Video: Laberinto
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¡Hola! Soy Marcell de Kenhub y te doy la bienvenida a un nuevo tutorial de anatomía. El día de hoy discutiremos sobre las estructuras del laberinto óseo del oído interno.
Antes de entrar en detalle, ...
Leer más¡Hola! Soy Marcell de Kenhub y te doy la bienvenida a un nuevo tutorial de anatomía. El día de hoy discutiremos sobre las estructuras del laberinto óseo del oído interno.
Antes de entrar en detalle, recordemos algunos puntos importantes sobre la estructura del laberinto. El laberinto es la parte más interna del oído y por ende, solemos llamarlo el oído interno. Las otras dos partes del oído son el oído externo, el cual se extiende desde la oreja hasta la membrana timpánica, y el oído medio, que va desde el tímpano hasta la ventana oval. Las tres partes del oído, el oído externo, medio e interno, están diseñados para actuar como un transductor que convierte la energía mecánica de las ondas del sonido entrante a impulsos nerviosos que pueden interpretarse como sonido. Además, el oído interno también juega un papel importante en mantener la postura, el equilibrio y el enfoque visual en un solo objeto. En el tutorial de hoy, nos dedicaremos al laberinto y veremos sus reparos anatómicos asociados.
El laberinto se encuentra en la porción petrosa del hueso temporal y consta de una serie de cavidades interconectadas, las cuales se pueden dividir en tres partes generales. La primera es la parte coclear, que es el componente auditivo, responsable de la audición. Luego tenemos el componente vestibular, el cual se encarga del equilibrio cuando estamos quietos en un solo lugar. Y por último, tenemos el componente semicircular, que es el encargado del equilibrio cuando estamos en movimiento. En esta imagen podemos ver el componente coclear justo aquí, la parte vestibular por acá y esta es la porción semicircular.
Ahora continuemos con el componente auditivo del oído interno, la cóclea. El nombre cóclea viene del griego cochlos, que significa caracol, y como puedes ver, esta estructura es una espiral que se parece a la concha de un caracol. Esta estructura hueca y con forma de espiral constituye el componente auditivo del oído interno. Está compuesto de varias estructuras especializadas incluyendo la rampa vestibular, la rampa timpánica, el conducto coclear, la membrana vestibular de la cóclea o de Reissner, y la membrana basilar de la cóclea, que separan las dos rampas del conducto coclear, el helicotrema, el órgano espiral, también conocido como órgano de Corti y las células ciliadas sensoriales especializadas del órgano espiral.
En las siguientes diapositivas veremos estas estructuras con más detalle. La función de la cóclea es propagar las ondas sonoras desde la base, que se sitúa cerca del oído medio y de la ventana oval, hasta el vértice. La estructura más importante que vemos dentro de la cóclea es el conducto coclear, también conocido como rampa media, lo puedes ver resaltado aquí. El conducto coclear tiene una posición central en la cóclea, como puedes ver en la imagen, y divide la cóclea en dos conductos, la rampa timpánica y la rampa vestibular. Se separa de la rampa timpánica por la membrana basilar y de la rampa vestibular por la membrana vestibular o de Reissner. Sobre la membrana basilar de la cóclea se encuentra el órgano espiral de Corti, el cual se proyecta hacia el conducto coclear, el cual es un órgano sensorial para la audición.
El conducto coclear que acabamos de mencionar es significativamente más delgado que la luz de la cóclea y la divide en dos espacios que ya conocemos. El espacio más apical es la rampa vestibular, este que ves acá resaltado. Este espacio lleno de perilinfa se encuentra superior al conducto coclear y limita con la ventana oval, extendiéndose desde el vestíbulo del oído interno hasta el helicotrema. Su función es conducir las vibraciones del sonido al conducto coclear y se separa de este conducto por una membrana epitelial de dos capas conocida como membrana vestibular o de Reissner.
El segundo espacio que vemos dentro de la luz de la cóclea es la rampa timpánica. Al igual que la rampa vestibular, esta también está llena de perilinfa pero se ubica inferior al conducto coclear y termina en la ventana redonda. La rampa timpánica se separa del conducto coclear por la membrana basilar.
Estos dos espacios que acabamos de describir, la rampa vestibular y la rampa timpánica, se comunican en el vértice de la cóclea a través de un pequeño orificio conocido como helicotrema. Podemos ver mejor el helicotrema en esta otra imagen.
