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Vesícula biliar

Principales órganos del aparato digestivo.

El tracto digestivo es uno de los sistemas más grandes del cuerpo humano. Además de los segmentos principales, que se extienden desde la boca hasta el ano, muchos órganos digestivos accesorios forman parte de este sistema que facilita la generación y absorción de micronutrientes a partir de las macromoléculas de nuestra dieta. Uno de estos órganos es la vesícula biliar. Su función principal es servir como reservorio para la bilis, la cual juega un papel importante en la digestión.

Este artículo describirá la anatomía de la vesícula biliar, así como el aparato biliar asociado.

Puntos clave sobre la vesícula biliar
Definición Saco con forma de pera que se encuentra en el aspecto inferior del lóbulo derecho anatómico del hígado y es responsable por el almacenamiento de la bilis
Partes Fondo, cuerpo y cuello
Vascularización Arteria y vena cística
Inervación Plexo celíaco, nervio vago
Función Almacenar y liberar la bilis
Correlaciones clínicas Colelitiasis
Contenidos
  1. Anatomía
    1. Partes
  2. Neurovascularización y drenaje linfático
  3. Función
  4. Histología
    1. Mucosa y submucosa
    2. Muscular propia
    3. Serosa
  5. Colelitiasis
  6. Bibliografía
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Anatomía

La vesícula biliar es una bolsa con forma de pera que se comunica con las vías biliares por medio del conducto cístico, que a su vez recibe la bilis desde los conductos hepáticos comunes. En vivo, la vesícula tiene una apariencia entre gris y azul.

Este órgano tiene una longitud aproximada entre 7,5 y 12 cm. Se encuentra en el aspecto inferior del lóbulo derecho anatómico del hígado, cerca de la fisura portal principal, profunda a la porción hepática del peritoneo y puede almacenar entre 25 - 30 mL de bilis en condiciones normales, pero en ocasiones puede retener hasta 50 mL.

Partes

La vesícula biliar tiene tres partes anatómicas. De lateral a medial son: el fondo, el cuerpo y el cuello (infundíbulo) de la vesícula biliar.

  • El fondo se suele protruir más allá del borde inferior del hígado e incluso puede tocar la pared abdominal anterior. En cuanto a su topografía, el fondo de la vesícula biliar se localiza a nivel de la novena costilla, donde se encuentra el borde lateral del recto abdominal derecho con el margen costal.
  • El cuerpo está unido o en contacto con la fosa de la vesícula biliar del hígado. El intestino delgado, específicamente la segunda porción o porción descendente del duodeno, así como la flexura cólica derecha y la porción proximal del colon transverso, se encuentran relacionadas por posterior con la vesícula biliar.
  • El cuello o infundíbulo de la vesícula biliar se encuentra proximal a la porta hepática y generalmente se asocia con un mesenterio corto que contiene la arteria cística. Además, se estrecha para finalmente formar el conducto cístico.

El conducto cístico es una estructura tubular de 3 a 4 cm de largo que se dirige hacia posterior junto con el conducto hepático común, antes de que estos se unan. De esta unión surge el conducto biliar común, mejor conocido como conducto colédoco, con una longitud de entre 6 y 8 cm. En ocasiones el colédoco y el conducto pancreático se fusionan después de perforar el duodeno para formar el conducto hepatopancreático. Este conducto emerge en la superficie luminal de la segunda porción del duodeno como la ampolla hepatopancreática o de Vater. Todos estos conductos forman parte del árbol biliar.

Neurovascularización y drenaje linfático

La irrigación principal de la vesícula biliar es a través de la arteria cística, rama de la arteria hepática derecha. La trifurcación del tronco celíaco resulta en la arteria hepática común como una de sus ramas. La hepática común se bifurca poco después de un trayecto relativamente corto arriba del borde superior de la cabeza del páncreas y anterior a las venas portales hepáticas. La arteria hepática propia se bifurca cerca de la porta hepática emitiendo las arterias hepáticas izquierda y derecha.

En cuanto al drenaje venoso, por lo general existen múltiples venas císticas pequeñas que se encargan de esto. Estas se pueden originar desde el tejido areolar que separa al hígado de la vesícula biliar. Estos vasos perforarán el parénquima hepático y formarán las tributarias de las venas portales segmentarias.

