Video: Glándulas tiroides y paratiroides
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Esta es la glándula tiroides. Sí, esa famosa glándula con forma de mariposa que se encuentra en el cuello. A pesar de ser relativamente pequeña, es capaz de controlar numerosos procesos vitales en ...
Leer másEsta es la glándula tiroides. Sí, esa famosa glándula con forma de mariposa que se encuentra en el cuello. A pesar de ser relativamente pequeña, es capaz de controlar numerosos procesos vitales en nuestro cuerpo, como el metabolismo, la función cardiovascular, inclusive el crecimiento y el desarrollo. ¿Pero sabías que aproximadamente un 12% de la población tiene alguna forma de enfermedad tiroidea? ¿O que las mujeres son entre 5 y 8 veces más propensas a desarrollar un desorden tiroideo que los hombres? ¿O que la enfermedad tiroidea, si no es tratada, podría poner a los pacientes en riesgo de desarrollar enfermedad cardiovascular, infertilidad, osteoporosis y más? Parece ser que hay más de un par de cosas de las que preocuparse.
Así que si quieres aprender más sobre este pequeño pero poderoso centro de control del cuerpo, quédate con nosotros para explorar las glándulas tiroides y paratiroides.
Antes de entrar en detalles, esta es una mirada rápida a los temas que revisaremos hoy. Comenzaremos estudiando la anatomía macroscópica incluyendo sus lóbulos, luego identificaremos las glándulas paratiroides y su ubicación. Después veremos las estructuras cartilaginosas y ligamentosas de la laringe y la tráquea sobre las cuales se ubica la glándula tiroides y también las paratiroides. Posteriormente nos enfocaremos en la vascularización e inervación de la glándula y para terminar exploraremos algunas correlaciones clínicas.
¿Estás listo? ¡Vamos!
Antes que todo, ¿qué es la glándula tiroides? Es un órgano que forma parte del sistema endocrino. Su función principal es la regulación del metabolismo en el cuerpo mediante la producción de las hormonas triyodotironina y tiroxina. Además ayuda en la regulación de los niveles de calcio mediante la producción de la hormona calcitonina. La glándula tiroides se ubica en la base del cuello, inmediatamente anterior y lateral a la tráquea y a la porción inferior de la laringe. Se extiende aproximadamente entre el nivel de C5 a T1.
La glándula tiroides en general tiene la forma de una mariposa o de un número 8 dispuesto en sentido horizontal, y está compuesta de dos lóbulos principales, cada uno de ellos con un polo superior y otro inferior bien definidos. Estos dos lóbulos principales se conocen simplemente como lóbulos derecho e izquierdo y son en general similares en tamaño y forma. Entre los dos lóbulos podemos encontrar una región denominada istmo, el cual puede ser observado desde una vista anterior y posterior.
A veces puede haber un tercer lóbulo, presente en un 40 por ciento de la población, denominado lóbulo piramidal, variable en tamaño y apariencia. Se cree que es un remanente del conducto tirogloso, una estructura que existe durante el desarrollo de la tiroides. Funcionalmente, sin embargo, es igual a los otros lóbulos de la glándula.
Las otras glándulas que veremos en este tutorial son las glándulas paratiroides, las cuales podemos ver aquí resaltadas en verde. En esta imagen, estamos viendo la glándula tiroides desde su cara posterior, por lo que el lóbulo izquierdo está ubicado a la izquierda de la pantalla y el lóbulo derecho se localiza aquí. A menudo existen 4 glándulas paratiroides en total - dos en la cara posterior de cada lóbulo tiroideo. Cada glándula paratiroides es comparable en tamaño a una arveja: seis milímetros de longitud, tres a cuatro milímetros de ancho, uno a dos milímetros de espesor, y un peso de cincuenta a sesenta miligramos en promedio. Eso es aproximadamente diez veces más liviana que un Tic Tac.
La cantidad, ubicación, y tamaño de las glándulas paratiroides puede, sin embargo, variar, lo cual es importante considerar frente a eventos como cirugías o metástasis. Las glándulas paratiroides son glándulas endocrinas como la tiroides, y producen una hormona llamada hormona paratiroidea o paratohormona, la cual aumenta los niveles de calcio en la sangre.
Ahora que hemos revisado las glándulas en sí, estudiaremos algunas estructuras que se encuentran alrededor.
En esta imagen podemos ver la glándula tiroides en su posición anatómica en el cuello. Como ya vimos, descansa en la parte anterolateral de la tráquea cervical y laringe inferior. En esta imagen aumentada podemos ver al cartílago tiroides resaltado en verde, por encima de la glándula tiroides. Este es el cartílago más grande de la laringe. Los vértices de los lóbulos derecho e izquierdo de la glándula tiroides se extienden hasta las líneas oblicuas del cartílago tiroides.