La presencia de esta estructura resulta de la terminación del conducto coclear antes de alcanzar el vértice de la cóclea. Las células ciliadas que se encuentran cerca del helicotrema detectan mejor los sonidos de baja frecuencia. En la base de la cóclea, hay una abertura llamada ventana redonda, que es donde la cóclea se comunica con el oído medio. Esta abertura se encuentra al final de la rampa timpánica, debajo de la ventana oval, y se separa del oído medio por una membrana timpánica secundaria conocida como membrana de la ventana redonda. Ahora, en esta imagen vemos esta estructura un poco más de cerca, la puedes ver resaltada en verde.
Hasta ahora, hemos aprendido sobre la porción coclear del laberinto que, como mencionamos al inicio del tutorial, se encarga de la audición. Ahora continuemos con la siguiente porción del laberinto, el vestíbulo.
El vestíbulo es una cavidad hueca que se encuentra entre la cóclea y los conductos semicirculares. Se sitúa medial a la cavidad timpánica, posterior a la cóclea y anterior a los conductos semicirculares. Mirando al vestíbulo un poco más de cerca, podemos ver que este se comunica con el oído medio a través de este orificio resaltado en verde, el cual se conoce como la ventana oval. Este orificio también está cubierto por una membrana y normalmente se mantiene cerrado por la base del estribo y el ligamento anular del estribo.
La porción membranosa del vestíbulo son el sáculo y el utrículo. El sáculo es una pequeña bolsa de 2 a 3 milímetros dentro del oído interno que contiene células sensoriales. Esta estructura que se encuentra cerca de la rampa vestibular es responsable de recopilar la inervación sensorial sobre el movimiento lineal en el plano vertical con respecto al movimiento de la cabeza para la orientación espacial del cuerpo. Junto con el utrículo y los conductos semicirculares, el sáculo es importante para mantener el equilibrio. El sáculo se conecta con el conducto coclear por medio de este pequeño orificio conocido como conducto reuniens. Este es un pequeño conducto que se encuentra en el oído interno que conecta la porción inferior del sáculo con el conducto coclear cerca de su extremo vestibular.
Al igual que el sáculo, el utrículo se encuentra en el oído interno en la parte posterosuperior del vestíbulo y es el segundo saco membranoso del vestíbulo. Es ligeramente más grande que el sáculo, con un diámetro cerca de 2.5 a 3.5 milímetros y se comunica con los conductos semicirculares. Haciendo parte del aparato del equilibrio del oído interno, el utrículo detecta la aceleración lineal y la inclinación de la cabeza en el plano horizontal. Además, contiene tanto estereocilios como cinocilios que detectan estos movimientos.
Continuemos con el tercer componente del laberinto, el componente semicircular. Esta parte del laberinto consta de tres estructuras óseas semicirculares que se proyectan desde el vestíbulo en tres direcciones diferentes. Cada uno de estos tres conductos óseos contiene perilinfa y también un conducto semicircular membranoso en su interior lleno de endolinfa. Comencemos con este de aquí, el conducto semicircular anterior. Este conducto vertical detecta las rotaciones de la cabeza en el plano sagital. Se conecta con el conducto semicircular posterior por medio de la rama ósea común, la cual mencionaremos nuevamente más tarde en nuestro tutorial.
Cada uno de los conductos semicirculares contiene un conducto semicircular membranoso. El conducto semicircular anterior se ubica perpendicular al hueso temporal. En los extremos de cada conducto semicircular existe una dilatación del conducto llamada ampolla ósea. En la imagen que ves a la derecha, puedes ver la ampolla ósea anterior. Dentro de cada ampolla ósea, se encuentra una ampolla membranosa correspondiente, la cual contiene un órgano sensorial para la aceleración y desaceleración angular conocido como cresta ampular. Nuevamente en la imagen de la derecha, puedes ver la ampolla membranosa anterior resaltada en verde.
El conducto semicircular lateral es el más pequeño de los tres conductos. Este se encuentra en dirección horizontal y funciona para detectar rotaciones de la cabeza en el plano transverso. Por ejemplo, cuando volteamos la cabeza para mirar hacia la izquierda o hacia la derecha. Dentro del conducto semicircular lateral, encontramos el conducto membranoso correspondiente con el mismo nombre, el cual puedes ver resaltado en verde.