Los nervios de la vesícula biliar viajan a lo largo de la arteria cística desde las fibras aferentes simpáticas y viscerales del plexo celíaco y las fibras parasimpáticas del nervio vago (X par craneal).

Los conductos linfáticos de la vesícula biliar cruzan las capas subserosa y submucosa de la vesícula para formar sus respectivos plexos. Algunos drenan hacia los vasos linfáticos intrahepáticos, mientras que otros desembocarán en el ganglio linfático cístico, ubicado en el triángulo cistohepático (de Calot), que es el espacio triangular limitado por el conducto cístico, el borde inferior del segmento hepático V y el conducto hepático común. Estos eventualmente drenarán en los ganglios del borde libre del omento menor, así como a ganglios de la porta hepática.

Función

Esta bolsa con forma de pera funciona principalmente como reservorio para la bilis que fue producida por los hepatocitos. Cuando ingieres una comida, la presencia de grasas y proteínas en los intestinos estimula la liberación de colecistoquinina; la cual a su vez actúa a nivel del cuerpo y cuello de la vesícula biliar y los conductos cístico y extrahepático. Esta hormona peptídica desencadena la contracción simultánea del cuerpo de la vesícula y la relajación del cuello de la vesícula.

Una vez la presión dentro del árbol biliar alcanza los 10 mm de H2O de bilis, ocurre la relajación de la papila duodenal mayor o esfínter de Oddi. En consecuencia, la bilis puede liberarse tanto desde la vesícula biliar como directamente desde el hígado por medio del árbol biliar. Sin embargo, en estados de ayuno, la ausencia de colecistoquinina resulta en la contracción del esfínter de Oddi. El aumento de presión en el árbol biliar resulta en la desviación de la bilis hacia la vesícula biliar para ser almacenada y concentrada. La membrana endotelial de la vesícula biliar está equipada con numerosos canales iónicos que absorben activamente sodio, cloro e iones de bicarbonato. En consecuencia, las moléculas de agua siguen el gradiente osmótico generado por movimiento de iones, lo que resulta en la concentración de bilis. Finalmente, la vesícula biliar también produce entre 15 y 20 mL de moco a lo largo de todo el día.

Para volverte un experto en la anatomía del hígado y la vesícula biliar, no olvides revisar los siguientes recursos:

Histología

Como la mayoría de los órganos intraabdominales, la vesícula biliar tiene tres capas diferentes dentro de su pared. El saco y los conductos están conformados por una membrana mucosa, una capa muscular y una serosa que rodea la totalidad del órgano a excepción de la superficie en contacto con el hígado.

Mucosa y submucosa

La mucosa, color amarillo-café, está formada por epitelio cilíndrico simple que, como todos los epitelios, se asientan sobre la lámina propia. Estas células poseen microvellosidades en su cara apical y son ricas en mitocondrias. Además, tienen numerosas bombas de sodio-adenosín trifosfato (Na+-ATP) en su cara basolateral que les permiten transportar activamente los iones de sodio desde el lumen de la vesícula biliar. La cara luminal de la vesícula biliar está altamente plegada, formando rugosidades, y además, tiene apariencia de panal de abejas. Estos pliegues o rugosidades desaparecen cuando la vesícula biliar se distiende. También hay divertículos dentro de la mucosa que se extienden hasta la capa muscular externa y se conocen como senos de Rokitansky-Aschoff. La submucosa debajo de la mucosa, la cual es relativamente laxa, es rica en fibras elásticas, vasos sanguíneos y linfáticos.

Muscular propia

La muscular propia es una capa relativamente delgada de fibras de músculo liso organizadas de forma casi aleatoria. Estas fibras musculares poseen receptores de colecistoquinina y responden a esta, la cual es secretada por las células enteroendocrinas del duodeno en respuesta a la presencia de grasas y proteínas en los intestinos. Como resultado, la bilis concentrada sale desde la vesícula biliar hacia el conducto cístico y luego es transportada hasta el duodeno por medio del conducto biliar común (colédoco).

Serosa

La vesícula está recubierta por una lámina fina de serosa (adventicia externa). La serosa suele estar confinada al fondo de la vesícula biliar y se extiende circunferencialmente alrededor del lado inferior del cuerpo y cuello de la vesícula.

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Kim Bengochea Kim Bengochea, Universidad Regis, Denver
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