Ubicado inferiormente al cartílago tiroides se ubica el cartílago cricoides, resaltado en verde, este es el único anillo cartilaginoso completo de la vía respiratoria, y puede observarse justo por encima de la glándula tiroides. La tráquea comienza por debajo del cartílago cricoides. Anterior a la parte superior de la tráquea es donde se ubica el istmo de la glándula tiroides. Entre estas piezas cartilaginosas se ubican ligamentos que las mantienen unidas. Ahora podemos ver resaltado entre el cartílago tiroides y cricoides al ligamento cricotiroideo. Entre el cartílago cricoides y el primer anillo traqueal está el ligamento cricotraqueal. Es bastante útil que los nombres de los ligamentos indiquen qué partes conectan ¿verdad?
Por delante de la glándula tiroides se encuentran los músculos infrahioideos, un grupo muscular de la región anterior del cuello. En esta sección transversal podemos ver los músculos esternotiroideo, esternohioideo y omohioideo. La glándula tiroides es una estructura especialmente bien vascularizada, así que echemos un vistazo a cómo el cuerpo irriga tanto a esta glándula como a las paratiroides.
La glándula tiroides recibe irrigación proveniente de dos pares de arterias, las tiroideas superiores y tiroideas inferiores. En esta imagen, podemos ver la laringe y la tráquea en el cuello. Recuerda que nuestra glándula tiroides está localizada por delante de estas estructuras, por lo que se ubicaría aproximadamente aquí.
La arteria tiroidea superior que podemos ver destacada en verde se origina de la arteria carótida externa. Irriga principalmente la parte superior de la glándula y se divide en una rama anterior, una rama posterior y una rama lateral. Desde esta vista lateral de la cabeza y el cuello podemos ver la arteria tiroidea superior emergiendo desde la arteria carótida externa y recorriendo la glándula tiroides. La rama anterior irriga la porción anterior de la glándula y se dirige hacia el istmo. La rama posterior irriga la superficie posterior de cada lóbulo, y la rama lateral irriga la superficie lateral de la glándula.
Con respecto a la arteria tiroidea inferior, a menudo nace desde el tronco tirocervical el cual a su vez es rama de la arteria subclavia. La arteria tiroidea inferior también se divide en dos ramas, una ascendente o superior y otra inferior, las cuales irrigan las caras posterior e inferior de la glándula.
Volviendo a esta imagen de la vista lateral de cuello, aquí podemos ver la arteria subclavia y el tronco tirocervical naciendo desde ella. La arteria tiroidea inferior está resaltada en verde y se ve su origen del tronco tirocervical y su trayecto hacia la glándula tiroides.
Es importante considerar que las arterias tiroideas superior e inferior se anastomosan entre sí, tanto con las del lado opuesto como entre las del mismo lado. Alrededor del diez por ciento de la población tiene una arteria adicional impar denominada arteria tiroidea ima. Si está presente, esta arteria emerge frecuentemente en forma directa desde el tronco braquiocefálico pero ocasionalmente también puede nacer desde el arco aórtico o de la arteria carótida común derecha.
El drenaje venoso de la glándula tiroides depende de tres pares de venas: las venas tiroideas superior, media e inferior. Todas estas venas emergen desde un plexo venoso tiroideo ubicado en el interior de la glándula. Las venas tiroideas superiores que se observan destacadas en verde drenan la parte superior de la glándula tiroides y su trayecto es muy cercano al de las arterias tiroideas superiores. Estas venas viajan hacia la vaina carotídea y tributan en la vena yugular interna. Las venas tiroideas medias emergen lateralmente desde la glándula tiroides y también drenan en la vena yugular interna. Las venas tiroideas inferiores se forman a partir del plexo pretraqueal. En esta imagen podemos ver el plexo drenando en una única vena tiroidea inferior, lo cual puede ocurrir con frecuencia.
Esta vena tiroidea inferior única puede drenar en la vena braquiocefálica izquierda o derecha y ocasionalmente también en la vena cava superior. Cuando las venas tiroideas inferiores no forman un tronco único, la izquierda drena en la vena braquiocefálica izquierda y la derecha usualmente drena en la vena braquiocefálica derecha o a veces en la vena cava superior.
Ahora exploraremos la vascularización de las glándulas paratiroides, comenzando con las arterias.
Por suerte, la vascularización de esta glándula es bastante similar a la de la glándula tiroides. En esta imagen observamos la faringe y la glándula tiroides desde una vista posterior. Las arterias que vemos destacadas en verde son las tiroideas inferiores que son ramas del tronco tirocervical. Esta arteria irriga la cara posterior de la glándula tiroides, y como las glándulas paratiroides se ubican aquí, tiene sentido que esta sea la arteria que las irriga.
El drenaje venoso de las glándulas paratiroides también es compartido con la tiroides. La sangre de las glándulas paratiroides drena hacia el plexo venoso tiroideo y luego sigue el trayecto de las venas tiroideas.
