Video: Glándulas salivales
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Hola, soy Ramses de Kenhub y hoy hablaremos acerca de las principales glándulas salivales. En este tutorial vamos a usar esta imagen de una vista lateral derecha de la cabeza en la que se ha removido ...
Leer másHola, soy Ramses de Kenhub y hoy hablaremos acerca de las principales glándulas salivales. En este tutorial vamos a usar esta imagen de una vista lateral derecha de la cabeza en la que se ha removido la piel y aquí tenemos la lengua resaltada en azul. Antes de comenzar a hablar en detalle sobre cada una, definamos primero qué es una glándula salival.
Una glándula salival es una glándula que secreta saliva, una sustancia fluida transparente y sin sabor. La saliva tiene muchas funciones importantes tales como mantener húmedas las membranas mucosas de la boca, lubricar el alimento, prevenir las caries y por supuesto, iniciar la digestión de la comida.
Ahora que sabemos qué es una glándula salival, hablemos un poco más sobre ellas. Las glándulas salivales pueden ser divididas en mayores y menores. En este video sin embargo, hablaremos solo de las glándulas salivales mayores que son la sublingual, submandibular, y parótida. En cada una de ellas definiremos su ubicación, sus conductos, su irrigación y su inervación.
Comencemos con la ubicación de las glándulas salivales mayores. Existen numerosos puntos de referencia para localizar estas estructuras. Nuestra primera referencia será el piso de la cavidad oral, que está representado en la imagen por este conjunto de músculos en el triángulo azul. La segunda referencia será la cara inferior de la lengua. Entre estas dos estructuras encontraremos casi todos los conductos de drenaje de las glándulas salivales mayores. Comencemos con el piso de la boca y veamos qué estructuras se ubican aquí.
El piso de la cavidad oral está formado principalmente por los músculos milohioideo y genihioideo. El genihioideo no es visible aquí pero lo puedes observar en esta otra imagen ubicado entre la mandíbula y el hioides. Verás que en nuestra imagen principal hemos delineado el geniohioideo en azul. El piso de la boca contiene también a los músculos digástrico y estilohioideo, y es aquí donde encontrarás las glándulas submandibular y sublingual junto con sus estructuras relacionadas. Pero primero revisemos algunos de los músculos que mencionamos anteriormente, comenzando con el milohioideo que se encuentra destacado aquí en color verde. Como puedes ver, el milohioideo conforma la mayor parte del piso de la cavidad oral y sostiene a las glándulas salivales.
El músculo genihioideo, que puedes ver en esta imagen de la mandíbula y el hioides, desciende la mandíbula y asiste en la apertura de la boca. Además lleva el hioides hacia adelante y arriba al tragar. Puedes ver al hueso hioides resaltado en azul ahora. Este músculo largo y delgado que puedes ver bajo el milohioideo se denomina digástrico. El músculo digástrico está formado por dos vientres, un vientre anterior y uno posterior. Como puedes ver en la imagen, ambos vientres están conectados mediante un tendón que se ubica a nivel del hueso hioides que es conocido como tendón intermedio. Ahora bien, el músculo que puedes ver alrededor del vientre posterior del digástrico es el músculo estilohioideo, el cual también forma parte del piso de la boca y se inserta en el hueso hioides.
Ahora demos un vistazo a las estructuras que se encuentran bajo la lengua, que es donde se abren varios conductos de las glándulas salivales. Estas estructuras descansan sobre el piso de la boca. En la imagen de la derecha puedes ver la lengua señalada con la flecha azul, y la lengua está levantada para que podamos explorar esta región. El primer elemento que podemos ver destacado en verde es el frenillo lingual, es un repliegue de mucosa que se extiende hasta la encía y que puedes observar en la línea media cuando levantas la lengua.
A ambos lados del piso de la cavidad oral se puede observar un repliegue de mucosa conocido como pliegue sublingual, el cual cubre la glándula sublingual que discutiremos más adelante. Y cerca de donde comienza el frenillo lingual en el piso de la boca podemos observar una pequeña eminencia conocida como carúncula sublingual, que es donde desembocan los conductos de la glándula sublingual y submandibular ya sea juntos o uno al lado de otro.
