Arteria carótida interna
La arteria carótida interna es una rama principal de la arteria carótida común, que irriga varias estructuras de la cabeza siendo la más importante, el cerebro. Hay dos arterias carótidas internas en total, una a cada lado del cuello. Se originan en la bifurcación carotídea, viajan a través de la vaina carotídea en dirección ascendente a lo largo del cuello e ingresan al cráneo cruzando el conducto carotídeo. Cada arteria se divide en siete segmentos de acuerdo a los lugares por donde pasa. A lo largo de su recorrido, la arteria carótida interna emite varias ramas y, al final, se divide en sus dos ramas terminales: la arteria cerebral anterior y la arteria cerebral media.
La importancia clínica de las arterias carótidas internas es evidente en las películas de acción o de artes marciales, donde se realizan movimientos de defensa personal, por ejemplo la estrangulación por la espalda o los golpes en los lados del cuello. En estos movimientos, las estructuras anatómicas como el seno carotídeo (barorreceptor) y las arterias carótidas internas son comprimidas o golpeadas directamente, resultando en pérdida de la consciencia instantánea.
Este artículo describirá la anatomía, funciones, origen, trayectoria y ramas de la arteria carótida interna.
Segmentos |
Clasificación de Cincinnati: C1 – Segmento cervical C2 – Segmento petroso C3 – Segmento arteriolacilar (lacerum) C4 – Segmento cavernoso C5 – Segmento clinoideo C6 – Segmento oftálmico (supraclinoideo) C7 – Segmento comunicante (terminal) |
Ramas |
Ramas colaterales: C2: carotidotimpánicas, del conducto pterigoideo (vidiana) C4: meníngea, hipofisaria inferior C6: hipofisiaria superior, oftálmica C7: comunicante posterior, coroidea anterior Ramas terminales: Arteria cerebral anterior (C7) Arteria cerebral media (C7) |
Función
Como te podrás imaginar, el cerebro es uno de los órganos más importantes del cuerpo humano. Este supervisa la regulación de la homeo
stasis fisiológica, ejecuta las funciones cognitivas y se encarga subconscientemente de las funciones corporales integrales. Para mantener esta demanda fisiológica continua requiere permanentemente una gran irrigación arterial. Para que te hagas una idea, el cerebro corresponde aproximadamente al 2% de nuestro peso corporal, pero recibe entre 15 y 20% de nuestro gasto cardíaco diario.
El cerebro tiene dos fuentes principales de irrigación, la circulación anterior y posterior. Las arterias carótidas internas forman parte de la circulación anterior, la cual es responsable de irrigar el prosencéfalo. Las dos circulaciones cerebrales se anastomosan para formar una estructura anatómica llamada círculo arterial cerebral o polígono de Willis.
¿Por qué existen dos circulaciones y tantas fuentes de sangre arterial para el cerebro? Esto se debe a la importancia que tiene este órgano en nuestras vidas. Si alguna arteria o una de las ramas de cualquiera de las dos circulaciones se bloquea o deja de funcionar por algún motivo, el resto de la circulación funcionante puede continuar irrigando el cerebro por medio de la circulación colateral, tomando diferentes caminos. Imagina que vas a tu clase favorita (o no) de anatomía, si la ruta principal se encuentra bloqueada, deberás tomar otro camino para llegar a la clase o laboratorio.
Además de irrigar al prosencéfalo, las arterias carótidas internas emiten varias ramas que irrigan a los ojos y sus órganos accesorios, a la frente y a algunas partes de la nariz.
Origen
Primero lo primero, tenemos dos arterias carótidas en total, una del lado derecho y una del lado izquierdo del cuello. Ambas se originan de sus respectivas arterias carótidas comunes en un punto llamado bifurcación carotídea, la cual se encuentra, de manera variable, entre la 3ª y 4ª o la 4ª y 5ª vértebra cervical (C3-C4/C4-C5).
Cerca de la bifurcación carotídea encontramos dos estructuras anatómicas llamadas seno carotídeo y cuerpo carotídeo. El seno o bulbo carotídeo es una dilatación que actúa como barorreceptor detectando cambios en la presión arterial, mientras que el cuerpo carotídeo actúa como quimiorreceptor para las alteraciones ácido-base.