El último tema que trataremos sobre estas glándulas es su inervación. La glándula tiroides está inervada tanto por el sistema nervioso simpático como por el parasimpático. Los nervios provenientes de ambos sistemas actúan en los vasos sanguíneos dentro de la glándula para contraerlos o bien relajarlos según sea necesario. Los nervios provenientes de los tres ganglios simpáticos cervicales inervan la glándula tiroides. Aquí podemos ver los ganglios cervicales superior, medio e inferior en el cuello.
El sistema nervioso parasimpático llega a la glándula tiroides de dos maneras. Ambos nervios sin embargo son ramos del nervio vago. Uno de ellos es el ramo externo del nervio laríngeo superior que podemos ver aquí acercándose al área de la glándula tiroides por su cara superior. El otro es el nervio laríngeo recurrente, que se aproxima a la glándula por su cara inferior. Recuerda, ambos son ramos del nervio vago (o décimo par).
La inervación de las glándulas paratiroides es sencilla: solo reciben inervación simpática proveniente de los ganglios cervicales superior y medio.
Y bien, eso es todo en cuanto a la parte anatómica de este tutorial. Demos un vistazo ahora a la significación clínica de la glándula tiroides.
Normalmente, la glándula tiroides es una estructura pequeña y no muy marcada en nuestro cuello, pero como cualquier otro órgano, puede comenzar a funcionar mal a veces ¿Puedes imaginar qué es lo que no anda muy bien aquí? Esta fotografía muestra lo que conocemos como bocio. El bocio es un agrandamiento anormal de la glándula tiroides, el cual ocurre con mayor frecuencia asociado a una falta de yodo en la dieta. Otras causas pueden ser trastornos autoinmunes como la enfermedad de Graves o de Hashimoto. El síntoma más relevante es el aumento de volumen en la base del cuello. Normalmente no es doloroso, pero puede causar tos, dificultad para respirar, voz ronca, y una sensación de garganta estrecha. El tratamiento depende del tamaño, síntomas, y de la causa; y entre ellos están los fármacos si fuese necesaria terapia hormonal, o cirugía.
Y ahora ya eres experto en las glándulas tiroides y paratiroides.
Pero antes de que nos separemos, revisemos brevemente lo que hemos aprendido hoy. Primero le dimos un vistazo a la glándula tiroides como tal, a su ubicación en la región anterior del cuello, por delante de la tráquea y de la laringe. Identificamos también sus dos lóbulos, derecho e izquierdo. Entre ambos lóbulos descubrimos el istmo, y también el variable pero relativamente común lóbulo piramidal, un remanente del conducto tirogloso.
En la cara posterior de la glándula, identificamos cuatro glándulas paratiroides, dos superiores y dos inferiores, o si así lo prefieres, dos a la izquierda y dos a la derecha.
Después nos adentramos en la revisión de algunas estructuras periféricas como el cartílago tiroides el cual podemos ver aquí destacado en verde. Inferior a él está el cartílago cricoides, el único anillo cartilaginoso completo de la vía aérea, y bajo él, identificamos la tráquea. Entre estas estructuras, pudimos identificar algunos ligamentos como el ligamento cricotiroideo entre los cartílagos cricoides y tiroides, y el ligamento cricotraqueal entre el cartílago cricoides y la tráquea.
Avanzamos luego a la vascularización de estas glándulas comenzando con las arterias que irrigan a la glándula tiroides. Primero vimos la arteria tiroidea superior, rama de la carótida externa, y luego, naciendo desde el tronco tirocervical, la arteria tiroidea inferior. Los tres pares de venas tiroideas que encontramos fueron las venas tiroideas superiores, venas tiroideas medias y las venas tiroideas inferiores, las cuales con frecuencia se unen para formar un tronco común, por lo que hablamos de vena tiroidea inferior. Vimos que la vascularización de las glándulas paratiroides estaba bien conectada a la de la tiroides, ya que reciben sangre proveniente de ramas de las arterias tiroideas inferiores. La venas provenientes de las paratiroides drenan en los plexos venosos tiroideos.
Las últimas estructuras anatómicas que revisamos estaban relacionadas con la inervación de las glándulas tiroides y paratiroides, y vimos que estas eran similares en este aspecto, recibiendo ambas inervación simpática desde los ganglios cervicales superior y medio, mientras que la tiroides recibía además inervación simpática del ganglio cervical inferior. La inervación parasimpática de la glándula tiroides proviene de ramos del nervio vago: el ramo externo del nervio laríngeo superior y el nervio laríngeo recurrente.
Para finalizar este tutorial, observamos un agrandamiento anormal de la glándula tiroides llamado bocio, el cual es causado con mayor frecuencia por una deficiencia de yodo en la dieta.
Y esto nos trae al final de este tutorial sobre las glándulas tiroides y paratiroides. Espero que lo hayas disfrutado. ¡Gracias por acompañarme!