Ahora que hemos revisado la anatomía básica de la cavidad oral podemos comenzar a estudiar las glándulas salivales comenzando con la glándula sublingual.
Como puedes ver, la glándula sublingual tiene forma de almendra y es la más pequeña de las tres glándulas salivales mayores. Posee numerosos conductos denominados conductos sublinguales menores, los cuales se abren en los pliegues sublinguales. Esta glándula secreta la menor cantidad de saliva de las tres. Las glándulas sublinguales están localizadas bilateralmente en el piso de la boca y como mencionamos anteriormente, el piso de la cavidad oral está formado por los músculos milohioideo, genihioideo, digástrico y estilohioideo. Demos una mirada rápida a estos músculos nuevamente. Aquí está el milohioideo, el genihioideo delineado en azul, el digástrico y finalmente el estilohioideo está por aquí.
La glándula sublingual limita con la mandíbula hacia anterior, la cual puedes ver resaltada en azul aquí, y con el músculo geniogloso hacia posterior e inferior. Puedes ver este músculo destacado en azul en la imagen de la derecha. La lengua cubre a la glándula superiormente y ambas glándulas podrían llegar a unirse bajo el frenillo lingual para formar una estructura en forma de herradura debajo de la lengua.
Hablemos ahora acerca del trayecto que siguen los conductos sublinguales. La glándula sublingual tiene un conducto sublingual mayor, también conocido como conducto de Bartholin, y numerosos conductos pequeños, también conocidos como conductos de Rivinus. El conducto sublingual mayor se abre en la carúncula sublingual que puedes ver resaltada en azul, mientras que los conductos sublinguales menores, provenientes de complejos más pequeños dentro de la glándula sublingual, se abren a lo largo del pliegue sublingual y puedes verlos destacados en azul aquí.
La irrigación de las glándulas sublinguales proviene de dos arterias diferentes. En esta imagen puedes ver la carótida externa dando origen a la arteria lingual y se observa a la arteria lingual dando origen a una rama llamada arteria sublingual, la cual como puedes ver aquí se dirige a la glándula sublingual. También puedes notar que esta arteria es algo pequeña así que aumentaremos un poco la imagen para que puedas ver la glándula sublingual aquí. La segunda arteria que irriga a la glándula sublingual es la arteria submentoniana que es una rama de la arteria facial.
Las venas responsables de drenar la glándula sublingual poseen los mismos nombres que las arterias, así que serán la vena sublingual y la vena submentoniana, las cuales drenan en la vena lingual y vena facial respectivamente. En esta imagen hemos resaltado la vena facial que como puedes ver drena en la vena facial común y esta a su vez lo hace en la vena yugular interna. Las arterias que están ubicadas justo por delante de la vena yugular interna son las arterias carótidas.
La inervación de la glándula sublingual proviene del nervio cuerda del tímpano el cual contiene fibras que se originan del nervio facial o séptimo par craneal. Es importante conocer este nervio ya que contiene fibras secretomotoras responsables de la estimulación de la secreción salival. Además, el nervio cuerda del tímpano se une al ramo lingual del nervio mandibular y transporta sensación gustativa desde los dos tercios anteriores de la lengua. La inervación parasimpática secretomotora llega a través de fibras que se unen al ganglio submandibular para inervar las glándulas sublingual y submandibular. Por otro lado, las fibras simpáticas llegan a este ganglio a través del plexo que rodea a la arteria lingual, pero no te preocupes por esto, lo veremos más adelante.
Acerquémonos un poco para poder observar el nervio cuerda del tímpano y, como dijimos anteriormente, este nervio se une al nervio lingual, que es un ramo del nervio mandibular, para conducir fibras gustativas desde los dos tercios anteriores de la lengua y también conduce fibras secretomotoras que puedes ver aquí las cuales se dirigen al ganglio submandibular. No te preocupes si no lograste verlo, lo explicaremos una vez más en este tutorial.
