Coroides

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Estructura del globo ocular vista en un corte transversal.

La coroides forma parte de una de las capas del ojo denominada capa vascular (también conocida como úvea o tracto uveal), junto con el cuerpo ciliar y el iris. Es una capa delgada y pigmentada de tejido conectivo vascular, que se extiende desde la ora serrata hasta el nervio óptico (II par craneal). Se localiza entre la esclera (esclerótica) fibrosa externa, y la retina interna, expandiéndose desde el nervio óptico posteriormente.

La coroides es aproximadamente de unos 200μm de grosor al momento del nacimiento y disminuye con la edad (reduciéndose a 80μm aproximadamente a los 90 años de edad). Esta estructura de tejido vascular del globo ocular está compuesta por cinco capas principales, que de interna a externa son: la lámina basal (membrana de Bruch), la lámina coroidocapilar, las dos láminas vasculares (capas de Haller y de Sattler) y la lámina supracoroidea (lámina fusca).

La lámina basal (membrana de Bruch) forma la capa más interna de la coroides. Es una capa delgada de tejido conectivo que separa la retina de la coroides, y proporciona oxígeno y nutrientes a la porción externa de la retina.

La lámina coroidocapilar es inmediatamente adyacente a la lámina basal y está formada por una red anastomótica de capilares. Estos capilares surgen de las arteriolas de la capa de Sattler de la coroides. La lámina coroidocapilar proporciona nutrientes al epitelio y fotorreceptores de la retina. También sirve para filtrar productos de desecho desde la retina externa y funciona en la termorregulación de la porción posterior del ojo.

La región altamente vascularizada de la coroides, las láminas vasculares, constan de la capa de Haller externa y la capa de Sattler interna, las cuales están incrustradas en el estroma de la coroides. La capa de Haller está compuesta por vasos sanguíneos grandes, mientras que la capa de Sattler está formada por arterias más pequeñas y arteriolas. El estroma circundante se compone de colágeno, fibras elásticas, fibroblastos, células musculares lisas no musculares y melanocitos, así como macrófagos, mastocitos y linfocitos.

La última lámina de la coroides, la capa externa, es la lámina supracoroidea o lámina fusca, la cual es una zona de transición entre la coroides y la esclera adyacente. Está compuesta por fibras de colágeno, fibroblastos y melanocitos. Esta capa externa delgada contiene espacios revestidos de epitelio que drenan hacia venas, por lo que se piensa que tiene un papel en el drenaje linfático del ojo.

La coroides recibe su rico suplemento vascular de las arterias ciliares posteriores cortas y largas, y obtiene su drenaje venoso a través de las venas vorticosas. Las paredes de los vasos sanguíneos de la coroides reciben inervación parasimpática del ganglio pterigopalatino, e inervación simpática del ganglio cervical superior. 

La función principal de la coroides es proporcionar oxígeno y nutrientes a la retina externa. Sin embargo, también es importante en la termorregulación de la porción posterior del ojo, en la modulación de la presión intraocular y en el drenaje del humor acuoso desde la cámara anterior. 

Este artículo revisa la anatomía de la coroides.