Video: Histología de la médula ósea
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Desde muy pequeños, aprendemos que tenemos huesos en nuestro cuerpo, ya sea aprendiendo esto en las clases de la escuela o con la mala experiencia de quebrarte un brazo o una pierna a corta edad. Pero ...
Leer másDesde muy pequeños, aprendemos que tenemos huesos en nuestro cuerpo, ya sea aprendiendo esto en las clases de la escuela o con la mala experiencia de quebrarte un brazo o una pierna a corta edad. Pero ¿qué es esa parte suave que encontramos dentro de algunos de nuestros huesos denominada médula ósea? ¿Por qué es tan importante y por qué debemos aprender sobre ella? En este tutorial, estudiaremos la anatomía microscópica de la médula ósea así como su función e importancia.
Primero, aprenderemos sobre su ubicación, esto es, ¿donde podemos encontrar la médula ósea en el cuerpo humano?. Luego, estudiaremos sus principales componentes y sus funciones. Veremos las estructuras óseas que prestan soporte a la médula y los vasos sanguíneos que la irrigan. La cavidad de la médula está organizada en tres zonas y también aprenderemos cómo identificarlas. Después de esto, describiremos las características de la médula ósea roja y amarilla y entenderemos sus correlaciones clínicas.
En adultos, la médula ósea se encuentra dentro de los huesos planos y el cuerpo de los huesos largos. Su soporte está dado por una estructura ósea que está llena de células sanguíneas y tejido graso, siendo el lugar de la producción de células sanguíneas, proceso que también se conoce como hematopoyesis. Comencemos observando la estructura de la cavidad de la médula desde un punto de vista microscópico.
Aquí vemos una micrografía de un hueso y lo que puedes ver resaltado en verde es parte de la red de hueso trabecular que llena la cavidad medular. La médula ósea llena los espacios entre las trabéculas. La médula está compuesta principalmente de tejido laxo muy suelto y, por lo tanto, necesita apoyo para mantener su integridad. Este soporte proviene de la red entramada de trabéculas óseas. El hueso esponjoso forma esta delicada red que luego es rodeada por el tejido óseo cortical duro que puedes ver cuando observas la parte externa del hueso.
Los huesos son altamente dinámicos - cambian de forma y tamaño durante toda la vida y son extremadamente influenciados por el sistema endocrino. Es por esto que deben tener un suministro de sangre extenso. Las arterias entran a los huesos a través de los forámenes nutricios en la superficie, y recorren todo el tejido óseo hasta alcanzar la médula ósea en forma de pequeños capilares sinusoides. Podemos ver un pequeño capilar aquí recorriendo la médula. Estos círculos blancos son células grasas y los puntos morados más pequeños son células sanguíneas en desarrollo.
A pesar de que el tejido que rodea a los capilares también está lleno de sangre, la sangre en los capilares tiene un color ligeramente diferente a la médula. Las células moradas en la médula son en su mayoría glóbulos blancos y glóbulos rojos en desarrollo. Los capilares tienen glóbulos rojos maduros que aparecen más rosados que los tejidos adyacentes. Las trabéculas óseas también son rosadas en esta imagen, sin embargo, son mucho más grandes que los capilares.
Ya que acabamos de hablar un poco sobre las estructuras de soporte y la nutrición de la médula ósea, podemos continuar con su organización. La médula ósea está separada en tres zonas determinadas por su ubicación. Echemos un vistazo para entender cómo se encuentran organizadas estas zonas.
La superficie externa de los huesos está cubierta por una doble capa de tejido conectivo de soporte llamada periostio. Esta capa contiene vasos sanguíneos, nervios y células progenitoras que contribuyen al crecimiento de los huesos. De forma similar, una capa de tejido conectivo llamada endostio cubre la superficie de las trabéculas del hueso esponjoso dentro de la cavidad medular. La zona endóstica es una región fina de médula ósea inmediatamente adyacente a la cubierta externa de las trabéculas óseas.
La zona intermedia es una región entre la zona central y la zona endóstica. Esta región de la médula ósea contiene células mieloides en maduración, así como islas eritroides que desempeñan un papel en el desarrollo adecuado de las células eritroides, ya que es en estas islas donde las células eritroides proliferan, se diferencian y obtienen su núcleo.
