Video: Nervio hipogloso
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Hola, soy Ramsés de Kenhub, y te doy la bienvenida a este videotutorial sobre la anatomía del nervio hipogloso, uno de los doce pares craneales. La función principal de este nervio es exactamente la ...
Leer másHola, soy Ramsés de Kenhub, y te doy la bienvenida a este videotutorial sobre la anatomía del nervio hipogloso, uno de los doce pares craneales. La función principal de este nervio es exactamente la que ves aquí. Sí, este es el nervio que controla la mayor parte de los músculos de la lengua.
Antes de comenzar te daré una visión general sobre lo que discutiremos hoy. Comenzaremos describiendo el trayecto y anatomía del nervio hipogloso, veremos su rol en la inervación de los músculos infrahioideos y la inervación de los músculos intrínsecos y extrínsecos de la lengua. Para terminar, veremos los efectos de una posible lesión de este nervio en nuestra sección de correlaciones clínicas.
El nervio hipogloso es el par craneal número doce y conduce solo información motora. El término proviene de la unión de las palabras hipo, que significa debajo, y gloso, que se refiere a la lengua. Esto hace alusión a que el nervio accede a los músculos por la cara inferior de la lengua.
Como mencionamos anteriormente, la función de este nervio es la inervación de la musculatura encargada de modificar la posición y la forma de la lengua. Está involucrado por lo tanto en el proceso de masticación y deglución de los alimentos, así como también en la fonación, es decir, la formación de palabras. Este nervio también aporta inervación a la musculatura infrahioidea, la cual también juega un rol clave en la fonación y deglución.
Comencemos con el trayecto del nervio hipogloso.
Aquí puedes ver una perspectiva lateral de una porción de la región de la cabeza y el cuello. El nervio hipogloso se origina en el tronco encefálico para luego ubicarse en el conducto del nervio hipogloso del hueso occipital y dirigirse hacia abajo, adelante y finalmente hacia arriba para inervar los músculos de la lengua. Estudiemos este trayecto en detalle.
El núcleo del nervio hipogloso, que podemos ver aquí resaltado en verde, se ubica en el bulbo raquídeo a nivel del trígono del hipogloso, una pequeña elevación ubicada en la fosa romboidea del cuarto ventrículo. Desde aquí, los axones que conforman el nervio abandonan el tronco encefálico por el surco preolivar del bulbo y salen del cráneo a través del conducto del hipogloso, resaltado en verde aquí desde una perspectiva superior, a cada lado del foramen magno. Por el conducto del hipogloso no pasa ninguna otra estructura.
Habiendo abandonado el cráneo, el nervio hipogloso desciende verticalmente entre la arteria carótida interna y la vena yugular interna antes de dirigirse hacia el asta mayor del hueso hioides. A lo largo de su trayecto, el nervio hipogloso recibe un ramo del plexo cervical que contiene fibras provenientes de las divisiones anteriores de los nervios espinales C1 y C2, que podemos ver en esta imagen.
Es importante comentar que estas fibras no se mezclan con las del nervio hipogloso, sino que viajan en el interior de su envoltura. Resulta útil pensar que el nervio hipogloso le da un aventón a estas fibras hacia los músculos infrahioideos. Demos un vistazo ahora a la inervación de estos músculos.
La función del nervio hipogloso propiamente dicho es inervar los músculos de la lengua que exploraremos pronto en más detalle. Sin embargo, antes quisiera dar una mirada a estos ramos inferiores de aquí. Este contiene fibras de los nervios espinales C1 y C2, y es continuo con fibras provenientes de los nervios C2 a C4, formando un circuito nervioso llamado asa cervical, también conocida como asa del hipogloso.
En su trayecto descendente entre la arteria carótida interna y la vena yugular interna, muchos de los nervios que se originan desde C1 y que están contenidos en la envoltura del hipogloso se separan como vemos aquí, constituyendo lo que se conoce como la raíz superior del asa cervical.
En su descenso, proporciona ramos musculares que inervan el vientre superior del músculo omohioideo y los músculos esternotiroideo y esternohioideo. Esta raíz también es conocida como ramo descendente del nervio hipogloso. En la medida que este ramo desciende y se curva posteriormente, se comunica con la raíz inferior del asa cervical que podemos ver aquí, la cual recibe aportes de los nervios espinales C2, C3 y también a veces de C4. La raíz inferior del asa cervical inerva el vientre inferior del músculo omohioideo. ·
Tras haberse separado del asa cervical, el nervio hipogloso continúa su trayecto en sentido anterior proporcionando el ramo para el músculo tirohioideo, que fiel a su nombre, proporciona inervación motora al músculo homónimo, tal como podemos ver en esta imagen. El músculo tirohioideo provoca descenso del hueso hioides y elevación de la laringe.
Hagamos un alto antes de continuar. Quisiera comentar que existe un poco de controversia en la literatura acerca de la inervación del músculo tirohioideo. A pesar de que el ramo para el músculo tirohioideo a menudo se origina como un ramo directo del nervio hipogloso, contiene fibras que provienen de C1, por lo cual podrías encontrar ambas versiones: textos que mencionan que este músculo es inervado por el nervio hipogloso y otros que dicen que la inervación proviene de C1. Para complicar un poco más las cosas, podrías encontrar literatura que menciona que este ramo emerge directamente del asa cervical, lo cual corresponde a una variación anatómica. Ten esto en cuenta a la hora de estudiar para tu examen final.
