Canales iónicos y gradientes
Los canales iónicos son proteínas de membrana que facilitan y regulan el movimiento de iones, como Na+, K+, Ca2+ y Cl-, a través de la membrana celular. Estos canales desempeñan un papel clave en funciones celulares esenciales, incluyendo la producción de potenciales de acción y potenciales de membrana graduados en neuronas, así como en la comunicación sináptica entre neuronas.
Todas las células presentan un voltaje o diferencia de potencial a través de su membrana. La membrana celular actúa como una barrera que separa el compartimiento intracelular del extracelular, cada uno caracterizado por composiciones distintas de solutos e iones. Por ejemplo, el líquido intracelular está principalmente compuesto por proteínas cargadas negativamente e iones de K+, mientras que los iones de Na+, Cl- y Ca2+ se encuentran predominantemente en el líquido extracelular. Esta distribución desigual de iones es mantenida por transportadores como la Na+/K+ ATPasa y crea una diferencia de potencial a través de la membrana celular (membrana polarizada). El potencial de reposo neuronal normal es de aproximadamente -70 mV. Bajo ciertas condiciones, la diferencia de potencial a través de la membrana celular puede aumentar (hiperpolarización) o disminuir (despolarización).
El gradiente electroquímico y gradiente de concentración de iones a través de la membrana celular normalmente llevarían al movimiento de iones de un lado al otro hasta que se logre un equilibrio en la concentración y la carga eléctrica. Sin embargo, este proceso no ocurre a causa de la estructura única de la membrana celular, que está compuesta por una bicapa de fosfolípidos, en conjunto con proteínas y azúcares que se extienden dentro o a través de las capas. Esta bicapa se caracteriza por ser hidrofóbica en su interior e hidrofílica en su exterior. Los iones, por otro lado, son altamente hidrofílicos y están rodeados de moléculas de agua. Como resultado, la transferencia de iones a través de la bicapa de fosfolípidos es energéticamente desfavorable y solo puede ocurrir a través de canales iónicos especializados.
Este artículo revisa la fisiología de los canales iónicos y gradientes.
Estructura | Los canales iónicos son proteínas transmembrana de la membrana celular, ensambladas por subunidades que forman un poro y estructuras accesorias |
Función | - Facilitar el paso de iones a través de la membrana celular - Seleccionar el movimiento de iones a través de la membrana celular - Activar y desactivar el paso de iones mediante alteraciones en la estructura de la proteína desencadenadas por un estímulo |
Tipos | - Los canales iónicos regulados por ligando son estimulados por sustancias químicas - Los canales iónicos regulados por voltaje son estimulados por alteraciones en la diferencia de potencial a través de la membrana celular - Los canales iónicos regulados por fosforilación cambian su estructura y permeabilidad mediante la fosforilación - Los canales iónicos regulados por mecanismos mecánicos responden a fuerzas mecánicas - Los canales iónicos de fuga están constantemente activados |
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Estructura
- Función
- Selectividad iónica
- Regulación de la abertura y cierre de canales iónicos (gating)
- Tipos de canales iónicos
- Correlaciones clínicas
- Bibliografía
Estructura
Los canales iónicos son proteínas que atraviesan la membrana celular y que están firmemente incrustadas o insertadas en la bicapa lipídica (proteínas transmembrana). Están formados por subunidades transmembrana que se unen para formar un poro y estructuras accesorias. El número de estas subunidades varía entre las diferentes subfamilias de canales iónicos.
Función
Como quizás ya te imaginas, los canales iónicos cumplen tres funciones cruciales que forman parte de la función de la membrana celular. Estas son:
- Facilitar el transporte de iones: dado su estructura y propiedades, la bicapa lipídica inhibe activamente el paso de moléculas cargadas a través de la membrana celular. Los canales iónicos permiten que los iones pasen a través de ellos de forma pasiva, sin consumo de energía. Cuando el poro está abierto, los iones pueden difundirse siguiendo sus respectivos gradientes electroquímicos, alcanzando una asombrosa tasa de 10 millones de iones por segundo.
- Selectividad: la mayoría de los canales iónicos son altamente selectivos, permitiendo solo el paso de iones específicos a través de ellos.
- Activación en respuesta a estímulos: debido a su estructura proteica única, los canales iónicos mantienen un estado cerrado, impidiendo el paso de iones. Sin embargo, en respuesta a diversos estímulos, que pueden ser de naturaleza eléctrica, química o mecánica, la estructura del canal puede cambiar, llevando a la abertura del poro y permitiendo el paso de iones. Una excepción a este patrón de activación/desactivación son los canales iónicos de fuga, que están constantemente activados y, por lo tanto, permanecen en un estado abierto.
