Video: Sistema cardiovascular
Estás mirando una vista previa. Suscríbete a Premium para acceder al video completo: Anatomía y función del sistema cardiovascular
Unidad de estudio relacionada
Artículo relacionado
Transcripción
"All by myself, don’t wanna be, all by myself anymore…"
Bueno bueno ya, a ver, parece el típico caso de un corazón roto. Estoy seguro de que todos hemos pasado por algo así. Tal vez ya habías notado ...
Leer más"All by myself, don’t wanna be, all by myself anymore…"
Bueno bueno ya, a ver, parece el típico caso de un corazón roto. Estoy seguro de que todos hemos pasado por algo así. Tal vez ya habías notado que habían problemas desde el principio, pero el corazón es necio y, después de todo, debes seguirlo incluso si no se puede curar un corazón roto. ¡Uf! Es difícil, pero afortunadamente nuestros corazones en realidad no dejan de funcionar literalmente cuando sufrimos un desamor. Aunque parezca que te están arrancando el corazón del pecho, en realidad sigue trabajando duro, bombeando sangre por todo nuestro cuerpo como un componente integral del sistema cardiovascular. Así que démosle a nuestro amigo con el corazón roto un poco de tiempo a solas mientras profundizamos sobre el sistema cardiovascular.
Muy bien, si tu corazón late con fuerza por la ansiedad, respira profundamente que este videotutorial es más fácil de lo que te imaginas. Vamos a simplificarlo explorando el sistema cardiovascular a través de sus tres subdivisiones principales: el corazón, los vasos sanguíneos y la sangre. A medida que avancemos, dividiremos este sistema en dos circuitos separados que transportan la sangre: los circuitos pulmonar y sistémico, que incluyen el circuito coronario. También examinaremos las diferencias anatómicas entre los vasos sanguíneos, es decir, las arterias y las venas, y veremos la composición de la sangre que viaja a través de estos vasos. Finalmente, para consolidar nuestro conocimiento, veremos una correlación clínica de importancia.
Antes de comenzar, hablemos un momento sobre realmente qué es el sistema cardiovascular. El sistema cardiovascular, o sistema circulatorio, es vital para nuestra supervivencia ya que su principal función es transportar la sangre hacia todo el cuerpo. El principal trabajo de este sistema es entregar oxígeno a los tejidos mientras remueve dióxido de carbono producido por el metabolismo, simultáneamente. Este sistema complejo también cumple la función de transportar nutrientes provenientes del tracto gastrointestinal, proporcionando la energía y nutrición necesaria para que los tejidos del cuerpo funcionen correctamente. El sistema cardiovascular también juega un papel en la remoción de productos de desecho del metabolismo y los transporta hacia los órganos excretores para eliminarlos. Finalmente, protege el cuerpo contra infecciones debido a la presencia de células blancas en la sangre.
Ahora que ya sabes un poco sobre su función, ¿estamos listos para ampliar tus conocimientos sobre la anatomía del sistema circulatorio? ¡Bravo! Entonces, empecemos por el corazón.
El corazón, componente central del sistema circulatorio, es una bomba muscular dinámica que se estimula eléctricamente para impulsar la sangre a través de todo el cuerpo. Si observamos un corte coronal del corazón, podemos ver que está dividido en un lado derecho y otro izquierdo por un septo muscular. El corazón se divide a su vez en cuatro cámaras, conocidas como atrio derecho e izquierdo y ventrículo derecho e izquierdo. También podemos identificar estas cámaras desde una vista externa del corazón. Aquí están el atrio derecho e izquierdo y aquí están el ventrículo derecho e izquierdo.
Si observamos esta ilustración esquemática del sistema cardiovascular, podemos ver las cuatro cámaras del corazón y la dirección en la que la sangre fluye hacia dentro y hacia fuera del mismo. Los atrios recogen la sangre que regresa al corazón, mientras que los ventrículos bombean la sangre fuera de este. Las válvulas cardíacas, a su vez, evitan el reflujo de sangre hacia las cámaras.
A medida que observamos los diferentes circuitos del sistema circulatorio, profundizaremos en la estructura y función del corazón; sin embargo, generalmente, el corazón es una bomba bidireccional que transporta sangre con oxígeno, nutrientes y hormonas a los tejidos del cuerpo a través de las arterias. También recibe sangre desoxigenada de la periferia del sistema circulatorio a través de las venas y la bombea a los pulmones para el intercambio de gases.
