Video: Hueso temporal
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Hola, soy Ramsés de Kenhub y te doy la bienvenida a nuestro tutorial sobre el hueso temporal. Antes de empezar, como es costumbre, revisemos lo que aprenderemos hoy en nuestra visión general.
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Leer másHola, soy Ramsés de Kenhub y te doy la bienvenida a nuestro tutorial sobre el hueso temporal. Antes de empezar, como es costumbre, revisemos lo que aprenderemos hoy en nuestra visión general.
En este tutorial comenzaremos con los bordes del hueso temporal que son el parietal, el occipital y el esfenoidal. Luego daremos una mirada a las porciones que forman el hueso temporal, entre las que están la porción escamosa, la porción petrosa, la porción timpánica, y el proceso estiloides, que algunos consideran una parte de la porción petrosa. Para concluir, aprenderemos qué ocurre si algo anda mal con nuestro hueso temporal en nuestra sección de correlaciones clínicas.
Comencemos nuestro tutorial con una pequeña introducción al hueso temporal. Este interesante componente bilateral de la cabeza ósea se encuentra a ambos lados del cráneo. Esta imagen muestra al cráneo desde una perspectiva lateral y vemos al hueso temporal resaltado en verde. Se ubica inferiormente al hueso parietal , posteriormente al hueso cigomático y la mandíbula, y delante del hueso occipital.
Si observamos el cráneo desde una perspectiva superior tal como lo vemos aquí, podremos ver que se articula con el hueso esfenoides. El interior de la base del cráneo está dividido en una fosa craneal anterior, una media y otra posterior. Tal como lo puedes ver, el hueso temporal forma parte de la fosa craneal media y posterior.
Si nos acercamos en esta vista lateral del cráneo y damos una mirada al hueso temporal, podremos notar que este hueso tiene cuatro porciones: escamosa, petrosa, timpánica, y el proceso estiloides. Durante este tutorial aprenderemos más sobre cada una de ellas, pero antes comencemos estudiando los bordes del hueso temporal.
El primer borde que estudiaremos es el borde parietal de la porción escamosa del hueso temporal. Como puedes observar, este borde posee una forma bastante irregular. Este borde también se conoce como borde superior y se articula con el borde inferior del hueso parietal. Debido a la forma en que este hueso se superpone al borde inferior del hueso parietal, a modo de escamas o tejas, esta sutura recibe el nombre de sutura escamosa. Puedes verla destacada en verde en esta vista lateral del cráneo.
Veamos ahora el borde occipital del hueso temporal. Este borde es el que se orienta hacia el hueso occipital y se articula con este mismo hueso Si observamos la imagen de la derecha, podemos ver la articulación del hueso temporal con el occipital justo aquí. La sutura que conecta ambos huesos recibe el nombre de sutura occipitomastoidea.
Si cambiamos nuestro punto de vista y observamos el cráneo desde una vista superior, podremos identificar otro borde. Este se conoce como borde esfenoidal del hueso temporal, y corresponde al sitio en el que el hueso temporal se articula con el hueso esfenoides. Si nuevamente observamos el cráneo desde una vista superior, veremos con más detalle esta articulación.
Ahora demos una mirada con más detalle a las diferentes porciones del hueso temporal, comencemos por la porción escamosa.
La porción escamosa del hueso temporal es la parte más anterior y superior del hueso temporal, y posee una superficie externa lisa y convexa. Forma gran parte de la fosa temporal, que es una depresión poco profunda en la cara lateral del cráneo que podemos ver resaltada en verde. El músculo temporal, uno de los músculos de la masticación, se inserta aquí.
Aquí también encontramos el surco de la arteria temporal media. Puedes verlo en esta imagen de la cara lateral del hueso temporal. La arteria temporal media es una rama de la arteria temporal superficial que irriga el músculo temporal.
Ahora veremos la cara medial o interna de la porción escamosa, que posee una superficie cóncava y contiene irregularidades que corresponden a los giros y surcos del lóbulo temporal. En esta cara podemos ver el surco de la arteria meníngea media, que podemos ver aquí en verde. Como puedes ver en la imagen, la arteria meníngea media irriga las meninges. Esta arteria es rama de la arteria maxilar.
En la porción escamosa del hueso temporal se encuentra el proceso cigomático, que se dirige hacia adelante luego de emerger desde la parte inferior de la porción escamosa. El borde superior del proceso cigomático es delgado y cortante, y presta inserción a la fascia temporal.
La porción posterior del proceso cigomático tiene forma triangular y a pesar de que es difícil verlo aquí, posee una cara inferior y otra superior. El proceso cigomático se articula con el proceso temporal del hueso cigomático, tal como puedes ver aquí.