Continuemos con la glándula submandibular. Como puedes ver aquí, las glándulas submandibulares se ubican en relación a la cara interna de la mandíbula en el triángulo submandibular del cuello, también llamado triángulo digástrico a veces. Revisemos los límites de este triángulo. El límite superior lo forman la base de la mandíbula y el proceso mastoides del temporal, que se ubica donde he puesto este triángulo aquí. El límite posterior está formado por el vientre posterior del músculo digástrico, el cual puedes ver justo aquí, al igual que por el músculo estilohioideo. El límite anterior de este triángulo es el vientre anterior del músculo digástrico, que puedes ver aquí, y el piso del triángulo submandibular está formado por el músculo milohioideo, el cual está cortado en la imagen pero va justo aquí.
Hablemos ahora del trayecto del conducto submandibular, también llamado conducto de Wharton. Este conducto mide alrededor de cinco centímetros de largo y se origina entre el milohioideo y el hiogloso, así que he resaltado nuevamente el milohioideo en azul para que lo veas. Como el músculo hiogloso no aparece por completo en la imagen, lo marcaré con una línea punteada azul aquí. El conducto submandibular discurre a lo largo de la cara superior del músculo milohioideo como podemos ver en la imagen, y luego se ubica medial a la glándula sublingual para desembocar en la carúncula sublingual localizada a cada lado de la base del frenillo lingual.
Hablemos ahora de las arterias responsables de irrigar la glándula submandibular. Esta glándula posee las mismas fuentes de irrigación que la glándula sublingual. Recuerdas que la glándula sublingual estaba irrigada por las arterias submentoniana y sublingual, lo cual se repite para la glándula submandibular, y que la arteria sublingual se origina de la arteria lingual y la submentoniana proviene de la arteria facial. Además no olvidemos que tanto la arteria lingual como la arteria facial son ramas de la arteria carótida externa. Con respecto a las venas, la glándula submandibular es drenada principalmente por la vena submentoniana que se anastomosa con la vena sublingual. Luego la vena facial se les une y juntas drenan en la vena yugular interna.
Como mencioné anteriormente, la inervación de las glándulas submandibular y sublingual es la misma, así que como podrás recordar, ambas reciben fibras secretomotoras del nervio facial o séptimo par craneal. La inervación parasimpática proviene del nervio cuerda del tímpano, ramo del facial. Este se une al nervio lingual y recorreremos su camino una vez más para que puedas comprenderlo bien. Entonces tenemos aquí al nervio cuerda del tímpano y al nervio lingual, tenemos nuestras fibras secretomotoras emergiendo del nervio lingual tal como habíamos mencionado y aquí tenemos al ganglio submandibular. Pero en esta imagen quisiera agregar fibras provenientes del ganglio submandibular que inervan a la glándula submandibular aquí y a la glándula sublingual acá.
La inervación simpática proveniente del ganglio cervical superior acompaña a la arteria lingual hasta el tejido de la glándula submandibular. Lo explicaré un poco más para que te quede completamente claro. El ganglio cervical superior se ubica bajo las estructuras de esta imagen, aproximadamente a nivel de segunda o tercera vértebra cervical y proporciona fibras que acompañan a la arteria carótida común y a sus ramas, entre las cuales está la arteria lingual, a través de la cual estas fibras llegan al ganglio y por consiguiente a la glándula.
Ahora que hemos terminado de hablar sobre las glándulas submandibular y sublingual, continuemos con la glándula parótida.
La glándula parótida, como puedes ver, es la más voluminosa de las glándulas salivales mayores. Se ubica por delante del pabellón auricular, es decir en la región preauricular y se relaciona con las siguientes estructuras: hacia anterior con el músculo masetero que es uno de los músculos de la masticación y que podemos ver aquí resaltado en azul. También hacia adelante la glándula se relaciona con la rama de la mandíbula, la cual no es visible en esta imagen pero que he marcado en azul aquí. Hacia superior se relaciona con el arco cigomático que he marcado en azul porque no es enteramente visible. Hacia posterior está relacionada con el proceso mastoides del temporal y el músculo esternocleidomastoideo, que es este gran músculo de aquí, claramente visible y que puedes sentir en tu cuello cuando giras la cabeza de derecha a izquierda.
