Video: Células gliales
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¡Uf! Transmitir toda esta información es un trabajo muy duro, ¿No crees? Por suerte, nuestras neuronas trabajadoras, no están solas. Te presento a las células gliales. Estos diversos grupos de ...
Leer más¡Uf! Transmitir toda esta información es un trabajo muy duro, ¿No crees? Por suerte, nuestras neuronas trabajadoras, no están solas. Te presento a las células gliales. Estos diversos grupos de células proporcionan a nuestras neuronas el soporte, la nutrición y la protección que necesitan para mantenerse en muy buena forma.
Entonces, ¡vamos ya a descubrir cómo estos increíbles asistentes mantienen en movimiento a todo el equipo de nuestro sistema nervioso!
Las células gliales, también conocidas como neuroglias, son uno de los dos tipos básicos de células del sistema nervioso, junto con las neuronas. Es importante que sepas que las células gliales no generan potenciales de acción como las neuronas, sino que proporcionan soporte a las neuronas al mantener un microambiente neuronal óptimo, mielinizan las neuronas y proveen protección y nutrición en todo el sistema nervioso. ¿Increíble, no? Como puedes ver, hay muchos tipos de células gliales: dos se encuentran en el sistema nervioso periférico y otros cuatro tipos principales en el sistema nervioso central.
Conociendo esto, vamos ahora a profundizar en las células gliales del sistema nervioso periférico.
El primero de los dos tipos principales de células gliales periféricas recibe el nombre de células de Schwann, también conocidas como neurolemocitos. Estas células son las responsables de formar la vaina de mielina - una capa protectora de lípidos y proteínas que envuelve el axón de una neurona. Esta capa actúa como un aislante y mejora la velocidad de transmisión de los impulsos nerviosos. Sin embargo, debemos tener en cuenta que las células de Schwann pueden diferenciarse en dos tipos: células de Schwann mielinizantes y células de Schwann no mielinizantes.
Las células de Schwann mielinizantes forman una vaina de mielina alrededor de un segmento de una sola neurona. También podrás notar pequeños espacios entre los segmentos de mielina a lo largo del axón, estos espacios reciben el nombre de nódulos de Ranvier. Estos nódulos permiten que los impulsos eléctricos salten de un espacio a otro, acelerando la transmisión del impulso nervioso.
El axón de la neurona pasa a través del citoplasma de la célula de Schwann y se mantiene en su lugar gracias al mesaxón - una extensión de la membrana plasmática de la célula de Schwann. La capa citoplasmática más externa y nucleada de las células de Schwann ayuda en la regeneración de un axón cuando está dañado y a menudo se denomina neurolema, aunque este término también se utiliza en ocasiones para referirse a la membrana celular de la neurona.
Las células de Schwann no mielinizantes recubren varios axones pequeños formando paquetes de axones no mielinizados que son conocidos como haces de Remak. De hecho, muchos axones o partes de axones en el sistema nervioso periférico, también llamados fibras nerviosas, no están mielinizados, como aquellos relacionados con funciones de conducción lenta, como el dolor, la temperatura y las funciones autónomas.
El segundo tipo principal de células gliales periféricas que vamos a estudiar el día de hoy son las células satélite. Estas son pequeñas células cúbicas que se encuentran rodeando los cuerpos celulares de las neuronas ubicadas en los ganglios sensitivos y autónomos. Su función es dar apoyo a las neuronas que rodean, proporcionando nutrición, protección y regulando su microambiente.
Con esto terminamos los diferentes tipos de células gliales en el sistema nervioso periférico. Ahora revisemos las células gliales que solo se pueden encontrar en el sistema nervioso central.
Primero, hablemos sobre los oligodendrocitos. Estas células son análogas a las células de Schwann del sistema nervioso periférico y son responsables de la producción de la vaina de mielina para las neuronas del sistema nervioso central. Se caracterizan por tener largos procesos citoplasmáticos en forma de brazos que se extienden desde el cuerpo celular los cuales les permiten mielinizar múltiples axones al enrollarse alrededor de ellos para formar una vaina de mielina. Esto, como puedes ver, es diferente a las células de Schwann, que solo pueden formar un segmento de vaina de mielina alrededor de una sola neurona.
El cuerpo celular y el núcleo de los oligodendrocitos permanecen separados de la vaina de mielina. Esto quiere decir que el neurolema no está presente en este caso, a diferencia de las células de Schwann, y esto, se considera una de las razones por las que hay poca regeneración de los axones dañados en el sistema nervioso central. Sin embargo, algo que es similar a las neuronas mielinizadas del sistema nervioso periférico es la presencia de los nódulos de Ranvier.
Vamos muy bien, hablemos ahora sobre las células gliales más grandes y abundantes del sistema nervioso central: los astrocitos. Los astrocitos son el análogo de las células satélite en el sistema nervioso central. Presentan numerosos procesos, cada uno con extensas ramificaciones terminales que permiten que un solo astrocito esté en contacto con muchísimas neuronas y haga conexiones con más de un millón de sinapsis. Esto resalta la complejidad de la estructura y función de los astrocitos. Veamos algunas de sus funciones principales.
Los pies terminales de los astrocitos tienen muchas funciones. Una de las más importantes es la formación de la membrana limitante glial, también conocida como glia limitans, una barrera estructural clave en el sistema nervioso central. La membrana limitante glial consta de dos componentes principales: la membrana limitante glial superficial, formada por los procesos piales de los astrocitos que se adhieren a la membrana basal de la piamadre del encéfalo y la médula espinal, y la membrana limitante glial perivascular, también conocida como vaina perivascular, formada por los procesos vasculares de los astrocitos, que rodean la superficie externa de las membranas basales de los vasos sanguíneos y, por lo tanto, contribuyen a la formación e integridad de la barrera hematoencefálica.
