Video: Párpados y conjuntiva
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Te presento a Amelia, una mujer feliz que tiene mucho por qué sonreir. El hombre de sus sueños acaba de proponerle matrimonio y no puede estar más emocionada. Pero planear una boda puede ser muy ...
Leer másTe presento a Amelia, una mujer feliz que tiene mucho por qué sonreir. El hombre de sus sueños acaba de proponerle matrimonio y no puede estar más emocionada. Pero planear una boda puede ser muy estresante. Tanto por organizar, es demasiado. Todo estrés tiene su precio y la noche de la boda…desastre. Amelia se despierta y encuentra un gran orzuelo, rojo y muy desagradable. Las fotos estarán horribles. En cualquier caso, ¿alguien sabe qué es un orzuelo?
Desafortunadamente no hay mucho que pueda hacer por las fotos de Amelia, pero sí que puedo explicarte lo que le pasa a su ojo. Soy Ramsés de Kenhub, quédate conmigo porque es hora de aprender sobre los párpados y la conjuntiva.
Muy bien, antes de comenzar, ya sé lo que estás pensando. ¿Todo un videotutorial dedicado a los párpados?¿Es enserio? Pues, lo creas o no, a pesar de ser una de las partes más pequeñas y delicadas del cuerpo, los párpados y su delgada membrana subyacente, la conjuntiva, tienen un gran detalle anatómico. También juegan un papel extremadamente importante en la salud general de tus ojos. Pero antes, tomémonos unos minutos para recordar la anatomía de la órbita.
Como puedes ver, estamos ante un corte sagital de la órbita. En el centro de la órbita se encuentra esta estructura, el globo ocular, más conocido como ojo. En nuestra imagen, podemos ver la órbita bien posicionada entre el techo de la órbita por arriba, que está compuesto del proceso orbitario del hueso frontal, y el piso de la órbita por debajo, que está formado por la cara orbitaria del maxilar e incluso podemos ver parte del seno maxilar por aquí.
El globo ocular descansa sobre un lecho de tejido adiposo conocido como grasa retrobulbar. Esta actúa como una almohadilla protectora para el ojo, que protege al delicado globo ocular de chocar contra las paredes de la órbita cuando movemos la cabeza. Dentro de la grasa retrobulbar, podemos ver múltiples estructuras que se adhieren al globo ocular, la más obvia es el nervio óptico, el cual transmite la información visual desde la retina hacia el lóbulo occipital del encéfalo.
También podemos ver una gran cantidad de músculos del globo ocular, o extraoculares, que controlan todos los movimientos del ojo. Estos son el músculo recto superior, que ayuda a mirar hacia arriba; el recto inferior, que ayuda a mirar hacia abajo, como cuando miras tu teléfono; y finalmente, el músculo oblicuo inferior, experto en hacer girar tus ojos.
Además de estos músculos que mueven el ojo propiamente dicho, quiero que pongas atención a este músculo de aquí, el elevador del párpado, antiguamente conocido como elevador del párpado superior. Este músculo se inserta en el párpado superior y lo eleva, pero hablaremos sobre esto un poco más tarde.
Enfocándonos en la porción anterior del globo ocular, vemos esta gran estructura que parece una burbuja, este es, el lente del ojo o cristalino. Él nos ayuda a enfocar nuestra visión en los objetos de nuestro entorno, tanto lejanos como cercanos, mediante un proceso llamado acomodación.
Acercándonos un poco, podemos ver que el lente está rodeado por esta estructura de aquí, el cuerpo ciliar. La función del cuerpo ciliar es cambiar la forma del lente, lo que permite a nuestros ojos enfocar en los objetos cercanos y lejanos. Anterior al lente tenemos al iris, que es esta parte pigmentada de nuestros ojos y le da el color. También separa la cámara anterior de la posterior. Finalmente, podemos ver la parte más anterior del globo ocular, la córnea.
Habrás notado que hemos mencionado rápidamente las estructuras de la órbita y del globo ocular. Si quieres aprender más sobre anatomía específica de cada una de estas estructuras, no te preocupes, encontrarás todo lo que necesitas en nuestra amplia lista de unidades de estudio sobre la órbita y su contenido. Pero como sabes, hoy hablaremos sobre los párpados y la conjuntiva y no sé tú, pero yo no quiero perder ni un segundo, así que volvamos a los párpados.
Nuestros párpados son dos pliegues de piel especializada que cubren la porción anterior, o expuesta, de los globos oculares. Protegen los ojos del polvo y otras partículas, así como de lesiones y exposición excesiva a la luz. Además, también nos ayudan a mantener húmeda la superficie de la córnea, pero sabrás a qué me refiero con esto en un momento.
