Conducto torácico
El conducto torácico es el vaso linfático más grande del cuerpo humano. Cerca de 75% de la linfa de todo el cuerpo pasa a través de este, a excepción de la linfa que proviene del miembro superior derecho, mama derecha, pulmón derecho y el lado derecho de la cabeza y el cuello, las cuales drenan a través del conducto linfático derecho.
Las células del sistema inmune circulan por el sistema linfático. Además, los productos de la digestión de gran tamaño molecular, como las grasas y vitaminas liposolubles, tienen que ser absorbidas primero por el sistema linfático para después llegar a la circulación sistémica mediante el sistema circulatorio venoso. El sistema linfático es esencial para el drenaje del líquido tisular y el paso de la linfa por el cuerpo.
Este artículo estudia la anatomía del conducto torácico, incluyendo su función, ubicación y drenaje. También habla de la función y correlaciones clínicas de esta estructura.
Anatomía | Ubicación: paravertebral desde T12 hasta la raíz del cuello |
Afluentes |
Afluentes principales: troncos linfáticos lumbares izquierdo y derecho, troncos linfáticos intestinales izquierdo y derecho (su confluencia se denomina cisterna del quilo) Afluentes secundarios: conductos de los ganglios linfáticos mediastínicos posteriores, troncos linfáticos yugular izquierdo, broncomediastínico izquierdo, subclavio izquierdo |
Drenaje |
Drena: el 75% del cuerpo -> todas las regiones excepto miembro superior derecho, mama derecha, pulmón derecho, lado derecho de la cabeza y el cuello (que drenan a través del conducto linfático derecho) Drena hacia: el ángulo venoso izquierdo (de Pirogoff) entre las venas subclavia izquierda y yugular interna izquierda |
Correlaciones clínicas | Quilotórax, nódulo de Virchow, fístula del conducto torácico |
Anatomía
Características, recorrido y ubicación
El conducto torácico (también conocido como conducto de Hoorne) es el vaso linfático más grande del sistema linfático. En adultos, mide alrededor de 40 cm de largo y 5 mm de ancho en su punto de origen dentro de la porción abdominal.
El conducto torácico se extiende desde la decimosegunda vértebra torácica (T12) hasta la raíz del cuello. El conducto torácico está formado por la confluencia abdominal de los troncos linfáticos lumbares derecho e izquierdo, así como de los troncos linfáticos intestinales derecho e izquierdo que se ubican entre T12 y L2 (segunda vértebra lumbar). Si la confluencia de dichos troncos es sacular, se conoce como la cisterna del quilo. En este punto, la respiración ayuda a que el quilo suba por el conducto torácico, así como la presencia de músculo liso dentro de sus paredes y válvulas en su luz (como las grandes venas), que evitan el reflujo de la linfa.
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El conducto torácico cruza el diafragma a través del hiato aórtico, a la altura de T12. Este continúa ascendiendo entre la aorta torácica a la izquierda y la vena ácigos a la derecha, y luego cruza sobre el lado izquierdo entre la cuarta y sexta vértebra torácica (T4 y T6). Desde este punto, el conducto asciende detrás del arco aórtico y de la arteria subclavia izquierda. El conducto también se ubica por delante del músculo escaleno anterior y el nervio frénico izquierdo, antes de su segmento terminal. Su contenido drena a nivel del ángulo venoso izquierdo (de Pirogoff) entre las venas subclavia izquierda y yugular interna izquierda, donde entra al sistema venoso sistémico. Generalmente se encuentra dilatada o con aumento de tamaño en este segmento terminal.
Existe una válvula bicúspide ubicada en la unión del conducto torácico con el drenaje venoso (venas yugular interna izquierda o subclavia izquierda, dependiendo de las variaciones anatómicas), que evita el reflujo de la sangre venosa hacia el sistema linfático.
Dentro del conducto torácico, encontramos un líquido blanco lechoso que contiene grasas emulsionadas y el líquido linfático que se encuentra en el resto del sistema linfático. Este líquido se denomina quilo. El conducto torácico, como mencionamos anteriormente, drena la linfa del 75% del cuerpo, con excepción de la extremidad superior derecha, la mama derecha, el pulmón derecho y el lado derecho de la cabeza y el cuello (que son drenados por el conducto linfático derecho).
Afluentes
El conducto torácico drena la linfa de los troncos linfáticos torácicos descendentes derecho e izquierdo, que se originan de los 6 últimos espacios intercostales (6 a 11). El conducto también recibe la linfa proveniente del 1ro al 5to espacio intercostal por medio de los troncos linfáticos intercostales superiores. Afluentes adicionales incluyen:
- Conductos de los ganglios linfáticos mediastínicos posteriores.
- Tronco yugular izquierdo
- Tronco broncomediastínico izquierdo.
- Tronco subclavio izquierdo.
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Variaciones
En ocasiones, el conducto torácico se divide en un conducto derecho y otro izquierdo: el izquierdo entra en el sistema venoso de forma normal mientras que el derecho drena en la vena subclavia derecha. El conducto también puede drenar en la vena yugular interna izquierda o en la vena braquiocefálica izquierda.
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Correlaciones clínicas
Quilotórax
La rotura del conducto torácico provoca la filtración de quilo hacia dentro de la cavidad pleural. La etiología de esta afección incluye causas traumáticas y no traumáticas. Las causas traumáticas pueden ser iatrogénicas (por ejemplo, cirugía, radiación) o no iatrogénicas (por ejemplo, traumatismo penetrante o contundente de la pared torácica, emesis forzada o tos). Las causas no traumáticas incluyen neoplasias malignas u otras enfermedades como tuberculosis, sarcoidosis y obstrucción de la vena cava superior. Por último, también puede ser congénita (como en los síndromes de Down, Noonan, Turner).
En estos casos, una radiografía de tórax puede mostrar un derrame pleural, mientras que las mediciones de colesterol y triglicéridos en el líquido pleural apuntan hacia el diagnóstico correcto.
Nódulo de Virchow
El ganglio de Virchow es un gran ganglio linfático situado en la zona supraclavicular izquierda que drena la linfa del intestino. Cuando está aumentado de tamaño (signo de Troisier positivo), puede ser uno de los primeros signos de malignidad intraabdominal, generalmente un carcinoma gástrico tras la migración de émbolos tumorales a través del conducto torácico. Se localiza en el ángulo venoso izquierdo, en la unión de la vena subclavia izquierda y el conducto torácico.
Fístula del conducto torácico
Suele ocurrir cuando la cirugía se realiza en la parte inferior izquierda del cuello. Puede dar lugar a una internación hospitalaria prolongada, debido a desequilibrios de proteínas, electrolitos y líquidos. Se producirá una fuga de líquido blanco lechoso del cuello tras la incisión. Si esto ocurre intraoperatoriamente debe repararse, pero las directrices quirúrgicas para el manejo postoperatorio son menos claras.
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