Segmentos
Hay dos formas principales de clasificar los segmentos de la arteria carótida interna. La más reciente es del año 1998 y divide la arteria en cuatro partes, cuyos nombres se relacionan con las áreas o estructuras anatómicas por donde pasa la arteria:
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Parte cervical (cuello)
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Parte petrosa (hueso temporal)
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Parte cavernosa (seno cavernoso)
- Parte intracraneal (después de perforar la duramadre)
Sin embargo, en realidad muchas especialidades médicas utilizan un método más antiguo, descrito en 1996 conocido como Clasificación de Cincinnati (Bouthillier y colaboradores, 1996). Los nombres también se relacionan con las áreas por donde pasa la arteria carótida interna, pero de forma más detallada. Según esta clasificación, existen siete segmentos:
- C1 – Segmento cervical
- C2 – Segmento petroso
- C3 – Segmento arteriolacilar (lacerum)
- C4 – Segmento cavernoso
- C5 – Segmento clinoideo
- C6 – Segmento oftálmico (supraclinoideo)
- C7 – Segmento comunicante (terminal)
Las dos clasificaciones no son como el agua y el aceite, o completamente diferentes. Los segmentos cervicales son los mismos, mientras que los segmentos C2 y C3 se refieren colectivamente como la parte petrosa. La parte cavernosa también es igual, mientras que C5, C6 y C7 se refieren en conjunto como los componentes intracraneales.
Trayecto
En este artículo usaremos la clasificación de Cincinnati para describir el recorrido de la arteria carótida interna, ya que es el sistema más detallado. Puedes cambiar a la clasificación más reciente fácilmente combinando las trayectorias de los segmentos de acuerdo a como te explicamos en el párrafo anterior.
- Segmento cervical (C1): esta parte de la arteria carótida interna viaja superiormente a través del triángulo carotídeo del cuello, envuelta en la vaina carotídea, junto con la arteria carótida común, la vena yugular interna, el nervio vago, los ganglios cervicales profundos y los nervios simpáticos. A medida que asciende, pasa anterior a los procesos transversos de las vértebras C1-C3, en dirección al conducto carotídeo del hueso temporal.
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Segmento petroso (C2): una vez dentro del conducto carotídeo, este segmento asciende antes de cambiar de dirección hacia anteromedial; después de este giro, continúa de forma superomedial hacia el foramen lacerum.
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Segmento arteriolacilar (C3): este corto segmento viaja sobre el cartílago que ocluye el foramen lacerum (¡no a través de él!) y termina en el ligamento petrolingual. Esta estructura se encuentra en la pared del seno cavernoso.
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Segmento cavernoso (C4): cursa superiormente a lo largo del proceso clinoides posterior del hueso esfenoides, abriéndose camino hacia el proceso clinoides anterior, antes de salir finalmente a través del techo del seno cavernoso. Dentro del seno cavernoso, la arteria carótida interna viaja superomedial al nervio abducens (VI par craneal) y medial al nervio oculomotor (III par craneal), al nervio troclear (IV par craneal) y la primera (V1) y segunda (V2) rama del trigémino (rama oftálmica y maxilar del V par craneal , respectivamente).
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Segmento clinoideo (C5): después de salir del seno cavernoso a nivel del anillo dural proximal, este segmento viaja una distancia corta hasta alcanzar el anillo dural distal.
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Segmento oftálmico (C6): desde el anillo dural distal, el segmento C6 viaja horizontal y paralelo en una posición inferolateral con respecto al nervio óptico (II par craneal). El final de este segmento se encuentra en el origen de la arteria comunicante posterior.
- Segmento comunicante (C7): este segmento terminal se bifurca en sus ramas terminales antes de finalizar en la sustancia perforada anterior.
