Glándula bulbouretral
Las glándulas bulbouretrales, también llamadas glándulas de Cowper, son un componente del aparato reproductor masculino. Aunque no son tan bien conocidas como los testículos o los conductos deferentes, su contribución es muy importante y fundamental en el proceso de la eyaculación, que revisaremos más adelante.
En este artículo discutiremos la anatomía de la glándula bulbouretral, así como su histología, función y correlaciones clínicas relacionadas con el cáncer e infecciones recurrentes.
Definición | Glándulas exocrinas pareadas pequeñas, del tamaño de un guisante (aproximadamente de 1 cm), que se encuentran en el aparato reproductor masculino. Son homólogas a la glándula vestibular mayor (de Bartholin) en las mujeres |
Ubicación | Inferior a la próstata y posterolateral a la uretra membranosa en la base del pene Glándulas bulbouretrales primarias: dentro del músculo del diafragma urogenital Glándulas bulbouretrales accesorias: dentro del tejido bulboesponjoso |
Vascularización y drenaje linfático |
Irrigación: arteria bulbouretral (rama de la arteria común del pene o peneana común) Drenaje venoso: homólogo a la irrigación Drenaje linfático: ganglios linfáticos ilíacos internos y externos |
Histología | Glándula tubuloalveolar (exocrina) Lobulillos (envueltos en una cápsula fibrosa y recubiertos por epitelio pseudoestratificado) -> acinos (recubiertos por células cilíndricas y rodeados individualmente por células mioepiteliales) -> conductos (recubiertos por células cúbicas) -> conducto excretor central |
Función | Lubricar la porción esponjosa de la uretra para la eyaculación, neutralizar la acidez residual de la orina, producción de antígeno prostático específico |
Correlaciones clínicas | Cálculos, cowperitis, cáncer |
Anatomía
Visión general
Las glándulas de Cowper reciben su nombre en honor al cirujano inglés William Cowper, quien descubrió estas estructuras en el siglo XVII. Anatómicamente, también se denominan como glándulas bulbouretrales, con base en su ubicación. Son glándulas exocrinas pequeñas, del tamaño de un guisante (aproximadamente 1 cm de diámetro), que se encuentran en el aparato reproductor masculino.
Estas estructuras también están presentes en una gran variedad de mamíferos de sexo masculino y son homólogas a las glándulas vestibulares mayores o glándulas de Bartholin, que se encuentran en el aparato reproductor femenino.
Ubicación
Las glándulas bulbouretrales se ubican inferiores a la próstata y posterolaterales a la uretra membranosa (la porción más corta de la uretra, que se encuentra inferior a la porción prostática de la uretra). En otras palabras, se sitúan en la base del pene, dentro de la bolsa profunda del periné y albergadas en el diafragma urogenital, entre las dos capas de fascia que lo forman. También pueden describirse como localizadas en el vértice (porción inferior) de la próstata, superiores al bulbo del pene. Las glándulas bulbouretrales, en sí mismas, están envueltas por las fibras del músculo esfínter externo de la uretra. Su nombre anatómico proviene de su proximidad al bulbo del pene y a la uretra.
Las dos glándulas bulbouretrales primarias se localizan dentro del músculo del diafragma urogenital, pero también es común encontrar glándulas bulbouretrales accesorias ubicadas dentro del tejido bulboesponjoso. Las glándulas bulbouretrales primarias son capaces de drenar en la uretra bulbar al perforar el tejido bulboesponjoso de la porción proximal del pene.
Vascularización y drenaje linfático
Las glándulas bulbouretrales tienen su propia irrigación única, proveniente de las arterias bulbouretrales que surgen a partir de la arteria común del pene o arteria peneana común. Su drenaje venoso es homólogo a la irrigación, mientras que el drenaje linfático se da a través de los ganglios linfáticos ilíacos internos y externos.
Histología
Una glándula bulbouretral está formada típicamente por túbulos y acinos, por lo que se puede clasificar como una glándula tubuloalveolar (exocrina). Cada glándula está compuesta por un número de lobulillos que están envueltos dentro de una cápsula fibrosa. Histológicamente, están recubiertas por epitelio pseudoestratificado.
Dentro de estos lóbulos se encuentran acinos recubiertos por células cilíndricas. Una capa delgada de células mioepiteliales rodea cada acino individualmente. El análisis microscópico de estas células muestra una gran cantidad de mucina intracitoplasmática. Cada uno de estos acinos se abre hacia un conducto, el cual está recubierto por células cúbicas y se une con los otros conductos adyacentes, formando todos eventualmente el conducto excretor central de la glándula.
Función
La función de las glándulas bulbouretrales es lubricar la porción esponjosa de la uretra para facilitar el paso de la eyaculación. Además, debido al pH alcalino del fluido excretado, contribuyen a neutralizar la acidez residual de la orina que permanece en la porción esponjosa de la uretra. Estas glándulas también son responsables de producir el antígeno prostático específico, que es un componente importante para una prueba utilizada comúnmente para detectar y evaluar la progresión del cáncer de próstata. La salida de fluido combinada de estas glándulas comprende el 5% del volumen total de la eyaculación.
Durante la excitación sexual, normalmente secretan glicoproteínas claras hacia la uretra bulbar (porción proximal de la uretra esponjosa). La función de estas glándulas, así como de otras estructuras de soporte en el aparato reproductor masculino, depende de un desarrollo y función normales de los testículos. Además de las glicoproteínas, secretan otras sustancias durante la estimulación sexual, tales como un fluido alcalino que ayuda a neutralizar la acidez de la orina y de la vagina, y proporciona lubricación para el paso de la eyaculación. Este fluido se conoce como líquido preeyaculatorio o preseminal. En una minoría de los hombres, también puede haber espermatozoides presentes en el líquido preeyaculatorio.
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Correlaciones clínicas
Cálculos
Las piedras o cálculos pueden formarse en las glándulas bulbouretrales como consecuencia de la estasis (estancamiento) de las secreciones, la infección por bacterias productoras de ureasa (como proteus), o incluso debido a enfermedades sistémicas como la diabetes mellitus, que aumentan el riesgo de infecciones a través de todo el cuerpo.
Cowperitis
La inflamación de las glándulas de Cowper se presenta con fiebre, malestar y, en algunos casos, dolor perineal intenso. La inflamación suele estar causada por infecciones de los mismos organismos que ocasionan infecciones de las vías urinarias, por ejemplo, E. coli y Klebsiella. Si el paciente presenta una infección bacteriana crónica, existe la posibilidad de que padezca un defecto anatómico congénito, como un siringocele, que se convierte en un foco de infección bacteriana. El tratamiento consiste en dosis altas de antibióticos, así como la corrección o eliminación del defecto subyacente.
Cáncer
Las neoplasias de las glándulas bulbouretrales pueden provocar alteraciones en la función de la uretra debido al estrechamiento o estenosis, resultando en una retención urinaria y otras complicaciones. Debido a que las glándulas bulbouretrales están compuestas por tejido glandular, el tipo de cáncer que presentan es un adenocarcinoma.
Las glándulas también liberan antígeno prostático específico, por lo que una neoplasia en estas estructuras resultará en niveles elevados. Debido a esto, pueden confundirse con neoplasias de la próstata, las cuales también provocan un aumento de los antígenos prostáticos específicos y síntomas de las vías urinarias inferiores como frecuencia, urgencia y retención. El tratamiento de elección es la cirugía, además de la radioterapia.
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