Pasando al circuito pulmonar, la circulación pulmonar transporta la sangre entre el corazón y los pulmones. Este sistema transporta la sangre desoxigenada desde el lado derecho del corazón hasta los pulmones, donde se produce el intercambio de oxígeno y dióxido de carbono que produce el organismo. Posteriormente, la sangre recién oxigenada regresa desde los pulmones nuevamente al lado izquierdo del corazón.
Veamos más de cerca cómo funciona todo esto. Este circuito comienza con la recepción de sangre desoxigenada de la circulación sistémica, que conoceremos más a fondo en un segundo. Esta sangre drena hacia el atrio derecho desde las venas cavas superior e inferior. Luego fluye hacia el ventrículo derecho, donde es bombeada a través del tronco pulmonar y las arterias pulmonares hasta los pulmones. A continuación, la sangre oxigenada regresa al atrio izquierdo del corazón a través de las venas pulmonares. Continuando, el circuito sistémico conduce la sangre entre el corazón y los tejidos periféricos. En el sistema, la sangre oxigenada se transporta desde el lado izquierdo del corazón a los tejidos periféricos y la sangre desoxigenada se transporta desde la periferia al lado derecho del corazón.
En pocas palabras, el circuito sistémico comienza con la recepción de sangre rica en oxígeno en el atrio izquierdo recién llegada de la circulación pulmonar. Esta sangre fluye hacia el ventrículo izquierdo, que utiliza su fuerte músculo para bombear la sangre a través de la aorta hacia la circulación sistémica, nutriendo los tejidos periféricos. En la periferia, el oxígeno y los nutrientes fluyen hacia los tejidos, mientras que el dióxido de carbono y los productos de desecho pasan a la sangre. La sangre desoxigenada regresa al corazón a través de la vena cava superior e inferior, que drenan en el atrio derecho.
Un componente de la circulación sistémica es la circulación coronaria. Se trata de un sistema de arterias y venas exclusivo para el corazón. Las arterias coronarias irrigan al corazón, mientras que las venas cardíacas drenan la sangre desoxigenada. Mantener la salud de estas arterias es fundamental para que el corazón se encuentre sano y en buen estado. Es posible que hayas oído hablar de la enfermedad de las arterias coronarias, dada su frecuencia y gravedad; sin embargo, quedate hasta el final de este videotutorial, ya que abordaremos todos los aspectos relacionados con esta enfermedad.
Hablando de flujo, pongamos el sistema vascular en el sistema cardiovascular y observemos los vasos sanguíneos.
Existen tres tipos principales de vasos sanguíneos: arterias, venas y capilares. Se clasifican según su estructura histológica. Estos vasos se organizan en el siguiente orden: las arterias experimentan un proceso de ramificación y se estrechan en arteriolas y luego en capilares. Luego, las vénulas surgen de lechos capilares que se unen y se agrandan para formar venas. Como ya hemos comentado, las arterias transportan sangre desde el corazón hasta los tejidos. Las arterias tienen paredes musculares gruesas con un pequeño lumen, que puede soportar sangre a alta presión. Por lo general, transportan sangre oxigenada, excepto la arteria pulmonar, que transporta sangre desoxigenada.
Por el contrario, las venas transportan sangre hacia el corazón desde los tejidos periféricos. Tienen paredes delgadas, un lumen más grande que las arterias, ya que contienen sangre a baja presión, y válvulas que evitan el reflujo de sangre. Por lo general, las venas transportan sangre desoxigenada, excepto las venas pulmonares. Por último, los capilares son una red microscópica de vasos con paredes del grosor de una célula endotelial. Se encuentran en los tejidos y solo toleran sangre de movimiento lento y baja presión. Aquí es donde se produce el intercambio de gases, nutrientes, agua y productos de desecho a través de sus paredes capilares delgadas y fenestradas.
Muy bien, ya que hemos finalizado con los vasos, dirijamos nuestra atención a la sangre.