La glándula parótida se ubica en una región que conocemos como lecho parotídeo, que puede ser descrito como el conjunto de estructuras que rodean y se relacionan con la glándula parótida. Estas estructuras se ubican principalmente entre la rama de la mandíbula y el proceso estiloides, y ahora revisaremos sus límites. El lecho parotídeo está limitado anteriormente por el músculo masetero, la rama de la mandíbula y el músculo pterigoideo medial. Posteriormente sus límites son el músculo esternocleidomastoideo y el vientre posterior del músculo digástrico. Hacia medial, el lecho parotídeo está limitado por el músculo estilohioideo, que se va desde el proceso estiloides hasta el hueso hioides, el músculo estilofaríngeo que se origina del proceso estiloides y termina en el cartílago tiroides y en la pared de la faringe, y por el músculo estilogloso que después de originarse en el proceso estiloides termina a nivel de la lengua mezclándose con su musculatura. Por último encontramos también por medial a la arteria carótida externa la cual se divide en sus ramas terminales temporal superficial y maxilar en esta región. Por arriba, el lecho parotídeo está delimitado por el arco cigomático.
Quise hablar del lecho parotídeo porque esta región contiene una serie de estructuras importantes, entre las cuales encontramos la fascia parotídea, también llamada parotidomaseterina, las divisiones del nervio facial que puedes ver en la imagen y que abandonan el lecho parotídeo y el nervio auriculotemporal proveniente de la división mandibular del nervio trigémino que podemos encontrar cerca del meato auditivo externo. También podemos encontrar el o los ganglios linfáticos parotídeos, la vena retromandibular con sus dos divisiones, la posterior visible aquí y la anterior que podemos observar acá, así como la arteria carótida externa que también podemos ver en la imagen.
Como mencionamos anteriormente, el nervio facial es uno de los contenidos del lecho parotídeo y está en íntima relación con la glándula parótida. El nervio facial se desliza a través del interior de la glándula parótida y proporciona cinco divisiones tal como vemos en la imagen. Este grupo de nervios es también conocido como el plexo parotídeo, desde el cual se originan los nervios destinados a los músculos faciales. Vamos a revisar estos ramos ahora, comenzando con los ramos temporales que inervan los músculos de la expresión facial ubicados por encima del ojo, los que se ubican alrededor del área marcada con el círculo azul. Tenemos también los ramos cigomáticos, que inervan los músculos de la mitad superior de la mejilla y al orbicular del ojo, que es el músculo que rodea la órbita. Aquí podemos ver los ramos bucales que inervan los músculos de la expresión facial ubicados bajo la órbita y sobre el mentón, el ramo marginal mandibular, responsable de inervar al risorio, un músculo involucrado en la sonrisa, y finalmente vemos al ramo cervical, el cual desciende e inerva al músculo platisma, el cual puedes ver en la imagen a la derecha.
Y para ayudarte a recordar las diferentes divisiones del nervio facial tenemos esta útil imagen. Una manera de recordar el orden y la ubicación de los diferentes ramos es colocar una mano abierta sobre la cara y los dedos representan el sitio donde se ubica cada ramo. El quinto dedo se ubica en la zona de los ramos temporales, el cuarto dedo corresponde a los ramos cigomáticos, el dedo medio o tercer dedo corresponde a la zona de los ramos bucales, el segundo dedo en la región del ramo marginal mandibular y el pulgar en la zona del ramo cervical.
Quiero comentar un par de cosas más sobre esta región. La glándula parótida está envuelta en una resistente cápsula conocida como fascia parotídea y a veces son consideradas una sola estructura con la fascia del masetero, en cuyo caso es denominada fascia parotidomaseterina. Esta fascia es parte de la capa superficial o de revestimiento de la fascia cervical profunda. Esta se divide en capas superficial y profunda para envolver la glándula parótida.