La porción escamosa del hueso temporal contiene una depresión conocida como fosa mandibular, ubicada hacia posterior e inferior del proceso cigomático. Esta fosa posee una depresión cóncava que se articula con la mandíbula para formar la articulación temporomandibular. Puedes ver esta articulación resaltada en verde ahora.
Delante de la fosa mandibular se ubica el tubérculo articular del hueso temporal, cuya vertiente posterior constituye la parte anterior de la superficie articular para la mandíbula y por lo tanto, también forma parte de la articulación temporomandibular.
Vamos a revisar ahora la porción petrosa del hueso temporal. Esta porción, también llamada petromastoidea, está resaltada en verde ahora. A menudo esta porción se divide en una parte petrosa y otra mastoidea. En general, la parte mastoidea es la estructura lateral, mientras que la parte petrosa constituye el elemento medial de esta porción. Veamos ahora varias perspectivas de la porción petromastoidea.
El primer reparo óseo que veremos es el proceso mastoides, que podemos ver aquí en verde. Los músculos esternocleidomastoideo, esplenio de la cabeza y longísimo de la cabeza se insertan en su superficie. En su interior, el proceso mastoides contiene una serie de cavidades conocidas como celdas mastoideas, puedes ver algunas de ellas en este corte transversal y también en esta imagen de tomografía computarizada. Estas celdas mastoideas contienen aire en su interior.
Si nos acercamos al proceso mastoides, podemos identificar el foramen mastoideo, ubicado justo por delante de la sutura occipitomastoidea. Por él pasa una rama de la arteria occipital que irriga la duramadre, y una vena proveniente del seno sigmoideo. El seno sigmoideo es uno de los senos venosos que se ubican en el cráneo, y ya que se relaciona con el hueso temporal, lo podremos estudiar más adelante en nuestro tutorial.
Si seguimos en esta vista de la cara lateral del hueso temporal, podemos ver una depresión alargada resaltada en verde. Esta se conoce como incisura mastoidea o incisura digástrica, ya que el tendón del vientre posterior del músculo digástrico se inserta aquí.
Ahora cambiemos nuestra perspectiva para explorar la cara interna o medial del hueso temporal. En esta imagen podemos ver la porción petrosa por detrás y debajo de la porción escamosa. Podemos ver el vértice de la porción petrosa destacado en verde a la derecha de la imagen.
Volvamos por un momento a la vista superior. La porción petrosa del hueso temporal tiene tres caras, dos de las cuales podemos observar acá: esta es la cara anterior, y esta es la cara posterior. Ambas están separadas entre sí por el borde superior, que podemos ver acá. La tercera cara de la porción petrosa es la cara inferior, y la veremos cuando estudiemos la cara inferior del hueso temporal.
Dentro de la porción petrosa vemos el surco del seno sigmoideo. Como mencionamos anteriormente, el seno sigmoideo es un seno venoso del cráneo que recibe sangre proveniente de varias venas y de otro seno llamado seno transverso. La sangre del seno sigmoideo continúa su trayecto en el cuello como vena yugular interna.
La siguiente estructura que veremos es la eminencia arcuata, una elevación de la porción petrosa del hueso temporal formada por el relieve del conducto semicircular anterior, que es parte del sistema vestibular del oído interno.
La porción petrosa del hueso temporal contiene una depresión llamada fosa subarcuata destacada aquí. Es recorrida por la arteria y vena subarcuata.
Ahora estamos viendo al hueso temporal desde una vista inferior. En la parte superior de tu pantalla está el aspecto anterior que contiene principalmente la porción escamosa.
Desde esta perspectiva, todo el resto del hueso visible corresponde a la porción petrosa. La depresión destacada en verde es la fosa yugular, que aloja al bulbo superior de la vena yugular interna.
Hacia delante de la fosa yugular, es decir, hacia arriba de ella en tu pantalla, podemos ver el conducto carotídeo. La arteria carótida interna, fuente principal de irrigación del sistema nervioso central, viaja a lo largo de este conducto para ingresar al cráneo. El plexo nervioso carotídeo interno acompaña a la arteria en su trayecto.
El foramen estilomastoideo que podemos ver ahora, da paso al nervio facial, el séptimo par craneal, en su salida de la cavidad craneal. Este foramen da paso también a una arteria que ingresa al cráneo, la arteria estilomastoidea.
Ahora estudiaremos la porción timpánica del hueso temporal, y para esto volveremos a la perspectiva lateral. Puedes ver esta porción aquí resaltada en verde delante del proceso mastoides y debajo de la escama del temporal. Entre la porción timpánica y el proceso mastoides hay un surco que las separa, conocido como fisura timpanomastoidea, destacada en verde. El ramo auricular del nervio vago se ubica en esta fisura.