Ya sabes que tenemos dos párpados en cada ojo, uno más grande, que es relativamente móvil y sirve como punto de inserción para el músculo elevador del párpado, que mencionamos antes, y otro inferior mucho más pequeño, que es menos móvil. Los párpados están separados por la hendidura palpebral y se unen por sus extremos en las comisuras o cantos medial y lateral
Cada párpado se puede subdividir en dos partes, una parte medial más pequeña, que carece de pestañas y se conoce como parte lagrimal, y una porción lateral más grande, que sí tiene pestañas y se conoce como la parte ciliar. Cada párpado tiene un grosor de solo dos o tres milímetros y cuenta con varias capas tisulares. Hablaremos sobre cada una de estas capas ahora, comenzando con la más superficial.
La piel sobre los párpados es la más delgada de todo el cuerpo. Es relativamente laxa y elástica, lo que permite su movimiento. En el borde distal de esta pequeña capa de piel se encuentran las pestañas. Estos pelos cortos, pero relativamente gruesos, surgen del borde palpebral anterior alejándose de la hendidura palpebral, lo que previene que se enreden con las pestañas del párpado opuesto.
Aunque no lo creas, la función de nuestras pestañas no es hacer que nuestros ojos se vean más hermosos. Como todo en nuestro cuerpo, las pestañas son muy importantes. Están allí para proteger al ojo de cuerpos extraños que puedan entrar en ellos, así como de darle sombra a la córnea para prevenir la evaporación de la película lagrimal. Además, como dato curioso, las pestañas también actúan como una especie de bigotes de gato en el sentido de que se asocian a receptores sensitivos que cierra nuestros párpados de manera refleja cuando se estimulan.
Profundo a la piel dentro del párpado, encontramos una pequeña cantidad de tejido adiposo subcutáneo. Este tejido contiene dos tipos de glándulas y ambos se asocian a los folículos de las pestañas. El primer tipo de glándula es la glándula ciliar, también conocida como glándula de Moll. Las glándulas ciliares son glándulas sudoríparas apocrinas modificadas que se encuentran en el borde del párpado, adyacentes a las raíces de las pestañas. Estas glándulas secretan un compuesto lipídico cuya función aún se desconoce, pero se piensa que ayuda a prevenir la evaporación de la película lagrimal.
Las glándulas sebáceas también son muy pequeñas y estas específicas del párpado se conocen como glándulas de Zeis. Se encuentran en la piel periocular, carúncula lagrimal y folículos pilosos de las cejas. Secretan sebo, una sustancia oleosa, la cual se cree que sirve para ayudar al folículo piloso como tal, previniendo su resequedad y que se vuelva frágil.
Ahora hablemos sobre el músculo esquelético dentro del párpado, el cual en su mayoría está compuesto por fibras del músculo orbicular del ojo. Este músculo es un esfínter que rodea al ojo por completo. Sus fibras se dividen en dos, la porción orbitaria y la porción palpebral. Esta es la porción orbitaria, cuando el músculo se contrae, cierra el ojo fuertemente. La porción palpebral por su parte, se ubica un poco más cerca del borde del párpado. Este también es un esfínter que rodea al ojo y cuando se contrae, el ojo se cierra de forma suave.
Inmediatamente profundo al músculo orbicular del ojo, encontramos la placa tarsal, una lámina firme de tejido conectivo denso que proporciona forma y estructura al párpado. Como puedes ver en la imagen, está formada por dos mitades llamados tarsos que poseen forma de semiluna y se adaptan a la forma del globo ocular. Cada tarso se conecta con los bordes lateral y medial de la órbita por medio de los ligamentos palpebrales medial y lateral, los cuales los mantienen en posición.
El tarso superior también se inserta en fibras de la aponeurosis del músculo elevador del párpado y en este músculo, conocido como músculo tarsal superior o de Müller. Junto con el elevador del párpado, el músculo tarsal superior colabora en la elevación del párpado superior. Sin embargo, a diferencia del músculo elevador del párpado, que es músculo esquelético, el músculo tarsal superior se compone de músculo liso, es decir que se encuentra bajo control autónomo o involuntario, específicamente del sistema nervioso simpático.
El músculo tarsal inferior, menos desarrollado, se encuentra en el párpado inferior. Al igual que su contraparte, también está compuesto por músculo liso y se encuentra bajo control involuntario. Este colabora en la retracción del párpado inferior. Es un músculo muy pequeñito que apenas podemos ver inferior a la órbita insertándose en la placa tarsal inferior.