Una estructura más que necesitamos ver en esta región es el conducto parotídeo, el cual puedes ver resaltado en verde en nuestra imagen. Ahora bien, este conducto, también llamado de Stenon o Stensen, es una estructura importante ya que constituye el trayecto que sigue la saliva desde la glándula parótida hasta la cavidad oral. Como puedes ver, cruza horizontalmente el masetero y perfora al músculo buccinador, músculos que puedes ver ahora destacados en azul. Finalmente se abre a la altura del segundo molar superior en la cavidad oral. La arteria que puedes ver sobre el conducto parotídeo es la arteria facial transversa, que es una rama de la arteria temporal superficial, la que también puede verse aquí recorriendo la cara.
Por supuesto, también tenemos que hablar sobre la irrigación de la glándula parótida, la cual proviene de algunas ramas de la arteria carótida externa que como recordarás es esta de aquí. Las ramas que la irrigan son la temporal superficial, maxilar y facial transversa. La arteria temporal superficial que puedes ver aquí en la imagen transita superiormente desde la parte superior de la glándula hasta salir de ella por su vértice, la arteria maxilar abandona la glándula a nivel de su tercio medio para suministrar sangre a las fosas infratemporal y pterigopalatina. La arteria facial transversa es una rama de la arteria temporal superficial y corre paralela al conducto parotídeo como puedes ver en la imagen. Esta arteria irriga la glándula, el conducto parotídeo y también al músculo masetero.
Revisemos también las venas de la glándula parótida. Esta glándula es drenada principalmente por la vena retromandibular, la cual se forma gracias a la unión de la vena maxilar y la vena temporal superficial que se unen. Hemos hablado ya en este video de la vena retromandibular pero quisiera hablar un poco más sobre ella. Como puedes ver, la vena retromandibular se separa en divisiones anterior y posterior. Con respecto a la inervación la glándula parótida es un poco diferente a las demás porque sus nervios provienen de varias fuentes. Conversemos un poco más sobre esto.
La inervación sensitiva proviene del nervio auriculotemporal, el cual es un ramo de la división mandibular del nervio trigémino. La inervación parasimpática que estimula la secreción de la glándula proviene del nervio glosofaríngeo el cual proporciona el nervio petroso menor que hace sinapsis en el ganglio ótico y aquí puedes ver esta vía nerviosa resaltada. La glándula parótida también recibe inervación simpática directamente desde el plexo carotídeo externo y puedes ver como hemos esquematizado esto aquí abajo.
Ahora que hemos aprendido sobre la anatomía de las glándulas salivales mayores, es tiempo de revisar algunas correlaciones clínicas.
Una de las condiciones que quisiera revisar hoy es un síndrome relacionado con la glándula parótida que se llama síndrome de Frey, también conocido como síndrome auriculotemporal. Este es un raro desorden neurológico que se produce como resultado de una lesión en la glándula parótida o cerca de ella, o como resultado de daño al nervio auriculotemporal durante una cirugía. Si esto ocurre, el sistema nervioso autónomo no es capaz de controlar el sudor de la piel ubicada detrás de la mejilla, oreja y región temporal después de haber consumido alimentos que produzcan una gran respuesta salival (limón por ejemplo). La glándula parótida también es el blanco de tumores, a pesar de que su ocurrencia es rara y el ochenta por ciento de ellos suelen ser benignos. Otra condición clínica que puede afectar a esta glándula es la parotiditis viral, conocida comúnmente como paperas y que afecta principalmente a niños. Su presentación clínica ocurre con inflamación de la glándula parótida, fiebre y vómitos.
En el interior de las glándulas salivales mayores y principalmente en la glándula submandibular se puede formar una pequeña calcificación. Esto se conoce como sialolitiasis y es la afección más común de las glándulas salivales. Generalmente se presenta con aumento de volumen y dolor en la glándula afectada. El tratamiento incluye AINES, o antiinflamatorios no esteroidales y calor húmedo. También resulta de ayuda el consumo de alimentos ácidos como el limón lo cual estimula la secreción salival y puede ayudar a eliminar el cálculo salival. Sin embargo, si este persiste, puede necesitarse cirugía.
