Vena ácigos
El sistema venoso ácigos/hemiácigos se ubica a cada lado de la columna vertebral y drena la circulación venosa de las vísceras que se encuentran en el mediastino, así como el dorso y las paredes toracoabdominales. Este sistema consta de la vena ácigos y sus dos afluentes principales: la vena hemiácigos y la vena hemiácigos accesoria.
La vena ácigos usualmente se origina de ramas provenientes de la cara posterior de la vena cava inferior o de la vena renal izquierda. Cruza el diafragma, alcanza el mediastino y finalmente drena en la vena cava superior. El sistema venoso ácigos forma muchas anastomosis con la vena cava inferior y los plexos venosos vertebrales. Esto la convierte en una conexión importante entre las dos venas cavas, lo que permite una vía de drenaje alternativa en caso de una obstrucción en la vena cava inferior.
Este artículo estudia la anatomía y función de la vena ácigos.
Origen | Vena cava inferior, vena renal izquierda |
Afluentes | Vena hemiácigos, vena hemiácigos accesoria |
Drena en | Vena cava superior |
Trayecto
La vena ácigos suele originarse en la cara posterior de la vena cava inferior, a nivel de las venas renales. Asciende dentro del mediastino posterior hasta el nivel de T4, antes de arquearse por encima del hilio pulmonar derecho. Drena en la vena cava superior justo antes de perforar el pericardio.
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Relaciones anatómicas
Las relaciones de la vena ácigos con otras estructuras del mediastino pueden ser importantes en la práctica clínica. Las siguientes estructuras están situadas posteriormente a la vena ácigos:
- Ligamento longitudinal anterior.
- Arterias intercostales posteriores derechas.
- Cuerpos vertebrales T4 -T12.
En la porción posterior del tórax, la vena ácigos se ubica posterior al receso de la pleura derecha y el esófago.
Medial a la vena ácigos, podemos encontrar:
- Conducto torácico.
- Aorta.
- Esófago.
- Tráquea.
- Nervio vago (X par craneal) derecho.
Las siguientes estructuras se ubican lateralmente a la vena ácigos:
- Nervio esplácnico torácico mayor derecho.
- Pulmón.
- Pleura.
La vena ácigos también está muy próxima a la cara posterolateral derecha de la aorta torácica descendente. Las pulsaciones dentro de la aorta pueden favorecer el retorno venoso tanto en la vena ácigos como en la hemiácigos.
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Afluentes
La vena ácigos tiene dos afluentes: la vena hemiácigos y la vena hemiácigos accesoria.
La vena hemiácigos suele estar conectada con la vena renal izquierda. Está formada por los afluentes esofágicos y mediastínicos, el tronco común de las venas lumbar ascendente izquierda y subcostal izquierda, y las tres venas intercostales inferiores posteriores. Asciende por delante de la columna vertebral antes de cruzarla por detrás de la aorta, el esófago y el conducto torácico a la altura de T8.
La vena hemiácigos accesoria está formada por las venas de los espacios intercostales cuarto a octavo y, a veces, por las venas bronquiales izquierdas. Desciende a la izquierda de la columna vertebral antes de cruzar T7, donde se une con la vena ácigos. En algunos casos se une a la vena hemiácigos y, de ser así, su tronco común drena en la vena ácigos.
Variaciones anatómicas
El origen y trayecto de la vena ácigos es muy variable. Normalmente, hay una única vena ácigos en el lado derecho del cuerpo. Sin embargo, esta se ubica ocasionalmente en la línea media, o también pueden estar presentes dos venas independientes como en el desarrollo embrionario temprano.
La vena ácigos usualmente tiene su origen a nivel de las vértebras lumbares, pero puede originarse más arriba. La cara lumbar de la vena ácigos puede ascender por delante de las vértebras lumbares y pasar por detrás del pilar derecho del diafragma, o cruzar el hiato aórtico (donde la aorta perfora el diafragma) a la derecha de la cisterna del quilo (un saco linfático dilatado).
El tronco común de la vena lumbar ascendente derecha y la vena subcostal derecha se unen a la vena ácigos, anteriormente al cuerpo de T12. Sin embargo, si el segmento lumbar está ausente, este tronco puede formar la vena ácigos.
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Correlaciones clínicas
Laceración
La laceración o rotura de la vena ácigos puede producirse en traumatismos contusos del tórax, como consecuencia de un accidente de tráfico o una caída desde una altura importante. La rotura de la vena suele producirse en su arco, justo proximal a su unión con la vena cava superior. La lesión de esta vena puede provocar un hemotórax, una acumulación de sangre en el espacio pleural que suele detectarse mediante una radiografía. Si esto ocurre, está indicada una toracotomía, que implica una incisión en la pared torácica para permitir el drenaje de la sangre dentro del espacio pleural.
Aneurisma
El aneurisma de la vena ácigos es muy poco frecuente y no suele causar síntomas. Suele detectarse en una radiografía de tórax como una masa mediastínica anormal. Puede producirse como consecuencia de una obstrucción de la vena cava inferior, hipertensión portal e insuficiencia cardiaca congestiva. La intervención quirúrgica está indicada cuando existe riesgo de rotura o embolia pulmonar.
Defectos congénitos
En raras ocasiones, la porción hepática de la vena cava inferior no se forma durante el desarrollo embrionario y, como resultado, la vena cava inferior continúa como vena ácigos. Esto se conoce como continuación ácigos de la vena cava inferior o ausencia del segmento hepático de la vena cava inferior con continuación ácigos. Para compensar esta anomalía congénita, la vena ácigos se dilata para adaptarse al aumento del flujo sanguíneo. Se da en el 0.3% de la población y está asociada con cardiopatías congénitas o síndromes de asplenia (síndromes con ausencia de función normal del bazo).
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