Ganglios linfáticos

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Los ganglios linfáticos son órganos linfáticos secundarios que tienen un papel central en la defensa inmune del cuerpo. Constan de una cápsula externa formada por tejido conectivo colagenoso, desde la cual se extienden trabéculas hacia el cuerpo del ganglio, lo que divide al órgano en compartimentos.

En el interior del ganglio linfático se pueden distinguir tres áreas principales: la corteza externa más oscura (zona B), la paracorteza (zona T) y la médula interna más clara. En la corteza hay muchos ganglios linfáticos con linfocitos B, mientras que la médula contiene cordones medulares en los que se pueden encontrar fibroblastos, macrófagos y células plasmáticas. La paracorteza es rica en linfocitos T y contiene vénulas de endotelio alto (HEV) por medio de las cuales los linfocitos pueden migrar hacia el interior del ganglio linfático. Todas las células se organizan en una estructura apretada de células reticulares y fibras reticulares.

La linfa entra en el ganglio linfático mediante vasos linfáticos aferentes por medio de la cápsula del órgano, y fluye a través de un sistema de vasos linfáticos denominado sistema sinusal. Ahí, la linfa se filtra y se limpia de antígenos. Sale nuevamente del ganglio linfático a nivel del hilio mediante vasos linfáticos eferentes. Los vasos sanguíneos también entran y salen por el hilio del ganglio linfático.

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