En la siguiente diapositiva, podemos ver la ampolla ósea lateral y en la diapositiva que sigue vemos la ampolla membranosa lateral, resaltada de verde. Como te mencioné anteriormente, dentro de esta ampolla se encuentra la cresta ampular, que es un órgano sensorial para la aceleración y deceleración angular.
Finalmente, el conducto semicircular posterior es el tercer conducto semicircular del oído interno. Se conecta con el conducto semicircular anterior por medio de la rama ósea común. Este conducto se encarga de detectar la rotación de la cabeza en el plano coronal o en el plano anteroposterior. Dentro del conducto semicircular posterior también encontramos un conducto semicircular membranoso. Este conducto membranoso corre paralelo al eje longitudinal de la porción petrosa del hueso temporal. Y por último, podemos ver la ampolla ósea posterior con su respectiva ampolla membranosa.
Las ampollas de los tres conductos se abren hacia el vestíbulo de forma independiente. Sin embargo, los extremos sin ampollas de los conductos semicirculares anterior y posterior se fusionan para formar la rama ósea común. Esta rama se encuentra en posición posterior, la puedes ver resaltada en verde.
De manera similar, los conductos membranosos anterior y posterior se fusionan para formar la rama membranosa común. Esta rama se abre hacia el utrículo del oído interno. El extremo sin ampolla del conducto semicircular lateral se conoce como la rama ósea simple, la cual puedes ver resaltada ahora. Esta rama se abre hacia la pared del vestíbulo.
Ahora que hemos terminado con las estructuras membranosas y óseas del laberinto, continuemos con los nervios que se encuentran en esta parte del oído interno. El nervio coclear es un ramo del nervio vestibulococlear, el cual transmite la información sensorial auditiva desde la cóclea directamente hacia el encéfalo. El nervio coclear entra por la base de la cóclea y se conecta con receptores específicos del órgano espiral de Corti. El nervio vestibular es la otra parte del nervio vestibulococlear. Este transmite la información espacial desde los conductos semicirculares y el vestíbulo hacia el encéfalo. Particularmente, el nervio vestibular transmite la información sensorial de las células ciliadas vestibulares que se encuentran en el utrículo, sáculo y conductos semicirculares por medio del ganglio vestibular.
El ganglio vestibular se ubica en el suelo del conducto auditivo interno. Contiene los cuerpos celulares de las neuronas bipolares asociadas al nervio vestibular, cuyos procesos periféricos hacen sinapsis con las células ciliadas del órgano sensorial vestibular. La porción superior del ganglio vestibular inerva al utrículo, a la parte anterior del sáculo y al conducto semicircular anterior y lateral. Mientras que la porción inferior del ganglio vestibular inerva al conducto semicircular posterior y a una parte del sáculo.
El nervio ampular anterior es un ramo del nervio vestibular. Este nervio surge de la porción superior del ganglio vestibular para inervar a la cresta ampular del conducto semicircular anterior. Similar al nervio ampular anterior, el nervio ampular lateral surge de la porción superior del ganglio vestibular para inervar a la cresta ampular del conducto semicircular lateral. El nervio ampular posterior se ramifica de la porción inferior del ganglio vestibular para inervar a la cresta ampular del conducto semicircular posterior.
Otro nervio que surge de la porción superior del ganglio vestibular es el nervio utricular. Este nervio, como puedes ver aquí, inerva a la mácula del utrículo. El nervio sacular, tal como lo puedes ver aquí, se ramifica de la porción inferior del ganglio vestibular para inervar a la mácula del sáculo.
El último nervio que discutiremos en este tutorial es el nervio facial, el séptimo par craneal. Este nervio emerge del tronco encefálico y sus partes motoras y sensitivas atraviesan juntas la fosa craneal posterior para entrar a la porción petrosa del nervio temporal, pasando por el conducto auditivo interno en dirección hacia el conducto facial. Este nervio no inerva ninguna estructura en el oído interno pero pasa muy cerca del laberinto. Para más información sobre el nervio facial, asegúrate de explorar nuestros tutoriales sobre los pares craneales y sobre el nervio facial en específico, los cuales puedes encontrar en nuestra página web.
¡Muy bien! Hemos llegado al final del tutorial sobre el laberinto. Es hora de continuar tu aprendizaje, lo puedes hacer de varias formas aquí en Kenhub, ya sea revisando nuestros artículos relacionados, estudiando el atlas o estudiando los otros videotutoriales.
Gracias por acompañarme hasta el final, hasta la próxima y ¡feliz estudio!