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Ramas
Como cualquier arteria principal del cuerpo, la carótida interna tiene múltiples ramas que se suelen preguntar en los exámenes de anatomía. Las ramas surgen de casi todos los segmentos (C2, C4, C6 y C7) a excepción del cervical (C3) y el clinoideo (C5), que no emiten ramas:
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Arteria carotidotimpánica (C): se origina del segmento petroso (C2) y viaja a través de la cavidad timpánica por medio del foramen dentro del conducto carotídeo. Subsecuentemente se anastomosa con la rama timpánica anterior de la arteria estilomastoidea y la arteria maxilar.
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Arteria del conducto pterigoideo (arteria vidiana) (V): También llamada arteria pterigoidea, o arteria vidiana, se origina del segmento petroso (C2). La arteria Vidiana cursa a través del conducto pterigoideo junto al nervio del conducto pterigoideo (Vidiano). Finalmente se anastomosa con una rama de la arteria palatina mayor. Es importante recalcar que no todas las personas tienen la arteria del conducto pterigoideo, es decir que es inconstante.
- Arteria meníngea (M): surge del segmento cavernoso (C4) e irriga la duramadre de la fosa craneal anterior. Al final se anastomosa con la rama meníngea de la arteria etmoidal posterior. Además, el segmento cavernoso también emite varias arterias más pequeñas que irrigan al ganglio trigeminal, a las paredes de dos senos venosos durales (petroso inferior y cavernoso), junto con los nervios cercanos.
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Arteria hipofisaria inferior (I): también surge del segmento cavernoso (C4). Esta arteria irriga la neurohipófisis, la parte posterior de la adenohipófisis (glándula pituitaria) y termina en el sistema porta hipofisiario.
- Arteria hipofisaria superior (S): surge del segmento oftálmico (C6) e irriga al infundíbulo y a la eminencia mediana del hipotálamo, al igual que a la porción tuberal de la hipófisis.
- Arteria oftálmica (O): también surge del segmento oftálmico (C6). Esta arteria cruza el conducto óptico donde finalmente ingresa a la órbita e irriga sus contenidos.
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Arteria comunicante posterior (P): se origina del segmento comunicante (C7) y se anastomosa con la arteria cerebral posterior que surge de la arteria basilar, contribuyendo a la formación del círculo arterial cerebral (de Willis).
- Arteria coroidea anterior (A): esta también se origina del segmento comunicante (C7) y sigue un camino complejo ya que cruza el tracto óptico para irrigar al pie peduncular, después vuelve y cruza el tracto óptico para proyectarse hacia el cuerpo geniculado lateral del tálamo, a quien irriga. Luego atraviesa la fisura coroidea para ingresar al ventrículo lateral e irrigar su plexo coroideo. Además, la arteria coroidea anterior irriga las estructuras derivadas del mesencéfalo, diencéfalo y telencéfalo.
Una vez que la arteria carótida interna ha realizado el trayecto descrito y emitido sus ocho ramas, se divide en dos ramas terminales:
- Arteria cerebral anterior (A): es una rama terminal de la arteria carótida interna que se origina del segmento comunicante (C7). Después se dirige hacia la fisura longitudinal cerebral donde se anastomosa con su homóloga contralateral por medio de la corta arteria comunicante anterior. Como resultado, contribuyen a la formación del círculo arterial cerebral. Ambas arterias luego viajan a lo largo de la cara medial del cerebro a través de la fisura longitudinal cerebral en dirección posterior siguiendo la rodilla del cuerpo calloso. Aquí, cada arteria se anastomosa con la arteria cerebral posterior del mismo lado. La arteria cerebral anterior emite ramas corticales y centrales. Las ramas corticales incluye a las ramas parietal, orbitaria y frontal. Las ramas parietales irrigan la precuña, mientras que las ramas orbitarias son responsables de la corteza olfatoria, del giro orbitario medial y del giro recto del lóbulo frontal. Las ramas frontales proporcionan sangre al lóbulo paracentral, al giro frontal medial, al giro cingular y al cuerpo calloso. Las ramas centrales de la arteria cerebral anterior irrigan al pico del cuerpo calloso, al septum pellucidum y a las áreas que rodean la porción anterior del putamen (cabeza del núcleo caudado y área local de la cápsula interna).
