Lóbulo parietal
El lóbulo parietal ocupa cerca de un cuarto de los hemisferios cerebrales y tiene dos funciones principales: 1) la sensibilidad y percepción y 2) la integración e interpretación de la información sensitiva, en especial de los campos visuales.
Por ende, el lóbulo parietal es responsable, tanto de integrar la información sensitiva que ingresa creando así una única percepción, como de formar un sistema de coordenadas espaciales para representar nuestro entorno. Existe una gran variedad de manifestaciones clínicas como consecuencia de una lesión en el lóbulo parietal, por ejemplo la incapacidad de comprender las relaciones espaciales.
Este artículo discutirá el lóbulo parietal: función y anatomía, al igual que sus correlaciones clínicas.
Ubicación | Se encuentra entre el lóbulo frontal y el occipital, por encima del lóbulo temporal en cada hemisferio cerebral |
Surcos y giros principales | Surco postcentral Surco intraparietal Giro postcentral Lóbulo parietal superior Lóbulo parietal inferior (giro supramarginal, giro angular) |
Mapa de funciones corticales | Área somatosensitiva primaria Área somatosensitiva secundaria Área somatosensitiva de asociación Área de Wernicke (comprensión del lenguaje) Asa de Baum |
Función | Sensación del tacto, procesamiento de información, cognición, orientación espacial, coordinación de movimientos, percepción visual, habla, lectura, escritura, cálculo |
Anatomía
Topografía
El lóbulo parietal se encuentra debajo del hueso parietal, entre el lóbulo frontal y el lóbulo occipital y superior al lóbulo temporal en cada hemisferio del cerebro:
- Borde anterior: formado por el surco central (de Rolando)
- Borde posterior: formado por una línea imaginaria que se extiende entre el surco parietooccipital (superiormente) y la incisura preoccipital (inferiormente)
- Borde inferior: formado por el surco lateral (de Silvio)
- Borde superior: formado por la fisura longitudinal cerebral que separa ambos hemisferios
Casi paralelo al surco central se encuentra el surco postcentral y juntos delimitan el giro postcentral.
Justo posterior al giro postcentral el lóbulo parietal se divide en los lóbulos parietales superior e inferior por medio del surco intraparietal. Este surco se origina aproximadamente en el punto medio del surco postcentral y se extiende hacia posterior paralelo a la fisura longitudinal cerebral. El lóbulo parietal inferior continúa hacia la intersección parietotemporal, y es formado por el giro supramarginal y el giro angular. El giro supramarginal, que tiene forma de “U”, rodea el extremo posterior del surco lateral, mientras que el giro angular se encuentra en el extremo posterior del surco temporal superior.
En la cara medial del hemisferio, el lóbulo parietal forma la porción posterior del lóbulo paracentral, el cual está delimitado por el surco precentral hacia anterior, y por el surco marginal hacia posterior. Justo posterior al lóbulo paracentral se encuentra la precuña, el cual se extiende desde el surco supramarginal hasta el surco parietooccipital.
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Citoarquitectura
Las áreas sensitivas primarias, tales como el giro postcentral del lóbulo parietal, presentan una histología de tipo granular. En estas áreas las 6 capas normales de la corteza no son evidentes, ya que las capas II y IV contienen predominantemente células granulares sensitivas (capa granular externa e interna) y son mucho más pronunciadas en comparación con las capas III y V que contienen principalmente células piramidales motoras (capa piramidal externa e interna). Sin embargo, las áreas corticales de asociación del lóbulo parietal presentan las seis capas celulares de la corteza.
Irrigación
La cara lateral del lóbulo parietal es irrigada por la arteria cerebral media (una de las tres ramas de la arteria carótida interna). Otra de las ramas de la carótida interna es la arteria cerebral anterior, la cual irriga la cara medial del lóbulo parietal. La arteria cerebral posterior irriga la cara posterior del lóbulo parietal medial.
Áreas funcionales
El lóbulo parietal está involucrado en la percepción de la sensibilidad, incluyendo el tacto, la temperatura, el dolor y la propiocepción; así como en la percepción avanzada de la información visual y auditiva. Además, participa en el cálculo y en el lenguaje (en el lado dominante), y en el procesamiento sensitivo visuoespacial (en el lado no dominante).
En general, el lóbulo parietal está implicado en las siguientes funciones:
- Sentido del tacto (dolor, temperatura, etc)
- Procesamiento de información
- Cognición
- Orientación espacial
- Coordinación de movimientos
- Percepción visual
- Habla
- Lectura
- Escritura
- Cálculo matemático
Área somatosensitiva primaria
El área o corteza somatosensitiva primaria se encuentra en el giro postcentral y también se denomina áreas de Brodmann 3, 1 y 2 . Este giro recibe la información sensitiva de todos los receptores sensitivos que proporcionan información relacionada con la temperatura, dolor (tracto espinotalámico), vibración, propiocepción y tacto fino (tracto de columnas posteriores).
Todas las partes del cuerpo se encuentran mapeadas neurológicamente en la corteza somatosensitiva. Esta representación somatotópica ilustrada del cuerpo humano en el giro postcentral se conoce como homúnculo sensitivo (de Penfield). El mapa sensitivo consta de una representación invertida del cuerpo, extendiéndose de superior a inferior a lo largo del giro postcentral. La correlación punto por punto del cuerpo en el giro postcentral resulta en una figura grotescamente desproporcionada, con manos, cara y labios grandes en comparación con el resto del cuerpo. Esto se debe a que las áreas que tienen control fino o una sensibilidad muy aguda, tienen porciones más grandes de la corteza somatosensitiva.