Cuando piensas en la sangre, es posible que te imagines algo como esto o esto; sin embargo, nuestra sangre en realidad tiene cuatro componentes principales: plasma, glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas; y si miraras tu sangre bajo un microscopio, se vería así, no exactamente la típica mancha sangrienta. El plasma constituye aproximadamente el 55 por ciento del volumen total de sangre y forma su componente líquido. El plasma funciona para ayudar a transportar dióxido de carbono, hormonas y desechos metabólicos. Cuando se separa de los glóbulos rojos mediante centrifugación, tiene un color claro parecido a la paja. Los glóbulos rojos, también conocidos como eritrocitos, se forman en la médula ósea y funcionan como transportadores de oxígeno. Los glóbulos rojos constituyen aproximadamente el 45 por ciento del volumen total de sangre. Una disminución en el número de glóbulos rojos sanos puede provocar una patología conocida como anemia. Los glóbulos blancos, o leucocitos, también se crean en la médula ósea y son una parte vital del sistema inmunológico. Estas células guerreras producen anticuerpos que ayudan a destruir microorganismos dañinos para mantenernos saludables. Por último, las plaquetas son células pequeñas que se agrupan para formar coágulos sanguíneos y proteger el cuerpo al evitar hemorragias. Los glóbulos blancos y las plaquetas solo representan aproximadamente el uno por ciento del volumen sanguíneo.
Y eso es todo: la introducción al sistema cardiovascular terminada. Echemos un vistazo a una correlación clínica importante.
La enfermedad de las arterias coronarias, también conocida como coronariopatía, es una de las enfermedades cardiovasculares más prevalentes, es una afección grave que afecta a muchas personas. Esta enfermedad es causada por un estrechamiento de las arterias que irrigan el corazón como resultado de la aterosclerosis. La aterosclerosis es una acumulación de placa de colesterol graso dentro de un vaso. La acumulación aterosclerótica conduce al estrechamiento de los vasos sanguíneos, lo que reduce el suministro de oxígeno al tejido cardíaco a medida que disminuye el flujo de sangre oxigenada. En última instancia, la enfermedad de las arterias coronarias puede provocar dos afecciones importantes. La angina es el espasmo doloroso de las arterias coronarias como resultado de la disminución del flujo sanguíneo. La angina no suele ser mortal, pero puede tomarse como una señal de advertencia de un infarto del miocardio o un accidente cerebrovascular. Más grave aún, el infarto de miocardio, o ataque cardíaco, se produce como resultado de un bloqueo completo de una arteria coronaria debido al desarrollo de un coágulo sanguíneo o placa desprendida. Un infarto de miocardio resultante de la oclusión completa de la arteria interventricular anterior se conoce como "creador de viudas". Este tipo de infarto puede ser particularmente letal, dado que esta arteria irriga una parte importante del corazón. La enfermedad de las arterias coronarias se puede tratar con medidas mínimamente invasivas, como la colocación de un stent, también conocida como angioplastia coronaria transluminal percutánea (ACTP), o mediante una cirugía de bypass de la arteria coronaria en casos graves.
¡Y ya está! Esperamos que ahora entiendas mejor los componentes estructurales y las funciones del sistema cardiovascular. Antes de terminar, resumamos lo que hemos aprendido hoy.
Comenzamos este tutorial analizando las principales subdivisiones del sistema cardiovascular, comenzando por el corazón. Aquí analizamos la anatomía, el flujo sanguíneo y la función de este órgano. A continuación, exploramos la circulación pulmonar, la circulación sistémica y la circulación coronaria que irriga el corazón. Después, examinamos los vasos sanguíneos del sistema cardiovascular, que incluyen las arterias, las venas y los capilares. Diferenciamos estos vasos anatómicamente y analizamos su función. Luego, analizamos el componente final del sistema cardiovascular: la sangre. Aquí exploramos sus cuatro componentes principales: el plasma, los glóbulos rojos, glóbulos blancos y las plaquetas, y la función de cada uno de estos elementos, por supuesto. Por último, exploramos un escenario clínico en torno al sistema cardiovascular: la enfermedad de las arterias coronarias. Identificamos la causa principal, las afecciones asociadas y los tratamientos.
¡Excelente trabajo! Esperamos que hayas disfrutado de este tutorial. ¡Nos vemos la próxima vez y feliz estudio!