Selectividad iónica
El movimiento de iones a través de sus respectivos canales es un evento sin consumo de energía el cual es impulsado únicamente por el gradiente electroquímico, que determina el flujo neto de iones a través de la membrana celular. Sin embargo, aquí nos debería surgir una pregunta fundamental: ¿cómo es que logran los canales iónicos la selectividad, permitiendo que solo ciertos iones pasen a través de ellos? La teoría principal sobre estos mecanismos señala una combinación de factores, que incluyen el tamaño del ion, la carga eléctrica y la interacción con la estructura del canal. Vamos a revisarlos uno por uno:
- Papel del tamaño y la carga eléctrica del ion: los iones varían en tamaño y carga eléctrica, lo que les permite atraer diferentes cantidades de moléculas de agua a su alrededor (capa de hidratación). Por ejemplo, el Na+ es más pequeño que el K+ y lleva una carga eléctrica mayor debido a su reducido tamaño. Como resultado, cada ion de Na+ está rodeado por más moléculas de agua, formando una capa o envoltura de hidratación mayor en comparación con el K+.
- Limitación del tamaño del poro: el poro del canal iónico es demasiado pequeño para acomodar iones rodeados por su envoltura de hidratación. Por lo tanto, los iones deben desprenderse de estas moléculas de agua para pasar a través del poro, un proceso que requiere una cantidad considerable de energía.
- Carga eléctrica del poro: el revestimiento del poro está cargado eléctricamente, lo que permite el paso selectivo de aniones o cationes, respectivamente.
En cuanto los canales de Na+, regiones específicas dentro del poro contienen aminoácidos como el ácido aspártico y el ácido glutámico, que poseen una carga eléctrica negativa suficiente para atraer los iones de Na+. Esta atracción proporciona a los iones la energía necesaria para desprenderse de algunas de sus moléculas de agua circundantes, reduciendo su tamaño a un punto en el que pueden difundir eficazmente a lo largo de su gradiente electroquímico y pasar a través del poro del canal. En consecuencia a su mayor diámetro, el K+ no es capaz de acercarse lo suficiente a estas regiones cargadas negativamente del poro como para beneficiarse de este mecanismo de aumento de energía, lo que hace que sea ineficaz para que el K+ atraviese los canales de Na+.
Por otro lado, los poros de los canales de K+ tienen regiones con átomos de oxígeno carbonilo e hidroxilo que presentan un campo eléctrico más débil. En estas regiones, los iones de K+ pueden interactuar y liberar las moléculas de agua circundantes, permitiendo su paso a través del canal. Sin embargo, la energía presente en estas regiones es insuficiente para que los iones de Na+ liberen sus moléculas de agua y atraviesen el canal.
Regulación de la abertura y cierre de canales iónicos (gating)
Otro aspecto vital de los canales iónicos es el estado dinámico de sus poros. Los canales tienen la capacidad de modificar su estructura proteica, ya sea abriendo o cerrando el paso de iones. Esta transformación de un estado estructural a otro recibe el nombre de ‘gating’.
Existen tres modelos fundamentales que caracterizan los cambios estructurales que los canales iónicos experimentan durante el dicho gating. Es importante destacar que algunos canales iónicos pueden emplear una combinación de estos modelos para instaurar sus configuraciones proteicas estables y únicas:
- Modelo de transformación local (primer modelo): en este modelo, la transformación estructural ocurre dentro de una región específica del lumen del canal. Durante el gating, solo la estructura dentro de este territorio específico sufre cambios para abrir o cerrar el lumen.
- Modelo de transformación global (segundo modelo): en el segundo modelo, la transición de una estructura funcional a otra implica cambios a lo largo de todo el lumen, en lugar de en una región específica.
- Modelo de oclusión por partícula: este tercer modelo involucra un mecanismo distinto donde no ocurren cambios dentro del lumen en sí. En cambio, una partícula se une al orificio del lumen, sellando efectivamente el poro del canal iónico.
Los cambios estructurales que experimentan los canales iónicos están vinculados a estados funcionales específicos, que se pueden clasificar de la siguiente manera:
- Activado: en este estado, los iones pueden pasar a través del canal.
- Desactivado: en el estado desactivado, no hay paso de iones a través del canal. Sin embargo, con la introducción de estímulos específicos, puede abrirse y activarse.
- Desactivado permanentemente o inactivado: cuando los canales iónicos están inactivados, no permiten el paso de iones, y tampoco pueden activarse, incluso cuando se exponen a los estímulos adecuados mencionados en el estado de desactivación.
Tipos de canales iónicos
Los estados funcionales de los canales iónicos están regulados por diversos estímulos. Estos pueden desencadenar cambios estructurales en cada canal iónico, proporcionando la energía necesaria para facilitar la transición estructural del propio canal. Los canales iónicos pueden ser clasificados en varios tipos según su patrón/comportamiento de activación/desactivación y los estímulos específicos a los que responden.
