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Termorreceptores

Los termorreceptores (palabra que proviene del término griego “therme”, que significa “calor”) son un tipo de receptores sensitivos (también conocidos como receptores sensoriales) que responden a los cambios de temperatura, transduciendo dichos estímulos en potenciales de acción neuronal. Es decir, son terminaciones nerviosas que reciben y envían información sobre temperatura al sistema nervioso central (SNC) y, principalmente, al centro de termorregulación hipotalámico, que es el termostato del cuerpo y está ubicado en la zona preóptica del hipotálamo.

Puntos clave sobre los termorreceptores
Definición
Receptores sensitivos: terminaciones nerviosas libres que responden a cambios de temperatura inocuos y nocivos (principalmente)
Ubicación Receptores periféricos: piel
Receptores centrales:
órganos, médula espinal, hipotálamo
Estructura Terminaciones nerviosas libres: constituyen los termorreceptores
Canales iónicos de receptor de potencial transitorio (TRP, por sus siglas en inglés)
Axón:
fibras Αδ finamente mielinizadas o fibras C no mielinizadas
Cuerpo celular:
alojado en los ganglios de la raíz dorsal o el ganglio trigémino
Terminales sinápticas:
en el asta dorsal de la médula espinal
Función Termorrecepción: transducción de estímulos de temperatura en señales eléctricas (potenciales graduados)
Receptores regulados por canales iónicos
Receptores polimodales
Respuesta tónica
Sensibilidad alta
Adaptación lenta
Contenidos
  1. Ubicación
  2. Estructura
  3. Función
    1. Termosensibilidad
    2. Sensación de calor nocivo
    3. Sensación de calor
    4. Sensación de frío
    5. Activación química
  4. Correlaciones clínicas
  5. Bibliografía
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Ubicación

Los termorreceptores se encuentran en diversas partes del cuerpo humano, principalmente en la piel y las mucosas. Se pueden clasificar en termorreceptores periféricos y centrales. Los termorreceptores periféricos se encuentran en la piel y detectan las temperaturas superficiales, mientras que los termorreceptores centrales se encuentran en los órganos, la médula espinal y el hipotálamo, controlando la temperatura central del cuerpo. Las concentraciones más altas de termorreceptores periféricos se encuentran en la cara y las orejas. Por esa razón, estas partes del cuerpo son las primeras en detectar los cambios de temperatura.

Los termorreceptores individuales responden específicamente a estímulos cálidos o fríos, pero no a ambos. Por lo tanto, hay receptores de calor y receptores de frío, que responden a aumentos y descensos de temperatura, respectivamente. Los receptores no están distribuidos uniformemente en la piel, sino que están ubicados en puntos específicos. Esto significa que ciertas áreas de la piel tienen una mayor concentración de receptores de frío, mientras que otras tienen más receptores de calor, lo que conlleva a una sensibilidad variable a los cambios de temperatura en diferentes partes del cuerpo. Los receptores de frío generalmente se ubican más cerca de la superficie de la piel, mientras que los receptores de calor se ubican más profundamente. Además de esto, los receptores de frío son más numerosos que los receptores de calor en la piel, lo que contribuye a nuestra mayor sensibilidad al frío que al calor.

Estructura

Los termorreceptores son receptores sensitivos, caracterizados por estructuras específicas que les permiten responder a estímulos térmicos.

Los componentes clave para la sensación térmica incluyen los siguientes.

  • Las terminaciones nerviosas libres periféricas de las neuronas sensitivas, que terminan en la epidermis y la dermis para detectar los cambios de temperatura en el ambiente, constituyen los termorreceptores.
  • Los canales iónicos de receptor de potencial transitorio (TRP), en la membrana de los termorreceptores, son responsables de detectar los cambios de temperatura, transformarlos en potenciales graduados e iniciar los potenciales de acción. La estructura general de los canales iónicos TRP termosensibles es similar a la de los canales de K+ regulados por voltaje, con subunidades que contienen seis segmentos transmembrana que forman tetrámeros. Los miembros de la familia de canales iónicos TRP constan de tres dominios y el poro iónico:
    • El dominio sensor de voltaje (VSLD, por sus siglas en inglés), ensamblado a partir de las hélices S1-S4
    • El dominio análogo a TRP extremo C-terminal (TRPL, por sus siglas en inglés)
    • Un dominio de poro (PD, por sus siglas en inglés), que contiene las hélices S5-S6, el bucle de poro con el filtro selectivo y dos hélices de poro.

Algunos canales TRP muestran activación regulada por voltaje (por ejemplo, TRPM8), mientras que otros muestran poca o ninguna activación regulada por voltaje (por ejemplo, TRPV1).

  • El axón, ya sea finamente mielinizado o no mielinizado, dependiendo del tipo de termorreceptor:
    • Las fibras Aδ son más grandes, de conducción rápida, ligeramente mielinizadas y conducen señales relacionadas con la temperatura fría y el dolor agudo.
    • Las fibras C son de diámetro pequeño, de conducción lenta, amielínicas y conducen señales relacionadas con el calor, el calor nocivo y el dolor sordo.
  • El cuerpo celular, ubicado en los ganglios de la raíz dorsal (GRD) para el cuerpo y en el ganglio trigémino para la cara.
  • Las terminales sinápticas en el asta dorsal de la médula espinal, que liberan neurotransmisores para la activación de neuronas de segundo orden.