Área somatosensitiva secundaria
El área o corteza somatosensitiva secundaria es pequeña y se encuentra en el labio superior del brazo posterior del surco lateral. Sus funciones aún se desconocen, pero se cree que se relacionan principalmente con el estímulo cutáneo transitorio.
Área somatosensitiva de asociación
El área somatosensitiva de asociación se encuentra en el lóbulo parietal superior, y juega un papel importante en los movimientos planeados, el razonamiento espacial y la atención. El surco intraparietal puede subdividirse en las áreas lateral, medial, ventral y anterior. El área lateral es responsable por el movimiento ocular en respuesta a un estímulo en el espacio. El área medial nos ayuda a determinar qué tan lejos y hasta dónde es necesario alcanzar en relación a nuestra nariz. El área ventral es un área que recibe numerosas modalidades sensitivas, entre ellas: información auditiva, visual, vestibular y somatosensitiva. Finalmente, el área anterior nos permite interpretar el tamaño, forma y posición de los objetos que vamos a sujetar. Las áreas anterior y ventral trabajan en conjunto para proporcionarnos la coordinación visual motora de los movimientos de la mano.
Área de Wernicke (comprensión del lenguaje)
El área de Wernicke no pertenece al lóbulo parietal. Clásicamente se encuentra en la porción posterior del giro temporal superior, usualmente en el hemisferio izquierdo (área de Brodmann 22), es un área que rodea la corteza auditiva. La mayoría de los neurocientíficos también incluyen algunas regiones del lóbulo parietal inferior, particularmente el giro supramarginal (área de Brodmann 40) y el giro angular (área de Brodmann 39), en el área de Wernicke. El giro supramarginal forma el área auditiva del lenguaje, mientras que el giro angular forma el área visual del lenguaje. El área de Wernicke es importante para el desarrollo y la comprensión del lenguaje. Algunas de sus funciones son: comprensión del lenguaje, procesamiento semántico, reconocimiento e interpretación del lenguaje.
Asa de Baum
En las radiaciones ópticas del cuerpo geniculado lateral del tálamo, dos asas de fibras transmiten la información de vuelta al área visual: el asa de Meyer y el asa de Baum. El asa de Meyer lleva la información de la porción superior del campo visual, mientras que el asa de Baum lleva la información de la porción inferior del campo visual. El asa de Meyer (campo visual superior, porción inferior de la retina) viaja a través del lóbulo temporal. El asa de Baum o radiación óptica parietal viaja a través del lóbulo parietal para terminar en el banco superior del surco calcarino, en la cuña del lóbulo occipital.
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Correlaciones clínicas
Infarto de lóbulo parietal
Los infartos isquémicos suelen ser el resultado de una trombosis ateroesclerótica o de tromboembolismo. La arteria cerebral media es la rama más grande de la arteria carótida interna y su continuación directa. Por consiguiente, es el sitio más común de infartos isquémicos en el sistema nervioso. La arteria cerebral media irriga la cara lateral del lóbulo parietal, que es el lugar donde se encuentra el miembro superior y la cara en la corteza somatosensitiva primaria. Por lo tanto, las oclusiones de la arteria cerebral media resultan en la pérdida de sensibilidad en estas partes corporales y preservándola en el miembro inferior. La función motora de las mismas partes puede verse afectada, ya que la corteza motora primaria se encuentra inmediatamente anterior a la corteza somatosensitiva primaria y también es irrigada en parte por la arteria cerebral media.
El infarto del lóbulo parietal se asocia a varios síntomas:
- Heminegligencia: es un fenómeno que suele resultar del daño en el lóbulo parietal del lado no dominante (usualmente el derecho), frecuentemente como consecuencia de un accidente cerebrovascular. El paciente tiene los campos visuales intactos en los dos ojos, pero le es imposible interpretar la información sensitiva que recibe su encéfalo de la mitad de su campo visual. Si un infarto ocurre en el lóbulo parietal derecho, el paciente ignorará el campo visual izquierdo. Si un infarto ocurre en el lóbulo parietal izquierdo, la capacidad del paciente de resolver problemas matemáticos, así como su lectura y escritura se verá afectada.
- Ataxia óptica: resulta en dificultad para alcanzar objetos en el campo visual contralateral al lóbulo parietal afectado.
- Amorfosíntesis: es una condición donde un paciente es inconsciente de las sensaciones somáticas de un lado del cuerpo.
- Agnosia (pérdida de la percepción general): resulta si se afecta el lóbulo izquierdo. Una lesión del lóbulo parietal derecho causa dificultades en la interpretación del campo visual izquierdo, así como de su espacio personal.
- Apraxia: es la alteración en el control motor, suele ser el resultado del daño del lóbulo parietal izquierdo.
- Cuadrantanopsia contralateral inferior: resulta en el daño del asa Baum. Déficit visual de un cuarto del campo visual inferior.
- Cuadrantanopsia contralateral superior: resulta en el daño del asa de Meyer. Déficit visual de un cuarto del campo visual superior.
Afasia receptiva (de Wernicke)
El área de Wernicke (área de Brodmann 22) se encuentra en el giro temporal superior y se sobrepone a la unión parietotemporal. Esta región es responsable por nuestra comprensión del lenguaje. El daño a esta región resulta en una afasia receptiva o de tipo fluente. El paciente presenta lo que se conoce como ‘ensalada de palabras’, es decir que su capacidad para decir las palabras está intacta, pero las palabras no tienen ningún orden comprensible o sintaxis. El área homóloga de la corteza derecha es responsable por nuestra interpretación del lenguaje corporal y de darle sentido a las palabras ambiguas. El daño al área de Wernicke no siempre resulta en afasia receptiva. Si la corteza que la rodea se encuentra intacta y su homóloga derecha también, los síntomas pueden ser mínimos.
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