Vascularización e inervación del recto y canal anal

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El recto y canal anal son irrigados por las tres arterias rectales y drenados por las tres venas rectales; superiores, medias e inferiores. Es importante mencionar que estos vasos sanguíneos han sufrido algunos cambios de nombre a través del tiempo. Hasta hace unos años, eran conocidos como arterias y venas hemorroidales, y en la actualidad se ha sugerido el uso del término anorrectales para nombrarlos. Nosotros les llamaremos rectales por el momento. Desde la más superior hasta la más inferior, las arterias nacen de las arterias mesentérica inferior, ilíaca interna y pudenda interna. Las venas siguen el mismo patrón que las arterias, drenando en los vasos correspondientes; venas mesentérica inferior, ilíaca interna y pudenda interna. Las venas rectales forman el plexo venoso hemorroidal que tiene un significado clínico especial, ya que puede hincharse y resultar en varios tipos de hemorroides.

La inervación del recto y el canal anal es un poco más compleja, ya que involucra un componente intrínseco y otro extrínseco.

• El componente intrínseco forma parte del sistema nervioso entérico, conformado por los plexos submucoso (Meissner) y mientérico (Auerbach), que controlan las contracciones peristálticas y las secreciones mucosas.
• El componente extrínseco del recto y de la porción superior del canal anal forma parte del sistema nervioso autónomo. Consiste en las porciones simpáticas y parasimpáticas que controlan la inducción y la contención de la defecación. En pocas palabras, los nervios autónomos hacen sinapsis dentro de los plexos hipogástricos superior e inferior que emiten los ramos correspondientes al recto y a la porción superior del canal anal.
• La porción inferior del canal anal es inervada extrínsecamente por el sistema nervioso somático mediante el nervio pudendo. La inervación somática impone el control conciente de la defecación controlando el esfínter anal externo.

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