La zona central está ubicada cerca de la región central de la cavidad medular. En esta tercera y última región de la médula ósea, nuevamente encontramos células mieloides y células eritroides maduras. Los megacariocitos y los sinusoides también se encuentran en la zona central de la médula ósea.
Ahora echemos un vistazo a los tipos de médula ósea que se encuentran en la cavidad medular. Existen dos tipos de médula ósea que predominan en los huesos según la necesidad de producción de células sanguíneas. Estos son la médula ósea roja y la médula ósea amarilla.
La médula ósea roja que se denomina así por su apariencia rojiza y su abundante suministro de sangre es el principal lugar de hematopoyesis o la producción de células sanguíneas. La médula ósea roja es más abundante en bebés y en la primera infancia debido a la gran necesidad de producción de células sanguíneas a lo largo del crecimiento. En adultos que no requieren esa producción celular rápida, la médula ósea roja es más restricta a huesos planos como el esternón y la pelvis, así como en la epífisis de los huesos largos. A pesar de haber algunas células grasas presentes, la médula ósea roja está formada principalmente por glóbulos rojos y blancos en varios estadíos de desarrollo y una red de fibras de soporte. Vamos a echar un vistazo a algunas de estas características.
Las células hematopoyéticas se encuentran en pequeños grupos denominados cordones. Los cordones de células hematopoyéticas están formados por células sanguíneas en desarrollo que obtienen soporte de una red de células reticulares ramificadas. Aquí se da lugar a la eritropoyesis, trombopoyesis y leucopoyesis, esta es una lista de palabras largas y complicadas que quizá aún no conozcas. Déjame explicarte mejor.
La eritropoyesis es la formación de glóbulos rojos, la trombopoyesis de plaquetas y la leucopoyesis de glóbulos blancos. Específicamente, la eritropoyesis ocurre en los islotes eritroblásticos. Aquí, los precursores de glóbulos rojos se desarrollan, proliferan y pierden sus núcleos. Estas células rosadas que observamos aquí son glóbulos rojos maduros y las células moradas en los islotes eritroblásticos son células precursoras que aún no han perdido sus núcleos.
Junto a las trabéculas óseas esponjosas, las células hematopoyéticas tienen otras estructuras de soporte, las células reticulares. En esta micrografía, puedes ver que las células son adyacentes a adipocitos grandes. Las células reticulares producen un tipo especial de fibras de colágeno tipo III, denominadas fibras reticulares. Las fibras reticulares se ven como pequeñas líneas curvas dentro de la médula ósea. Son muy pequeñas y se requiere de un microscopio realmente poderoso para verlas en detalle. Las fibras reticulares se intercalan dentro del tejido conectivo de la médula ósea y forman una red para sostener las células.
Ahora que hemos hablado sobre las regiones y estructuras principales de la médula ósea, veamos algunas de las células que se encuentran en ella.
Aquí puedes ver algunos eritrocitos. La palabra eritrocitos es el término histológico para los glóbulos rojos, echemos un vistazo más de cerca.
En esta micrografía podemos ver eritrocitos en un mayor aumento. Ellos contienen una proteína denominada hemoglobina que tiene una alta afinidad por oxígeno y es la responsable por el color rojo de los eritrocitos. Cerca de cien mil millones de estas células proliferan y se diferencian dentro de la médula ósea roja todos los días. No tienen núcleo ni orgánulos, tienen forma de discos bicóncavos y viven solo ciento veinte días en circulación, por lo que deben reemplazarse rápidamente. Los glóbulos rojos salen de la médula ósea para transportar oxígeno a otros tejidos de todo el cuerpo.
Los glóbulos blancos llamados leucocitos también proliferan y se diferencian dentro de la médula ósea roja. Esta célula es un tipo especial de leucocito llamado macrófago. Observemos más de cerca.
Estas células de color más claro son glóbulos rojos y esto es un macrófago. Estas células contienen núcleos grandes y una apariencia granulosa en una tinción con hematoxilina y eosina. Los macrófagos son un tipo de célula inmunitaria que viaja por todo el cuerpo atrapando patógenos y cuerpos extraños. Su nombre te da una pequeña pista sobre su función dado que se traduce como "gran comedor".
