Circulación fetal
El sistema cardiovascular se desarrolla temprano, mientras el individuo aún se encuentra en la etapa embrionaria.
Comienza a partir de la tercera semana o al inicio de la cuarta semana de gestación.
Una vez que el sistema cardiovascular está completamente establecido, comienza la circulación sanguínea y el embrión puede obtener los nutrientes directamente de su propio suministro de sangre.
Este artículo cubrirá la anatomía, estructura y función de la circulación fetal.
Definición | Es el mecanismo que le permite al feto en crecimiento recibir el oxígeno y los nutrientes necesarios, así como eliminar los productos de desecho |
Estructuras vasculares | Conducto venoso, foramen oval, conducto arterioso, arterias umbilicales, vena umbilical |
Correlaciones clínicas | Conducto arterioso persistente, foramen oval permeable |
- ¿Qué es la circulación fetal?
- Vasos sanguíneos fetales y circulación fetal
- Correlaciones clínicas
- Bibliografía
¿Qué es la circulación fetal?
La circulación fetal se establece durante las primeras etapas de desarrollo, lo que permite que el feto en crecimiento reciba el oxígeno y los nutrientes necesarios y al mismo tiempo elimine los productos de desecho.
La circulación fetal tiene algunas diferencias con la circulación postnatal, debidas en gran parte a que el feto requiere ayuda de la madre para completar algunas tareas. A diferencia de la circulación postnatal, la circulación fetal involucra al cordón umbilical y los vasos placentarios que transportan la sangre entre el feto y la placenta. Por lo general, se establece en el período de desarrollo fetal y está diseñado para satisfacer las necesidades nutricionales prenatales, así como para permitir el cambio a un patrón circulatorio neonatal al nacer. La buena respiración en el recién nacido depende de los cambios circulatorios normales que ocurren al nacer (circulación de transición), lo que resulta en la oxigenación de la sangre en los pulmones cuando cesa el flujo de sangre fetal a través de la placenta.
En la vida prenatal, los pulmones no ejecutan intercambio gaseoso y los vasos pulmonares están contraídos. En cambio, la placenta actúa como unidad de intercambio de gases para oxigenar la sangre fetal. Las tres estructuras vasculares más importantes en la circulación de transición son el conducto venoso, el foramen oval y el conducto arterioso.
Vasos sanguíneos fetales y circulación fetal
Una vez que las arterias y venas principales así como el corazón se han desarrollado, generalmente después de la 8ª semana de gestación, la sangre desoxigenada regresa de la circulación sistémica fetal hacia la placenta por medio de dos arterias umbilicales, que emergen de las arterias ilíacas internas fetales. La sangre altamente oxigenada, rica en nutrientes circula desde la placenta hacia el feto por medio de la vena umbilical. Aproximadamente la mitad de la sangre en la vena umbilical no pasa por el hígado para fluir hacia el conducto venoso, un vaso fetal que conecta la vena umbilical con la vena cava inferior. La otra mitad fluye hacia los sinusoides del hígado y entra en la vena cava inferior a través de las venas hepáticas. La cantidad de sangre que pasa a través del conducto venoso es regulada por un mecanismo de esfínter que se ubica cerca de la vena umbilical. Cuando dicho esfínter se contrae, se desvía más sangre a la vena porta y los sinusoides hepáticos y menos al conducto venoso. A pesar que este esfínter anatómico en el conducto venoso ha sido descrito, su presencia no es universalmente aceptada. Sin embargo, en general se acepta que existe un esfínter fisiológico que evita la sobrecarga del corazón cuando el flujo venoso en la vena umbilical es elevado, como se observa, por ejemplo, durante las contracciones uterinas.
Después de un corto recorrido en la vena cava inferior, la sangre entra al atrio derecho del corazón. Como la vena cava inferior también contiene sangre poco oxigenada proveniente de los miembros inferiores, el abdomen y la pelvis, la sangre que ingresa al atrio derecho fluye en dos corrientes, una altamente oxigenada proveniente de la vena umbilical y otra con una pobre saturación de oxígeno. En la unión de la vena cava inferior y el atrio derecho, la válvula de la vena cava inferior (válvula de Eustaquio) separa estas dos corrientes de sangre al dirigir la sangre altamente oxigenada del atrio derecho para el atrio izquierdo a través del foramen oval. Luego pasa al ventrículo izquierdo a través de la válvula atrioventricular izquierda (mitral) de donde es eyectada hacia la aorta ascendente para asegurar la mayor perfusión de los órganos fetales más importantes como son el miocardio y el cerebro. La sangre poco oxigenada en el atrio derecho pasa a través de la válvula atrioventricular derecha (tricúspide) para ser eyectada por el ventrículo derecho, pero alrededor del 90% de este flujo que pasa por el tronco pulmonar es desviado hacia la aorta descendente por medio del conducto arterioso debido a la alta resistencia vascular pulmonar. El otro 10% fluye hacia los pulmones fetales para suministrarles oxígeno. El conducto arterioso protege a los pulmones de una sobrecarga circulatoria y le permite al ventrículo derecho fortalecerse como preparación para funcionar a plena capacidad en el momento del nacimiento, cuando se establece la circulación de transición.
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Correlaciones clínicas
Conducto arterioso persistente: Durante la gestación, los pulmones fetales no se insuflan y por lo tanto no oxigenan la sangre. El feto es completamente dependiente de la placenta para recibir sangre oxigenada (a través de la vena umbilical). Como resultado, la sangre oxigenada debe pasar del lado derecho al lado izquierdo del corazón, o desde la aorta al tronco pulmonar. El conducto arterioso conecta la aorta con el tronco pulmonar. Inmediatamente después del nacimiento, los pulmones se insuflan y el conducto arterioso normalmente se cierra poco después. Si se mantiene abierto pero la comunicación es pequeña, el bebé continuará asintomático. Sin embargo, en caso de un gran conducto arterioso persistente, este presentará un soplo de maquinaria (soplo cardíaco contínuo), insuficiencia cardíaca congestiva, dificultad para respirar, taquicardia y crecimiento deficiente. Después de excluir otros defectos cardíacos por medio de un ecocardiograma, el tratamiento consiste en medicamentos antiinflamatorios (como indometacina), que reduce los niveles de prostaglandina y le permite al conducto cerrar, en casos donde el tratamiento farmacológico no funciona, el paciente puede ser sometido a una ligadura quirúrgica del conducto o cierre por medio de cateterismo cardíaco.
Foramen oval persistente (FOP): El paso de sangre del lado derecho para el lado izquierdo del corazón también ocurre durante la vida fetal a través del foramen oval (el ostium secundum en el septum primum). Si el foramen no cierra después del nacimiento, el paciente presentará un foramen oval persistente. Este no necesita tratamiento.
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