Vejiga urinaria
La vejiga urinaria es un órgano que recolecta orina, luego de que ésta haya sido filtrada por los riñones (donde los iones son reabsorbidos según la demanda fisiológica a través de mecanismos de retroalimentación encontrados en el organismo y en las nefronas de los riñones, como en la mácula densa).
Histológicamente, la vejiga urinaria está compuesta por epitelio de transición y no produce moco.
Este artículo describe la anatomía de la vejiga urinaria.
Porciones | Cuerpo: donde la orina es recolectada Fondo (base): contiene al trígono vesical Trígono: donde se localiza la uretra |
Capacidad | Capacidad promedio de 400-600ml, pero podría ser tanto como 1000 ml |
Función | Recolectar orina Proveer de control sensitivo y motor de la micción |
Anatomía
A modo general, la vejiga es un órgano hueco, muscular, elástico, distensible y con forma de pera, que se sitúa en el piso pélvico. Recibe la orina a través de los uréteres, tubos gruesos derivados de ambos riñones que van hasta la porción superior de la vejiga.
La orina es recolectada en el cuerpo de la vejiga, y finalmente es excretada por la uretra. El fondo es la base de la vejiga, formado por una pared posterior y por el trígono vesical, es drenada por los ganglios linfáticos externos. El trígono es la estructura que contiene al ‘desagüe’ (uretra) de la vejiga.
Mientras el volumen general de la vejiga humana puede variar de persona en persona, el rango de orina que puede ser almacenada por la vejiga ronda los 400 ml (13,5 oz) hasta 1000ml (34oz), con una capacidad promedio de 400 a 600ml.
Una mnemotecnia frecuentemente escuchada en la práctica clínica con referencia a la vejiga es: “agua (uréteres) debajo del puente” Esta frase describe las relaciones anatómicas, entre los uréteres y las arterias uterinas (mujeres) o los conductos deferentes (hombres). Durante una histerectomía, donde el útero y las arterias uterinas son removidas, el uréter está en peligro de ser lesionado accidentalmente. Por ello la importancia de recordar esta mnemotecnia. Para tener otra imagen mental, los uréteres son posteriores a la arteria ovárica/testicular.
La vejiga está irrigada principalmente por las ramas de las arterias ilíacas internas. Es drenada por las venas ilíacas internas, y tanto en hombres como en mujeres, los vasos linfáticos de las caras superolaterales de la vejiga desembocan en los ganglios linfáticos ilíacos externos. La linfa de las otras caras de la vejiga drenan también hacia los ganglios linfáticos ilíacos internos y los ganglios linfáticos sacros o ilíacos comunes.
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Función
Los músculos de la vejiga que permiten el control voluntario de la micción son especialmente significativos en sociedades civilizadas. Existen dos caminos importantes que involucran a la vejiga: 1) la sensación que permite que reconozcas que tu vejiga está llena y debe ser vaciada y 2) el control motor que permite que puedas orinar voluntariamente.
Primero, como la pared vesical se estira cuando está llena o próxima a su máxima capacidad, existen señales que son transmitidas a través del sistema nervioso parasimpático para contraer el músculo detrusor.
El músculo detrusor es una capa de la pared vesical constituida por fibras de músculo liso que son ordenadas en fascículos longitudinales, circulares o en espiral. Esta señal estimulará a la vejiga para expulsar orina a través de la uretra. Estas sensaciones dentro de la vejiga serán transmitidas al sistema nervioso central (SNC) por medio de fibras aferentes viscerales generales (AVG). Mientras las fibras aferentes en la cara superior de la vejiga siguen el curso de los nervios simpáticos eferentes hasta el SNC, las fibras aferentes en la porción inferior siguen a las fibras parasimpáticas eferentes. Sorprendentemente (o tal vez no), un metanálisis sobre los efectos de las diferentes posiciones de micción en la urodinamia masculina reportó que sentarse incrementa la contracción del músculo detrusor.
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Para controlar el acto de la micción voluntaria, el control motor es logrado a través de inervación tanto de las fibras simpáticas (la mayoría surge del plexo hipogástrico y sus nervios), como de las fibras parasimpáticas (emergentes de los nervios esplácnicos pélvicos y del plexo hipogástrico inferior). Finalmente, existen dos esfínteres importantes por los cuales la orina debe pasar para ser excretada del cuerpo: ambos deben ser abiertos, tanto el esfínter interno controlado autonómicamente como el esfínter externo, controlado voluntariamente.
Correlaciones clínicas
Problemas con los músculos de la vejiga urinaria o los esfínteres pueden llevar a incontinencia (micción involuntaria). En bebés, el sistema nervioso aún no se encuentra desarrollado completamente, por lo que la vejiga del bebé se llena hasta un punto límite, luego se contrae automáticamente y se vacía. A medida que el niño madura, y el sistema nervioso también, el cerebro ahora puede recibir mensajes de la vejiga llena y así postergar el vaciamiento automático hasta un momento conveniente. Fallas en este mecanismo de control resultan en incontinencia, pero existen diferentes mecanismos de falla (por ejemplo: lesiones neurológicas, defectos congénitos, infartos, esclerosis múltiple, envejecimiento).
A menudo, hallazgos en la orina pueden ser de ayuda para el diagnóstico o evaluación del estado de salud de los pacientes. Por ejemplo, proteínas en exceso (proteinuria) encontradas en la orina pueden significar problemas serios en el organismo como falla renal aguda (síndrome nefrótico), nefropatía diabética o infecciones. Acúmulo de colesterol o proteínas en la orina también pueden llevar al diagnóstico de cálculos renales. En ocasiones, la incontinencia urinaria o el vaciamiento inadecuado de la orina pueden llevar a infecciones del tracto urinario.
Otro problema común suele ser la micción frecuente (polaquiuria). Esto puede deberse a un exceso de producción de orina, capacidad urinaria limitada, irritabilidad, vaciamiento incompleto o al consumo excesivo de líquidos conscientemente o debido a alguna enfermedad de base (como la diabetes insípida). Además, hombres con agrandamiento de la próstata , frecuentemente aumentan la presión contra la vejiga y las sensaciones de la vejiga debido a que la próstata se encuentra posterior a la vejiga urinaria masculina. La definición de vejiga hiperactiva es la micción en más de 8 oportunidades por día.
Si se encuentra sangre en la orina (hematuria) no causada por un corte externo o fuente aparente, es indicado buscar atención médica sin demora, porque podría ser un síntoma de cáncer de vejiga o cálculos renales o vesicales.
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