- Arteria cerebral media (M): es la segunda rama terminal de la arteria carótida interna y la más grande, también se origina del segmento comunicante (C7). La arteria cerebral media cruza la fisura lateral antes de recorrer sobre la ínsula. Subsecuentemente se divide para irrigar las caras corticales laterales junto con la ínsula. Tiene ramas corticales y centrales, similar a la arteria cerebral anterior. Las ramas corticales incluyen las ramas frontal, orbitaria, parietal y temporal. Las frontales perfunden los giros frontal inferior, temporal medio y precentral. Las partes orbitarias laterales del lóbulo frontal, al igual que el giro frontal, son irrigadas por las ramas orbitarias. La rama parietal irriga al lóbulo parietal inferior, la parte inferior del lóbulo parietal superior y el giro postcentral. Varias arterias temporales luego continúan para perfundir el aspecto lateral del lóbulo temporal. Las ramas centrales son relativamente pequeñas e incluyen a las arterias centrales anterolaterales que pasan a través de la sustancia perforada anterior para irrigar al núcleo lenticular y al brazo posterior de la cápsula interna.
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Correlaciones clínicas
Infartos y accidentes cerebrovasculares
La hipoperfusión de cualquier órgano resulta en disminución del suministro de oxígeno y de nutrientes a los tejidos. En consecuencia, si los tejidos permanecen hipoperfundidos por un tiempo prolongado, morirán. A este proceso se le conoce como infarto.
En el cerebro, esta condición se manifiesta como un accidente cerebrovascular (coloquialmente llamado “derrame”). Aproximadamente el 70% de los infartos cerebrales ocurren en la circulación anterior, siendo la arteria cerebral media la arteria más afectada aproximadamente en el 90% de los casos. Las lesiones de la arteria comunicante anterior (que irriga la cara medial del cerebro) son responsables por tan solo el 2% de los casos.
Los pacientes pueden presentar síntomas de manera súbita o dentro de las primeras 24 horas. Estos síntomas suelen ser focales, es decir que una serie de déficits neurológicos afectan una región o función específica del cuerpo. Algunos ejemplos son: deterioro cognitivo (alteración del lenguaje o afasia), debilidad unilateral, alteración sensitiva, pérdida visual unilateral (hemianopsia). También pueden ocurrir otros síntomas generales como el dolor de cabeza (cefalea), pérdida de la consciencia (síncope), o en casos severos, convulsiones y coma.
También pueden formarse placas ateroscleróticas en segmentos proximales de la arteria carótida interna, no solo en sus ramas terminales. Si existe un estrechamiento (estenosis), la arteria puede ser intervenida quirúrgicamente para retirar la placa, a este procedimiento se le conoce como endarterectomía.
Fracturas de base del cráneo
Como aprendiste en los párrafos anteriores, la arteria carótida interna ingresa al cráneo por medio del conducto carotídeo. Por lo tanto, las fracturas de base del cráneo pueden lesionarla (desgarrar) precisamente a este nivel, resultando en la formación de una fístula arteriovenosa dentro del seno cavernoso. Para ponerlo en palabras simples, una fístula arteriovenosa es una comunicación anormal entre una arteria (en este caso la arteria carótida interna) y una vena o sistema venoso (como el seno cavernoso).
Ya que la arteria carótida interna contiene sangre arterial, se encuentra bajo presiones altas gracias a las contracciones cardíacas. En las fístulas arteriovenosas la sangre arterial, de alta presión, fluirá hacia el sitio de más baja presión, en este caso al seno cavernoso, y forzará la sangre de manera retrógrada hacia sus afluentes venosos, un ejemplo es la vena oftálmica, que drena la órbita y sus contenidos. Si la presión dentro de estas estructuras aumenta, el globo ocular del paciente puede protruirse (exoftalmos) y la conjuntiva puede sobrecargarse de sangre (quemosis). Adicionalmente, un seno cavernoso sobrecargado puede presionar las estructuras que lo atraviesan, tales como los pares craneales III, IV, V1, V2 y VI lo que produciría una serie de signos y síntomas distintivos.
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