Canales iónicos activados por ligandos
Estos canales se activan o desactivan mediante la unión de una sustancia química a un receptor en el canal. Esta unión induce la abertura o cierre del lumen del canal, alterando así la permeabilidad a los iones. Los neurotransmisores liberados en las sinapsis desde la membrana presináptica son sustancias químicas que actúan como estímulos. Los canales iónicos activados por ligando en la membrana postsináptica, conocidos como receptores ionotrópicos, experimentan un cambio en su configuración estructural tras la unión del neurotransmisor. Esto permite la activación o desactivación del paso de iones a través de dicho canal.
Canales iónicos activados por voltaje
Estos canales son estimulados por cambios en la diferencia de potencial a través de la membrana celular. Este cambio en el potencial de membrana suministra a los canales la energía necesaria para alterar rápidamente su estructura, ya sea abriendo o cerrando el poro. En muchos canales activados por voltaje, las fluctuaciones en la diferencia de potencial pueden resultar en la apertura del lumen durante unos pocos milisegundos, seguida del cierre y la inactivación del canal durante algunos milisegundos adicionales. Una vez inactivado, el canal no puede percibir los cambios en el potencial, incluso si la diferencia de potencial permanece o se enfrenta a nuevos estímulos de voltaje. La membrana celular del cono axónico y todo el axón están enriquecidos con abundantes canales iónicos activados por voltaje que permiten la iniciación y propagación de los potenciales de acción.
Canales iónicos activados por fosforilación
En estos canales, activados por fosforilación, el estímulo proviene de un mecanismo que fosforila el canal, proporcionando la energía necesaria para abrir el poro. Esta fosforilación puede resultar de la activación de varios mecanismos, incluyendo aquellos que involucran proteínas G u otros procesos desencadenados por ligandos, cambios de voltaje o estímulos mecánicos.
Canales iónicos activados por mecanismos mecánicos
En este tipo de canales, el estímulo es una fuerza mecánica que estira la membrana celular o afecta el citoesqueleto de la célula. Esta fuerza mecánica induce un cambio en la estructura del canal, lo que lleva a la abertura de su poro. Los receptores sensoriales en la piel, responsables de las sensaciones de tacto y presión, utilizan canales iónicos activados por mecanismos mecánicos para convertir la energía de un estímulo mecánico en despolarización de la membrana.
Canales iónicos de fuga
A diferencia de la mayoría de los canales iónicos, que suelen permanecer cerrados y se activan solo en respuesta a estímulos específicos, hay canales que se mantienen abiertos de manera continua, permitiendo el paso de iones mientras conservan su selectividad para los diferentes tipos de estos. Como ejemplo, destacan los canales de fuga de Na+ y los canales de fuga de K+, que generan un flujo continuo de iones siguiendo sus gradientes electroquímicos. Los canales de fuga de Na+ permiten el paso de Na+ desde el espacio extracelular al espacio intracelular, induciendo una despolarización parcial de la membrana celular, lo cual es particularmente significativo para la iniciación de potenciales de acción en las neuronas. Por el contrario, los canales de fuga de K+ facilitan el flujo de K+ hacia la matriz extracelular, lo que conduce a la hiperpolarización de la membrana.
Correlaciones clínicas
La actividad de los canales iónicos tiene un impacto profundo en la funcionalidad de las neuronas y, en última instancia, en los circuitos neuronales. Existen numerosas sustancias que intervienen en el funcionamiento de los canales iónicos, ejerciendo poderosos efectos sobre todo el sistema nervioso.
Por ejemplo, las benzodiacepinas, medicamentos comúnmente utilizados para tratar trastornos de ansiedad, insomnio y ciertos trastornos convulsivos, actúan sobre un tipo de canales iónicos activados por ligandos conocidos como receptores GABA-A. El ácido gamma-aminobutírico (GABA), el principal neurotransmisor inhibidor en el sistema nervioso central, se une a los receptores GABA-A, abriendo el poro del canal iónico y provocando una entrada de Cl- en la célula. Esto conduce a la hiperpolarización de la membrana postsináptica y a la inhibición de la neurona postsináptica. Las benzodiacepinas potencian el efecto inhibidor del GABA sobre los receptores GABA-A, produciendo efectos ansiolíticos, sedantes, hipnóticos, relajantes musculares y anticonvulsivos.
Otro ejemplo de una sustancia que modula la actividad de los canales iónicos es la fenitoína, un medicamento antiepiléptico que actúa principalmente sobre los canales de sodio activados por voltaje en las neuronas. Se une selectivamente al estado inactivo de estos canales, lo que lleva a una reducción en la entrada de sodio durante la fase de despolarización del potencial de acción. Al reducir la entrada de sodio, la fenitoína ayuda a prevenir la descarga excesiva y repetitiva de potenciales de acción. Esto es particularmente relevante en el contexto de la prevención de convulsiones, ya que estas implican una actividad eléctrica anormalmente sincronizada en el cerebro.
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