Los astrocitos también proporcionan soporte metabólico a las neuronas al regular la composición química del líquido intersticial dentro del encéfalo mediante la regulación del intercambio de varios iones y moléculas entre la sangre y el líquido de los tejidos. Además, dan soporte estructural y plasticidad al tejido nervioso del sistema nervioso central a través de su red citoesquelética, ayudando a mantener la organización del tejido neural, apoyando los cambios en la actividad neuronal, el aprendizaje y la recuperación después de una lesión.
Los astrocitos también contribuyen al reemplazo de células nerviosas dañadas mediante el proceso de astrocitosis, durante el cual proliferan los astrocitos para ocupar el espacio dejado por las neuronas muertas. Además, juegan un papel importante en el desarrollo neuronal del encéfalo fetal mediante la liberación de sustancias químicas que establecen y gestionan las conexiones entre las neuronas.
Por último, los astrocitos participan en la regulación del flujo sanguíneo en el encéfalo controlando el diámetro de los vasos con los que están en contacto. Esto lo logran a través de la liberación de sustancias vasoactivas que provocan la dilatación o constricción de los vasos. De esta manera, aseguran que las regiones activas del encéfalo reciban un suministro adecuado de sangre.
También, desempeñan un papel clave en la respuesta inmunológica del sistema nervioso central cuando se encuentra frente a alguna infección o lesión mediante la liberación de citoquinas y quimiocinas, las cuales pueden modular la actividad de las células inmunitarias.
Existen dos tipos morfológicos principales de astrocitos: los astrocitos protoplasmáticos y los astrocitos fibrosos. Los astrocitos protoplasmáticos tienen una apariencia estrellada debido a sus numerosos procesos que envuelven segmentos terminales de axones, sinapsis y dendritas. Este tipo de astrocitos se encuentran principalmente en la sustancia gris. Por otro lado, los astrocitos fibrosos tienen relativamente pocos procesos citoplasmáticos, pero estos son más largos y se alinean con los axones nerviosos, encontrándose principalmente en la sustancia blanca.
El siguiente grupo de células gliales del sistema nervioso central son las células ependimarias. Estas células forman el epéndimo, que recubre el conducto central de la médula espinal y los ventrículos cerebrales. En sus superficies poseen pequeñas estructuras similares a pelos llamadas cilios, los cuales se mueven de manera coordinada para influir en la dirección del flujo del líquido cefalorraquídeo, así como microvellosidades que ayudan en la absorción de este líquido.
Este movimiento y regulación del líquido cefalorraquídeo son vitales para distribuir los nutrientes, eliminar productos de desecho y mantener el entorno extracelular general del sistema nervioso central.
Las superficies basales de las células ependimarias contienen procesos que se entrelazan con los procesos de los astrocitos, proporcionando soporte estructural al anclar las células ependimarias en su lugar.
Las células ependimarias también forman la capa epitelial del plexo coroideo. Esta capa, derivada de las células ependimarias y que rodea los vasos sanguíneos del plexo coroideo, es responsable de la producción del líquido cefalorraquídeo. Además, forma la barrera sangre-líquido cefalorraquídeo mediante uniones estrechas que conectan las células, regulando el movimiento de sustancias entre la sangre y el líquido cefalorraquídeo.
El último grupo de células gliales en el sistema nervioso central son las microglías. Las microglías representan solo alrededor del 5% de las células gliales que se encuentran en el sistema nervioso central y son notablemente más pequeñas y distintas a otros tipos de células gliales. Comparten similitudes estructurales y funcionales con los macrófagos tisulares, e incluso, son las únicas células del sistema nervioso que no tienen origen en el tubo neural.
En cambio, comparten un ancestro común con los macrófagos fuera del sistema nervioso central y migran hacia este durante las primeras etapas del desarrollo. Esto resalta su papel esencial en las respuestas inmunitarias del sistema nervioso central.
La estructura y apariencia de las microglías varían significativamente dependiendo de su estado funcional.
Las microglías en reposo, por lo general, tienen un cuerpo celular pequeño y procesos que se ramifican. En este estado, están involucradas en la vigilancia continua, el mantenimiento y el apoyo a la salud neuronal sin mediar los procesos de inflamación activa. Las microglías activadas, por el contrario, cambian de morfología, aumentan sus actividades inmunitarias y fagocíticas, y producen mediadores inflamatorios en respuesta a lesiones o enfermedades.
También es importante que sepas que las microglías juegan un papel fundamental en la vigilancia inmunitaria dentro del sistema nervioso central. Esto incluye reconocer y destruir agentes dañinos como microorganismos, toxinas y antígenos, eliminar desechos celulares y acabar con neuronas disfuncionales o apoptóticas, generalmente mediante fagocitosis.
Durante el desarrollo del encéfalo, las microglías apoyan el desarrollo del tejido nervioso y la regeneración al eliminar desechos tóxicos, liberar factores antiinflamatorios y cortar sinapsis ineficaces, moldeando así los circuitos neuronales.
En respuesta a una lesión del sistema nervioso central, las microglías proliferan y se mueven hacia el área dañada, formando nódulos y participando en la fagocitosis de restos celulares, células apoptóticas o tejido dañado. También liberan sustancias que contribuyen a la reparación y regeneración del tejido.
También, las microglías actúan como células presentadoras de antígenos, lo cual es clave para la defensa del sistema nervioso central. Procesan y presentan antígenos en su superficie, liberando quimiocinas que activan linfocitos a través de la barrera hematoencefálica. Esto provoca su activación e infiltración en el tejido nervioso para iniciar una respuesta inmunitaria.
¡Eso es todo por el tutorial de hoy! Asegúrate de revisar nuestras unidades de estudio y contenido sobre el sistema nervioso.