En los tarsos, encontramos unas pequeñas glándulas organizadas en filas perpendiculares al borde del párpado. Estas se conocen como glándulas tarsales o de Meibomio, y como puedes ver en esta imagen, constan de un único conducto largo bordeado por múltiples invaginaciones. Cada glándula desemboca en el borde libre del párpado en un orificio minúsculo que puedes ver aquí.
Esta glándula tiene como función producir una sustancia sebácea que cubre los bordes de los párpados, los cuales a su vez crean una capa oleosa sobre la película lagrimal del ojo a medida que parpadeamos con el fin de reducir la evaporación de la película lagrimal y al mismo tiempo lubricar el borde libre de los párpados previniendo que se peguen entre ellos cuando están cerrados.
Esta sustancia también crea una barrera que evita el derramamiento del líquido lagrimal sobre los bordes palpebrales cuando el ojo está abierto. Cuando la producción del líquido lagrimal aumenta, como en el inicio del llanto, la barrera formada por la sustancia lleva a que nuestros ojos se llenen de dicho líquido sin que este caiga . Sin embargo, cuando la producción persiste, como cuando lloramos por un buen rato, el líquido lagrimal se derrama sobre la barrera y cae hacia los cachetes convirtiéndose en lágrimas.
Y con eso hemos mencionado todos los componentes principales del párpado. Es hora de continuar nuestra siguiente estructura, la conjuntiva.
La conjuntiva es una membrana mucosa delgada que cubre la esclera de la órbita anterior antes de ser reflejada hacia la totalidad de la cara posterior del párpado. Esto forma un espacio conocido como saco conjuntival, el cual se abre anterior a la hendidura palpebral. La conjuntiva produce mucina, una sustancia viscosa que mantiene lubricada la superficie de los ojos y párpados, eliminando la fricción a medida que los párpados se movilizan sobre la esclera y la córnea; y protege la superficie ocular de infecciones microbianas.
Podemos dividir a la conjuntiva en dos partes principales. La porción de la membrana que cubre al ojo, o globo ocular, se denomina conjuntiva ocular, mientras que aquella que recubre a los párpados se denomina conjuntiva palpebral. Veámoslas en detalle comenzando con la conjuntiva palpebral.
Esta parte de la conjuntiva puede a su vez subdividirse en tres regiones que son: la región marginal, que se encuentra en el borde libre del párpado, adyacente a las desembocaduras de las glándulas tarsales; la región tarsal, que se encuentra firmemente adherida al tejido conectivo denso de las placas tarsales; y finalmente, la región orbitaria, que se un poco más laxa y contiene glándulas lagrimales accesorias diminutas conocidas como glándulas de Ciaccio o de Wolfring. Estas regiones no se distinguen macroscópicamente, sin embargo, bajo el microscopio, se logran ver diferencias en los componentes celulares de sus tejidos, pero dejemos eso para los tutoriales de histología.
La conjuntiva ocular cubre la esclera anterior hasta alcanzar el limbo esclerocorneal. Se encuentra adherida de forma laxa al globo ocular, lo que hace de esta porción de la conjuntiva extremadamente móvil.
Como puedes ver en la ilustración, la conjuntiva ocular y palpebral son continuas entre sí, y la región donde se encuentran se denomina fondo de saco conjuntival. Aquí podemos ver el fondo de saco conjuntival superior, donde la conjuntiva ocular y la conjuntiva palpebral de la otra parte del ojo se encuentran.
A pesar de no ser visibles en nuestra imagen, en el fondo de saco conjuntival también podemos encontrar otras glándulas lagrimales accesorias diminutas llamadas glándulas lagrimales de Krause. Estas ayudan a las demás glándulas lagrimales produciendo el líquido lagrimal, el cual forma la capa acuosa de la película lagrimal. Aquí estamos viendo el fondo de saco conjuntival inferior, lugar donde se encuentran las conjuntivas ocular y palpebral en la porción inferior del ojo, este, al igual que su contraparte superior, también contiene glándulas lagrimales de Krause.
Buen trabajo, con esto terminamos por hoy. Hemos revisado un videotutorial muy interesante ¿verdad? Pero antes de dejarte ir, quiero mencionar algunas correlaciones clínicas de los párpados y conjuntivas.