Fuera de la sangre, los macrófagos tienen nombres específicos según su ubicación. Estas células aquí se llaman megacariocitos. Los megacariocitos son células poliploides grandes. La poliploidía simplemente significa que tienen múltiples núcleos. Se dividen en fragmentos llamados plaquetas bajo el control de la trombopoyetina producida por el hígado y los riñones. Luego, las plaquetas circulan a través de la sangre y forman coágulos cuando los vasos sanguíneos se lesionan y es necesario repararlos.
Hemos terminado de ver la médula ósea roja y algunas de las células que se encuentran en ella, así que veamos el otro tipo de médula ósea: la médula ósea amarilla.
La médula ósea amarilla juega principalmente un papel de apoyo para la vascularización e inervación dentro de la cavidad de la médula. No participa activamente en el desarrollo de las células sanguíneas y está más presente en los huesos adultos, ya que no crecen rápidamente y no necesitan producir tantas células nuevas. En cambio, la médula ósea amarilla está llena de adipocitos o células grasas. Estas células se ven como gotitas blancas redondas entre las espículas óseas. Surgen del mesénquima y almacenan lípidos como fuente de energía. Cuando es necesario, los adipocitos liberan una hormona llamada leptina que suprime el apetito.
Ahora que hemos repasado la estructura y las funciones de la cavidad de la médula ósea, echemos un vistazo a sus correlaciones clínicas.
La médula ósea es recolectada para usarla tanto en terapia como en diagnóstico. Para obtener la médula, se pasa una aguja de gran calibre a través del hueso cortical para llegar a la cavidad de la médula. Debido a que están tomando células sanguíneas, generalmente se usa la cresta ilíaca porque contiene médula ósea roja. La terapia con células madre mesenquimales a partir de células de la médula ósea se puede utilizar para reparar los tejidos musculoesqueléticos como una alternativa a la cirugía ortopédica. También, se usan las células sanguíneas de la médula ósea para diagnosticar la leucemia. Este es un portaobjetos de células extraídas de la médula ósea que se analizó para diagnosticar una patología. Los glóbulos rojos son las numerosas células rosadas a lo largo del portaobjetos y los glóbulos blancos son los dos azules en el medio.
Para terminar, repasemos algunas de las cosas que hemos aprendido hoy.
En este tutorial, estudiamos la histología de la cavidad de la médula ósea. Comenzamos enumerando la ubicación, el contenido y las funciones principales de la médula ósea. A continuación, hablamos de dos características principales que sustentan la estructura de la cavidad medular: las trabéculas que forman una red ósea dentro de la cavidad y vasos sanguíneos especializados llamados capilares sinusoides. Continuamos hablando sobre la organización de la médula ósea en tres zonas: la zona endóstica más cercana al hueso, la zona intermedia que existe entre la zona endóstica y la zona central, esta última se encuentra más cerca de la mitad de la cavidad medular.
Luego hablamos sobre los dos tipos de médula ósea: la médula ósea roja y la médula ósea amarilla. La médula ósea roja es responsable de la producción de células sanguíneas que se producen en los cordones de células hematopoyéticas. Varios tipos de células sanguíneas se desarrollan dentro de estos cordones. Los eritrocitos, también conocidos como glóbulos rojos, transportan oxígeno a los tejidos de todo el cuerpo, los macrófagos, un tipo especial de glóbulos blancos, y los megacariocitos que se dividirán para formar plaquetas. Específicamente, el desarrollo de glóbulos rojos ocurre en islas eritroides. La médula ósea roja está respaldada por células de tejido conectivo especializadas llamadas células reticulares que secretan fibras reticulares para formar una red similar a una malla. La médula ósea amarilla juega principalmente un papel de apoyo. Se encuentra en los huesos de los adultos y está formado por células grasas llamadas adipocitos que secretan leptina cuando es necesario.
Finalmente, hablamos sobre la aspiración de médula ósea, un proceso en el que se recolectan células de la médula ósea para usarlas en la terapia con células madre o para diagnosticar la leucemia.
Y ahora hemos llegado al final de nuestro tutorial. Espero que lo hayan disfrutado. Gracias por acompañarnos, hasta la próxima y feliz estudio.