más grande de la cara, el grupo oral. El primer músculo que veremos es el orbicular de la boca. Puede que hayas notado que tal como el orbicular del ojo, este músculo es amplio y circular, pero en vez de rodear al ojo, rodea a la boca. Cuando este músculo se contrae, cierra la boca. También contrae y protruye los labios. Usamos este músculo cuando silbamos o cuando hacemos pompas de jabón.
El siguiente músculo en nuestra lista es el buccinador. Como puedes ver, el buccinador está ubicado a los lados de la cara y forma la capa muscular de las mejillas. Este músculo posee múltiples funciones. Cuando se contrae, presiona contra los arcos dentarios, evitando la acumulación de alimento entre la mejilla y los dientes. Este músculo también ayuda en la expulsión forzada de aire desde la mejilla, como al soplar o tocar instrumentos de viento.
A ambos lados de la nariz podemos ver nuestro siguiente músculo. El nombre de este músculo podría perfectamente ser un trabalenguas. Es el músculo elevador del labio superior y del ala de la nariz. Este músculo asiste al depresor del tabique nasal y a la porción alar del músculo nasal en la dilatación de las narinas.
Si quitamos algunos de los músculos más superficiales de la región, podemos ver este músculo de aquí resaltado en verde que es el músculo elevador del labio superior. Como su nombre sugiere, la contracción de este músculo eleva el labio superior.
Hacia lateral podemos ver este músculo de aquí que es el cigomático menor. Cuando este músculo se contrae, lleva la comisura de la boca hacia arriba y hacia lateral. Tal como se puede imaginar, esto hace que este músculo sea uno de los que te hace sonreír. Si hay un cigomático menor probablemente habrá un cigomático mayor, ¿verdad? El músculo cigomático mayor, tal como su hermano menor, lleva tu comisura labial hacia arriba y hacia los lados, ayudándote a lucir esa sonrisa.
Bajo los músculos cigomáticos tenemos al músculo elevador del ángulo de la boca. La contracción de este músculo eleva las comisuras labiales y tal como los cigomáticos, puede ser visto en acción cuando sonríes.
Nuestro siguiente músculo es el risorio. El músculo recibe su nombre exactamente de donde piensas. La palabra risa de nuestro idioma proviene del vocablo del latín “risus“ que significa risa y claro, este músculo existe para ayudarte a expresar alegría. Cuando se contrae lleva las comisuras labiales hacia los lados y arriba.
Continuemos ahora con otros músculos que se ubican bajo la boca. Comencemos con el depresor del ángulo de la boca. Este músculo lleva las comisuras labiales hacia abajo, por lo tanto, es antagonista del elevador del ángulo de la boca y puede verse en acción cuando haces una cara triste.
Si quitamos el depresor del ángulo de la boca podemos ver el músculo depresor del labio inferior, el cual desciende y produce eversión del labio inferior.
En la región de la barbilla podemos ver un músculo resaltado en verde. Este es el músculo mentoniano. Cuando este músculo se contrae, levanta y protruye el labio inferior, lo cual además genera hoyuelos y pequeñas arrugas en el mentón. Cuando usas este músculo estarás haciendo la expresión que en muchos países conocemos como “puchero”, y con este músculo terminamos el grupo oral.
Ahora continuaremos con un grupo muscular que no todos podemos controlar: el grupo auricular. Este grupo está conformado por tres músculos y el primero que revisaremos es el músculo auricular anterior que podemos ver aquí desde una perspectiva lateral. Este músculo se ubica por delante del pabellón auricular y cuando se contrae lleva la oreja hacia arriba y adelante.
Luego tenemos al auricular superior que como puedes ver se localiza superior al pabellón auricular. La contracción de este músculo levanta la oreja.
Detrás de la oreja vemos al último músculo que es el auricular posterior. Cuando se contrae lleva al pabellón auricular hacia arriba y atrás.
Es hora de movernos hacia nuestro último grupo de los músculos de la expresión facial, los músculos del cuello y piel cabelluda. El primer músculo del cual hablaremos es llamado músculo occipitofrontal. Este es un músculo digástrico y como tal posee dos vientres: un vientre frontal a veces mencionado por separado como músculo frontal y un vientre occipital, también conocido como músculo occipital. Como podrás notar no podemos ver el vientre occipital en esta imagen ya que se encuentra localizado posteriormente pero si cambiamos a esta vista lateral podrás ver dónde se encuentra. Estos vientres están conectados por la aponeurosis epicraneal que representa a su tendón intermedio. En cuanto a su función, el vientre frontal eleva las cejas y arruga la frente como cuando muestras sorpresa por algo, mientras que el vientre occipital lleva la piel cabelluda hacia atrás.
Finalmente, estamos a punto nuestro último músculo del tutorial, el cual se encuentra en el cuello y se denomina platisma. Este músculo se ubica en la tela subcutánea cervical y cuando se contrae, tensa la piel del cuello. También asiste en el descenso del labio inferior y desciende los ángulos de la boca.
Ahora que te has familiarizado con los músculos de la expresión facial, vamos a revisar algunas correlaciones clínicas. Al principio de este tutorial mencionamos que estos músculos requieren del nervio facial para actuar. Por lo tanto, en la parálisis del nervio facial la función de los músculos de la expresión facial se ve afectada. La parálisis facial tiene muchas causas, incluyendo inflamación, accidentes cerebrovasculares, fractura de la porción petrosa del hueso temporal o tumores cerebrales.
La parálisis facial más común es la denominada parálisis de Bell. Esta condición parece ser causada por infecciones virales, en especial el virus herpes simple. La parálisis de Bell causa inflamación del nervio facial lo cual resulta en una hipotonía de los músculos en el lado afectado de la cara. Dentro de las opciones de tratamiento están los corticoides, gotas para lubricar el ojo afectado, y cinta adhesiva para mantener cerrado el párpado del mismo durante el sueño. Esta condición eventualmente se resuelve por sí misma, pero puede durar hasta nueve meses.
Antes de terminar nuestro tutorial revisemos rápidamente lo que hemos aprendido hoy. Comenzamos con una introducción a la anatomía, función, inervación, vascularización y drenaje de los músculos faciales en general, para luego estudiar cada músculo por separado en sus respectivos grupos, que son: orbitario, nasal, oral, auricular y músculos del cuello y piel cabelluda. Finalmente hablamos de la parálisis del nervio facial en nuestras correlaciones clínicas.
Esto nos trae al final de nuestro tutorial sobre los músculos de la expresión facial. Espero que lo hayas disfrutado. Gracias por acompañarnos y ¡feliz estudio!