Función

Termosensibilidad

La termorrecepción es la sensación de cambios de temperatura. Es una de las funciones sensitivas más importantes en todas las especies y es fundamental para la supervivencia. Las temperaturas ambientales se detectan como cambios en la temperatura de la piel. Un proceso clave en la termorrecepción es la conversión de energía térmica en señales eléctricas, un proceso mediado por termorreceptores sensibles a rangos de temperatura específicos. A menudo es difícil distinguir la termorrecepción de otros sentidos como la nocicepción; la sensación de temperatura se transmite por la misma vía que la sensación de dolor.

La termosensibilidad se transmite a los ganglios de la raíz dorsal (GRD) y al ganglio trigémino, que albergan los cuerpos celulares de las neuronas sensitivas. A continuación, la señal se transmite a los objetivos centrales de las neuronas termosensibles que se encuentran en el asta dorsal de la médula espinal y en los núcleos del nervio trigémino, donde se procesa la información de la temperatura. Ahí, interneuronas funcionalmente distintas responden a estímulos sensitivos específicos:

  • Neuronas "frías": responden a temperaturas frías e inocuas.
  • Neuronas nociceptivas polimodales: neuronas que responden al calor, dolor y frío nocivos.
  • Neuronas nociceptivas específicas "NS": neuronas que responden al calor nocivo y al dolor.
  • Neuronas "calientes": solo responden a temperaturas cálidas inocuas.

En el asta dorsal, las neuronas sensitivas hacen sinapsis con neuronas de segundo orden, que luego cruzan al lado opuesto (se decusan) y ascienden al tálamo a través del tracto espinotalámico. En el tálamo (neuronas de tercer orden), la señal se procesa aún más y se transmite a la corteza somatosensitiva para poder ser interpretada, integrada con otros datos sensitivos e iniciar respuestas apropiadas, como por ejemplo alejarse de una fuente de calor.

La termosensibilidad comienza con proteínas intramembranosas receptoras específicas ubicadas dentro de las terminaciones nerviosas libres de la piel. Los termorreceptores funcionan con canales iónicos termosensibles. Cuando se expone a una temperatura determinada (por ejemplo, al colocar la mano bajo el agua caliente en la ducha), la membrana celular de los termorreceptores cambia su estado eléctrico (voltaje). La cantidad del cambio depende de la fuerza del estímulo (qué tan caliente esté el agua). Esto se llama potencial graduado. El cambio de voltaje necesario para generar una señal se llama umbral y la señal eléctrica resultante se conoce como potencial de acción. Los cambios de temperatura del tejido local conducen a la apertura de los canales, lo que permite que los iones pasen a través de ellos. El área de la piel donde un solo receptor es sensible al calor o al frío se llama campo receptivo del termorreceptor y tiene un tamaño aproximado de unos pocos milímetros. Los termorreceptores son receptores tónicos, lo que significa que responden a un estímulo de temperatura mientras esté presente.

Los termorreceptores pueden detectar rangos tanto inocuos como nocivos (nociceptores térmicos). Los canales de detección de temperatura que pertenecen a la superfamilia TRP (receptor de potencial transitorio) también se conocen como canales iónicos ThermoTRP. Estos canales se clasifican en subfamilias, las cuales incluyen:

  • canonical (TRPC)
  • melastatin (TRPM)
  • ankyrin (TRPA)
  • vanilloid (TRPV)

Algunos de estos canales se activan con el calor (TRPM2/3/4/5, TRPV1-4), mientras que otros lo hacen con el frío (TRPA1, TRPC5, TRPM8). Los canales térmicos TRP son receptores polimodales, es decir, se activan en respuesta a más de un tipo de estímulo, como temperatura, voltaje, pH, lípidos y agonistas. También pueden ajustar su umbral de temperatura para la adaptación térmica evolutiva, desempeñando un papel crucial en la adaptación ambiental de las especies.

Sensación de calor nocivo

La transición del calor inocuo al calor nocivo se percibe alrededor de los 43 °C. El canal iónico que funciona como receptor del calor nocivo es el TRPV1. El umbral de este canal es de 42 °C; una temperatura más alta desencadena una corriente de entrada en las neuronas que expresan TRPV1. Otros sensores de calor nocivo incluyen los canales iónicos TRPV2 (umbral de 52 °C) y TRPM3 (umbral de 40 °C). El calor nocivo también activa los nociceptores.

Sensación de calor

Los receptores de calor de la piel, encargados de detectar los rangos de temperatura corporal fisiológicos, son los canales iónicos TRPV3, TRPV4 y TRPM2. Estos canales se activan con temperaturas superiores a 27 °C e inferiores a 42 °C y se expresan en gran medida en los queratinocitos epidérmicos de la piel.

Sensación de frío

El canal iónico TRPM8 regula la corriente inducida por el frío. El TRPM8 puede activarse con una amplia gama de temperaturas frías, desde inocuas (<26 °C) hasta frías nocivas (<16 °C), así como con compuestos refrescantes como el mentol. El frío nocivo también activa los nociceptores.

Activación química

Los termorreceptores también pueden activarse mediante compuestos químicos que imitan los cambios de temperatura. Por ejemplo, el mentol (presente en la menta) activa canales sensibles al frío como el TRPM8, y la capsaicina (presente en los chiles) puede activar canales sensibles al calor como el TRPV1. Los protones extracelulares pueden activar varios canales iónicos, incluido el TRPV1. En ausencia de agonistas químicos, estos canales iónicos pueden activarse mediante sus respectivas temperaturas umbral.

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Kim Bengochea Kim Bengochea, Universidad Regis, Denver
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