Probablemente te alegrará saber que ya no hablaremos más del músculo tirohioideo en este tutorial. En adelante nos dedicaremos a la función principal del nervio hipogloso, que es inervar los músculos intrínsecos y extrínsecos de la lengua mediante sus ramos linguales.
Comencemos con los cuatro músculos intrínsecos.
Aquí vemos un corte sagital de la lengua con el nervio hipogloso destacado en verde. Los músculos intrínsecos, que son los que nos permiten modificar la forma de la lengua, son el longitudinal superior, encargado de levantar la punta de la lengua; el longitudinal inferior, encargado de acortar la cara inferior de la lengua; el transverso, que alarga la lengua y disminuye su ancho, y el músculo vertical, que aplana la lengua.
Ahora demos un vistazo a los músculos extrínsecos de la lengua.
Los músculos extrínsecos de la lengua son aquellos que se originan en estructuras óseas y permiten modificar la posición de la lengua. Entre ellos tenemos el estilogloso, encargado de retraer y levantar la lengua; el hiogloso, que desciende y retrae la lengua; el geniogloso, que es el principal responsable de tu gesto de sacar la lengua cuando algo no te gusta; y el palatogloso, cuya función es elevar el dorso o cara superior de la lengua.
Los ramos linguales del nervio hipogloso inervan todos estos músculos a excepción del último, el palatogloso, que es inervado por el nervio vago o décimo par craneal.
Ya estamos finalizando nuestro viaje por el nervio hipogloso, pero hay un último nervio que debemos tener en cuenta, el ramo para el músculo genihioideo, que como ya podrás imaginar, inerva al músculo genihioideo. Este es otro de estos ramos un poco complicados en términos de que si bien, es físicamente un ramo del nervio hipogloso, está compuesto por fibras que se originan del nervio espinal C1. Por esto, muchas veces verás que en la literatura se dice que el músculo genihioideo es inervado por C1, aunque físicamente parezca que este ramo pertenece al hipogloso.
Con esto concluimos la anatomía del nervio hipogloso. Ahora pongámonos la bata blanca y revisemos algunas correlaciones clínicas relevantes.
Como mencionamos antes, la función principal del nervio hipogloso es la inervación de los músculos que permiten mover y cambiar la forma de la lengua, lo cual es crucial para funciones como el habla y la deglución. Como consecuencia de una lesión del nervio hipogloso, estas funciones se verán afectadas. Estas lesiones pueden ser causadas por accidentes vasculares, tumores, heridas, infecciones, degeneración nerviosa, entre otras. Esto se traduce clínicamente en lo que conocemos como parálisis de la lengua, o parálisis del nervio hipogloso.
Los pacientes con parálisis del nervio hipogloso presentan una desviación de la lengua hacia un lado dependiendo de cuál de los nervios hipoglosos se ha visto afectado y a qué nivel. Los músculos de la lengua pueden atrofiarse y podrían presentar fasciculaciones.
Para realizar un examen de la función del nervio hipogloso, le pediremos al paciente que saque la lengua. Si hay lesión, la lengua se desviará hacia un lado. En el caso de lesión de neurona motora superior, la lengua se desvía hacia el lado contrario a la lesión. En las lesiones de neurona motora inferior por otra parte, la lengua se desvía hacia el lado afectado. Generalmente la atrofia muscular y las fasciculaciones ocurren solo en lesiones de neurona motora inferior. Además, dependiendo del nivel de la lesión, otras funciones se verán afectadas. Por ejemplo, si la lesión ocurre mientras el nervio lleva fibras provenientes de C1, las funciones relacionadas con estas fibras también estarán afectadas.
La desviación muscular se puede evaluar pidiéndole al paciente que presione la mejilla con la lengua y evalúe qué grado de presión puede aplicar. También se debe evaluar el habla del paciente y si la lengua se siente pesada o torpe.
Eso fue todo. Hagamos un breve resumen de lo que aprendimos hoy.
El nervio hipogloso, o decimosegundo par craneal, se origina del núcleo del nervio hipogloso ubicado en el tronco encefálico. Emerge del tronco encefálico por el surco preolivar del bulbo raquídeo, atraviesa el conducto del hipogloso y recibe ramos de C1 y C2 que son enviados al asa cervical, que es parte del plexo cervical.
Las raíces superior e inferior del asa cervical inervan músculos de la porción superior del cuello, mientras que el nervio hipogloso da inervación motora a los músculos intrínsecos de la lengua, incluyendo al longitudinal superior, longitudinal inferior, transverso y vertical. También da inervación a tres de los cuatro músculos extrínsecos de la lengua: el estilogloso, el hiogloso y el geniogloso. Estos dos grupos se encargan de modificar la forma y posición de la lengua. Finalmente, aprendimos cómo el nervio hipogloso conduce la inervación hacia el músculo genihioideo.
También discutimos algunas lesiones del nervio hipogloso que pueden causar desviación de la lengua, atrofia y fasciculaciones. Para determinar la presencia de estas lesiones, le debemos solicitar al paciente que realice diferentes movimientos de la lengua.
Eso es todo por hoy, espero lo hayas disfrutado. Nos vemos pronto y ¡feliz estudio!