Creo que lo más apropiado es volver a nuestra historia sobre Amelia y su orzuelo. Para recordarte ¿qué es un orzuelo? Un orzuelo es un trastorno común del párpado. En esencia, es una infección local de las glándulas sebáceas, o de Zeis, las cuales mencionamos en el tutorial. Frecuentemente, su causa es una infección por estafilococos y, como muchas de estas, los orzuelos tienden a ocurrir en periodos de inmunosupresión y a menudo, en relación con el estrés. Por ejemplo, como cuando planeas tu gran día. Las glándulas de Moll también pueden verse afectadas.
Como sabemos, un orzuelo se presenta como una hinchazón localizada y dolorosa del párpado con una pequeña cabeza o lesión un poco amarilla en el borde palpebral. La lesión suele romperse luego de unos cuantos días y su descarga es parecida a la pus, esto suele aliviar el dolor. Normalmente el tratamiento de los orzuelos es conservador, las compresas calientes y tal vez una crema antibacterial suele ser suficiente para mejorar el orzuelo en un par de días. Sin embargo, esta condición no debe confundirse con el chalazión. Este también causa hinchazón del párpado pero se debe al bloqueo de las glándulas tarsales en lugar de a una infección.
Y con esto concluimos nuestro videotutorial sobre los párpados y la conjuntiva. Resumamos rápidamente lo que aprendimos hoy.
El tutorial de hoy trató sobre la compleja anatomía de los párpados y la conjuntiva. Comenzamos refrescando nuestra memoria sobre la anatomía general de la órbita, identificando estructuras como el ojo, o globo ocular, y el nervio óptico, que transmite la información desde la retina hasta el encéfalo. Después identificamos algunos músculos del globo ocular, específicamente, los músculos recto superior e inferior, y finalmente, el oblicuo inferior. Otro músculo que mencionamos fue este de aquí, el músculo elevador del párpado. Descubrimos que este músculo era de especial importancia para el tutorial de hoy ya que funciona elevando al párpado superior.
Acercándonos a la parte anterior del globo ocular, identificamos varias estructuras como el lente, que está por aquí interpuesto entre la cámara posterior y el cuerpo vítreo del ojo; el cuerpo ciliar, el cual cambia la forma del lente para ayudarnos a enfocar nuestra visión; el iris, que es la parte pigmentada del ojo; y finalmente, la córnea, que es la porción más anterior de ojo.
Una vez terminamos de recordar estas partes de la órbita, continuamos el tutorial enfocándonos primero en los párpados. Comenzamos en su superficie, viendo la piel delgada y elástica de los párpados. Luego, identificamos varias estructuras como las pestañas, que se encuentran a lo largo del borde palpebral anterior. Y también discutimos sobre el tejido subcutáneo de los párpados, el cual contiene las glándulas ciliares y sebáceas.
Más profundo dentro de los párpados, descubrimos uno de los componentes musculares de los párpados: el músculo orbicular del ojo, el cual vimos que se divide en dos porciones, la porción orbitaria, que rodea a los párpados; y la porción palpebral, que cubre directamente a los párpados.
Continuamos el tutorial hablando sobre las placas tarsales de los párpados, que es una placa de tejido conectivo denso que le da el soporte y la forma a los párpados. Insertándose en el borde superior de la placa tarsal superior, encontramos al músculo tarsal superior, y de igual forma ocurre en la placa tarsal inferior, donde nos encontramos con el músculo tarsal inferior. Dentro de cada placa tarsal podemos encontrar unas pequeñas glándulas denominadas glándulas tarsales, las cuales desembocan en el borde libre del párpado. Y con esto completamos nuestro resumen sobre el párpado.
Continuamos con la siguiente estructura, la conjuntiva, que como dijimos, es una membrana mucosa delgada que cubre la esclera anterior del ojo y la superficie posterior de los párpados. Luego, mencionamos sus dos divisiones principales: la conjuntiva ocular, que cubre al globo ocular; y la conjuntiva palpebral, la cual reviste a los párpados. Recuerda que esta a su vez puede dividirse en tres regiones más pequeñas: la marginal, la tarsal y la orbitaria. El punto donde la conjuntiva ocular superior y la conjuntiva palpebral se encuentran se conoce como fondo de saco conjuntival superior, mientras que su contraparte en el aspecto inferior se denomina fondo de saco conjuntival inferior.
¡Buen trabajo! hemos llegado al final de nuestro videotutorial.
En caso de que te estés preguntando, el orzuelo de Amelia no atrasó la boda, fue un día perfecto y vivieron felices para siempre.
Te deseo mucha suerte y ¡feliz estudio!