Y ahora que hemos terminado nuestro tutorial, quisiera hacer un resumen de lo que aprendimos hoy. Hablamos sobre las glándulas salivales mayores: la glándula sublingual que es la más pequeña de las tres, la submandibular y la parótida, que es la más voluminosa. También hablamos de las referencias anatómicas para localizarlas, entre los cuales están el piso de la boca, donde podemos encontrar a los músculos milohioideo, genihioideo, el cual puedes ver delineado aquí, el músculo digástrico con sus vientres anterior y posterior y el músculo estilohioideo que se relaciona hacia atrás con el vientre posterior del digástrico. El otro punto de referencia es la cara inferior de la lengua en la cual encontramos el frenillo lingual que puedes ver en la imagen. También puedes ver aquí el pliegue sublingual que es donde desembocan los conductos provenientes de la glándula sublingual y también la carúncula sublingual que puedes ver aquí resaltada en verde.
También estudiamos la glándula sublingual que se relaciona con la mandíbula, el músculo geniogloso y la lengua. Dijimos que su conducto sublingual mayor se abre en la carúncula sublingual y que sus conductos sublinguales menores se abren en el pliegue sublingual como puedes observar aquí. La glándula sublingual está irrigada por las arterias sublingual y submentoniana y es drenada por las venas del mismo nombre. También dijimos que la glándula sublingual está inervada por el nervio cuerda del tímpano.
Hablamos también de la glándula submandibular, describiendo su ubicación a nivel del triángulo submandibular y cómo su conducto excretor, que puedes ver destacado en verde, se dirige hacia la glándula sublingual. Y también mencionamos que la irrigación, drenaje e inervación de la glándula son los mismos que en la glándula sublingual.
Hablamos de la glándula parótida y sus relaciones anatómicas, las cuales incluyen al músculo masetero, la rama de la mandíbula, el arco cigomático, el proceso mastoides y el músculo esternocleidomastoideo. Con respecto a su conducto, aprendimos que este transita anteriormente cruzando al músculo masetero y perfora al buccinador para abrirse a nivel del segundo molar superior. La irrigación para esta glándula proviene de las arterias temporal superficial, maxilar y facial transversa, la cual se ubica por encima de la glándula. El drenaje venoso de la parótida es tarea de la vena retromandibular, sobre la cual aprendimos que posee una división anterior y una división posterior.
La inervación de la glándula parótida está proporcionada por el nervio auriculotemporal y el glosofaríngeo, así como por fibras directas provenientes del plexo carotídeo externo. También conversamos acerca del lecho parotídeo cuyos límites incluyen al masetero, la rama de la mandíbula, el músculo pterigoideo medial, el esternocleidomastoideo, el vientre posterior del músculo digástrico, los músculos estilohioideo, estilofaríngeo y estilogloso, la arteria carótida externa y el arco cigomático. También hablamos sobre los contenidos del lecho parotídeo que incluyen la fascia parotidomaseterina, el nervio facial, el nervio auriculotemporal, ganglios linfáticos parotídeos, la vena retromandibular y la arteria carótida externa.
En nuestras correlaciones clínicas hablamos sobre una condición que afecta a la glándula parótida y que se conoce como síndrome de Frey, el cual como recordarás se origina por un daño en el nervio auriculotemporal. Hablamos acerca de los tumores, ochenta por ciento de los cuales son benignos y también sobre las paperas, una infección viral más común en los niños. También hablamos sobre una condición que probablemente es la más común de la glándula submandibular conocida como sialolitiasis en la cual se forma un cálculo en el conducto excretor de la glándula causando dolor y aumento de volumen en la zona.
Ese es todo el tiempo que tenemos por hoy. Gracias por acompañarme y ¡feliz estudio!