En la parte anterior de la parte timpánica del hueso temporal hay otra fisura. Esta fisura se conoce como fisura petrotimpánica y la podemos ver ahora. Esta fisura permite la comunicación entre el oído medio y la fosa infratemporal, y conduce un ramo del nervio facial llamado cuerda del tímpano.
En la parte timpánica del hueso temporal también se encuentra el orificio auditivo externo, que es la apertura del meato auditivo externo.
La cuarta y última parte del hueso temporal es el proceso estiloides, que es esta parte delgada y puntiaguda que se proyecta anteroinferiormente desde la parte inferior del hueso. El proceso estiloides está cubierto por la glándula parótida y es cruzado por la arteria carótida interna y la vena yugular interna.
Ahora, en nuestra sección de correlaciones clínicas, hablaremos un poco de las fracturas del hueso temporal. Las fracturas del hueso temporal se producen normalmente debido a traumatismos graves del cráneo. Suelen clasificarse en fracturas longitudinales, transversales u oblicuas. Como ya hemos mencionado durante este tutorial, el hueso temporal contiene una gran cantidad de estructuras, como el nervio facial y los sistemas auditivo y vestibular. Por lo tanto, los signos y síntomas de una fractura del hueso temporal suelen incluir vértigo, pérdida de audición y parálisis del nervio facial. Comúnmente puede observarse también salida de líquido cefalorraquídeo por el conducto auditivo externo, signo conocido como otorrea.
La mejor manera de diagnosticar una fractura del hueso temporal es mediante una tomografía computarizada de alta resolución. Las imágenes por resonancia magnética son muy deficientes para detectar cualquier fractura del cráneo. El tratamiento suele ser conservador y la mayoría de los signos y síntomas se resuelven por sí solos.
Antes de dejarte ir, resumamos lo que hemos aprendido hoy.
Aprendimos que el hueso temporal es un hueso situado a ambos lados del cráneo. Luego vimos los tres bordes del hueso temporal: parietal, occipital y esfenoidal. A continuación, observamos sus cuatro partes, que incluyen la porción escamosa, petrosa o petromastoidea, timpánica y el proceso estiloides.
En la porción escamosa, observamos el surco para la arteria temporal media ubicado en la cara externa o lateral y el surco para la arteria meníngea media, situado en la superficie medial. Luego estudiamos el proceso cigomático que es esta estructura que emerge desde la cara inferior de la porción escamosa. Observamos la fosa mandibular que se articula con la mandíbula para formar la articulación temporomandibular y delante de la fosa mandibular, observamos el tubérculo articular que forma la parte anterior de la superficie articular temporomandibular.
A continuación, vimos algunas estructuras que se ven en la parte petrosa o petromastoidea del hueso temporal, incluyendo el proceso mastoides visible aquí, el foramen mastoideo, ubicado en el proceso mastoides y la incisura mastoidea, también conocida como incisura digástrica.
Desde una vista anterior del hueso temporal, también observamos el vértice de la porción petrosa del hueso temporal y este surco hueco que se conoce como el surco del seno sigmoideo. A continuación, observamos la eminencia arcuata, que es un punto de referencia óseo para el conducto semicircular anterior y luego observamos la fosa subarcuata, la depresión que podemos ver aquí.
Luego cambiamos a una vista inferior del hueso temporal y descubrimos la fosa yugular, el conducto carotídeo que está localizado justo encima de la fosa yugular y el foramen estilomastoideo que es donde el séptimo par craneal o nervio facial sale del cráneo.
A continuación, observamos algunas estructuras de la parte timpánica del hueso temporal, incluida la fisura timpanomastoidea -un surco que separa la parte timpánica del hueso temporal y el proceso mastoides y la fisura petrotimpánica, un surco que se encuentra en la cara anterior de la porción timpánica.
Por último, observamos el orificio auditivo externo, que es la abertura del conducto auditivo. También observamos el proceso estiloides, la parte delgada y puntiaguda del hueso temporal que se proyecta anteroinferiormente desde la parte inferior del hueso.
Lo último que vimos en este tutorial fueron las fracturas del hueso temporal. Recordemos que hay tres tipos principales: longitudinales, transversales y oblicuas. Suelen presentarse con signos y síntomas como vértigo y otorrea y suele tratarse de forma conservadora.
Esto nos trae al final de nuestro tutorial. Muchas gracias por acompañarme hasta el final y ¡Feliz estudio!